<span style=“El derecho a la Educación y el Cuidado en la Primera Infancia en América Latina y el Caribe ante los retos sociales y ambientales en el mundo” fue el título de un panel virtual realizado por la Campaña Latinoamericana por el Derecho a la Educación (CLADE), en alianza con la Organización Mundial para la Educación Preescolar (OMEP) y la Fundación Educación y Cooperación EDUCO, en el marco de la 64ª Conferencia Anual de la Sociedad para la Educación Comparativa e Internacional (CIES).  Con el objetivo de analizar la situación del derecho a la educación y al cuidado en la primera infancia en América Latina y el Caribe, el evento fue realizado el 25 de marzo, y contó con la participación de: Peter Moss, profesor del Instituto de Educación de la Universidad de Londres y experto con reconocida trayectoria en el campo de la educación inicial; Mercedes Mayol Lassalle, presidenta mundial de la OMEP; Madeleine Zúñiga, coordinadora de la Campaña Peruana por el Derecho a la Educación (CPDE); Vernor Muñoz, director de Políticas e Incidencia de la Campaña Mundial por la Educación (CME); y Camilla Croso, coordinadora general de la CLADE, quien moderó el diálogo. Lee a continuación las reflexiones y planteamientos que se destacaron en el panel: 

Otra política para el Cuidado y la Educación en la Primera Infancia es posible

Según Peter Moss, la hegemonía global del neoliberalismo y el hecho de que la atención/cuidado y la educación en la primera Infancia (AEPI) se han convertido en una prioridad política a nivel mundial, llevaron a que se considere esta etapa de vida como un medio eficiente de maximizar el “capital humano”. “Eso se puede ver en particular en una narrativa dominante que ha impulsado la formulación de políticas de AEPI en ámbito nacional y mundial, desde una narrativa que es instrumental y economicista en la racionalidad y adopta la actividad técnica como actividad prioritaria: es una narrativa que se denominó ‘la historia de la calidad y de los altos rendimientos’”, subrayó. “Así, según cuenta la historia, la AEPI garantizará el éxito individual y nacional en un mercado global cada vez más competitivo, y todas las personas viven felices para siempre”, añadió.
“Necesitamos ser capaces de entender y relacionarnos con las ideas transformadoras que surgen desde otros campos, incluyendo la economía, la democracia y el medio ambiente”
Según el investigador, esta perspectiva instrumental y economicista está presente no solo en la educación y el cuidado en la primera infancia, sino que atraviesa todo el campo educativo. “También debemos tener en cuenta la existencia de un modelo de desarrollo global que busca reducir diversos fenómenos sociales y culturales, tales como la educación, a cuestiones de eficiencia mercantil y crecimiento económico”, afirmó. Agregó que la construcción de otra perspectiva de educación y cuidado en la primera infancia, que no se oriente hacia la búsqueda por altos rendimientos, debe basarse en decisiones políticas democráticas para la educación, en conjunto con otras políticas. “El campo debería enlazarse a un proceso más amplio, que involucre a la educación como un todo y a la construcción de un futuro sobre la democracia, la justicia social, la solidaridad y la sustentabilidad”, señaló.  Afirmó también que las y los profesionales y pensadoras/es del campo de la primera infancia deben ser capaces de entender y relacionarse con las ideas transformadoras que surgen desde otros campos, más allá de la educación, incluyendo la economía, la democracia y el medio ambiente. “Mientras tanto, quienes trabajan en esos temas amplios tienen que estar conscientes de las potenciales contribuciones que el cuidado y la educación en la primera infancia, y toda la educación, pueden ofrecerles”.

Privilegio versus derecho humano

“A pesar de la poderosa definición de las niñas y niños como sujetos de derechos consagrada por la Convención sobre los Derechos del Niño de la ONU y de todas las valiosas directrices sobre el derecho a la educación, hay todavía una falta de indicaciones específicas sobre cómo lograr el derecho humano a la educación en la primera infancia en nuestra región”, afirmó Mercedes Mayol Lassalle, durante su presentación.
“A pesar de la expansión de la matrícula, la desigualdad en materia de acceso persiste, porque hogares con alto nivel socioeconómico están 30 puntos porcentuales por encima de los valores de acceso de las niñas y niños de cinco años de edad de los hogares más pobres
Para la presidenta de OMEP, hay desafíos importantes en lo que toca la implementación efectiva de abordajes integrales e intersectoriales de los derechos de las niñas y niños en América Latina y el Caribe. La desigualdad en materia de acceso a la educación es otro reto en la región, que se confirma, por ejemplo, con la enorme brecha entre el acceso de niñas y niños con más de tres años y el acceso de niñas y niños desde el nacimiento hasta los tres años, siendo que para esta última franja de edad la cobertura por parte del Estado es muy restricta, haciendo que las familias tengan que pagar por estos servicios.  “A pesar de la expansión de la matrícula, la desigualdad en materia de acceso persiste, porque hogares con alto nivel socioeconómico están 30 puntos porcentuales por encima de los valores de acceso de las niñas y niños de cinco años de edad de los hogares más pobres”, afirmó.
Durante su presentación, Mercedes analizó las conclusiones de la investigación de la CLADE: “El derecho a la educación y al cuidado en la primera infancia: perspectivas desde América Latina y el Caribe”.
Otro aspecto importante que subrayó es que la oferta de una educación obligatoria y gratuita en la primera infancia es todavía limitada en la región. “Los acuerdos internacionales, particularmente la Agenda de Educación 2030, establecen la obligatoriedad desde, por lo menos, el año anterior al ingreso en la primaria y, en muchos países, fue ampliada a dos o tres años antes de la primaria”, explicó Mercedes Lassalle. Y concluyó que, en la región, lamentablemente, “la AEPI es un privilegio para algunas niñas y niños, más que un derecho humano para todas y todos, particularmente desde el nacimiento hasta los tres años”.

Desafíos del cuidado y de la educación en la primera infancia en Perú

En su exposición, Madeleine Zúñiga hizo un recorrido histórico sobre las políticas públicas para el cuidado y la educación en la primera infancia en Perú, desde la experiencia de los centros “Wawa Wasi” (Casa de la Niña y del Niño, en quechua), durante los últimos años de la década de 1960 en la región Sur de los Andes peruanos, pasando por la promulgación de la Ley General de Educación Nº 19326, en 1972, hasta llegar a los desafíos actuales.
“La diversidad no debería ser el problema, pero es la fuente de grandes inequidades sociales, que resultan de la vergonzosa discriminación aún arraigada en nuestra sociedad”
Para la coordinadora de la Campaña Peruana, el primero y quizás más desafiador de los retos actuales es la necesidad de superar la fragmentación de la primera infancia por rango de edad, ya que la responsabilidad de políticas enderezadas a la primera infancia está dividida en tres Ministerios: Ministerio del Desarrollo y la Inclusión Social (MIDIS), Ministerio de la Educación (MINEDU) y Ministerio de las Mujeres y la Población Vulnerable (MIMPV), de acuerdo con las diferentes edades y demandas sociales de niñas y niños en el país.  La diversidad compleja de la población en materia de niveles socioeconómicos, ubicación geográfica, diversidad cultural y etnolingüística, así como la inclusión y la equidad, representa otro reto permanente. “La diversidad no debería ser el problema, pero es la fuente de grandes inequidades sociales, que resultan de la vergonzosa discriminación aún arraigada en nuestra sociedad. Inequidades que son fáciles de identificar en el acceso a servicios y también en la calidad de los servicios y nos conducen a afirmar que la educación sigue siendo un privilegio más que un derecho humano universal”, afirmó. La educadora y activista también enfatizó la necesidad de mejorar la calidad de todos los programas públicos de AEPI y de Educación Inicial, así como de asegurar datos y evaluación sobre la calidad y pertinencia de estas políticas, sumados a una formación docente adecuada y contextualizada para esta etapa de vida. “Para que logren un desempeño óptimo es imperativa la formación inicial de docentes bajo un abordaje de derechos. La primera infancia merece recibir atención de profesionales cuyo desempeño esté fundamentado en los ricos y significativos articulos de la Convención sobre los Derechos del Niño. (...) La formación dará a las y los docentes las competencias para hacer de la experiencia escolar una experiencia de democracia, solidaridad, y de aprendizaje para vivir con los y las diferentes”, destacó.

Sistemas educativos que no corresponden a las realidades

Al final del evento, Vernor Muñoz dialogó con las observaciones y los análisis de las y los panelistas. Según el director de Políticas e Incidencia de la CME, la visión utilitarista de la educación en la primera infancia y de la educación de manera general ha sido ampliamente criticada por diversos organismos y mecanismos de derechos humanos. “Fue Katarina Tomasevski quién llamó la atención, hace casi 20 años, sobre cómo algunos economistas definen la educación como siendo una producción del capital humano y clasifican todas las dimensiones de los derechos humanos como externalidades. Hoy, 20 años después, todavía vemos como el Banco Mundial y muchas agencias de desarrollo aún consideran a las personas como capital humano en vez de sujetos de derechos”, señaló Muñoz.
“El interés superior del niño [y de la niña] está bien definido en los instrumentos internacionales de derechos humanos, pero en materia de aplicación práctica, ello siempre se pone abajo de la interpretación de quienes tienen el poder de decidir”
Para el activista y ex-relator especial sobre el derecho a la educación de la ONU, el abordaje utilitarista y autoritario de la educación también revela que los sistemas educativos actuales no corresponden a las realidades de las personas, ni siquiera en el caso de las pocas y pocos niñas y niños pequeñas/os que logran ingresar en el sistema educativo. “El interés superior del niño [y de la niña] está bien definido en los instrumentos internacionales de derechos humanos, pero en materia de aplicación práctica, ello siempre se pone abajo de la interpretación de quienes tienen el poder de decidir. Entonces, de nuevo, bajo una visión restrictiva y utilitaria, el interés superior del niño [y de la niña] suele ser visto como la capacidad potencial de que las niñas y niños se vuelvan buenas/os consumidoras/es”, concluyó.

Preguntas de la audiencia

Después de la realización del diálogo virtual, Peter Moss contestó a dos preguntas de la audiencia que no pudieron ser discutidas durante el encuentro. A continuación lee sus respuestas. 

La educación en la primera infancia de 0 a 3 años es un desafío. Se encuentran buenas experiencias en muchos países. ¿Cuál es su opinión sobre la educación familiar?

Peter Moss - Como no conozco los antecedentes de la pregunta, ni tampoco las condiciones de los países de América Latina y el Caribe, solo puedo decir sobre el Reino Unido y, más ampliamente, el contexto europeo.  Gran parte de mi trabajo se refiere al desarrollo de las licencias parentales, por lo que los padres y las madres pueden tomarse su tiempo libre del empleo cuando tienen un hijo pequeño o hija pequeña. Es muy importante que esto sea compartido por madres y padres por igual. Así, creo que el objetivo debería ser proporcionar al menos 12 meses de licencia bien remuneradas, con al menos 4 meses solo para padres y 4 meses solo para madres. 
“En lugar de educar a las familias, debemos pensar en su participación en comunidades de aprendizaje, que también brindan oportunidades para construir solidaridades intergeneracionales, practicar la democracia participativa y respetar la diversidad”
Después de esto, los niños y las niñas deberían tener acceso, por derecho, a una buena educación en la primera infancia. También creo que esta educación debería ser en centros comunitarios con muchos objetivos, lo que llamamos de 'Centros para niños y niñas' en Inglaterra, que brindan una amplia gama de servicios para niños, sus cuidadoras y cuidadores y la comunidad local, Estos centros son basados ​​en valores de igualdad, democracia y solidaridad, con uso de su espacio público y lugar de encuentro para las ciudadanas y los ciudadanos.  En lugar de educar a las familias, debemos pensar en su participación en comunidades de aprendizaje, que también brindan oportunidades para construir solidaridades intergeneracionales, practicar la democracia participativa y respetar la diversidad.

¿Podría mencionar algunos temas que son relevantes para los grupos de investigadores, investigadoras y universidades en el Cuidado y Educación de la Primera Infancia? ¿Hay "nuevas" brechas o temas que no se han tenido en cuenta?

Peter Moss - Nuevamente, como no conozco los antecedentes de la pregunta, ni tampoco las condiciones de los países de América Latina y el Caribe, solo puedo decir sobre el Reino Unido y, más ampliamente, el contexto europeo.  Primero, creo que es necesario desarrollar sistemas de evaluación participativa y  que puedan reconocer y valorar la complejidad y la diversidad, con respecto tanto a los niños y niñas, como a los centros de primera infancia.  En segundo lugar, creo que hay la necesidad de más trabajos sobre género en la educación de la primera infancia, especialmente para comprender mejor la continuidad de una naturaleza con alto sesgo de género en las fuerzas laborales de la primera infancia [feminización de la carrera] y para proponer cómo se podría cambiar este escenario.  En tercer lugar, creo que es necesario investigar cómo se puede practicar y profundizar la democracia en la educación de la primera infancia, para incluir la participación de niños y niñas, padres y madres, trabajadoras y trabajadores.  Por último, creo que necesitamos desarrollar más investigación comparativa (entre países), mirando tanto a las estructuras como a las culturas de la educación en la primera infancia, y enfocándonos en elaborar y comprender las diferencias.

A continuación,  el panel que fue transmitido en inglés, pero está disponible con subtítulos en portugués y español.

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Accede aquí al diálogo con subtítulos en creole haitiano

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En panel del CIES 2020, especialistas alertaron sobre la tendencia a priorizar una narrativa instrumental y economicista en la educación para la primera infancia, la falta de cobertura en esta etapa, especialmente para niñas y niños de familias con bajos ingresos, y la ausencia de coordinación intersectorial en las políticas públicas para niñas y niños pequeñas/os en la región

“Faltan indicaciones específicas sobre cómo lograr el derecho humano a la educación en la primera infancia”

15 de mayo de 2020

“El derecho a la Educación y el Cuidado en la Primera Infancia en América Latina y el Caribe ante los retos sociales y ambientales en el mundo” fue el título de un panel virtual realizado por la Campaña Latinoamericana por el Derecho a la Educación (CLADE), en alianza con la Organización Mundial para la Educación Preescolar (OMEP) y la Fundación Educación y Cooperación EDUCO, en el marco de la 64ª Conferencia Anual de la Sociedad para la Educación Comparativa e Internacional (CIES). 

Con el objetivo de analizar la situación del derecho a la educación y al cuidado en la primera infancia en América Latina y el Caribe, el evento fue realizado el 25 de marzo, y contó con la participación de: Peter Moss, profesor del Instituto de Educación de la Universidad de Londres y experto con reconocida trayectoria en el campo de la educación inicial; Mercedes Mayol Lassalle, presidenta mundial de la OMEP; Madeleine Zúñiga, coordinadora de la Campaña Peruana por el Derecho a la Educación (CPDE); Vernor Muñoz, director de Políticas e Incidencia de la Campaña Mundial por la Educación (CME); y Camilla Croso, coordinadora general de la CLADE, quien moderó el diálogo.

Lee a continuación las reflexiones y planteamientos que se destacaron en el panel: 

Otra política para el Cuidado y la Educación en la Primera Infancia es posible

Según Peter Moss, la hegemonía global del neoliberalismo y el hecho de que la atención/cuidado y la educación en la primera Infancia (AEPI) se han convertido en una prioridad política a nivel mundial, llevaron a que se considere esta etapa de vida como un medio eficiente de maximizar el “capital humano”.

“Eso se puede ver en particular en una narrativa dominante que ha impulsado la formulación de políticas de AEPI en ámbito nacional y mundial, desde una narrativa que es instrumental y economicista en la racionalidad y adopta la actividad técnica como actividad prioritaria: es una narrativa que se denominó ‘la historia de la calidad y de los altos rendimientos’”, subrayó. “Así, según cuenta la historia, la AEPI garantizará el éxito individual y nacional en un mercado global cada vez más competitivo, y todas las personas viven felices para siempre”, añadió.

“Necesitamos ser capaces de entender y relacionarnos con las ideas transformadoras que surgen desde otros campos, incluyendo la economía, la democracia y el medio ambiente”

Según el investigador, esta perspectiva instrumental y economicista está presente no solo en la educación y el cuidado en la primera infancia, sino que atraviesa todo el campo educativo. “También debemos tener en cuenta la existencia de un modelo de desarrollo global que busca reducir diversos fenómenos sociales y culturales, tales como la educación, a cuestiones de eficiencia mercantil y crecimiento económico”, afirmó.

Agregó que la construcción de otra perspectiva de educación y cuidado en la primera infancia, que no se oriente hacia la búsqueda por altos rendimientos, debe basarse en decisiones políticas democráticas para la educación, en conjunto con otras políticas. “El campo debería enlazarse a un proceso más amplio, que involucre a la educación como un todo y a la construcción de un futuro sobre la democracia, la justicia social, la solidaridad y la sustentabilidad”, señaló. 

Afirmó también que las y los profesionales y pensadoras/es del campo de la primera infancia deben ser capaces de entender y relacionarse con las ideas transformadoras que surgen desde otros campos, más allá de la educación, incluyendo la economía, la democracia y el medio ambiente. “Mientras tanto, quienes trabajan en esos temas amplios tienen que estar conscientes de las potenciales contribuciones que el cuidado y la educación en la primera infancia, y toda la educación, pueden ofrecerles”.


Privilegio versus derecho humano

“A pesar de la poderosa definición de las niñas y niños como sujetos de derechos consagrada por la Convención sobre los Derechos del Niño de la ONU y de todas las valiosas directrices sobre el derecho a la educación, hay todavía una falta de indicaciones específicas sobre cómo lograr el derecho humano a la educación en la primera infancia en nuestra región”, afirmó Mercedes Mayol Lassalle, durante su presentación.

“A pesar de la expansión de la matrícula, la desigualdad en materia de acceso persiste, porque hogares con alto nivel socioeconómico están 30 puntos porcentuales por encima de los valores de acceso de las niñas y niños de cinco años de edad de los hogares más pobres

Para la presidenta de OMEP, hay desafíos importantes en lo que toca la implementación efectiva de abordajes integrales e intersectoriales de los derechos de las niñas y niños en América Latina y el Caribe. La desigualdad en materia de acceso a la educación es otro reto en la región, que se confirma, por ejemplo, con la enorme brecha entre el acceso de niñas y niños con más de tres años y el acceso de niñas y niños desde el nacimiento hasta los tres años, siendo que para esta última franja de edad la cobertura por parte del Estado es muy restricta, haciendo que las familias tengan que pagar por estos servicios. 

“A pesar de la expansión de la matrícula, la desigualdad en materia de acceso persiste, porque hogares con alto nivel socioeconómico están 30 puntos porcentuales por encima de los valores de acceso de las niñas y niños de cinco años de edad de los hogares más pobres”, afirmó.

Durante su presentación, Mercedes analizó las conclusiones de la investigación de la CLADE: “El derecho a la educación y al cuidado en la primera infancia: perspectivas desde América Latina y el Caribe”.

Otro aspecto importante que subrayó es que la oferta de una educación obligatoria y gratuita en la primera infancia es todavía limitada en la región. “Los acuerdos internacionales, particularmente la Agenda de Educación 2030, establecen la obligatoriedad desde, por lo menos, el año anterior al ingreso en la primaria y, en muchos países, fue ampliada a dos o tres años antes de la primaria”, explicó Mercedes Lassalle.

Y concluyó que, en la región, lamentablemente, “la AEPI es un privilegio para algunas niñas y niños, más que un derecho humano para todas y todos, particularmente desde el nacimiento hasta los tres años”.


Desafíos del cuidado y de la educación en la primera infancia en Perú

En su exposición, Madeleine Zúñiga hizo un recorrido histórico sobre las políticas públicas para el cuidado y la educación en la primera infancia en Perú, desde la experiencia de los centros “Wawa Wasi” (Casa de la Niña y del Niño, en quechua), durante los últimos años de la década de 1960 en la región Sur de los Andes peruanos, pasando por la promulgación de la Ley General de Educación Nº 19326, en 1972, hasta llegar a los desafíos actuales.

“La diversidad no debería ser el problema, pero es la fuente de grandes inequidades sociales, que resultan de la vergonzosa discriminación aún arraigada en nuestra sociedad”

Para la coordinadora de la Campaña Peruana, el primero y quizás más desafiador de los retos actuales es la necesidad de superar la fragmentación de la primera infancia por rango de edad, ya que la responsabilidad de políticas enderezadas a la primera infancia está dividida en tres Ministerios: Ministerio del Desarrollo y la Inclusión Social (MIDIS), Ministerio de la Educación (MINEDU) y Ministerio de las Mujeres y la Población Vulnerable (MIMPV), de acuerdo con las diferentes edades y demandas sociales de niñas y niños en el país. 

La diversidad compleja de la población en materia de niveles socioeconómicos, ubicación geográfica, diversidad cultural y etnolingüística, así como la inclusión y la equidad, representa otro reto permanente. “La diversidad no debería ser el problema, pero es la fuente de grandes inequidades sociales, que resultan de la vergonzosa discriminación aún arraigada en nuestra sociedad. Inequidades que son fáciles de identificar en el acceso a servicios y también en la calidad de los servicios y nos conducen a afirmar que la educación sigue siendo un privilegio más que un derecho humano universal”, afirmó.

La educadora y activista también enfatizó la necesidad de mejorar la calidad de todos los programas públicos de AEPI y de Educación Inicial, así como de asegurar datos y evaluación sobre la calidad y pertinencia de estas políticas, sumados a una formación docente adecuada y contextualizada para esta etapa de vida.

“Para que logren un desempeño óptimo es imperativa la formación inicial de docentes bajo un abordaje de derechos. La primera infancia merece recibir atención de profesionales cuyo desempeño esté fundamentado en los ricos y significativos articulos de la Convención sobre los Derechos del Niño. (…) La formación dará a las y los docentes las competencias para hacer de la experiencia escolar una experiencia de democracia, solidaridad, y de aprendizaje para vivir con los y las diferentes”, destacó.


Sistemas educativos que no corresponden a las realidades

Al final del evento, Vernor Muñoz dialogó con las observaciones y los análisis de las y los panelistas. Según el director de Políticas e Incidencia de la CME, la visión utilitarista de la educación en la primera infancia y de la educación de manera general ha sido ampliamente criticada por diversos organismos y mecanismos de derechos humanos.

“Fue Katarina Tomasevski quién llamó la atención, hace casi 20 años, sobre cómo algunos economistas definen la educación como siendo una producción del capital humano y clasifican todas las dimensiones de los derechos humanos como externalidades. Hoy, 20 años después, todavía vemos como el Banco Mundial y muchas agencias de desarrollo aún consideran a las personas como capital humano en vez de sujetos de derechos”, señaló Muñoz.

“El interés superior del niño [y de la niña] está bien definido en los instrumentos internacionales de derechos humanos, pero en materia de aplicación práctica, ello siempre se pone abajo de la interpretación de quienes tienen el poder de decidir”

Para el activista y ex-relator especial sobre el derecho a la educación de la ONU, el abordaje utilitarista y autoritario de la educación también revela que los sistemas educativos actuales no corresponden a las realidades de las personas, ni siquiera en el caso de las pocas y pocos niñas y niños pequeñas/os que logran ingresar en el sistema educativo. “El interés superior del niño [y de la niña] está bien definido en los instrumentos internacionales de derechos humanos, pero en materia de aplicación práctica, ello siempre se pone abajo de la interpretación de quienes tienen el poder de decidir. Entonces, de nuevo, bajo una visión restrictiva y utilitaria, el interés superior del niño [y de la niña] suele ser visto como la capacidad potencial de que las niñas y niños se vuelvan buenas/os consumidoras/es”, concluyó.


Preguntas de la audiencia

Después de la realización del diálogo virtual, Peter Moss contestó a dos preguntas de la audiencia que no pudieron ser discutidas durante el encuentro. A continuación lee sus respuestas. 

La educación en la primera infancia de 0 a 3 años es un desafío. Se encuentran buenas experiencias en muchos países. ¿Cuál es su opinión sobre la educación familiar?

Peter Moss – Como no conozco los antecedentes de la pregunta, ni tampoco las condiciones de los países de América Latina y el Caribe, solo puedo decir sobre el Reino Unido y, más ampliamente, el contexto europeo. 

Gran parte de mi trabajo se refiere al desarrollo de las licencias parentales, por lo que los padres y las madres pueden tomarse su tiempo libre del empleo cuando tienen un hijo pequeño o hija pequeña. Es muy importante que esto sea compartido por madres y padres por igual. Así, creo que el objetivo debería ser proporcionar al menos 12 meses de licencia bien remuneradas, con al menos 4 meses solo para padres y 4 meses solo para madres. 

“En lugar de educar a las familias, debemos pensar en su participación en comunidades de aprendizaje, que también brindan oportunidades para construir solidaridades intergeneracionales, practicar la democracia participativa y respetar la diversidad”

Después de esto, los niños y las niñas deberían tener acceso, por derecho, a una buena educación en la primera infancia. También creo que esta educación debería ser en centros comunitarios con muchos objetivos, lo que llamamos de ‘Centros para niños y niñas’ en Inglaterra, que brindan una amplia gama de servicios para niños, sus cuidadoras y cuidadores y la comunidad local, Estos centros son basados ​​en valores de igualdad, democracia y solidaridad, con uso de su espacio público y lugar de encuentro para las ciudadanas y los ciudadanos. 

En lugar de educar a las familias, debemos pensar en su participación en comunidades de aprendizaje, que también brindan oportunidades para construir solidaridades intergeneracionales, practicar la democracia participativa y respetar la diversidad.


¿Podría mencionar algunos temas que son relevantes para los grupos de investigadores, investigadoras y universidades en el Cuidado y Educación de la Primera Infancia? ¿Hay “nuevas” brechas o temas que no se han tenido en cuenta?

Peter Moss – Nuevamente, como no conozco los antecedentes de la pregunta, ni tampoco las condiciones de los países de América Latina y el Caribe, solo puedo decir sobre el Reino Unido y, más ampliamente, el contexto europeo. 

Primero, creo que es necesario desarrollar sistemas de evaluación participativa y  que puedan reconocer y valorar la complejidad y la diversidad, con respecto tanto a los niños y niñas, como a los centros de primera infancia. 

En segundo lugar, creo que hay la necesidad de más trabajos sobre género en la educación de la primera infancia, especialmente para comprender mejor la continuidad de una naturaleza con alto sesgo de género en las fuerzas laborales de la primera infancia [feminización de la carrera] y para proponer cómo se podría cambiar este escenario. 

En tercer lugar, creo que es necesario investigar cómo se puede practicar y profundizar la democracia en la educación de la primera infancia, para incluir la participación de niños y niñas, padres y madres, trabajadoras y trabajadores. 

Por último, creo que necesitamos desarrollar más investigación comparativa (entre países), mirando tanto a las estructuras como a las culturas de la educación en la primera infancia, y enfocándonos en elaborar y comprender las diferencias.


A continuación,  el panel que fue transmitido en inglés, pero está disponible con subtítulos en portugués y español.


Accede aquí al diálogo con subtítulos en creole haitiano


<span style=Chile, Haití y Paraguay son los tres países de América Latina y el Caribe que poseen legislaciones claramente inductoras a la generación del lucro y a la privatización en y desde la educación. A su vez, Argentina, Brasil, Colombia, Honduras, México y Perú poseen legislaciones permisivas al lucro en la educación. Estos son algunos de los hallazgos preliminares del estudio “Lucro y educación en los marcos legales de América Latina y el Caribe”, que la Campaña Latinoamericana por el Derecho a la Educación (CLADE) está realizando.  Algunas de las conclusiones de la investigación fueron presentadas por Teise Garcia, del Grupo de Estudios e Investigaciones en Política Educativa (GREPPE) de Brasil, durante el panel virtual “La comercialización y el lucro en y desde la educación: Perspectivas globales y regionales de América Latina y el Caribe”. El debate se realizó en el marco del CIES 2020, el 15 de abril.  “En ninguno de los países [entre los Estados de la región que son analizados en el estudio] encontramos una prohibición completa, que impida el incentivo público al lucro en la educación de manera categórica. Solamente Argentina merece un destaque, pues prohíbe acuerdos bilaterales y multilaterales relacionados a la obtención de lucro”, afirmó Teise García. Al lado de la investigadora, participaron en el panel: David Archer, de ActionAid International; y Cecilia Gómez, de la Coalición Colombiana por el Derecho a la Educación (CCDE). Camilla Croso, coordinadora general de la CLADE, y Toni Verger, de la Universidad Autónoma de Barcelona, se hicieron cargo, respectivamente, del debate y de la moderación. Organizado por la CLADE, el panel tuvo el objetivo de impulsar reflexiones y diálogos sobre los procesos de privatización y lucro en la educación de la región, así como sus impactos negativos en la realización de la educación como un derecho humano de todas las personas.   Mira la grabación del diálogo: [advanced_iframe src="https://www.youtube.com/embed/KVkMfv2i2nU" width="100%" height="600"]

Falta de financiamiento y generación de la pobreza

Para David Archer, de ActionAid, la ascensión de la comercialización y del lucro en la educación se debe fundamentalmente a la falta de financiamiento público para este derecho, problema en cual, desde su perspectiva educadoras/es, activistas y gestoras/es deberían enfocarse. “La cobertura educativa pública insuficiente, combinada con un déficit estructural y creciente en el financiamiento de la educación pública, ha abierto camino para el surgimiento y la consolidación de un mercado de educación privada con fines de lucro, que se presenta cada vez más como norma en la región”, afirmó.  Añadió que la falta de financiamiento adecuado para el derecho a la educación se debe, en gran parte de los casos, a la deuda externa de los países y a la ausencia de justicia tributaria. “Hay una nueva crisis de la deuda externa. En este momento, hay 60 países que destinan más de 12% de su Producto Interno Bruto (PIB) al pago de la deuda externa. Eso significa que el pago de la deuda es más grande que el financiamiento de la educación y la salud, lo que representa un absurdo en este contexto de la crisis del COVID-19 que enfrentamos”, señaló.  Según Cecilia Gómez, la falta de financiación de derechos por los Estados y, consecuentemente, la privatización de los servicios públicos, generan pobreza. “Considero que este modelo neoliberal que en nuestros países se traduce en privatización - del agua, de la energía, de la educación, etc. - lo que genera es un incremento impresionante de la pobreza, un empobrecimiento de la gente que ya era pobre y se ha convertido en casi miserable”. ">
Durante panel virtual organizado por la CLADE, especialistas analizaron los procesos y tendencias hacia la privatización y el lucro en la educación de la región

CIES 2020: Ninguno de los países latinoamericanos y caribeños prohíbe categóricamente el incentivo público al lucro en la educación

12 de mayo de 2020

Chile, Haití y Paraguay son los tres países de América Latina y el Caribe que poseen legislaciones claramente inductoras a la generación del lucro y a la privatización en y desde la educación. A su vez, Argentina, Brasil, Colombia, Honduras, México y Perú poseen legislaciones permisivas al lucro en la educación. Estos son algunos de los hallazgos preliminares del estudio “Lucro y educación en los marcos legales de América Latina y el Caribe”, que la Campaña Latinoamericana por el Derecho a la Educación (CLADE) está realizando. 

Algunas de las conclusiones de la investigación fueron presentadas por Teise Garcia, del Grupo de Estudios e Investigaciones en Política Educativa (GREPPE) de Brasil, durante el panel virtual “La comercialización y el lucro en y desde la educación: Perspectivas globales y regionales de América Latina y el Caribe”. El debate se realizó en el marco del CIES 2020, el 15 de abril. 

“En ninguno de los países [entre los Estados de la región que son analizados en el estudio] encontramos una prohibición completa, que impida el incentivo público al lucro en la educación de manera categórica. Solamente Argentina merece un destaque, pues prohíbe acuerdos bilaterales y multilaterales relacionados a la obtención de lucro”, afirmó Teise García.

Al lado de la investigadora, participaron en el panel: David Archer, de ActionAid International; y Cecilia Gómez, de la Coalición Colombiana por el Derecho a la Educación (CCDE). Camilla Croso, coordinadora general de la CLADE, y Toni Verger, de la Universidad Autónoma de Barcelona, se hicieron cargo, respectivamente, del debate y de la moderación.

Organizado por la CLADE, el panel tuvo el objetivo de impulsar reflexiones y diálogos sobre los procesos de privatización y lucro en la educación de la región, así como sus impactos negativos en la realización de la educación como un derecho humano de todas las personas.  

Mira la grabación del diálogo:


Falta de financiamiento y generación de la pobreza

Para David Archer, de ActionAid, la ascensión de la comercialización y del lucro en la educación se debe fundamentalmente a la falta de financiamiento público para este derecho, problema en cual, desde su perspectiva educadoras/es, activistas y gestoras/es deberían enfocarse.

“La cobertura educativa pública insuficiente, combinada con un déficit estructural y creciente en el financiamiento de la educación pública, ha abierto camino para el surgimiento y la consolidación de un mercado de educación privada con fines de lucro, que se presenta cada vez más como norma en la región”, afirmó. 

Añadió que la falta de financiamiento adecuado para el derecho a la educación se debe, en gran parte de los casos, a la deuda externa de los países y a la ausencia de justicia tributaria. “Hay una nueva crisis de la deuda externa. En este momento, hay 60 países que destinan más de 12% de su Producto Interno Bruto (PIB) al pago de la deuda externa. Eso significa que el pago de la deuda es más grande que el financiamiento de la educación y la salud, lo que representa un absurdo en este contexto de la crisis del COVID-19 que enfrentamos”, señaló. 

Según Cecilia Gómez, la falta de financiación de derechos por los Estados y, consecuentemente, la privatización de los servicios públicos, generan pobreza. “Considero que este modelo neoliberal que en nuestros países se traduce en privatización – del agua, de la energía, de la educación, etc. – lo que genera es un incremento impresionante de la pobreza, un empobrecimiento de la gente que ya era pobre y se ha convertido en casi miserable”. 


Diálogo virtual abordó el derecho a la educación inclusiva en América Latina y el Caribe

29 de abril de 2020

¿Se garantiza el derecho a la educación de las personas con discapacidad en América Latina y el Caribe? ¿Cuáles son las principales barreras que niños, niñas, adolescentes, jóvenes y personas adultas con discapacidad enfrentan para acceder a la educación? Se analizaron estas y otras cuestiones en un diálogo virtual realizado por la Campaña Latinoamericana por el Derecho a la Educación (CLADE) ayer, 28 de abril. El encuentro fue transmitido en vivo a través del canal de Youtube de la CLADE. Mira la grabación a continuación.

(más…)


COVID-19 en Chile: Foro realizó diálogo virtual sobre educación a distancia y reingeniería social

22 de abril de 2020

¿Qué desafíos estamos enfrentando en esta pandemia? ¿Qué hacemos como actores educativos ante la crisis humanitaria que se genera? ¿Qué rol deberían cumplir las pedagogías críticas y la educación emancipadora?

Para debatir estas y otras cuestiones, el Foro por el Derecho a la Educación Pública (FODEP), miembro de la CLADE en Chile, realizó el 23 de abril el diálogo virtual “Educación a distancia y Reingeniería Social”. El evento buscó generar un espacio de formación para organizaciones de estudiantes, profesionales de la educación, educadoras y educadores populares, así como movimientos sociales, con el objetivo de profundizar reflexiones y estrategias de acción para enfrentar esta coyuntura. (más…)


<span style=¿Cuál es el impacto del aislamiento social en el actual momento de pandemia del COVID-19 sobre las niñas, jóvenes y mujeres? Lee a continuación nuestros diálogos con dos activistas feministas sobre esta cuestión:

Guadalupe Ramos Ponce: “En diversos contextos, los espacios educativos son el único lugar seguro para las niñas y niños”

[caption id="attachment_4644" align="alignleft" width="300"] Guadalupe Ramos Ponce, en el centro de la foto, durante marcha feminista. Foto: Eva Da Porta[/caption] “La preocupación por la pandemia del COVID-19 y los desafíos en el tema de salud vienen acompañados de otros tipos de desafíos que impactan de manera directa la vida de las mujeres”, afirma Guadalupe Ramos Ponce, abogada, feminista y coordinadora del Comité de América Latina y el Caribe para la Defensa de los Derechos de las Mujeres (CLADEM) en Jalisco (México). Según la entrevistada, la violencia y el desempleo son algunas de las consecuencias de la crisis para las mujeres. En este diálogo, también se trató sobre la importancia de garantizar el derecho a la educación, sin el cual los impactos negativos para las niñas, jóvenes y mujeres podrán ser más fuertes. “La salida temporal del sistema educativo para las niñas y jóvenes puede implicar al abandono definitivo [de los estudios], y eventualmente derivar en el aumento del matrimonio infantil forzado y el incremento del embarazo en niñas y jóvenes, afectando profundamente la continuidad de su proyecto de vida”. >> Lee la entrevista completa

Mónica Novillo: “En varios países las situaciones de violencia contra las mujeres se han incrementado”

Según la coordinadora de la Red de Educación Popular entre Mujeres de América Latina y el Caribe (REPEM), esta crisis sanitaria revela una serie de desigualdades en nuestras sociedades. “Particularmente en el tema del derecho a la educación, varios países han tomado medidas suspendiendo las clases, cerrando los colegios, lo cual tiene una implicación en el derecho y acceso a la educación de las niñas y de los niños”. Otro tema importante señalado es el incremento de la violencia. “Debemos reconocer que la problemática de la violencia es estructural y hace referencia a un montón de factores, pero que fundamentalmente en un momento en que hay ansiedad, se están produciendo despidos masivos, gente que está con preocupaciones también económicas y la posibilidad de contar con los ingresos necesarios para la subsistencia de la familia, etc. Están generando condiciones para exacerbar la violencia que existe en nuestros contextos”, afirmó. >> Lee la entrevista completa">
Qual é o impacto do isolamento social no atual momento de pandemia do COVID-19 nas meninas, jovens e mulheres? Leia a seguir os nossos diálogos com duas ativistas feministas sobre esta questão

COVID-19 y sus efectos en la vida de niñas y mujeres

17 de abril de 2020

¿Cuál es el impacto del aislamiento social en el actual momento de pandemia del COVID-19 sobre las niñas, jóvenes y mujeres?

Lee a continuación nuestros diálogos con dos activistas feministas sobre esta cuestión:

(más…)


<span style=En el contexto de la pandemia COVID-19, la CLADE entrevistó a Mónica Novillo, coordinadora de la Red de Educación Popular entre Mujeres de América Latina y el Caribe (REPEM), para conversar sobre cómo los impactos del aislamiento y de la crisis de salud y económica pueden afectar la educación y la población más vulnerable, como las niñas y las adolescentes.  Según la coordinadora de REPEM, esta crisis sanitaria revela una serie de desigualdades en nuestras sociedades. “Particularmente en el tema del derecho a la educación, varios países han tomado medidas suspendiendo las clases, cerrando los colegios, lo cual tiene una implicación en el derecho y acceso a la educación de las niñas y de los niños”.  Otro tema importante señalado es el incremento de la violencia. “Debemos reconocer que la problemática de la violencia es estructural y hace referencia a un montón de factores, pero que fundamentalmente en un momento en que hay ansiedad, se están produciendo despidos masivos, gente que está con preocupaciones también económicas y la posibilidad de contar con los ingresos necesarios para la subsistencia de la familia, etc. Están generando condiciones para exacerbar la violencia que existe en nuestros contextos”, afirmó. Lee la entrevista completa: 

¿Cuáles son los impactos de la actual pandemia para las niñas y mujeres, especialmente en lo que toca a sus derechos humanos, como educación, salud, trabajo, protección social y otros?

Mónica Novillo – Hay un impacto diferenciado en términos de género de lo que va a producir y lo que está produciendo ya el Coronavirus, no solamente en términos de salud, sino en los efectos de las medidas que se han tomando, en las condiciones en que viven las mujeres y las niñas. Un primer impacto tiene que ver con que, en un ámbito de confinamiento, que es una de las medidas que se ha priorizado en todos los países – la cuarentena, la prohibición de circular, la restricción bajo mandato a quedarse en casa -, lo que hace es incrementar el riesgo de las niñas y las mujeres, y también de los niños, a sufrir varias formas de violencia que ocurren en la cotidianidad, en situaciones que podríamos llamar entre comillas “normales” y que ocurren cotidianamente, como la violencia intrafamiliar y la violencia sexual.  Estamos viendo que en varios países los niveles de denuncia de situaciones de violencia contra las mujeres se han incrementado, y el propio secretario general de las Naciones Unidas ya ha alertado sobre la importancia de atender las situaciones de violencia que viven las mujeres y las niñas a nivel global. Ha pedido un cese al fuego de todos los conflictos armados de todos los países, pero particularmente ha llamado la atención sobre la violencia contra las mujeres como un elemento que hay que tomar en cuenta.
“Particularmente en el tema del derecho a la educación, varios países han tomado medidas suspendiendo las clases, cerrando los colegios, lo cual tiene una implicación en el derecho y acceso a la educación de las niñas y niños, obviamente de adolescentes también”
Un segundo elemento tiene que ver con que algunos de nuestros países tienen un alto porcentaje de personas cuyos ingresos dependen del trabajo diario en la calle. Estamos hablando de trabajo informal, que es la forma en que la mayoría de la gente está efectivamente generando ingresos. Se está dando un golpe muy fuerte en las economías familiares, y por eso también los gobiernos y las medidas que se han tomado están incluyendo tratar de resolver las necesidades inmediatas de las poblaciones. Se está disminuyendo la capacidad de generar ingresos, y esto va a tener, a largo plazo, algunos impactos, como por ejemplo: la pérdida masiva de empleos y el golpe a las pequeñas y medianas empresas. [Los impactos serán grandes], particularmente, para las mujeres – porque ellas son en algunos países hasta el 70% de la fuerza laboral en el sector informal, de menor productividad, y ahí es donde se está produciendo mayor impacto. Esta crisis sanitaria, aunque sea una crisis de salud, lo que está haciendo es revelar una serie de desigualdades en nuestras sociedades.  Particularmente en el tema del derecho a la educación, varios países han tomado medidas suspendiendo las clases, cerrando los colegios, lo cual tiene una implicación en el derecho y acceso a la educación de las niñas y niños, obviamente de adolescentes también. En este marco, lo que está pasando es que hay grupos, sectores de la población que tienen la posibilidad de seguir las clases a distancia, sin embargo existen otros sectores que no tienen acceso ni al Internet – porque este tiene costo, y más de la mitad de la población de nuestra región no tiene acceso – pero tampoco tienen insumos, como la computadora, una tablet, etc., para seguir las clases en línea. Estos son obstáculos que están planteando claramente que hay una diferencia de acceso y de condiciones para enfrentar esas medidas que se están tomando para mitigar los efectos de la pandemia en la población.
“En el marco de los derechos a la salud y los derechos reproductivos, se ha descuidado la atención a las mujeres gestantes. Pero, particularmente se debe asegurar también la provisión de servicios para anticoncepción, acceso a medicamentos y a métodos de anticoncepción para niñas y adolescentes en el contexto del coronavirus”
A largo plazo, también habrá impactos. Si se cumplen los pronósticos en el sentido de que habrá un golpe muy fuerte en la economía de los países, va a incrementar la cantidad de personas en pobreza extrema en nuestro continente. Si se cumple ese pronóstico, vamos a tener efectos directos en el derecho a la educación de las niñas y los niños. Un primer efecto será justamente que las niñas podrían verse forzadas a dejar la escuela para dedicarse al cuidado de sus hermanos menores, para que las madres y los padres puedan salir a trabajar y a buscar alternativas económicas para subsistir.  Otro de los efectos directos, seguramente, podría ser que se restrinja el derecho a la educación de las niñas, porque ellas se verían también expuestas a uniones tempranas, como ha estado ocurriendo ya en nuestras sociedades. Entonces, lo que está haciendo la crisis es profundizar algunas brechas y algunos efectos en la vida de las niñas y mujeres, a los cuales hay que estar atentos.  Si la crisis económica será tan fuerte, eso también va a tener implicancias en otras formas de violencia, como la trata y el tráfico de personas. Las niñas, particularmente, están más expuestas a esas formas de violencia contra las mujeres.  Otro elemento que nos llama mucho la atención es que, en este contexto de salud, en el marco de los derechos a la salud y los derechos reproductivos, se ha descuidado la atención a las mujeres gestantes. Pero, particularmente se debe asegurar también la provisión de servicios para anticoncepción, acceso a medicamentos y a métodos de anticoncepción para niñas y adolescentes en el contexto del coronavirus. Eso es fundamental.  Hay que considerar también la posibilidad de que, a futuro, se incrementen las tasas de empleo infantil, particularmente para las niñas, quienes cumplen tareas, por ejemplo, en el ámbito gastronómico, apoyando en tareas de cuidado, etc. Hay que prestar particular atención a estos temas que podrían tener un impacto en la vida de las niñas y mujeres.  Queda como un elemento central en el ámbito del coronavirus y de la crisis sanitaria, que los Estados deben proyectar a futuro políticas para fortalecer los sistemas de protección social, y eso implica también distribuir y discutir, reflexionar sobre las tareas del cuidado. El cuidado se ha puesto en el centro de la crisis sanitaria porque estamos hablando de quienes demandan cuidado. Por eso, es tan importante, y las mujeres han sido tradicionalmente las responsables por el cuidado en nuestras sociedades. Entonces, hay que ver cómo en esta crisis, que está poniendo al cuidado en el centro, planteamos una redistribución, para que los desafíos no estén sobre los hombros de las mujeres.  

¿Cómo los movimientos feministas se están organizando para contribuir con la superación de esta crisis, desde una perspectiva de igualdad de género?

Mónica Novillo – Ante la debilidad de los sistemas de salud para responder [a la crisis], también se está evidenciando la debilidad para responder a los efectos negativos del coronavirus en la vida de las mujeres.  Una de las primeras respuestas ha sido justamente de las organizaciones y colectivos feministas, las instituciones que tienen trabajo en temas de violencia, ya sea para visibilizar, para organizarse o para difundir el riesgo que existe de que las mujeres sufran situaciones de violencia. Pero, también para difundir los teléfonos oficiales de la policía, los servicios de atención. Se han organizado también servicios de atención psicológica, acompañamiento a mujeres en la crisis del COVID-19, no solamente en temas de violencia, sino, por ejemplo, en casos de embarazos no deseados, habilitando servicios de escucha para mujeres que están con ansiedad. Hay una cantidad de servicios que, ante la ausencia del Estado y en este nuevo contexto, las organizaciones de las mujeres están saliendo a responder.
“A través de las redes virtuales, se está compartiendo información útil para pasar la cuarentena y, sobretodo, información de prevención y para mitigar el impacto negativo de la cuarentena y el confinamiento en la vida y la subsistencia de las familias”
También algunas organizaciones de mujeres están iniciando acciones solidarias con familias que están viviendo penurias para conseguir sobrevivir y subsistir en esta cuarentena. Se ha organizado la distribución de canastas familiares para mujeres trans, trabajadoras sexuales, mujeres que son madres solas, jefas de familia monoparentales, que tienen muchos hijos, etc. Hay una solidaridad feminista que se está poniendo en marcha.  Es muy interesante como, de manera creativa, se están utilizando las redes sociales. A través de las redes virtuales, se está compartiendo información útil para pasar la cuarentena y, sobretodo, información de prevención y para mitigar el impacto negativo de la cuarentena y el confinamiento en la vida y la subsistencia de las familias. También se está dando la discusión sobre la distribución de las tareas y el cuidado al interior de la familia.

¿Qué medidas se demandan de los Estados y la comunidad internacional para proteger y asegurar los derechos de las niñas y mujeres en el actual contexto, en el ámbito educativo y más allá?

Mónica Novillo – Primero, a nuestros Estados, les estamos pidiendo focalizar políticas y medidas tratando de que los sectores más vulnerables, entre ellos las mujeres y niñas, cuenten con la posibilidad de denunciar efectivamente y contar con atención en los casos de violencia.  Los recursos con los que se contaba para la atención de casos y situaciones de violencia intrafamiliar y sexual, entre otros, han sido reducidos. La policía está fuertemente concentrada en vigilar el cumplimiento de las medidas de restricción, para que no anden por la calle, no circulen, etc.. Eso es importante, sin embargo, no puede dejarse de lado atender estas situaciones de violencia, porque son fundamentales. 
“Las mujeres ocupan el 70% de la fuerza laboral en salud. Esto significa que hay una mayor exposición de las mujeres por esta relación que existe de su trabajo fuera del hogar como una extensión del mandato social, de cuidar al resto de la población”
El personal médico se ha concentrado fuertemente en la atención del coronavirus y se ha dejado sin protección a las mujeres que están en gestación, que llegan a trabajo de parto y también a los recién-nacidos.  Entonces, es fundamental asegurar que el personal que atiende los casos de violencia contra las mujeres y las niñas, la policía, otras instancias y también el personal de salud, cuenten con los insumos de bioseguridad necesarios para atender adecuadamente a las mujeres que requieran, o demanden servicios de atención.  Las mujeres ocupan el 70% de la fuerza laboral en salud. Esto significa que hay una mayor exposición de las mujeres por esta relación que existe de su trabajo fuera del hogar como una extensión del mandato social, de cuidar al resto de la población. Están, entonces, en el personal de salud y más expuestas a posible contagio del coronavirus.  Otro elemento que no podemos dejar de lado es que los Estados deben diseñar estrategias a la atención inmediata en este momento de la crisis, pero posteriormente deben tomar medidas para asegurar políticas públicas focalizadas hacia las mujeres y niñas, para prevenir los impactos que describí, como por ejemplo: que las niñas se vean de alguna manera forzadas, por el empobrecimiento, a dejar la escuela para cumplir otras tareas de cuidado, trabajo doméstico, o trabajo fuera de las casas, etc. Estas son cosas que suelen ocurrir y ya ocurrieron en otros momentos de la historia cuando se produce una crisis económica.
“Como nunca, estamos viendo que la educación, la salud, el empleo deben ser prioridades para eliminar las desigualdades que caracterizan a América Latina”
A la comunidad internacional, hay que demandar un mayor compromiso para sostener estos procesos. Es decir, esta comunidad tiene que comprometerse para que los países en desarrollo también cuenten con los recursos de cooperación, o asistencia oficial para el desarrollo, de manera que puedan impulsar medidas de protección que a futuro puedan prevenir otros tipos de crisis, como la que estamos viviendo.  La comunidad internacional tiene un rol fundamental para continuar apoyando las prioridades. Esto significa políticas públicas de protección social para no exacerbar y no profundizar las desigualdades que estamos viendo a partir de la crisis.  Como nunca, estamos viendo que la educación, la salud, el empleo deben ser prioridades para eliminar las desigualdades que caracterizan a América Latina.

¿El contexto de pandemia agrava los riesgos de que mujeres y niñas sufran discriminación y violencia?¿Por qué eso ocurre y cómo enfrentar la situación?

Mónica Novillo – Efectivamente, lo que nos está mostrando la pandemia es que se están generando riesgos de que las mujeres y las niñas sufran mayor discriminación y, sobretodo, situaciones de violencia, particularmente violencia sexual.  Debemos reconocer que la problemática de la violencia es estructural y hace referencia a un montón de factores. Pero, fundamentalmente, en un momento en que hay ansiedad, se están produciendo despidos masivos, la gente está con preocupaciones económicas y sobre la posibilidad de contar con los ingresos necesarios para la subsistencia de la familia, se están generando condiciones para que la violencia, que ya existe en nuestros contextos, independientemente del coronavirus, sea exacerbada. Cómo responder a esto, es la gran demanda.  Debemos recordar que la violencia contra las mujeres, la violencia intrafamiliar ocurre en el ámbito de la familia, en los hogares. Muchas veces, son los hogares los lugares más inseguros para las mujeres y las niñas. 
“Existe un enorme porcentaje de violencia sexual que sufren las niñas y las adolescentes, la cual es perpetrada también por un integrante de la familia. En circunstancias de confinamiento, de encierro, estas situaciones de violencia pueden verse agravadas”
En algunos países, la violencia contra las mujeres es de los delitos que más se denuncian y siempre ocurre por una persona con quien la mujer ha tenido una relación íntima. En la mayor parte de los casos, ocurre con quien la mujer ha tenido hijos, o con quien está conviviendo. En condiciones especiales y peculiares, como las que estamos viviendo, las mujeres deben permanecer más tiempo en el interior del hogar, y las situaciones son complejas, generando condiciones para que ocurra la violencia contra las mujeres. En otras situaciones [estas violencias] también ocurren, por eso hablo que es una problemática estructural y hay que atenderla de manera integral.  También existe un enorme porcentaje de violencia sexual que sufren las niñas y las adolescentes, la cual es perpetrada también por un integrante de la familia. En circunstancias de confinamiento, de encierro, estas situaciones de violencia pueden verse agravadas, ante el coronavirus. Hay que demandar mayor atención a esta problemática.
>> Lee más:  Artículo de Mónica Novillo: Ser niño y niña en tiempo de COVID-19  Carta abierta: El coronavirus es un recordatorio de las desigualdades en nuestra sociedad  ">
Violencia, educación, políticas públicas y género son algunos de los temas que Mónica Novillo, coordinadora de REPEM, abordó en esta entrevista

COVID-19: “En varios países las situaciones de violencia contra las mujeres aumentaron”

En el contexto de la pandemia COVID-19, la CLADE entrevistó a Mónica Novillo, coordinadora de la Red de Educación Popular entre Mujeres de América Latina y el Caribe (REPEM), para conversar sobre cómo los impactos del aislamiento y de la crisis de salud y económica pueden afectar la educación y la población más vulnerable, como las niñas y las adolescentes. 

Según la coordinadora de REPEM, esta crisis sanitaria revela una serie de desigualdades en nuestras sociedades. “Particularmente en el tema del derecho a la educación, varios países han tomado medidas suspendiendo las clases, cerrando los colegios, lo cual tiene una implicación en el derecho y acceso a la educación de las niñas y de los niños”. 

Otro tema importante señalado es el incremento de la violencia. “Debemos reconocer que la problemática de la violencia es estructural y hace referencia a un montón de factores, pero que fundamentalmente en un momento en que hay ansiedad, se están produciendo despidos masivos, gente que está con preocupaciones también económicas y la posibilidad de contar con los ingresos necesarios para la subsistencia de la familia, etc. Están generando condiciones para exacerbar la violencia que existe en nuestros contextos”, afirmó.

Lee la entrevista completa: 

¿Cuáles son los impactos de la actual pandemia para las niñas y mujeres, especialmente en lo que toca a sus derechos humanos, como educación, salud, trabajo, protección social y otros?

Mónica Novillo – Hay un impacto diferenciado en términos de género de lo que va a producir y lo que está produciendo ya el Coronavirus, no solamente en términos de salud, sino en los efectos de las medidas que se han tomando, en las condiciones en que viven las mujeres y las niñas.

Un primer impacto tiene que ver con que, en un ámbito de confinamiento, que es una de las medidas que se ha priorizado en todos los países – la cuarentena, la prohibición de circular, la restricción bajo mandato a quedarse en casa -, lo que hace es incrementar el riesgo de las niñas y las mujeres, y también de los niños, a sufrir varias formas de violencia que ocurren en la cotidianidad, en situaciones que podríamos llamar entre comillas “normales” y que ocurren cotidianamente, como la violencia intrafamiliar y la violencia sexual. 

Estamos viendo que en varios países los niveles de denuncia de situaciones de violencia contra las mujeres se han incrementado, y el propio secretario general de las Naciones Unidas ya ha alertado sobre la importancia de atender las situaciones de violencia que viven las mujeres y las niñas a nivel global. Ha pedido un cese al fuego de todos los conflictos armados de todos los países, pero particularmente ha llamado la atención sobre la violencia contra las mujeres como un elemento que hay que tomar en cuenta.

“Particularmente en el tema del derecho a la educación, varios países han tomado medidas suspendiendo las clases, cerrando los colegios, lo cual tiene una implicación en el derecho y acceso a la educación de las niñas y niños, obviamente de adolescentes también”

Un segundo elemento tiene que ver con que algunos de nuestros países tienen un alto porcentaje de personas cuyos ingresos dependen del trabajo diario en la calle. Estamos hablando de trabajo informal, que es la forma en que la mayoría de la gente está efectivamente generando ingresos. Se está dando un golpe muy fuerte en las economías familiares, y por eso también los gobiernos y las medidas que se han tomado están incluyendo tratar de resolver las necesidades inmediatas de las poblaciones. Se está disminuyendo la capacidad de generar ingresos, y esto va a tener, a largo plazo, algunos impactos, como por ejemplo: la pérdida masiva de empleos y el golpe a las pequeñas y medianas empresas. [Los impactos serán grandes], particularmente, para las mujeres – porque ellas son en algunos países hasta el 70% de la fuerza laboral en el sector informal, de menor productividad, y ahí es donde se está produciendo mayor impacto.

Esta crisis sanitaria, aunque sea una crisis de salud, lo que está haciendo es revelar una serie de desigualdades en nuestras sociedades. 

Particularmente en el tema del derecho a la educación, varios países han tomado medidas suspendiendo las clases, cerrando los colegios, lo cual tiene una implicación en el derecho y acceso a la educación de las niñas y niños, obviamente de adolescentes también.

En este marco, lo que está pasando es que hay grupos, sectores de la población que tienen la posibilidad de seguir las clases a distancia, sin embargo existen otros sectores que no tienen acceso ni al Internet – porque este tiene costo, y más de la mitad de la población de nuestra región no tiene acceso – pero tampoco tienen insumos, como la computadora, una tablet, etc., para seguir las clases en línea. Estos son obstáculos que están planteando claramente que hay una diferencia de acceso y de condiciones para enfrentar esas medidas que se están tomando para mitigar los efectos de la pandemia en la población.

“En el marco de los derechos a la salud y los derechos reproductivos, se ha descuidado la atención a las mujeres gestantes. Pero, particularmente se debe asegurar también la provisión de servicios para anticoncepción, acceso a medicamentos y a métodos de anticoncepción para niñas y adolescentes en el contexto del coronavirus”

A largo plazo, también habrá impactos. Si se cumplen los pronósticos en el sentido de que habrá un golpe muy fuerte en la economía de los países, va a incrementar la cantidad de personas en pobreza extrema en nuestro continente. Si se cumple ese pronóstico, vamos a tener efectos directos en el derecho a la educación de las niñas y los niños. Un primer efecto será justamente que las niñas podrían verse forzadas a dejar la escuela para dedicarse al cuidado de sus hermanos menores, para que las madres y los padres puedan salir a trabajar y a buscar alternativas económicas para subsistir. 

Otro de los efectos directos, seguramente, podría ser que se restrinja el derecho a la educación de las niñas, porque ellas se verían también expuestas a uniones tempranas, como ha estado ocurriendo ya en nuestras sociedades. Entonces, lo que está haciendo la crisis es profundizar algunas brechas y algunos efectos en la vida de las niñas y mujeres, a los cuales hay que estar atentos. 

Si la crisis económica será tan fuerte, eso también va a tener implicancias en otras formas de violencia, como la trata y el tráfico de personas. Las niñas, particularmente, están más expuestas a esas formas de violencia contra las mujeres. 

Otro elemento que nos llama mucho la atención es que, en este contexto de salud, en el marco de los derechos a la salud y los derechos reproductivos, se ha descuidado la atención a las mujeres gestantes. Pero, particularmente se debe asegurar también la provisión de servicios para anticoncepción, acceso a medicamentos y a métodos de anticoncepción para niñas y adolescentes en el contexto del coronavirus. Eso es fundamental. 

Hay que considerar también la posibilidad de que, a futuro, se incrementen las tasas de empleo infantil, particularmente para las niñas, quienes cumplen tareas, por ejemplo, en el ámbito gastronómico, apoyando en tareas de cuidado, etc. Hay que prestar particular atención a estos temas que podrían tener un impacto en la vida de las niñas y mujeres. 

Queda como un elemento central en el ámbito del coronavirus y de la crisis sanitaria, que los Estados deben proyectar a futuro políticas para fortalecer los sistemas de protección social, y eso implica también distribuir y discutir, reflexionar sobre las tareas del cuidado. El cuidado se ha puesto en el centro de la crisis sanitaria porque estamos hablando de quienes demandan cuidado. Por eso, es tan importante, y las mujeres han sido tradicionalmente las responsables por el cuidado en nuestras sociedades. Entonces, hay que ver cómo en esta crisis, que está poniendo al cuidado en el centro, planteamos una redistribución, para que los desafíos no estén sobre los hombros de las mujeres.  


¿Cómo los movimientos feministas se están organizando para contribuir con la superación de esta crisis, desde una perspectiva de igualdad de género?

Mónica Novillo – Ante la debilidad de los sistemas de salud para responder [a la crisis], también se está evidenciando la debilidad para responder a los efectos negativos del coronavirus en la vida de las mujeres. 

Una de las primeras respuestas ha sido justamente de las organizaciones y colectivos feministas, las instituciones que tienen trabajo en temas de violencia, ya sea para visibilizar, para organizarse o para difundir el riesgo que existe de que las mujeres sufran situaciones de violencia. Pero, también para difundir los teléfonos oficiales de la policía, los servicios de atención. Se han organizado también servicios de atención psicológica, acompañamiento a mujeres en la crisis del COVID-19, no solamente en temas de violencia, sino, por ejemplo, en casos de embarazos no deseados, habilitando servicios de escucha para mujeres que están con ansiedad. Hay una cantidad de servicios que, ante la ausencia del Estado y en este nuevo contexto, las organizaciones de las mujeres están saliendo a responder.

“A través de las redes virtuales, se está compartiendo información útil para pasar la cuarentena y, sobretodo, información de prevención y para mitigar el impacto negativo de la cuarentena y el confinamiento en la vida y la subsistencia de las familias”

También algunas organizaciones de mujeres están iniciando acciones solidarias con familias que están viviendo penurias para conseguir sobrevivir y subsistir en esta cuarentena. Se ha organizado la distribución de canastas familiares para mujeres trans, trabajadoras sexuales, mujeres que son madres solas, jefas de familia monoparentales, que tienen muchos hijos, etc. Hay una solidaridad feminista que se está poniendo en marcha. 

Es muy interesante como, de manera creativa, se están utilizando las redes sociales. A través de las redes virtuales, se está compartiendo información útil para pasar la cuarentena y, sobretodo, información de prevención y para mitigar el impacto negativo de la cuarentena y el confinamiento en la vida y la subsistencia de las familias. También se está dando la discusión sobre la distribución de las tareas y el cuidado al interior de la familia.


¿Qué medidas se demandan de los Estados y la comunidad internacional para proteger y asegurar los derechos de las niñas y mujeres en el actual contexto, en el ámbito educativo y más allá?

Mónica Novillo – Primero, a nuestros Estados, les estamos pidiendo focalizar políticas y medidas tratando de que los sectores más vulnerables, entre ellos las mujeres y niñas, cuenten con la posibilidad de denunciar efectivamente y contar con atención en los casos de violencia. 

Los recursos con los que se contaba para la atención de casos y situaciones de violencia intrafamiliar y sexual, entre otros, han sido reducidos. La policía está fuertemente concentrada en vigilar el cumplimiento de las medidas de restricción, para que no anden por la calle, no circulen, etc.. Eso es importante, sin embargo, no puede dejarse de lado atender estas situaciones de violencia, porque son fundamentales. 

“Las mujeres ocupan el 70% de la fuerza laboral en salud. Esto significa que hay una mayor exposición de las mujeres por esta relación que existe de su trabajo fuera del hogar como una extensión del mandato social, de cuidar al resto de la población”

El personal médico se ha concentrado fuertemente en la atención del coronavirus y se ha dejado sin protección a las mujeres que están en gestación, que llegan a trabajo de parto y también a los recién-nacidos. 

Entonces, es fundamental asegurar que el personal que atiende los casos de violencia contra las mujeres y las niñas, la policía, otras instancias y también el personal de salud, cuenten con los insumos de bioseguridad necesarios para atender adecuadamente a las mujeres que requieran, o demanden servicios de atención. 

Las mujeres ocupan el 70% de la fuerza laboral en salud. Esto significa que hay una mayor exposición de las mujeres por esta relación que existe de su trabajo fuera del hogar como una extensión del mandato social, de cuidar al resto de la población. Están, entonces, en el personal de salud y más expuestas a posible contagio del coronavirus. 

Otro elemento que no podemos dejar de lado es que los Estados deben diseñar estrategias a la atención inmediata en este momento de la crisis, pero posteriormente deben tomar medidas para asegurar políticas públicas focalizadas hacia las mujeres y niñas, para prevenir los impactos que describí, como por ejemplo: que las niñas se vean de alguna manera forzadas, por el empobrecimiento, a dejar la escuela para cumplir otras tareas de cuidado, trabajo doméstico, o trabajo fuera de las casas, etc. Estas son cosas que suelen ocurrir y ya ocurrieron en otros momentos de la historia cuando se produce una crisis económica.

“Como nunca, estamos viendo que la educación, la salud, el empleo deben ser prioridades para eliminar las desigualdades que caracterizan a América Latina”

A la comunidad internacional, hay que demandar un mayor compromiso para sostener estos procesos. Es decir, esta comunidad tiene que comprometerse para que los países en desarrollo también cuenten con los recursos de cooperación, o asistencia oficial para el desarrollo, de manera que puedan impulsar medidas de protección que a futuro puedan prevenir otros tipos de crisis, como la que estamos viviendo. 

La comunidad internacional tiene un rol fundamental para continuar apoyando las prioridades. Esto significa políticas públicas de protección social para no exacerbar y no profundizar las desigualdades que estamos viendo a partir de la crisis. 

Como nunca, estamos viendo que la educación, la salud, el empleo deben ser prioridades para eliminar las desigualdades que caracterizan a América Latina.


¿El contexto de pandemia agrava los riesgos de que mujeres y niñas sufran discriminación y violencia?¿Por qué eso ocurre y cómo enfrentar la situación?

Mónica Novillo – Efectivamente, lo que nos está mostrando la pandemia es que se están generando riesgos de que las mujeres y las niñas sufran mayor discriminación y, sobretodo, situaciones de violencia, particularmente violencia sexual. 

Debemos reconocer que la problemática de la violencia es estructural y hace referencia a un montón de factores. Pero, fundamentalmente, en un momento en que hay ansiedad, se están produciendo despidos masivos, la gente está con preocupaciones económicas y sobre la posibilidad de contar con los ingresos necesarios para la subsistencia de la familia, se están generando condiciones para que la violencia, que ya existe en nuestros contextos, independientemente del coronavirus, sea exacerbada. Cómo responder a esto, es la gran demanda. 

Debemos recordar que la violencia contra las mujeres, la violencia intrafamiliar ocurre en el ámbito de la familia, en los hogares. Muchas veces, son los hogares los lugares más inseguros para las mujeres y las niñas. 

“Existe un enorme porcentaje de violencia sexual que sufren las niñas y las adolescentes, la cual es perpetrada también por un integrante de la familia. En circunstancias de confinamiento, de encierro, estas situaciones de violencia pueden verse agravadas”

En algunos países, la violencia contra las mujeres es de los delitos que más se denuncian y siempre ocurre por una persona con quien la mujer ha tenido una relación íntima. En la mayor parte de los casos, ocurre con quien la mujer ha tenido hijos, o con quien está conviviendo. En condiciones especiales y peculiares, como las que estamos viviendo, las mujeres deben permanecer más tiempo en el interior del hogar, y las situaciones son complejas, generando condiciones para que ocurra la violencia contra las mujeres. En otras situaciones [estas violencias] también ocurren, por eso hablo que es una problemática estructural y hay que atenderla de manera integral. 

También existe un enorme porcentaje de violencia sexual que sufren las niñas y las adolescentes, la cual es perpetrada también por un integrante de la familia. En circunstancias de confinamiento, de encierro, estas situaciones de violencia pueden verse agravadas, ante el coronavirus. Hay que demandar mayor atención a esta problemática.


>> Lee más: 

Artículo de Mónica Novillo: Ser niño y niña en tiempo de COVID-19 

Carta abierta: El coronavirus es un recordatorio de las desigualdades en nuestra sociedad 


<span style=Recomendaciones y medidas para la protección de los derechos de niñas, niños y adolescentes, recursos didácticos para que sean utilizados durante la suspensión de las clases y círculos de diálogos para reflexionar sobre los desafíos que se presentan y cómo enfrentarlos, son algunas de las contribuciones de miembros de la Campaña Latinoamericana por el Derecho a la Educación (CLADE) frente a los impactos del COVID-19 en diferentes países. Lee más sobre estas acciones a continuación:

Argentina

La Fundación Voz, miembro de la Campaña Argentina por el Derecho a la Educación (CADE), reunió materiales didácticos, con la sugerencia de que sean utilizados durante la suspensión de clases presenciales en el sistema educativo.  “Por ser una problemática que ha sucedido en diferentes lugares del mundo, hay ya experiencias y materiales desarrollados, que pueden servir de ejemplo, aportar ideas, transformarse en recursos que pueden ser utilizados con provecho”, afirman las organizadoras y organizadores del material.  La colección de recursos es colaborativa y fue armada a partir del envío de informaciones útiles por educadoras y educadores. Accede al contenido aquí.  Otros aportes de la CADE y de sus miembros al enfrentamiento y a la superación de los impactos de la pandemia:  >> COVID-19 en Argentina: Campaña se moviliza para defender la educación ante la pandemia >> Análisis sobre la pandemia y las clases virtuales, por Alberto Croce, coordinador de la CADE. 

Brasil

La Campaña Nacional por el Derecho a la Educación (CNDE) lanzó una colección de guías sobre la educación y protección de niñas, niños y adolescentes, en el contexto de la pandemia. El objetivo es ofrecer informaciones comprobadas, fiables y accesibles sobre cómo los ciudadanos y las ciudadanas del campo educativo pueden actuar, cobrar y trabajar por la protección de todas y todos de manera colaborativa. Una de las guías se dirige a autoridades y profesionales del sector público, con recomendaciones para que garanticen los derechos de niños, niñas y adolescentes en situación de emergencia.  >> Accede aquí a un resumen de las guías en español. La CNDE también realiza diálogos virtuales sobre los efectos de la pandemia en la educación nacional y formas de enfrentarlos. Estos encuentros se transmiten a través de la página de la Campaña en el Facebook, donde también están disponibles las grabaciones de los eventos. >> A continuación, puedes descargar todas las guías de la colección (disponibles en portugués): Guia 1 – Educação e Proteção de crianças e adolescentes – Comunidade escolar, família e profissionais da educação e proteção da criança e do adolescente Guia 2 – Educação e Proteção de crianças e adolescentes – Tomadores de decisão do poder público em todas as esferas federativas Guia 3 – Educação a Distância: Informe-se e saiba como agir, cobrar, e trabalhar pela educação de todos de maneira colaborativa Guia 4 – COVID-19: Boas Práticas em Proteção Guia 5 – COVID-19: Alimentação Escolar

México

Con la iniciativa “Aprendizaje, Reflexión y Propuesta” (ARP), la Campaña por el Derecho a la Educación en México (CADEM) está reuniendo las voces de maestras, maestros, activistas y estudiantes sobre sus estrategias para hacer frente a los retos del momento, entre ellos dar clases en línea ante la precariedad en algunos sectores del país.  La Campaña participa activamente en los diálogos de cara a la construcción del Foro Social Mundial y, en alianza con la iniciativa Acciones de Difusión de Análisis Alternativos en Relación al COVID, hace reflexiones y propuestas sobre la educación ciudadana y aspectos relevantes que se relacionan con este derecho, como: las implicaciones del aprendizaje en casa, la importancia de las y los docentes y el silencio pedagógico, entre otros.  >> Lee más: análisis de Jesús Juárez, coordinador de la CADEM

Perú

En una publicación sobre la protección de los derechos de niños, niñas y adolescentes frente al impacto del COVID-19 en el Perú, el  Colectivo Interinstitucional por los Derechos de la Niñez y Adolescencia, en el cual forma parte la Campaña Peruana por el Derecho a la Educación (CPDE), señala medidas prioritarias que deberían ser implementadas por el gobierno nacional y los gobiernos regionales y locales, con enfoques de ciclo de vida, inclusión, interculturalidad, género y adaptabilidad para el ámbito rural y los pueblos originarios.  >> Recomendaciones para proteger a la niñez frente al impacto del coronavirus

Fe y Alegría: acción en diferentes países para mitigar los impactos de la pandemia

En su página en Instagram y a través de dos ediciones de su boletín de noticias, Fe y Alegría da a conocer las acciones que sus asociados están realizando en diferentes países de América Latina y el Caribe, para contribuir con la mitigación de los efectos negativosdel COVID-19 en la educación y los derechos de niñas, niños y adolescentes. Por ejemplo, en Ecuador, Fe y Alegría está participando en la campaña "Dar una mano sin dar la mano", una iniciativa de donación de alimentos a familias, con subempleo y de labores informales, que tienen más dificultades para sobrellevar la cuarentena. Así mismo, se realiza en el país una campaña a nivel local con jóvenes, para dialogar y plantear medidas sobre temas cómo: lo que significa quedarse en casa para familias empobrecidas y el uso del agua. Ya en Uruguay, las escuelas y los centros de educación no formal están cerrados y los equipos se turnan en guardias para atender necesidades de alimentación, acompañamiento y apoyo en situaciones de violencia que se agudizan por el encierro. En Argentina, Venezuela, Perú y República Dominicana, se están impartiendo reflexiones, informaciones, clases y orientaciones académicas a través de Internet. En el caso de Perú, inclusive, se ha creado un grupo whatsapp con directores, directoras, promotores y promotoras de las escuelas, para hacer más fluida la comunicación. A través de este medio se comparte información de todo tipo: normativas de emergencia que el gobierno saca diariamente; iniciativas de las escuelas para afrontar la cuarentena y ejercicios pedagógicos. Todo esto lo convierten en formatos audiovisuales y los comparten. Lee más: >> Boletín #SomosFeyAlegria sobre COVID-19 - primera edición >> Boletín #SomosFeyAlegria sobre COVID-19 - segunda edición">
Activistas de América Latina y el Caribe se han movilizado para contribuir con la seguridad y salud de estudiantes y trabajadoras/es de la educación pública y para exigir que se garantice el derecho a la enseñanza y al aprendizaje con calidad, pese a la crisis

Miembros de la CLADE actúan para enfrentar los impactos del COVID-19 en la educación

16 de abril de 2020

Recomendaciones y medidas para la protección de los derechos de niñas, niños y adolescentes, recursos didácticos para que sean utilizados durante la suspensión de las clases y círculos de diálogos para reflexionar sobre los desafíos que se presentan y cómo enfrentarlos, son algunas de las contribuciones de miembros de la Campaña Latinoamericana por el Derecho a la Educación (CLADE) frente a los impactos del COVID-19 en diferentes países.

Lee más sobre estas acciones a continuación:

Argentina

La Fundación Voz, miembro de la Campaña Argentina por el Derecho a la Educación (CADE), reunió materiales didácticos, con la sugerencia de que sean utilizados durante la suspensión de clases presenciales en el sistema educativo. 

“Por ser una problemática que ha sucedido en diferentes lugares del mundo, hay ya experiencias y materiales desarrollados, que pueden servir de ejemplo, aportar ideas, transformarse en recursos que pueden ser utilizados con provecho”, afirman las organizadoras y organizadores del material. 

La colección de recursos es colaborativa y fue armada a partir del envío de informaciones útiles por educadoras y educadores. Accede al contenido aquí. 

Otros aportes de la CADE y de sus miembros al enfrentamiento y a la superación de los impactos de la pandemia: 

>> COVID-19 en Argentina: Campaña se moviliza para defender la educación ante la pandemia

>> Análisis sobre la pandemia y las clases virtuales, por Alberto Croce, coordinador de la CADE. 


Brasil

La Campaña Nacional por el Derecho a la Educación (CNDE) lanzó una colección de guías sobre la educación y protección de niñas, niños y adolescentes, en el contexto de la pandemia. El objetivo es ofrecer informaciones comprobadas, fiables y accesibles sobre cómo los ciudadanos y las ciudadanas del campo educativo pueden actuar, cobrar y trabajar por la protección de todas y todos de manera colaborativa. Una de las guías se dirige a autoridades y profesionales del sector público, con recomendaciones para que garanticen los derechos de niños, niñas y adolescentes en situación de emergencia. 

>> Accede aquí a un resumen de las guías en español.

La CNDE también realiza diálogos virtuales sobre los efectos de la pandemia en la educación nacional y formas de enfrentarlos. Estos encuentros se transmiten a través de la página de la Campaña en el Facebook, donde también están disponibles las grabaciones de los eventos.

>> A continuación, puedes descargar todas las guías de la colección (disponibles en portugués):

Guia 1 – Educação e Proteção de crianças e adolescentes – Comunidade escolar, família e profissionais da educação e proteção da criança e do adolescente

Guia 2 – Educação e Proteção de crianças e adolescentes – Tomadores de decisão do poder público em todas as esferas federativas

Guia 3 – Educação a Distância: Informe-se e saiba como agir, cobrar, e trabalhar pela educação de todos de maneira colaborativa

Guia 4 – COVID-19: Boas Práticas em Proteção

Guia 5 – COVID-19: Alimentação Escolar


México

Con la iniciativa “Aprendizaje, Reflexión y Propuesta” (ARP), la Campaña por el Derecho a la Educación en México (CADEM) está reuniendo las voces de maestras, maestros, activistas y estudiantes sobre sus estrategias para hacer frente a los retos del momento, entre ellos dar clases en línea ante la precariedad en algunos sectores del país. 

La Campaña participa activamente en los diálogos de cara a la construcción del Foro Social Mundial y, en alianza con la iniciativa Acciones de Difusión de Análisis Alternativos en Relación al COVID, hace reflexiones y propuestas sobre la educación ciudadana y aspectos relevantes que se relacionan con este derecho, como: las implicaciones del aprendizaje en casa, la importancia de las y los docentes y el silencio pedagógico, entre otros. 

>> Lee más: análisis de Jesús Juárez, coordinador de la CADEM


Perú

En una publicación sobre la protección de los derechos de niños, niñas y adolescentes frente al impacto del COVID-19 en el Perú, el  Colectivo Interinstitucional por los Derechos de la Niñez y Adolescencia, en el cual forma parte la Campaña Peruana por el Derecho a la Educación (CPDE), señala medidas prioritarias que deberían ser implementadas por el gobierno nacional y los gobiernos regionales y locales, con enfoques de ciclo de vida, inclusión, interculturalidad, género y adaptabilidad para el ámbito rural y los pueblos originarios. 

>> Recomendaciones para proteger a la niñez frente al impacto del coronavirus


Fe y Alegría: acción en diferentes países para mitigar los impactos de la pandemia

En su página en Instagram y a través de dos ediciones de su boletín de noticias, Fe y Alegría da a conocer las acciones que sus asociados están realizando en diferentes países de América Latina y el Caribe, para contribuir con la mitigación de los efectos negativosdel COVID-19 en la educación y los derechos de niñas, niños y adolescentes.

Por ejemplo, en Ecuador, Fe y Alegría está participando en la campaña “Dar una mano sin dar la mano”, una iniciativa de donación de alimentos a familias, con subempleo y de labores informales, que tienen más dificultades para sobrellevar la cuarentena. Así mismo, se realiza en el país una campaña a nivel local con jóvenes, para dialogar y plantear medidas sobre temas cómo: lo que significa quedarse en casa para familias empobrecidas y el uso del agua.

Ya en Uruguay, las escuelas y los centros de educación no formal están cerrados y los equipos se turnan en guardias para atender necesidades de alimentación, acompañamiento y apoyo en situaciones de violencia que se agudizan por el encierro.

En Argentina, Venezuela, Perú y República Dominicana, se están impartiendo reflexiones, informaciones, clases y orientaciones académicas a través de Internet. En el caso de Perú, inclusive, se ha creado un grupo whatsapp con directores, directoras, promotores y promotoras de las escuelas, para hacer más fluida la comunicación. A través de este medio se comparte información de todo tipo: normativas de emergencia que el gobierno saca diariamente; iniciativas de las escuelas para afrontar la cuarentena y ejercicios pedagógicos. Todo esto lo convierten en formatos audiovisuales y los comparten.

Lee más:

>> Boletín #SomosFeyAlegria sobre COVID-19 – primera edición

>> Boletín #SomosFeyAlegria sobre COVID-19 – segunda edición


<span style=La Alianza Mundial por la Educación (AME) anunció que irá invertir US$250 millones para apoyar los países en desarrollo en mitigar las interrupciones inmediatas y a largo plazo de la educación, causadas por la pandemia COVID-19.  Los recursos contribuirán para mantener el aprendizaje de hasta 355 millones de niños y niñas en un total de 67 países, con énfasis en la garantía del derecho a la educación de niñas y niños de familias con bajos ingresos, quienes sufrirán más los impactos por el cierre de las escuelas. La mayor parte de los países que serán beneficiados está en el continente africano. De América Latina y el Caribe, apenas Haití recibirá recursos.  “La pandemia COVID-19 está creando una emergencia educativa que podría tener efectos devastadores para los niños y niñas de los países en desarrollo”, afirmó Julia Gillard, presidenta de la Junta Directiva de la AME. “A menos que actuemos ahora para apoyar los sistemas educativos, millones de niños y niñas vulnerables, especialmente las niñas más pobres, no podrán retomar su aprendizaje cuando termine esta crisis”.

Acción para que más de 350 millones de niños y niñas sigan estudiando

Según informaciones de la AME, al menos 630 millones de niños y niñas no asisten a la escuela en países en desarrollo de África, Asia y América Latina y el Caribe. De los 67 países en desarrollo elegibles para recibir los fondos de la AME, 63 han cerrado escuelas en todo su territorio nacional, como respuesta a la pandemia. Esto ha impedido que más de 350 millones de niños y niñas aprendan, además de cortar otros servicios vitales provistos a través de las escuelas, incluyendo atención médica y alimentación escolar nutritiva. El cierre de escuelas, a largo plazo, amenaza los logros de desarrollo obtenidos y puede exponer las niñas y niños con menos recursos a mayores riesgos. “La AME ha actuado rápidamente ante un desafío sin precedentes”, afirmó Serigne Mbaye Thiam, vicepresidenta de la Junta Directiva de la AME. “Estos fondos garantizarán que los países en desarrollo, como Senegal, puedan actuar rápidamente para mitigar el impacto perjudicial del COVID-19 para niños y niñas más vulnerables y mantener la resiliencia de los sistemas educativos”, añadió.

¿Cómo utilizar los fondos?

Según la AME, los Ministerios de Educación y los socios locales de educación pueden usar los fondos para garantizar que el aprendizaje continúe, particularmente para los niños y niñas con menos ingresos y más vulnerables, por ejemplo, a través de programas educativos transmitidos por radio y televisión, y la distribución de equipos y libros de texto a los hogares más pobres. Los fondos también pueden ser utilizados para apoyar docentes; asegurar que se incluyan niños y niñas con necesidades especiales y discapacidades; recolectar datos sobre los resultados de aprendizaje; mitigar la pobreza y las barreras de género al aprendizaje, las cuales se profundizan por el shock económico; y asegurar que maestros, maestras y escuelas dispongan de los recursos necesarios, para volver a actuar cuando sea seguro hacerlo. “Estamos avanzando en mitigar los impactos que el cierre de escuelas en los países en desarrollo tendrá para los niños y niñas más vulnerables. La AME se compromete a garantizar que el aprendizaje continúe”, subrayó Alice Albright, directora ejecutiva de la Alianza. Los US$ 250 millones se pusieron a la disposición mediante la reutilización de fondos no comprometidos, con la expectativa de que se requerirán recursos adicionales para ayudar a los países en desarrollo a mantener sus sistemas educativos en la pandemia y apoyar los niños y niñas en situación vulnerable que más sufren con el cierre de las escuelas.

Sobre la AME

Actuando en 70 países, la AME es una alianza y fondo internacional que moviliza inversiones, tanto externas como nacionales, para apoyar los gobiernos a construir sistemas educativos más sólidos, en base a datos y evidencia.  Sus acciones y recursos contribuyen para el desarrollo e implementación de planes y políticas nacionales de educación de calidad, sentando las bases para sistemas educativos sólidos y creando mejores oportunidades para millones de niños y niñas, sus comunidades y países.">
Los recursos contribuirán para mantener el aprendizaje de hasta 355 millones de niños y niñas en un total de 67 países, entre ellos Haití en América Latina y el Caribe

Alianza Mundial por la Educación anuncia apoyo de US$ 250 millones para el desarrollo de acciones de enfrentamiento al COVID-19

La Alianza Mundial por la Educación (AME) anunció que irá invertir US$250 millones para apoyar los países en desarrollo en mitigar las interrupciones inmediatas y a largo plazo de la educación, causadas por la pandemia COVID-19. 

Los recursos contribuirán para mantener el aprendizaje de hasta 355 millones de niños y niñas en un total de 67 países, con énfasis en la garantía del derecho a la educación de niñas y niños de familias con bajos ingresos, quienes sufrirán más los impactos por el cierre de las escuelas. La mayor parte de los países que serán beneficiados está en el continente africano. De América Latina y el Caribe, apenas Haití recibirá recursos. 

“La pandemia COVID-19 está creando una emergencia educativa que podría tener efectos devastadores para los niños y niñas de los países en desarrollo”, afirmó Julia Gillard, presidenta de la Junta Directiva de la AME. “A menos que actuemos ahora para apoyar los sistemas educativos, millones de niños y niñas vulnerables, especialmente las niñas más pobres, no podrán retomar su aprendizaje cuando termine esta crisis”.


Acción para que más de 350 millones de niños y niñas sigan estudiando

Según informaciones de la AME, al menos 630 millones de niños y niñas no asisten a la escuela en países en desarrollo de África, Asia y América Latina y el Caribe. De los 67 países en desarrollo elegibles para recibir los fondos de la AME, 63 han cerrado escuelas en todo su territorio nacional, como respuesta a la pandemia. Esto ha impedido que más de 350 millones de niños y niñas aprendan, además de cortar otros servicios vitales provistos a través de las escuelas, incluyendo atención médica y alimentación escolar nutritiva.

El cierre de escuelas, a largo plazo, amenaza los logros de desarrollo obtenidos y puede exponer las niñas y niños con menos recursos a mayores riesgos. “La AME ha actuado rápidamente ante un desafío sin precedentes”, afirmó Serigne Mbaye Thiam, vicepresidenta de la Junta Directiva de la AME. “Estos fondos garantizarán que los países en desarrollo, como Senegal, puedan actuar rápidamente para mitigar el impacto perjudicial del COVID-19 para niños y niñas más vulnerables y mantener la resiliencia de los sistemas educativos”, añadió.


¿Cómo utilizar los fondos?

Según la AME, los Ministerios de Educación y los socios locales de educación pueden usar los fondos para garantizar que el aprendizaje continúe, particularmente para los niños y niñas con menos ingresos y más vulnerables, por ejemplo, a través de programas educativos transmitidos por radio y televisión, y la distribución de equipos y libros de texto a los hogares más pobres.

Los fondos también pueden ser utilizados para apoyar docentes; asegurar que se incluyan niños y niñas con necesidades especiales y discapacidades; recolectar datos sobre los resultados de aprendizaje; mitigar la pobreza y las barreras de género al aprendizaje, las cuales se profundizan por el shock económico; y asegurar que maestros, maestras y escuelas dispongan de los recursos necesarios, para volver a actuar cuando sea seguro hacerlo.

“Estamos avanzando en mitigar los impactos que el cierre de escuelas en los países en desarrollo tendrá para los niños y niñas más vulnerables. La AME se compromete a garantizar que el aprendizaje continúe”, subrayó Alice Albright, directora ejecutiva de la Alianza.

Los US$ 250 millones se pusieron a la disposición mediante la reutilización de fondos no comprometidos, con la expectativa de que se requerirán recursos adicionales para ayudar a los países en desarrollo a mantener sus sistemas educativos en la pandemia y apoyar los niños y niñas en situación vulnerable que más sufren con el cierre de las escuelas.


Sobre la AME

Actuando en 70 países, la AME es una alianza y fondo internacional que moviliza inversiones, tanto externas como nacionales, para apoyar los gobiernos a construir sistemas educativos más sólidos, en base a datos y evidencia. 

Sus acciones y recursos contribuyen para el desarrollo e implementación de planes y políticas nacionales de educación de calidad, sentando las bases para sistemas educativos sólidos y creando mejores oportunidades para millones de niños y niñas, sus comunidades y países.


[caption id= Guadalupe Ramos Ponce, en el centro de la foto, durante marcha feminista. Según ella, el cierre masivo de colegios afecta principalmente a las mujeres que tienen la responsabilidad del cuidado de las niñas y niños. “Foto: Eva Da Porta[/caption] “La preocupación por la pandemia del COVID-19 y los desafíos en el tema de salud vienen acompañados de otros tipos de desafíos que impactan de manera directa la vida de las mujeres”, afirma Guadalupe Ramos Ponce, abogada, feminista y coordinadora del Comité de América Latina y el Caribe para la Defensa de los Derechos de las Mujeres (CLADEM) en Jalisco (México). Según la entrevistada, la violencia y el desempleo son algunas de las consecuencias de la crisis para las mujeres.  En este diálogo, también se trató sobre la importancia de garantizar el derecho a la educación, sin el cual los impactos negativos para las niñas, jóvenes y mujeres podrán ser más fuertes. “La salida temporal del sistema educativo para las niñas y jóvenes puede implicar al abandono definitivo [de los estudios], y eventualmente derivar en el aumento del matrimonio infantil forzado y el incremento del embarazo en niñas y jóvenes, afectando profundamente la continuidad de su proyecto de vida”. Lee la entrevista completa:

¿Cuáles son los impactos de la actual pandemia para las niñas y mujeres, especialmente en lo que toca a sus derechos humanos, como educación, salud, trabajo, protección social y otros?

Guadalupe Ramos - Esta crisis pandémica muestra las desigualdades y violencias estructurales, en especial sobre las mujeres y las poblaciones en situación de riesgo y vulnerabilidad en América Latina y el Caribe. Es preocupante que en varios países se hayan decretado estados de emergencia o excepción democrática, otorgando poderes especiales a los gobiernos, que pueden así vulnerar los derechos humanos y pueden tener un poder especial sobre la población en general y las mujeres en particular, especialmente en los siguientes derechos que señala la Red de Salud de las Mujeres Latinoamericanas y del Caribe.
“La salida temporal del sistema educativo para las niñas y jóvenes puede implicar al abandono definitivo [de los estudios], y eventualmente derivar en el aumento del matrimonio infantil forzado y el incremento del embarazo en niñas y jóvenes, afectando profundamente la continuidad de su proyecto de vida”
Primero, en cuanto a la salud sexual y reproductiva, debe haber especial atención, con la prevención de la mortalidad materna, el acceso universal a métodos anticonceptivos modernos, servicios de aborto legal y seguro, tratamiento de enfermedades de transmisión sexual, incluídos los antiretrovirales, ya de por sí son desatendidos en los sistemas de salud de la región, antes de la aparición de la pandemia.  En relación con el derecho a la educación, la red advierte que la salida temporal del sistema educativo para las niñas y jóvenes puede implicar al abandono definitivo [de los estudios], y eventualmente derivar en el aumento de matrimonio infantil forzado y el incremento del embarazo en niñas y jóvenes, afectando profundamente la continuidad de su proyecto de vida. Adicionalmente, en diversos contextos, los espacios educativos resultan ser el único lugar seguro para las niñas y niños.  La Red señala también que la crisis de salud representa para las mujeres una sobre-exigencia invisible, que implica mantenerse informada, proveer el cuidado, cumplir con sus deberes laborales, ayudar con las tareas educativas de sus hijas e hijos, la obligada autocontención, la imposibilidad de parar o tener un espacio para el descanso, entre otras cargas históricamente asociadas a los roles preestablecidos entre mujeres y hombres.  Lo anterior se ve agravado por la situación de aislamiento, ya que las mujeres en general tienden a la interacción social y los vínculos con las otras personas. En este sentido, el incremento de las violencias contra las niñas y las mujeres se magnifican con las medidas de aislamiento que ponen en riesgo la vida y la salud de las mujeres y las niñas, reafirmando que los espacios íntimos pueden llegar a ser los más inseguros. Las situaciones de violencia estructurales se agudizan en el aislamiento, incrementando la violencia física, sexual, psicológica, y por lo tanto, el feminicidio.

¿Cómo los movimientos feministas se están organizando para contribuir con la superación de esta crisis, desde una perspectiva de igualdad de género?

Guadalupe Ramos - Las redes feministas en América Latina y el Caribe, como CLADEM y otras más, se han posicionado en torno al tema de la pandemia COVID-19 y la manera como esta crisis en salud está afectando especialmente a las mujeres. Ha sido de vital importancia poner en la discusión dos temas fundamentales. El primero es la violencia contra las mujeres y cómo afectan estas medidas y el aislamiento social en el incremento de estas violencias y los feminicidios.  Como bien lo señala la secretaría de gobernación en México, durante la implementación de la cuarentena, se ha incrementado en 30% el número de llamadas de auxilio por violencia doméstica, por lo que se deben establecer protocolos y actuación inmediata para salvaguardar la vida de niñas y mujeres durante el aislamiento social que las obliga a permanecer bajo el mismo techo de sus agresores.
La preocupación por la pandemia COVID-19 y los desafíos en el tema de salud vienen acompañados de otros tipos de desafíos que impactan de manera directa la vida de las mujeres
El segundo tema es respecto a las medidas económicas que se han tomado y no se han realizado con perspectiva de género. Por tanto, no han atendido las desigualdades estructurales que se viven en América Latina y el Caribe. Como bien lo señala ONU Mujeres, la reducción de la actividad económica afecta en primera instancia a las trabajadoras informales, que pierden su sustento de vida de forma casi inmediata, sin ninguna red [de apoyo] o posibilidad de sustituir el ingreso diario en general. En América Latina y el Caribe, son 126 millones de mujeres que dependen de su trabajo informal. La recesión económica como consecuencia de la crisis del coronavirus hará más difícil que estas mujeres consigan un empleo, y los gobiernos no han tomado las medidas necesarias para atender los efectos económicos de la pandemia con perspectiva de género. La preocupación por la pandemia COVID-19 y los desafíos en el tema de salud vienen acompañados de otros tipos de desafíos que impactan de manera directa la vida de las mujeres.  En estos días de reclusión en casa, las compañeras de CLADEM han hecho una reflexión profunda del significado que está tomando la pandemia en cada uno de nuestros países, y la manera con la que cada gobierno ha afrontado la misma. Una de las conclusiones que se abordaron es que las soluciones no tienen perspectiva de género y no se encuentra diferenciado el impacto que tiene una pandemia de esta naturaleza en la vida y el cuerpo de las mujeres. La compañera Liyana Pavón, de República Dominicana, realizó los siguientes análisis sobre los desafíos de género que se están exacerbando con el COVID-19. Primero, el cierre masivo de colegios afecta principalmente a las mujeres que tienen la responsabilidad del cuidado de las niñas y niños.  En segundo lugar, los servicios fuertemente feminizados como las niñeras, empleadas domésticas, peluqueras, entre otras, son las más afectadas, ya que no pueden hacer su trabajo a distancia. En tercer lugar, el área de salud está conformada en su mayoría por mujeres, el 70% a nivel global, quienes están en la primera línea de lucha contra el COVID-19. En cuarto lugar, la mayor parte de las labores del cuidado remunerado y no remunerado de personas adultas mayores es realizada por mujeres, por lo que están en mayor riesgo de enfermarse y de tener sus propios trabajos no remunerados.  En quinto lugar, encontramos también que las mujeres presentan mayor informalidad laboral que los hombres, y en estas condiciones carecen de protección social, lo que las lleva a situarse en el riesgo y la vulnerabilidad. En sexto lugar, las mujeres víctimas de violencia doméstica están aisladas y encerradas con sus perpetradores, lo que aumenta los riesgos de agresiones y feminicidio. En otros ámbitos, también encontramos que otras redes se han pronunciado, como la Red Feminista G10 X Jalisco, también reflexiona sobre esta situación y hace un llamado al gobierno del Estado, al empresariado, a quienes ejercen posiciones de liderazgo y a quienes tienen posibilidad de brindar apoyo, para que sean solidarios con quienes por cuestiones de desigualdad estructural y vivir en condiciones precarizadas no pueden estar en  cuarentena al no contar con reservas o ahorros que les permitan dejar de trabajar porque viven con el dinero del día. Especialmente con las mujeres, quienes realizan una jornada triple de trabajo en términos de cuidados no remunerados en comparación con los hombres.  Señala también que el nivel de ocupación informal de las mujeres es superior al de los hombres, en todo el México representando un 50%. Particularmente en Jalisco, un 52% de las mujeres que producen lo hacen en el sector informal, por lo que no cuentan con ingresos fijos y no tienen acceso a prestaciones laborales de seguridad social ni a servicios médicos para ellas y sus familias. La red destaca también que, en tiempos de crisis y recesión económica derivadas de estereotipos de género, son precisamente las mujeres quienes sufren el mayor número de despidos, sin considerar que esos trabajos son precisamente la única forma de ingresos en hogares monoparentales.  

¿Qué medidas se demandan de los Estados y la comunidad internacional para proteger y asegurar los derechos de las niñas y mujeres en el actual contexto, en el ámbito educativo y más allá?

Guadalupe Ramos - En el contexto actual, es necesario que en cualquier medida que se tome por parte de los Estados se asegure y garantice la protección de los derechos humanos en general de la población, y particularmente de las niñas y mujeres para que accedan a una vida libre de violencias y se garantice el derecho a la salud, no como un derecho enunciativo, sino de manera integral. Esto incluye la salud sexual y la salud reproductiva y garantizar especialmente el derecho a la educación para niñas, niños y jóvenes que se ven afectadas/os al no existir plataformas educativas que atiendan a las desigualdades estructurales de la región. Es decir, la respuesta de los Estados al confinamiento de las niñas, niños y jóvenes en edad escolar ha sido la promoción de la educación por tecnologías, que en muchas ocasiones están fuera del alcance de la mayoría de la población.
Los Estados deben hacer su máximo esfuerzo para velar por el acceso universal y sin discriminación a la educación de los niños, niñas, adolescentes y adultas/os
UNICEF y UNESCO señalan que el impacto de esta emergencia sanitaria puede ser aún más grave si la educación se detiene. Señalan que los Estados deben hacer su máximo esfuerzo para velar por el acceso universal y sin discriminación a la educación de los niños, niñas, adolescentes y adultas/os que estudian, tal como lo establecen los instrumentos internacionales de derechos humanos.  Es fundamental atender a las recomendaciones de UNICEF y UNESCO, que señalan: Primero, es necesario que docentes tengan contacto regular con las y los estudiantes y sus familias de manera remota, con el fin de favorecer la cohesión social, prevenir la violencia intrafamiliar y asegurar la continuidad del aprendizaje.  Segundo, instan a los tomadores y tomadoras de decisiones de las distintas funciones del Estado a incrementar la conectividad y el acceso a la comunicación de docentes para que puedan continuar con su labor. Tercero, instan a emplear medidas que incentiven a los medios de comunicación públicos comunitarios y locales a difundir contenido educativo de calidad, bajo los principios de la educación en emergencias.
“Es importante que en la emergencia actual nos involucremos todas las personas en los procesos educativos – las familias, maestras, maestros, empresas y la sociedad en su conjunto – para sumar de forma activa a los esfuerzos y para que la educación en esta emergencia no se suspenda, sino que por el contrario, se consolide desde una acción comunitaria”
Cuarto, las y los docentes constituyen un apoyo fundamental para las familias en momentos de emergencia. A través de tales profesionales, no solo se garantiza el derecho a la educación de las niñas, niños y jóvenes, sino que las familias pueden recibir consejos concretos y sencillos sobre actividades que ayudan a bajar los niveles de estrés, angustia y violencia. Por ello, es crucial mantener su estabilidad laboral y brindarles las herramientas necesarias para llevar a cabo su trabajo. Quinto, UNICEF y UNESCO apoyan a los Ministerios de Educación para adaptar la educación al contexto actual a través de plataformas virtuales, contenido educativo para televisión, radio, redes sociales, y a su vez con el acompañamiento pedagógico y psicosocial a través de llamadas telefónicas semanales a las familias.  Es importante que en la emergencia actual nos involucremos todas las personas en los procesos educativos – las familias, maestras, maestros, empresas y la sociedad en su conjunto – para sumar de forma activa a los esfuerzos y para que la educación en esta emergencia no se suspenda, sino que por el contrario, se consolide desde una acción comunitaria.

¿El contexto de pandemia agrava los riesgos de que mujeres y niñas sufran discriminación y violencia?¿Por qué eso ocurre y cómo enfrentar la situación?

Guadalupe Ramos - Sin duda, uno de los mayores desafíos a que nos hemos enfrentado con la pandemia es el incremento de los actos de discriminación, primero para con las personas que padecen el COVID-19. Por increíble que parezca, el propio personal médico, particularmente el personal de enfermería, en su mayoría mujeres, ha padecido actos de discriminación y violencia, al considerarlas posibles focos de infección.  La ignorancia camina de la mano con la discriminación y, sin duda, debe sancionarse. Pero, también se advierte sobre la discriminación en las medidas tomadas por los gobiernos respecto al llamado aislamiento social, a través de un discurso que hace responsable a la gente por enfermarse y morir, por no tomar las medidas de aislamiento y quedarse en casa. Es como si se contagiaran porque quieren, cuando en realidad es gente que vive con ingresos diários y no se han implementado medidas de precaución y atención económica para su sobrevivencia. 
“El coronavirus puede ser desastroso para las víctimas de violencia doméstica. Para muchas personas, el mundo externo puede ser mucho más seguro que su propia casa”
América Latina y el Caribe tienen desigualdades estructurales que implican que muchas personas tengan que salir de casa porque viven prácticamente al día con trabajos informales, y no pueden por tanto acatar la medida de la sana distancia o de “yo me quedo en casa”. Esas medidas, aunque buenas, terminan siendo un privilegio de clase. ¿Los gobiernos tienen plan de contingencia para estas personas? ¿Se saben cuántas jefas de familia tendrán que dejar a sus hijas e hijos solas/os en casa mientras salen forzosamente a trabajar? ¿Cuál es el plan de contingencia para  América Latina y el Caribe tienen desigualdades estructurales que implican que muchas personas tengan que salir de casa porque viven prácticamente al día con trabajos informales, y no pueden por tanto acatar la medida de la sana distancia o de “yo me quedo en casa”. Esas medidas, aunque buenas, terminan siendo un privilegio de clase. ¿Los gobiernos tienen plan de contingencia para estas personas? ¿Se saben cuántas jefas de familia tendrán que dejar a sus hijas e hijos solas/os en casa mientras salen forzosamente a trabajar? ¿Cuál es el plan de contingencia para atender las violencias de género que se suscitaron en casa, con el encierro de la cuarentena?  El coronavirus puede ser desastroso para las víctimas de violencia doméstica. Para muchas personas, el mundo externo puede ser mucho más seguro que su propia casa. Cuando una pareja violenta no puede salir y se encuentra en frustración, las probabilidades de que se ejerza violencia aumentan, por lo que es importante que los Estados establezcan protocolos, albergues y medidas de actuación inmediata para atender los casos de discriminación y violencia contra toda la población, especialmente contra las niñas y mujeres.  También, por supuesto, se deben atender las poblaciones en situación de vulnerabilidad, especialmente la población migrante, personas en situación de calle, trabajadoras sexuales, mujeres trans y todo el abanico de personas que habitan permanentemente las calles. Se hace necesaria la implementación de políticas públicas de impacto diferenciado, y con un control ciudadano a través de medios digitales para prevenir y alertar sobre eventuales vulneraciones a los derechos humanos.      ">
En entrevista a la CLADE, Guadalupe Ramos Ponce, abogada y feminista, analiza el impacto del aislamiento social en el actual momento de pandemia del COVID-19 sobre las niñas, jóvenes y mujeres, y aborda la importancia de la educación en este contexto

“En diversos contextos, los espacios educativos son el único lugar seguro para las niñas y niños”

15 de abril de 2020
Guadalupe Ramos Ponce, en el centro de la foto, durante marcha feminista. Según ella, el cierre masivo de colegios afecta principalmente a las mujeres que tienen la responsabilidad del cuidado de las niñas y niños. “Foto: Eva Da Porta

“La preocupación por la pandemia del COVID-19 y los desafíos en el tema de salud vienen acompañados de otros tipos de desafíos que impactan de manera directa la vida de las mujeres”, afirma Guadalupe Ramos Ponce, abogada, feminista y coordinadora del Comité de América Latina y el Caribe para la Defensa de los Derechos de las Mujeres (CLADEM) en Jalisco (México). Según la entrevistada, la violencia y el desempleo son algunas de las consecuencias de la crisis para las mujeres. 

En este diálogo, también se trató sobre la importancia de garantizar el derecho a la educación, sin el cual los impactos negativos para las niñas, jóvenes y mujeres podrán ser más fuertes. “La salida temporal del sistema educativo para las niñas y jóvenes puede implicar al abandono definitivo [de los estudios], y eventualmente derivar en el aumento del matrimonio infantil forzado y el incremento del embarazo en niñas y jóvenes, afectando profundamente la continuidad de su proyecto de vida”.

Lee la entrevista completa:

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Panel virtual discute los impactos del lucro y de la comercialización en la educación

10 de abril de 2020

¿Cómo la cooperación internacional se relaciona con la privatización de la educación? ¿Cuáles son los marcos legales de América Latina y el Caribe que permiten, alientan o prohíben la obtención de ganancias en la educación y a través de ella? ¿Cómo se dan estos fenómenos en los países? (más…)