<span style=En el contexto de la pandemia COVID-19, la CLADE entrevistó a Mónica Novillo, coordinadora de la Red de Educación Popular entre Mujeres de América Latina y el Caribe (REPEM), para conversar sobre cómo los impactos del aislamiento y de la crisis de salud y económica pueden afectar la educación y la población más vulnerable, como las niñas y las adolescentes.  Según la coordinadora de REPEM, esta crisis sanitaria revela una serie de desigualdades en nuestras sociedades. “Particularmente en el tema del derecho a la educación, varios países han tomado medidas suspendiendo las clases, cerrando los colegios, lo cual tiene una implicación en el derecho y acceso a la educación de las niñas y de los niños”.  Otro tema importante señalado es el incremento de la violencia. “Debemos reconocer que la problemática de la violencia es estructural y hace referencia a un montón de factores, pero que fundamentalmente en un momento en que hay ansiedad, se están produciendo despidos masivos, gente que está con preocupaciones también económicas y la posibilidad de contar con los ingresos necesarios para la subsistencia de la familia, etc. Están generando condiciones para exacerbar la violencia que existe en nuestros contextos”, afirmó. Lee la entrevista completa: 

¿Cuáles son los impactos de la actual pandemia para las niñas y mujeres, especialmente en lo que toca a sus derechos humanos, como educación, salud, trabajo, protección social y otros?

Mónica Novillo – Hay un impacto diferenciado en términos de género de lo que va a producir y lo que está produciendo ya el Coronavirus, no solamente en términos de salud, sino en los efectos de las medidas que se han tomando, en las condiciones en que viven las mujeres y las niñas. Un primer impacto tiene que ver con que, en un ámbito de confinamiento, que es una de las medidas que se ha priorizado en todos los países – la cuarentena, la prohibición de circular, la restricción bajo mandato a quedarse en casa -, lo que hace es incrementar el riesgo de las niñas y las mujeres, y también de los niños, a sufrir varias formas de violencia que ocurren en la cotidianidad, en situaciones que podríamos llamar entre comillas “normales” y que ocurren cotidianamente, como la violencia intrafamiliar y la violencia sexual.  Estamos viendo que en varios países los niveles de denuncia de situaciones de violencia contra las mujeres se han incrementado, y el propio secretario general de las Naciones Unidas ya ha alertado sobre la importancia de atender las situaciones de violencia que viven las mujeres y las niñas a nivel global. Ha pedido un cese al fuego de todos los conflictos armados de todos los países, pero particularmente ha llamado la atención sobre la violencia contra las mujeres como un elemento que hay que tomar en cuenta.
“Particularmente en el tema del derecho a la educación, varios países han tomado medidas suspendiendo las clases, cerrando los colegios, lo cual tiene una implicación en el derecho y acceso a la educación de las niñas y niños, obviamente de adolescentes también”
Un segundo elemento tiene que ver con que algunos de nuestros países tienen un alto porcentaje de personas cuyos ingresos dependen del trabajo diario en la calle. Estamos hablando de trabajo informal, que es la forma en que la mayoría de la gente está efectivamente generando ingresos. Se está dando un golpe muy fuerte en las economías familiares, y por eso también los gobiernos y las medidas que se han tomado están incluyendo tratar de resolver las necesidades inmediatas de las poblaciones. Se está disminuyendo la capacidad de generar ingresos, y esto va a tener, a largo plazo, algunos impactos, como por ejemplo: la pérdida masiva de empleos y el golpe a las pequeñas y medianas empresas. [Los impactos serán grandes], particularmente, para las mujeres – porque ellas son en algunos países hasta el 70% de la fuerza laboral en el sector informal, de menor productividad, y ahí es donde se está produciendo mayor impacto. Esta crisis sanitaria, aunque sea una crisis de salud, lo que está haciendo es revelar una serie de desigualdades en nuestras sociedades.  Particularmente en el tema del derecho a la educación, varios países han tomado medidas suspendiendo las clases, cerrando los colegios, lo cual tiene una implicación en el derecho y acceso a la educación de las niñas y niños, obviamente de adolescentes también. En este marco, lo que está pasando es que hay grupos, sectores de la población que tienen la posibilidad de seguir las clases a distancia, sin embargo existen otros sectores que no tienen acceso ni al Internet – porque este tiene costo, y más de la mitad de la población de nuestra región no tiene acceso – pero tampoco tienen insumos, como la computadora, una tablet, etc., para seguir las clases en línea. Estos son obstáculos que están planteando claramente que hay una diferencia de acceso y de condiciones para enfrentar esas medidas que se están tomando para mitigar los efectos de la pandemia en la población.
“En el marco de los derechos a la salud y los derechos reproductivos, se ha descuidado la atención a las mujeres gestantes. Pero, particularmente se debe asegurar también la provisión de servicios para anticoncepción, acceso a medicamentos y a métodos de anticoncepción para niñas y adolescentes en el contexto del coronavirus”
A largo plazo, también habrá impactos. Si se cumplen los pronósticos en el sentido de que habrá un golpe muy fuerte en la economía de los países, va a incrementar la cantidad de personas en pobreza extrema en nuestro continente. Si se cumple ese pronóstico, vamos a tener efectos directos en el derecho a la educación de las niñas y los niños. Un primer efecto será justamente que las niñas podrían verse forzadas a dejar la escuela para dedicarse al cuidado de sus hermanos menores, para que las madres y los padres puedan salir a trabajar y a buscar alternativas económicas para subsistir.  Otro de los efectos directos, seguramente, podría ser que se restrinja el derecho a la educación de las niñas, porque ellas se verían también expuestas a uniones tempranas, como ha estado ocurriendo ya en nuestras sociedades. Entonces, lo que está haciendo la crisis es profundizar algunas brechas y algunos efectos en la vida de las niñas y mujeres, a los cuales hay que estar atentos.  Si la crisis económica será tan fuerte, eso también va a tener implicancias en otras formas de violencia, como la trata y el tráfico de personas. Las niñas, particularmente, están más expuestas a esas formas de violencia contra las mujeres.  Otro elemento que nos llama mucho la atención es que, en este contexto de salud, en el marco de los derechos a la salud y los derechos reproductivos, se ha descuidado la atención a las mujeres gestantes. Pero, particularmente se debe asegurar también la provisión de servicios para anticoncepción, acceso a medicamentos y a métodos de anticoncepción para niñas y adolescentes en el contexto del coronavirus. Eso es fundamental.  Hay que considerar también la posibilidad de que, a futuro, se incrementen las tasas de empleo infantil, particularmente para las niñas, quienes cumplen tareas, por ejemplo, en el ámbito gastronómico, apoyando en tareas de cuidado, etc. Hay que prestar particular atención a estos temas que podrían tener un impacto en la vida de las niñas y mujeres.  Queda como un elemento central en el ámbito del coronavirus y de la crisis sanitaria, que los Estados deben proyectar a futuro políticas para fortalecer los sistemas de protección social, y eso implica también distribuir y discutir, reflexionar sobre las tareas del cuidado. El cuidado se ha puesto en el centro de la crisis sanitaria porque estamos hablando de quienes demandan cuidado. Por eso, es tan importante, y las mujeres han sido tradicionalmente las responsables por el cuidado en nuestras sociedades. Entonces, hay que ver cómo en esta crisis, que está poniendo al cuidado en el centro, planteamos una redistribución, para que los desafíos no estén sobre los hombros de las mujeres.  

¿Cómo los movimientos feministas se están organizando para contribuir con la superación de esta crisis, desde una perspectiva de igualdad de género?

Mónica Novillo – Ante la debilidad de los sistemas de salud para responder [a la crisis], también se está evidenciando la debilidad para responder a los efectos negativos del coronavirus en la vida de las mujeres.  Una de las primeras respuestas ha sido justamente de las organizaciones y colectivos feministas, las instituciones que tienen trabajo en temas de violencia, ya sea para visibilizar, para organizarse o para difundir el riesgo que existe de que las mujeres sufran situaciones de violencia. Pero, también para difundir los teléfonos oficiales de la policía, los servicios de atención. Se han organizado también servicios de atención psicológica, acompañamiento a mujeres en la crisis del COVID-19, no solamente en temas de violencia, sino, por ejemplo, en casos de embarazos no deseados, habilitando servicios de escucha para mujeres que están con ansiedad. Hay una cantidad de servicios que, ante la ausencia del Estado y en este nuevo contexto, las organizaciones de las mujeres están saliendo a responder.
“A través de las redes virtuales, se está compartiendo información útil para pasar la cuarentena y, sobretodo, información de prevención y para mitigar el impacto negativo de la cuarentena y el confinamiento en la vida y la subsistencia de las familias”
También algunas organizaciones de mujeres están iniciando acciones solidarias con familias que están viviendo penurias para conseguir sobrevivir y subsistir en esta cuarentena. Se ha organizado la distribución de canastas familiares para mujeres trans, trabajadoras sexuales, mujeres que son madres solas, jefas de familia monoparentales, que tienen muchos hijos, etc. Hay una solidaridad feminista que se está poniendo en marcha.  Es muy interesante como, de manera creativa, se están utilizando las redes sociales. A través de las redes virtuales, se está compartiendo información útil para pasar la cuarentena y, sobretodo, información de prevención y para mitigar el impacto negativo de la cuarentena y el confinamiento en la vida y la subsistencia de las familias. También se está dando la discusión sobre la distribución de las tareas y el cuidado al interior de la familia.

¿Qué medidas se demandan de los Estados y la comunidad internacional para proteger y asegurar los derechos de las niñas y mujeres en el actual contexto, en el ámbito educativo y más allá?

Mónica Novillo – Primero, a nuestros Estados, les estamos pidiendo focalizar políticas y medidas tratando de que los sectores más vulnerables, entre ellos las mujeres y niñas, cuenten con la posibilidad de denunciar efectivamente y contar con atención en los casos de violencia.  Los recursos con los que se contaba para la atención de casos y situaciones de violencia intrafamiliar y sexual, entre otros, han sido reducidos. La policía está fuertemente concentrada en vigilar el cumplimiento de las medidas de restricción, para que no anden por la calle, no circulen, etc.. Eso es importante, sin embargo, no puede dejarse de lado atender estas situaciones de violencia, porque son fundamentales. 
“Las mujeres ocupan el 70% de la fuerza laboral en salud. Esto significa que hay una mayor exposición de las mujeres por esta relación que existe de su trabajo fuera del hogar como una extensión del mandato social, de cuidar al resto de la población”
El personal médico se ha concentrado fuertemente en la atención del coronavirus y se ha dejado sin protección a las mujeres que están en gestación, que llegan a trabajo de parto y también a los recién-nacidos.  Entonces, es fundamental asegurar que el personal que atiende los casos de violencia contra las mujeres y las niñas, la policía, otras instancias y también el personal de salud, cuenten con los insumos de bioseguridad necesarios para atender adecuadamente a las mujeres que requieran, o demanden servicios de atención.  Las mujeres ocupan el 70% de la fuerza laboral en salud. Esto significa que hay una mayor exposición de las mujeres por esta relación que existe de su trabajo fuera del hogar como una extensión del mandato social, de cuidar al resto de la población. Están, entonces, en el personal de salud y más expuestas a posible contagio del coronavirus.  Otro elemento que no podemos dejar de lado es que los Estados deben diseñar estrategias a la atención inmediata en este momento de la crisis, pero posteriormente deben tomar medidas para asegurar políticas públicas focalizadas hacia las mujeres y niñas, para prevenir los impactos que describí, como por ejemplo: que las niñas se vean de alguna manera forzadas, por el empobrecimiento, a dejar la escuela para cumplir otras tareas de cuidado, trabajo doméstico, o trabajo fuera de las casas, etc. Estas son cosas que suelen ocurrir y ya ocurrieron en otros momentos de la historia cuando se produce una crisis económica.
“Como nunca, estamos viendo que la educación, la salud, el empleo deben ser prioridades para eliminar las desigualdades que caracterizan a América Latina”
A la comunidad internacional, hay que demandar un mayor compromiso para sostener estos procesos. Es decir, esta comunidad tiene que comprometerse para que los países en desarrollo también cuenten con los recursos de cooperación, o asistencia oficial para el desarrollo, de manera que puedan impulsar medidas de protección que a futuro puedan prevenir otros tipos de crisis, como la que estamos viviendo.  La comunidad internacional tiene un rol fundamental para continuar apoyando las prioridades. Esto significa políticas públicas de protección social para no exacerbar y no profundizar las desigualdades que estamos viendo a partir de la crisis.  Como nunca, estamos viendo que la educación, la salud, el empleo deben ser prioridades para eliminar las desigualdades que caracterizan a América Latina.

¿El contexto de pandemia agrava los riesgos de que mujeres y niñas sufran discriminación y violencia?¿Por qué eso ocurre y cómo enfrentar la situación?

Mónica Novillo – Efectivamente, lo que nos está mostrando la pandemia es que se están generando riesgos de que las mujeres y las niñas sufran mayor discriminación y, sobretodo, situaciones de violencia, particularmente violencia sexual.  Debemos reconocer que la problemática de la violencia es estructural y hace referencia a un montón de factores. Pero, fundamentalmente, en un momento en que hay ansiedad, se están produciendo despidos masivos, la gente está con preocupaciones económicas y sobre la posibilidad de contar con los ingresos necesarios para la subsistencia de la familia, se están generando condiciones para que la violencia, que ya existe en nuestros contextos, independientemente del coronavirus, sea exacerbada. Cómo responder a esto, es la gran demanda.  Debemos recordar que la violencia contra las mujeres, la violencia intrafamiliar ocurre en el ámbito de la familia, en los hogares. Muchas veces, son los hogares los lugares más inseguros para las mujeres y las niñas. 
“Existe un enorme porcentaje de violencia sexual que sufren las niñas y las adolescentes, la cual es perpetrada también por un integrante de la familia. En circunstancias de confinamiento, de encierro, estas situaciones de violencia pueden verse agravadas”
En algunos países, la violencia contra las mujeres es de los delitos que más se denuncian y siempre ocurre por una persona con quien la mujer ha tenido una relación íntima. En la mayor parte de los casos, ocurre con quien la mujer ha tenido hijos, o con quien está conviviendo. En condiciones especiales y peculiares, como las que estamos viviendo, las mujeres deben permanecer más tiempo en el interior del hogar, y las situaciones son complejas, generando condiciones para que ocurra la violencia contra las mujeres. En otras situaciones [estas violencias] también ocurren, por eso hablo que es una problemática estructural y hay que atenderla de manera integral.  También existe un enorme porcentaje de violencia sexual que sufren las niñas y las adolescentes, la cual es perpetrada también por un integrante de la familia. En circunstancias de confinamiento, de encierro, estas situaciones de violencia pueden verse agravadas, ante el coronavirus. Hay que demandar mayor atención a esta problemática.
>> Lee más:  Artículo de Mónica Novillo: Ser niño y niña en tiempo de COVID-19  Carta abierta: El coronavirus es un recordatorio de las desigualdades en nuestra sociedad  ">
Violencia, educación, políticas públicas y género son algunos de los temas que Mónica Novillo, coordinadora de REPEM, abordó en esta entrevista

COVID-19: “En varios países las situaciones de violencia contra las mujeres aumentaron”

17 de abril de 2020

En el contexto de la pandemia COVID-19, la CLADE entrevistó a Mónica Novillo, coordinadora de la Red de Educación Popular entre Mujeres de América Latina y el Caribe (REPEM), para conversar sobre cómo los impactos del aislamiento y de la crisis de salud y económica pueden afectar la educación y la población más vulnerable, como las niñas y las adolescentes. 

Según la coordinadora de REPEM, esta crisis sanitaria revela una serie de desigualdades en nuestras sociedades. “Particularmente en el tema del derecho a la educación, varios países han tomado medidas suspendiendo las clases, cerrando los colegios, lo cual tiene una implicación en el derecho y acceso a la educación de las niñas y de los niños”. 

Otro tema importante señalado es el incremento de la violencia. “Debemos reconocer que la problemática de la violencia es estructural y hace referencia a un montón de factores, pero que fundamentalmente en un momento en que hay ansiedad, se están produciendo despidos masivos, gente que está con preocupaciones también económicas y la posibilidad de contar con los ingresos necesarios para la subsistencia de la familia, etc. Están generando condiciones para exacerbar la violencia que existe en nuestros contextos”, afirmó.

Lee la entrevista completa: 

¿Cuáles son los impactos de la actual pandemia para las niñas y mujeres, especialmente en lo que toca a sus derechos humanos, como educación, salud, trabajo, protección social y otros?

Mónica Novillo – Hay un impacto diferenciado en términos de género de lo que va a producir y lo que está produciendo ya el Coronavirus, no solamente en términos de salud, sino en los efectos de las medidas que se han tomando, en las condiciones en que viven las mujeres y las niñas.

Un primer impacto tiene que ver con que, en un ámbito de confinamiento, que es una de las medidas que se ha priorizado en todos los países – la cuarentena, la prohibición de circular, la restricción bajo mandato a quedarse en casa -, lo que hace es incrementar el riesgo de las niñas y las mujeres, y también de los niños, a sufrir varias formas de violencia que ocurren en la cotidianidad, en situaciones que podríamos llamar entre comillas “normales” y que ocurren cotidianamente, como la violencia intrafamiliar y la violencia sexual. 

Estamos viendo que en varios países los niveles de denuncia de situaciones de violencia contra las mujeres se han incrementado, y el propio secretario general de las Naciones Unidas ya ha alertado sobre la importancia de atender las situaciones de violencia que viven las mujeres y las niñas a nivel global. Ha pedido un cese al fuego de todos los conflictos armados de todos los países, pero particularmente ha llamado la atención sobre la violencia contra las mujeres como un elemento que hay que tomar en cuenta.

“Particularmente en el tema del derecho a la educación, varios países han tomado medidas suspendiendo las clases, cerrando los colegios, lo cual tiene una implicación en el derecho y acceso a la educación de las niñas y niños, obviamente de adolescentes también”

Un segundo elemento tiene que ver con que algunos de nuestros países tienen un alto porcentaje de personas cuyos ingresos dependen del trabajo diario en la calle. Estamos hablando de trabajo informal, que es la forma en que la mayoría de la gente está efectivamente generando ingresos. Se está dando un golpe muy fuerte en las economías familiares, y por eso también los gobiernos y las medidas que se han tomado están incluyendo tratar de resolver las necesidades inmediatas de las poblaciones. Se está disminuyendo la capacidad de generar ingresos, y esto va a tener, a largo plazo, algunos impactos, como por ejemplo: la pérdida masiva de empleos y el golpe a las pequeñas y medianas empresas. [Los impactos serán grandes], particularmente, para las mujeres – porque ellas son en algunos países hasta el 70% de la fuerza laboral en el sector informal, de menor productividad, y ahí es donde se está produciendo mayor impacto.

Esta crisis sanitaria, aunque sea una crisis de salud, lo que está haciendo es revelar una serie de desigualdades en nuestras sociedades. 

Particularmente en el tema del derecho a la educación, varios países han tomado medidas suspendiendo las clases, cerrando los colegios, lo cual tiene una implicación en el derecho y acceso a la educación de las niñas y niños, obviamente de adolescentes también.

En este marco, lo que está pasando es que hay grupos, sectores de la población que tienen la posibilidad de seguir las clases a distancia, sin embargo existen otros sectores que no tienen acceso ni al Internet – porque este tiene costo, y más de la mitad de la población de nuestra región no tiene acceso – pero tampoco tienen insumos, como la computadora, una tablet, etc., para seguir las clases en línea. Estos son obstáculos que están planteando claramente que hay una diferencia de acceso y de condiciones para enfrentar esas medidas que se están tomando para mitigar los efectos de la pandemia en la población.

“En el marco de los derechos a la salud y los derechos reproductivos, se ha descuidado la atención a las mujeres gestantes. Pero, particularmente se debe asegurar también la provisión de servicios para anticoncepción, acceso a medicamentos y a métodos de anticoncepción para niñas y adolescentes en el contexto del coronavirus”

A largo plazo, también habrá impactos. Si se cumplen los pronósticos en el sentido de que habrá un golpe muy fuerte en la economía de los países, va a incrementar la cantidad de personas en pobreza extrema en nuestro continente. Si se cumple ese pronóstico, vamos a tener efectos directos en el derecho a la educación de las niñas y los niños. Un primer efecto será justamente que las niñas podrían verse forzadas a dejar la escuela para dedicarse al cuidado de sus hermanos menores, para que las madres y los padres puedan salir a trabajar y a buscar alternativas económicas para subsistir. 

Otro de los efectos directos, seguramente, podría ser que se restrinja el derecho a la educación de las niñas, porque ellas se verían también expuestas a uniones tempranas, como ha estado ocurriendo ya en nuestras sociedades. Entonces, lo que está haciendo la crisis es profundizar algunas brechas y algunos efectos en la vida de las niñas y mujeres, a los cuales hay que estar atentos. 

Si la crisis económica será tan fuerte, eso también va a tener implicancias en otras formas de violencia, como la trata y el tráfico de personas. Las niñas, particularmente, están más expuestas a esas formas de violencia contra las mujeres. 

Otro elemento que nos llama mucho la atención es que, en este contexto de salud, en el marco de los derechos a la salud y los derechos reproductivos, se ha descuidado la atención a las mujeres gestantes. Pero, particularmente se debe asegurar también la provisión de servicios para anticoncepción, acceso a medicamentos y a métodos de anticoncepción para niñas y adolescentes en el contexto del coronavirus. Eso es fundamental. 

Hay que considerar también la posibilidad de que, a futuro, se incrementen las tasas de empleo infantil, particularmente para las niñas, quienes cumplen tareas, por ejemplo, en el ámbito gastronómico, apoyando en tareas de cuidado, etc. Hay que prestar particular atención a estos temas que podrían tener un impacto en la vida de las niñas y mujeres. 

Queda como un elemento central en el ámbito del coronavirus y de la crisis sanitaria, que los Estados deben proyectar a futuro políticas para fortalecer los sistemas de protección social, y eso implica también distribuir y discutir, reflexionar sobre las tareas del cuidado. El cuidado se ha puesto en el centro de la crisis sanitaria porque estamos hablando de quienes demandan cuidado. Por eso, es tan importante, y las mujeres han sido tradicionalmente las responsables por el cuidado en nuestras sociedades. Entonces, hay que ver cómo en esta crisis, que está poniendo al cuidado en el centro, planteamos una redistribución, para que los desafíos no estén sobre los hombros de las mujeres.  


¿Cómo los movimientos feministas se están organizando para contribuir con la superación de esta crisis, desde una perspectiva de igualdad de género?

Mónica Novillo – Ante la debilidad de los sistemas de salud para responder [a la crisis], también se está evidenciando la debilidad para responder a los efectos negativos del coronavirus en la vida de las mujeres. 

Una de las primeras respuestas ha sido justamente de las organizaciones y colectivos feministas, las instituciones que tienen trabajo en temas de violencia, ya sea para visibilizar, para organizarse o para difundir el riesgo que existe de que las mujeres sufran situaciones de violencia. Pero, también para difundir los teléfonos oficiales de la policía, los servicios de atención. Se han organizado también servicios de atención psicológica, acompañamiento a mujeres en la crisis del COVID-19, no solamente en temas de violencia, sino, por ejemplo, en casos de embarazos no deseados, habilitando servicios de escucha para mujeres que están con ansiedad. Hay una cantidad de servicios que, ante la ausencia del Estado y en este nuevo contexto, las organizaciones de las mujeres están saliendo a responder.

“A través de las redes virtuales, se está compartiendo información útil para pasar la cuarentena y, sobretodo, información de prevención y para mitigar el impacto negativo de la cuarentena y el confinamiento en la vida y la subsistencia de las familias”

También algunas organizaciones de mujeres están iniciando acciones solidarias con familias que están viviendo penurias para conseguir sobrevivir y subsistir en esta cuarentena. Se ha organizado la distribución de canastas familiares para mujeres trans, trabajadoras sexuales, mujeres que son madres solas, jefas de familia monoparentales, que tienen muchos hijos, etc. Hay una solidaridad feminista que se está poniendo en marcha. 

Es muy interesante como, de manera creativa, se están utilizando las redes sociales. A través de las redes virtuales, se está compartiendo información útil para pasar la cuarentena y, sobretodo, información de prevención y para mitigar el impacto negativo de la cuarentena y el confinamiento en la vida y la subsistencia de las familias. También se está dando la discusión sobre la distribución de las tareas y el cuidado al interior de la familia.


¿Qué medidas se demandan de los Estados y la comunidad internacional para proteger y asegurar los derechos de las niñas y mujeres en el actual contexto, en el ámbito educativo y más allá?

Mónica Novillo – Primero, a nuestros Estados, les estamos pidiendo focalizar políticas y medidas tratando de que los sectores más vulnerables, entre ellos las mujeres y niñas, cuenten con la posibilidad de denunciar efectivamente y contar con atención en los casos de violencia. 

Los recursos con los que se contaba para la atención de casos y situaciones de violencia intrafamiliar y sexual, entre otros, han sido reducidos. La policía está fuertemente concentrada en vigilar el cumplimiento de las medidas de restricción, para que no anden por la calle, no circulen, etc.. Eso es importante, sin embargo, no puede dejarse de lado atender estas situaciones de violencia, porque son fundamentales. 

“Las mujeres ocupan el 70% de la fuerza laboral en salud. Esto significa que hay una mayor exposición de las mujeres por esta relación que existe de su trabajo fuera del hogar como una extensión del mandato social, de cuidar al resto de la población”

El personal médico se ha concentrado fuertemente en la atención del coronavirus y se ha dejado sin protección a las mujeres que están en gestación, que llegan a trabajo de parto y también a los recién-nacidos. 

Entonces, es fundamental asegurar que el personal que atiende los casos de violencia contra las mujeres y las niñas, la policía, otras instancias y también el personal de salud, cuenten con los insumos de bioseguridad necesarios para atender adecuadamente a las mujeres que requieran, o demanden servicios de atención. 

Las mujeres ocupan el 70% de la fuerza laboral en salud. Esto significa que hay una mayor exposición de las mujeres por esta relación que existe de su trabajo fuera del hogar como una extensión del mandato social, de cuidar al resto de la población. Están, entonces, en el personal de salud y más expuestas a posible contagio del coronavirus. 

Otro elemento que no podemos dejar de lado es que los Estados deben diseñar estrategias a la atención inmediata en este momento de la crisis, pero posteriormente deben tomar medidas para asegurar políticas públicas focalizadas hacia las mujeres y niñas, para prevenir los impactos que describí, como por ejemplo: que las niñas se vean de alguna manera forzadas, por el empobrecimiento, a dejar la escuela para cumplir otras tareas de cuidado, trabajo doméstico, o trabajo fuera de las casas, etc. Estas son cosas que suelen ocurrir y ya ocurrieron en otros momentos de la historia cuando se produce una crisis económica.

“Como nunca, estamos viendo que la educación, la salud, el empleo deben ser prioridades para eliminar las desigualdades que caracterizan a América Latina”

A la comunidad internacional, hay que demandar un mayor compromiso para sostener estos procesos. Es decir, esta comunidad tiene que comprometerse para que los países en desarrollo también cuenten con los recursos de cooperación, o asistencia oficial para el desarrollo, de manera que puedan impulsar medidas de protección que a futuro puedan prevenir otros tipos de crisis, como la que estamos viviendo. 

La comunidad internacional tiene un rol fundamental para continuar apoyando las prioridades. Esto significa políticas públicas de protección social para no exacerbar y no profundizar las desigualdades que estamos viendo a partir de la crisis. 

Como nunca, estamos viendo que la educación, la salud, el empleo deben ser prioridades para eliminar las desigualdades que caracterizan a América Latina.


¿El contexto de pandemia agrava los riesgos de que mujeres y niñas sufran discriminación y violencia?¿Por qué eso ocurre y cómo enfrentar la situación?

Mónica Novillo – Efectivamente, lo que nos está mostrando la pandemia es que se están generando riesgos de que las mujeres y las niñas sufran mayor discriminación y, sobretodo, situaciones de violencia, particularmente violencia sexual. 

Debemos reconocer que la problemática de la violencia es estructural y hace referencia a un montón de factores. Pero, fundamentalmente, en un momento en que hay ansiedad, se están produciendo despidos masivos, la gente está con preocupaciones económicas y sobre la posibilidad de contar con los ingresos necesarios para la subsistencia de la familia, se están generando condiciones para que la violencia, que ya existe en nuestros contextos, independientemente del coronavirus, sea exacerbada. Cómo responder a esto, es la gran demanda. 

Debemos recordar que la violencia contra las mujeres, la violencia intrafamiliar ocurre en el ámbito de la familia, en los hogares. Muchas veces, son los hogares los lugares más inseguros para las mujeres y las niñas. 

“Existe un enorme porcentaje de violencia sexual que sufren las niñas y las adolescentes, la cual es perpetrada también por un integrante de la familia. En circunstancias de confinamiento, de encierro, estas situaciones de violencia pueden verse agravadas”

En algunos países, la violencia contra las mujeres es de los delitos que más se denuncian y siempre ocurre por una persona con quien la mujer ha tenido una relación íntima. En la mayor parte de los casos, ocurre con quien la mujer ha tenido hijos, o con quien está conviviendo. En condiciones especiales y peculiares, como las que estamos viviendo, las mujeres deben permanecer más tiempo en el interior del hogar, y las situaciones son complejas, generando condiciones para que ocurra la violencia contra las mujeres. En otras situaciones [estas violencias] también ocurren, por eso hablo que es una problemática estructural y hay que atenderla de manera integral. 

También existe un enorme porcentaje de violencia sexual que sufren las niñas y las adolescentes, la cual es perpetrada también por un integrante de la familia. En circunstancias de confinamiento, de encierro, estas situaciones de violencia pueden verse agravadas, ante el coronavirus. Hay que demandar mayor atención a esta problemática.


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Artículo de Mónica Novillo: Ser niño y niña en tiempo de COVID-19 

Carta abierta: El coronavirus es un recordatorio de las desigualdades en nuestra sociedad 


[caption id= Guadalupe Ramos Ponce, en el centro de la foto, durante marcha feminista. Según ella, el cierre masivo de colegios afecta principalmente a las mujeres que tienen la responsabilidad del cuidado de las niñas y niños. “Foto: Eva Da Porta[/caption] “La preocupación por la pandemia del COVID-19 y los desafíos en el tema de salud vienen acompañados de otros tipos de desafíos que impactan de manera directa la vida de las mujeres”, afirma Guadalupe Ramos Ponce, abogada, feminista y coordinadora del Comité de América Latina y el Caribe para la Defensa de los Derechos de las Mujeres (CLADEM) en Jalisco (México). Según la entrevistada, la violencia y el desempleo son algunas de las consecuencias de la crisis para las mujeres.  En este diálogo, también se trató sobre la importancia de garantizar el derecho a la educación, sin el cual los impactos negativos para las niñas, jóvenes y mujeres podrán ser más fuertes. “La salida temporal del sistema educativo para las niñas y jóvenes puede implicar al abandono definitivo [de los estudios], y eventualmente derivar en el aumento del matrimonio infantil forzado y el incremento del embarazo en niñas y jóvenes, afectando profundamente la continuidad de su proyecto de vida”. Lee la entrevista completa:

¿Cuáles son los impactos de la actual pandemia para las niñas y mujeres, especialmente en lo que toca a sus derechos humanos, como educación, salud, trabajo, protección social y otros?

Guadalupe Ramos - Esta crisis pandémica muestra las desigualdades y violencias estructurales, en especial sobre las mujeres y las poblaciones en situación de riesgo y vulnerabilidad en América Latina y el Caribe. Es preocupante que en varios países se hayan decretado estados de emergencia o excepción democrática, otorgando poderes especiales a los gobiernos, que pueden así vulnerar los derechos humanos y pueden tener un poder especial sobre la población en general y las mujeres en particular, especialmente en los siguientes derechos que señala la Red de Salud de las Mujeres Latinoamericanas y del Caribe.
“La salida temporal del sistema educativo para las niñas y jóvenes puede implicar al abandono definitivo [de los estudios], y eventualmente derivar en el aumento del matrimonio infantil forzado y el incremento del embarazo en niñas y jóvenes, afectando profundamente la continuidad de su proyecto de vida”
Primero, en cuanto a la salud sexual y reproductiva, debe haber especial atención, con la prevención de la mortalidad materna, el acceso universal a métodos anticonceptivos modernos, servicios de aborto legal y seguro, tratamiento de enfermedades de transmisión sexual, incluídos los antiretrovirales, ya de por sí son desatendidos en los sistemas de salud de la región, antes de la aparición de la pandemia.  En relación con el derecho a la educación, la red advierte que la salida temporal del sistema educativo para las niñas y jóvenes puede implicar al abandono definitivo [de los estudios], y eventualmente derivar en el aumento de matrimonio infantil forzado y el incremento del embarazo en niñas y jóvenes, afectando profundamente la continuidad de su proyecto de vida. Adicionalmente, en diversos contextos, los espacios educativos resultan ser el único lugar seguro para las niñas y niños.  La Red señala también que la crisis de salud representa para las mujeres una sobre-exigencia invisible, que implica mantenerse informada, proveer el cuidado, cumplir con sus deberes laborales, ayudar con las tareas educativas de sus hijas e hijos, la obligada autocontención, la imposibilidad de parar o tener un espacio para el descanso, entre otras cargas históricamente asociadas a los roles preestablecidos entre mujeres y hombres.  Lo anterior se ve agravado por la situación de aislamiento, ya que las mujeres en general tienden a la interacción social y los vínculos con las otras personas. En este sentido, el incremento de las violencias contra las niñas y las mujeres se magnifican con las medidas de aislamiento que ponen en riesgo la vida y la salud de las mujeres y las niñas, reafirmando que los espacios íntimos pueden llegar a ser los más inseguros. Las situaciones de violencia estructurales se agudizan en el aislamiento, incrementando la violencia física, sexual, psicológica, y por lo tanto, el feminicidio.

¿Cómo los movimientos feministas se están organizando para contribuir con la superación de esta crisis, desde una perspectiva de igualdad de género?

Guadalupe Ramos - Las redes feministas en América Latina y el Caribe, como CLADEM y otras más, se han posicionado en torno al tema de la pandemia COVID-19 y la manera como esta crisis en salud está afectando especialmente a las mujeres. Ha sido de vital importancia poner en la discusión dos temas fundamentales. El primero es la violencia contra las mujeres y cómo afectan estas medidas y el aislamiento social en el incremento de estas violencias y los feminicidios.  Como bien lo señala la secretaría de gobernación en México, durante la implementación de la cuarentena, se ha incrementado en 30% el número de llamadas de auxilio por violencia doméstica, por lo que se deben establecer protocolos y actuación inmediata para salvaguardar la vida de niñas y mujeres durante el aislamiento social que las obliga a permanecer bajo el mismo techo de sus agresores.
La preocupación por la pandemia COVID-19 y los desafíos en el tema de salud vienen acompañados de otros tipos de desafíos que impactan de manera directa la vida de las mujeres
El segundo tema es respecto a las medidas económicas que se han tomado y no se han realizado con perspectiva de género. Por tanto, no han atendido las desigualdades estructurales que se viven en América Latina y el Caribe. Como bien lo señala ONU Mujeres, la reducción de la actividad económica afecta en primera instancia a las trabajadoras informales, que pierden su sustento de vida de forma casi inmediata, sin ninguna red [de apoyo] o posibilidad de sustituir el ingreso diario en general. En América Latina y el Caribe, son 126 millones de mujeres que dependen de su trabajo informal. La recesión económica como consecuencia de la crisis del coronavirus hará más difícil que estas mujeres consigan un empleo, y los gobiernos no han tomado las medidas necesarias para atender los efectos económicos de la pandemia con perspectiva de género. La preocupación por la pandemia COVID-19 y los desafíos en el tema de salud vienen acompañados de otros tipos de desafíos que impactan de manera directa la vida de las mujeres.  En estos días de reclusión en casa, las compañeras de CLADEM han hecho una reflexión profunda del significado que está tomando la pandemia en cada uno de nuestros países, y la manera con la que cada gobierno ha afrontado la misma. Una de las conclusiones que se abordaron es que las soluciones no tienen perspectiva de género y no se encuentra diferenciado el impacto que tiene una pandemia de esta naturaleza en la vida y el cuerpo de las mujeres. La compañera Liyana Pavón, de República Dominicana, realizó los siguientes análisis sobre los desafíos de género que se están exacerbando con el COVID-19. Primero, el cierre masivo de colegios afecta principalmente a las mujeres que tienen la responsabilidad del cuidado de las niñas y niños.  En segundo lugar, los servicios fuertemente feminizados como las niñeras, empleadas domésticas, peluqueras, entre otras, son las más afectadas, ya que no pueden hacer su trabajo a distancia. En tercer lugar, el área de salud está conformada en su mayoría por mujeres, el 70% a nivel global, quienes están en la primera línea de lucha contra el COVID-19. En cuarto lugar, la mayor parte de las labores del cuidado remunerado y no remunerado de personas adultas mayores es realizada por mujeres, por lo que están en mayor riesgo de enfermarse y de tener sus propios trabajos no remunerados.  En quinto lugar, encontramos también que las mujeres presentan mayor informalidad laboral que los hombres, y en estas condiciones carecen de protección social, lo que las lleva a situarse en el riesgo y la vulnerabilidad. En sexto lugar, las mujeres víctimas de violencia doméstica están aisladas y encerradas con sus perpetradores, lo que aumenta los riesgos de agresiones y feminicidio. En otros ámbitos, también encontramos que otras redes se han pronunciado, como la Red Feminista G10 X Jalisco, también reflexiona sobre esta situación y hace un llamado al gobierno del Estado, al empresariado, a quienes ejercen posiciones de liderazgo y a quienes tienen posibilidad de brindar apoyo, para que sean solidarios con quienes por cuestiones de desigualdad estructural y vivir en condiciones precarizadas no pueden estar en  cuarentena al no contar con reservas o ahorros que les permitan dejar de trabajar porque viven con el dinero del día. Especialmente con las mujeres, quienes realizan una jornada triple de trabajo en términos de cuidados no remunerados en comparación con los hombres.  Señala también que el nivel de ocupación informal de las mujeres es superior al de los hombres, en todo el México representando un 50%. Particularmente en Jalisco, un 52% de las mujeres que producen lo hacen en el sector informal, por lo que no cuentan con ingresos fijos y no tienen acceso a prestaciones laborales de seguridad social ni a servicios médicos para ellas y sus familias. La red destaca también que, en tiempos de crisis y recesión económica derivadas de estereotipos de género, son precisamente las mujeres quienes sufren el mayor número de despidos, sin considerar que esos trabajos son precisamente la única forma de ingresos en hogares monoparentales.  

¿Qué medidas se demandan de los Estados y la comunidad internacional para proteger y asegurar los derechos de las niñas y mujeres en el actual contexto, en el ámbito educativo y más allá?

Guadalupe Ramos - En el contexto actual, es necesario que en cualquier medida que se tome por parte de los Estados se asegure y garantice la protección de los derechos humanos en general de la población, y particularmente de las niñas y mujeres para que accedan a una vida libre de violencias y se garantice el derecho a la salud, no como un derecho enunciativo, sino de manera integral. Esto incluye la salud sexual y la salud reproductiva y garantizar especialmente el derecho a la educación para niñas, niños y jóvenes que se ven afectadas/os al no existir plataformas educativas que atiendan a las desigualdades estructurales de la región. Es decir, la respuesta de los Estados al confinamiento de las niñas, niños y jóvenes en edad escolar ha sido la promoción de la educación por tecnologías, que en muchas ocasiones están fuera del alcance de la mayoría de la población.
Los Estados deben hacer su máximo esfuerzo para velar por el acceso universal y sin discriminación a la educación de los niños, niñas, adolescentes y adultas/os
UNICEF y UNESCO señalan que el impacto de esta emergencia sanitaria puede ser aún más grave si la educación se detiene. Señalan que los Estados deben hacer su máximo esfuerzo para velar por el acceso universal y sin discriminación a la educación de los niños, niñas, adolescentes y adultas/os que estudian, tal como lo establecen los instrumentos internacionales de derechos humanos.  Es fundamental atender a las recomendaciones de UNICEF y UNESCO, que señalan: Primero, es necesario que docentes tengan contacto regular con las y los estudiantes y sus familias de manera remota, con el fin de favorecer la cohesión social, prevenir la violencia intrafamiliar y asegurar la continuidad del aprendizaje.  Segundo, instan a los tomadores y tomadoras de decisiones de las distintas funciones del Estado a incrementar la conectividad y el acceso a la comunicación de docentes para que puedan continuar con su labor. Tercero, instan a emplear medidas que incentiven a los medios de comunicación públicos comunitarios y locales a difundir contenido educativo de calidad, bajo los principios de la educación en emergencias.
“Es importante que en la emergencia actual nos involucremos todas las personas en los procesos educativos – las familias, maestras, maestros, empresas y la sociedad en su conjunto – para sumar de forma activa a los esfuerzos y para que la educación en esta emergencia no se suspenda, sino que por el contrario, se consolide desde una acción comunitaria”
Cuarto, las y los docentes constituyen un apoyo fundamental para las familias en momentos de emergencia. A través de tales profesionales, no solo se garantiza el derecho a la educación de las niñas, niños y jóvenes, sino que las familias pueden recibir consejos concretos y sencillos sobre actividades que ayudan a bajar los niveles de estrés, angustia y violencia. Por ello, es crucial mantener su estabilidad laboral y brindarles las herramientas necesarias para llevar a cabo su trabajo. Quinto, UNICEF y UNESCO apoyan a los Ministerios de Educación para adaptar la educación al contexto actual a través de plataformas virtuales, contenido educativo para televisión, radio, redes sociales, y a su vez con el acompañamiento pedagógico y psicosocial a través de llamadas telefónicas semanales a las familias.  Es importante que en la emergencia actual nos involucremos todas las personas en los procesos educativos – las familias, maestras, maestros, empresas y la sociedad en su conjunto – para sumar de forma activa a los esfuerzos y para que la educación en esta emergencia no se suspenda, sino que por el contrario, se consolide desde una acción comunitaria.

¿El contexto de pandemia agrava los riesgos de que mujeres y niñas sufran discriminación y violencia?¿Por qué eso ocurre y cómo enfrentar la situación?

Guadalupe Ramos - Sin duda, uno de los mayores desafíos a que nos hemos enfrentado con la pandemia es el incremento de los actos de discriminación, primero para con las personas que padecen el COVID-19. Por increíble que parezca, el propio personal médico, particularmente el personal de enfermería, en su mayoría mujeres, ha padecido actos de discriminación y violencia, al considerarlas posibles focos de infección.  La ignorancia camina de la mano con la discriminación y, sin duda, debe sancionarse. Pero, también se advierte sobre la discriminación en las medidas tomadas por los gobiernos respecto al llamado aislamiento social, a través de un discurso que hace responsable a la gente por enfermarse y morir, por no tomar las medidas de aislamiento y quedarse en casa. Es como si se contagiaran porque quieren, cuando en realidad es gente que vive con ingresos diários y no se han implementado medidas de precaución y atención económica para su sobrevivencia. 
“El coronavirus puede ser desastroso para las víctimas de violencia doméstica. Para muchas personas, el mundo externo puede ser mucho más seguro que su propia casa”
América Latina y el Caribe tienen desigualdades estructurales que implican que muchas personas tengan que salir de casa porque viven prácticamente al día con trabajos informales, y no pueden por tanto acatar la medida de la sana distancia o de “yo me quedo en casa”. Esas medidas, aunque buenas, terminan siendo un privilegio de clase. ¿Los gobiernos tienen plan de contingencia para estas personas? ¿Se saben cuántas jefas de familia tendrán que dejar a sus hijas e hijos solas/os en casa mientras salen forzosamente a trabajar? ¿Cuál es el plan de contingencia para  América Latina y el Caribe tienen desigualdades estructurales que implican que muchas personas tengan que salir de casa porque viven prácticamente al día con trabajos informales, y no pueden por tanto acatar la medida de la sana distancia o de “yo me quedo en casa”. Esas medidas, aunque buenas, terminan siendo un privilegio de clase. ¿Los gobiernos tienen plan de contingencia para estas personas? ¿Se saben cuántas jefas de familia tendrán que dejar a sus hijas e hijos solas/os en casa mientras salen forzosamente a trabajar? ¿Cuál es el plan de contingencia para atender las violencias de género que se suscitaron en casa, con el encierro de la cuarentena?  El coronavirus puede ser desastroso para las víctimas de violencia doméstica. Para muchas personas, el mundo externo puede ser mucho más seguro que su propia casa. Cuando una pareja violenta no puede salir y se encuentra en frustración, las probabilidades de que se ejerza violencia aumentan, por lo que es importante que los Estados establezcan protocolos, albergues y medidas de actuación inmediata para atender los casos de discriminación y violencia contra toda la población, especialmente contra las niñas y mujeres.  También, por supuesto, se deben atender las poblaciones en situación de vulnerabilidad, especialmente la población migrante, personas en situación de calle, trabajadoras sexuales, mujeres trans y todo el abanico de personas que habitan permanentemente las calles. Se hace necesaria la implementación de políticas públicas de impacto diferenciado, y con un control ciudadano a través de medios digitales para prevenir y alertar sobre eventuales vulneraciones a los derechos humanos.      ">
En entrevista a la CLADE, Guadalupe Ramos Ponce, abogada y feminista, analiza el impacto del aislamiento social en el actual momento de pandemia del COVID-19 sobre las niñas, jóvenes y mujeres, y aborda la importancia de la educación en este contexto

“En diversos contextos, los espacios educativos son el único lugar seguro para las niñas y niños”

15 de abril de 2020
Guadalupe Ramos Ponce, en el centro de la foto, durante marcha feminista. Según ella, el cierre masivo de colegios afecta principalmente a las mujeres que tienen la responsabilidad del cuidado de las niñas y niños. “Foto: Eva Da Porta

“La preocupación por la pandemia del COVID-19 y los desafíos en el tema de salud vienen acompañados de otros tipos de desafíos que impactan de manera directa la vida de las mujeres”, afirma Guadalupe Ramos Ponce, abogada, feminista y coordinadora del Comité de América Latina y el Caribe para la Defensa de los Derechos de las Mujeres (CLADEM) en Jalisco (México). Según la entrevistada, la violencia y el desempleo son algunas de las consecuencias de la crisis para las mujeres. 

En este diálogo, también se trató sobre la importancia de garantizar el derecho a la educación, sin el cual los impactos negativos para las niñas, jóvenes y mujeres podrán ser más fuertes. “La salida temporal del sistema educativo para las niñas y jóvenes puede implicar al abandono definitivo [de los estudios], y eventualmente derivar en el aumento del matrimonio infantil forzado y el incremento del embarazo en niñas y jóvenes, afectando profundamente la continuidad de su proyecto de vida”.

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<span style=En el marco del Día Internacional de la Visibilidad Trans, celebrado el 31 de marzo, dialogamos con 2 latinoamericanas defensoras de los derechos de las personas trans que actúan en el campo educativo. Lee más a continuación: [caption id="attachment_14374" align="alignleft" width="300"] Foto: Arquivo Facebook[/caption]

“Tenemos que pensar en una institución educativa que no sea heterosexual”

Susy Shock, artista y activista por los derechos de las personas trans de Argentina, analiza la heteronormatividad como barrera para la construcción de un mundo y una educación más inclusivos. “Seguimos en una comunidad expulsada, sobretodo la mujer travesti que está parada en la calle, que no tiene acceso a la salud, a la educación, que no tiene acceso a un trabajo. Somos el último orejón del tarro en este contexto del continente”, afirma. >> Lee el texto completo
[caption id="attachment_14431" align="alignleft" width="300"] Foto: Arquivo[/caption]

"Hay que visibilizar a las personas trans en la generación de proyectos y políticas educativas"

Alejandra Collette Spinetti Nuñez, profesora de secundaria y directora nacional del Colectivo Trans del Uruguay, nos habla sobre los desafíos de las personas trans en los sistemas educativos. “Ser una mujer trans docente significa luchar contra una cantidad de prejuicios e imaginarios populares contra los cuales una tiene que pelear, buscando desarmar, romper”, subraya la docente. >> Lee el texto completo">
En el marco del Día Internacional de la Visibilidad Trans, dialogamos con 2 latinoamericanas defensoras de los derechos de las personas trans que actúan en el campo educativo

¿Cómo es ser una persona trans en el sistema educativo?

8 de abril de 2020

En el marco del Día Internacional de la Visibilidad Trans, celebrado el 31 de marzo, dialogamos con 2 latinoamericanas defensoras de los derechos de las personas trans que actúan en el campo educativo. Lee más a continuación:
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Foto: Archivo personal Colette

“Hay que visibilizar a las personas trans en la generación de proyectos y políticas educativas”

1 de abril de 2020

Somos muy pocas las personas trans que accedemos realmente a los trabajos formales y con gran dificultad. En mi país, el acceso al trabajo y la permanencia en la educación siguen siendo un problema”, afirma Alejandra Collette Spinetti Nuñez, profesora de Literatura de Educación Secundaria Pública en Uruguay y directora nacional del Colectivo Trans del Uruguay (CTU).

Foto y declaración de Alejandra Collette para campaña educativa en Uruguay. Foto: Archivo

En entrevista a la CLADE, la activista y profesora abordó los retos y barreras que enfrentan las personas trans para acceder al derecho humano a la educación, en el marco del Día Internacional de la Visibilidad Trans, celebrado ayer (31 de marzo). 

Según Alejandra, más allá de la inclusión, son desafíos la permanencia y la conclusión del ciclo educativo. “Hay una realidad que lleva a que las personas trans vivan en situación de pobreza, y no puedan acceder a sus casas, ni pagar por los servicios básicos. Lleva también a que tengan una expectativa de vida de 35 a 40 años, en Latinoamérica”, afirmó.   

Lee la entrevista completa: 

¿Cómo es ser una mujer trans en el sistema educativo, ya sea estudiante o una profesional de la educación? 

Alejandra Collette Spinetti Nuñez – Ser una mujer trans que trabaja en la docencia, y a su vez en la defensa de los derechos en la educación, no es fácil. En nuestros países latinoamericanos, en una sociedad machista y patriarcal, en una educación pensada y organizada, estructurada desde un enfoque cisgénero y heterosexual, desde una mirada binária, ser una mujer trans docente significa luchar contra una cantidad de prejuicios e imaginarios populares contra los cuales una tiene que pelear, buscando desarmar, romper. Por lo tanto, no es fácil. 

“Ser una mujer trans docente significa luchar contra una cantidad de prejuicios e imaginarios populares contra los cuales una tiene que pelear, buscando desarmar, romper”

Se sufre mucho, se pasa mucho. Una tiene que probar doblemente no solo que es buena profesional, sino que además es buena persona, moralmente y éticamente intachable, todo el tiempo y con una constante demostración de ello. Es una lucha que te lleva la vida.


¿Cuáles son las principales problemáticas que las personas trans enfrentan en América Latina y el Caribe, y especialmente en tu país?

Alejandra Collette Spinetti Nuñez – Primero, es la visión de lo esperado de las famílias, en la educación y en el trabajo, es decir el binarismo. Si te asignan el género masculino, [esperan que] te construyas en este género. Si te asignan el género femenino, [esperan] que te construyas en el femenino. 

Por lo tanto, cuando las personas trans construímos nuestra identidad, nuestro cuerpo, nuestra expresión de género, el no esperado, enfrentamos la discriminación, la violencia, el acoso. Eso lleva al bullying en la educación, al no ingreso al mercado laboral, a no estar contempladas dentro del sistema de salud para una salud integral trans. Por lo tanto, deja como único destino a las mujeres trans el trabajo sexual, y a los varones trans, el desempleo o el trabajo zafral.

“Más allá de la inclusión – podemos incluir, yo voy y me inscribo en una universidad y estoy incluída – el problema es la permanencia y el terminar el ciclo educativo”

Somos muy pocas las personas trans que accedemos realmente a los trabajos formales y con gran dificultad. En mi país, el acceso al trabajo y la permanencia en la educación siguen siendo un problema. 

Yo siempre hablo que más allá de la inclusión – podemos incluir, yo voy y me inscribo en una universidad y estoy incluída – el problema es la permanencia y el terminar el ciclo educativo. Por lo tanto, hay una realidad que lleva a que las personas trans vivan en situación de pobreza, no puedan acceder a sus casas, ni pagar por los servicios básicos. Lleva también a que tengan una expectativa de vida de 35 a 40 años, en Latinoamérica.


Alejandra Collette (izquierda) con otros integrantes del Colectivo Trans de Uruguay. Foto: Archivo

¿Cuál es la importancia del universo trans para la educación? Y ¿cuál es la importancia de la educación para las personas trans?

Alejandra Collette Spinetti Nuñez – La importancia del universo trangénero para la educación es el cambio cultural. Que tanto docentes como alumnes puedan tener una persona transgénero en su centro educativo, en su grupo de clase, lleva a esa lucha que impulsamos hoy en día, que es el cambio cultural. El cambio cultural ante todo, porque esto es lo que nos va a llevar a la inclusión y permanencia. 

Para las personas trans, la educación es lo más importante porque permite lograr el cambio social, el cambio cultural y el acceso a lugares de trabajo, a los que sin educación no se puede acceder.  


¿Qué políticas públicas se necesitan hacia la educación para la igualdad de género y la diversidad sexual?

Alejandra Collette Spinetti Nuñez – Las políticas públicas tienen relación con acompañar el universo transgénero en la educación, con la contención vincular, el acompañamiento vincular, con intervenir en situaciones de bullying y discriminación, con dar herramientas a las personas trans y personas de la diversidad sexual para la permanencia, para la culminación de sus estudios. También tienen que ver con darles herramientas al cuerpo docente y al cuerpo directivo para no discriminar, para no ejercer bullying, para incluir y sostener a estas personas.


¿De qué manera los diferentes espacios educativos (escuelas, centros educativos, universidades, órganos de gobierno, etc.) están tratando esta cuestión, y cómo en su punto de vista deberían abordarla?

Alejandra Collette Spinetti Nuñez –  Hoy en día, en Latinoamérica y el Caribe la educación no está tratando la cuestión de la diversidad sexual, de género, de expresión del género. 

Muchas veces, desde los docentes, pero por una cuestión de compromiso social, se hace, pero la educación como tal, como sistema, no está abordando esta cuestión y debería abordarla desde un enfoque no cisgénero, no binario, desde una mirada transversal e interseccional. 

Para eso, se necesitan otras personas actuando en la educación. En general, la educación de nuestros países latinoamericanos está dirigida por hombres o mujeres cisgénero, heterosexuales, que no conocen el tema de la diversidad sexual más que por los medios de comunicación. No les interesa sensibilizar y trabajar sobre el tema.

“La forma es visibilizar a las personas trans e incluirlas en la generación de proyectos educativos y políticas educativas, así como en el monitoreo de esas políticas”

A los sistemas educativos de algunos países les interesa “educar a los más pobres”, en el caso de los gobiernos más progresistas. A otros ni siquiera les interesa eso, y menos les va a interesar la diversidad sexual y la identidad y expresión de género. Creo que para eso necesitan incluir en sus directivos asesores, consultores que sean personas de la diversidad de género. 

No diría de la diversidad sexual, porque este es un tema “más aceptado”. Se dice, por ejemplo: “es gay, pero por más que sea gay, es masculino”. Y así es mucho más aceptado. La mujer lesbiana, si es femenina, no hay problema. El problema surge con las personas trans. 

Yo creo que la forma [de cambiar este escenario] es visibilizar a las personas trans e incluirlas en la generación de proyectos educativos y políticas educativas, así como en el monitoreo de esas políticas.


Foto: Archivo Susy Shock - Facebook

Susy Shock: “Tenemos que pensar en una institución educativa que no sea heterosexual”

31 de marzo de 2020

“Y en eso andamos ahora que largamos la sentencia pensándolo todo, dando la vuelta a todo, quizás hasta nos desentendiendo de todo. No queremos ser más esta humanidad”, dice la artista y activista Susy Shock al inicio de la declamación de su poema, en el Facebook, a propósito del Día Internacional de la Visibilidad Trans, celebrado hoy (31 de marzo). (más…)


Joven peruana vestida con una camisa rosa de manga larga y un sombrero, sosteniendo un maíz pequeño. En la parte posterior de la imagen, hay montañas y un cielo azul.
Foto: PxHere

8 de marzo: El futuro de las niñas es siempre hoy. Mañana será tarde

8 de marzo de 2020

“El futuro de las niñas y niños es siempre hoy. Mañana será tarde”, decía la poeta chilena Gabriela Mistral. Además de haber sido reconocida como una de las más importantes escritoras de América Latina, conquistando el premio Nobel de Literatura en el 1945, Gabriela Mistral se convirtió en una de las más importantes pensadoras respecto al rol de la educación pública.

Su defensa de la educación pública de calidad refleja la lucha de centenas de millares de mujeres de toda la región de América Latina y el Caribe, para que la educación se reconozca y garantice como un derecho de todas las personas.

Este 8 de marzo, la CLADE celebra la importancia de las mujeres para la garantía del derecho a la educación y recuerda la obligación de los Estados en avanzar hacia la igualdad de género, así como en respetar, proteger y promover todos los derechos de las niñas y mujeres.

Como Campaña Latinoamericana por el Derecho a la Educación (CLADE), hemos acompañado los desafíos y avances para la garantía de la igualdad de género y el respeto a la diversidad en la educación de nuestra región. Se verifica que las niñas y mujeres todavía son discriminadas durante la educación en términos de acceso, permanencia, conclusión, atención, resultados de aprendizaje, e incluso definición de carrera, lo que resulta en desventajas que van más allá de la escolaridad y del ambiente escolar. 

> Lee más en este artículo que publicamos en el periódico Le Monde Diplomatique Brasil


Desafíos para la igualdad de género en la educación

Aunque los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) reconozcan que “la igualdad de género está inextricablemente relacionada al derecho a la educación” y establezcan el compromiso de los Estados miembros de la ONU en garantizar una educación inclusiva y de calidad para todas y todos, eliminando todas las formas de discriminación contra las mujeres y niñas hasta el 2030, observamos con preocupación el avance de movimientos conservadores anti género en los diferentes países de la región, lo que ha intensificado la disparidad entre niñas y niños en la educación. 

“Identificamos como uno de los mayores desafíos y preocupaciones el avance de tendencias conservadoras y fundamentalistas religiosas, invocando la existencia de una supuesta ‘ideología de género’ y llevando adelante movilizaciones y estrategias contra la igualdad de género, la diversidad sexual, el derecho a la identidad de género, rechazando la educación con enfoque de género, la educación laica y la educación sexual integral, lesionando derechos consagrados y llevando adelante campañas de incidencia que promueven regresiones en este campo, incluso en el ámbito judicial, pudiéndose citar varios ejemplos en diversos países de nuestra región”, afirmó la Campaña, en el 2018, al lado de redes hermanas que luchan por la igualdad de género y el derecho a la educación, en este posicionamiento público.


¿Cómo promocionar la igualdad de género en los centros educativos?

Para sensibilizar y promover conciencia y reflexión sobre la importancia de reconocer el derecho a la identidad de género y orientación sexual en la educación, la CLADE presenta dos publicaciones.

Cartilla Violencia de Género en las Escuelas – Caminos para su Prevención y Superación

Con el objetivo de sensibilizar y reflexionar sobre el fenómeno de la violencia de género en el contexto educativo, particularmente en el ámbito de la educación secundaria, la publicación presenta un debate sobre el tema con las comunidades educativas de América Latina y el Caribe desde algunas premisas fundamentales como el rol de la educación para promover patrones socioculturales no discriminatorios en cuanto a normas, roles y relaciones de género. Lee más.

 

Diversidad sexual e identidad de género en la educación – Aportes para el debate en América Latina y el Caribe

La publicación presenta una primera aproximación a las respuestas que desde la educación se vienen dando en relación a la orientación sexual y la identidad de género. Por un lado, trata de identificar los desarrollos conceptuales y jurídicos más relevantes en el campo del derecho internacional de los derechos humanos, así como también algunos debates de trascendencia para el campo de la educación. De igual modo, la existencia de políticas y prácticas educativas que promuevan el enfoque de derechos y de diversidad sexual, así como aquellas que lo obstaculizan, con especial énfasis en el abordaje de las situaciones de discriminación y acoso escolar por motivos de orientación sexual e identidad de género. Lee más.


Día Internacional de la Mujer 2020: “Soy de la Generación Igualdad: Por los derechos de las mujeres”

Las celebraciones del Día Internacional de la Mujer en el 2020 abrazan el tema “Soy de la Generación Igualdad: Por los derechos de las mujeres”, y recuerdan el 25º aniversario de la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing, la cual fue adoptada en el año 1995 en la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer, y es reconocida como la hoja de ruta más progresista para el empoderamiento de las mujeres y niñas en todo el mundo.

Según la ONU, “2020 es un año decisivo para la promoción de la igualdad de género en todo el mundo, a medida que la comunidad mundial hace balance de los progresos obtenidos en la esfera de los derechos de las mujeres desde la aprobación de la Plataforma de Acción de Beijing”. Este año también marca varios otros momentos notables en el movimiento en favor de la igualdad de género: diez años en ruta hacia el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible; el 20º aniversario de la resolución 1325 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas sobre las Mujeres, la Paz y la Seguridad; y el 10º aniversario de la creación de ONU Mujeres.


Foto: ONU Mujeres

Pequeñas acciones con gran impacto

 

Desde casos como la huelga sexual de mujeres en Liberia, que allanó el camino hacia la paz, y el “Día Libre de las Mujeres” en Islandia, que fue organizado para reclamar la igualdad económica, hasta la repercusión mundial de movimientos como #MeToo y #NiUnaMenos, la historia nos ha enseñado que el cambio hacia la igualdad de género es posible a través del activismo colectivo. 

Haciendo un balance de los avances a nivel mundial en materia de derechos de las mujeres, la ONU invita a unirse a la “Generación Igualdad”, y a promover la igualdad de género mediante simples acciones diarias. 

>> Lee más y entérate de cómo participar


Foto: Archivo de Guadalupe Ramos

Entrevista sobre la educación libertaria, el derecho a decidir y el combate a la violencia

 

En este diálogo proposito del Día Internacional de la Mujer en el año 2019, Guadalupe Ramos Ponce, abogada, feminista y coordinadora de CLADEM en Jalisco, abordó temas como: educación, equidad e igualdad de género, violencia de género y el avance conservador que ha resultado en retrocesos para los derechos de las mujeres y para la libertad de decidir sobre sus cuerpos.

>> Lee más


Ofensiva antigénero en América Latina

Para profundizar el debate sobre género e igualdad en la región, vale conocer una colección publicada por el Observatorio de Sexualidad y Política (SPW) con el apoyo de Akahatá, que comprende nueve estudios de caso nacionales sobre las ofensivas antigénero en Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, México, Paraguay y Uruguay. 

La iniciativa también analiza la presencia y efecto de esas formaciones en los debates de la Organización de los Estados Americanos (OEA) y rescata la genealogía de largo plazo del conservadurismo religioso que, desde la década de 1990, le da fuerza a las campañas antigénero en el mundo.

>> Lee más

 


Foto: Marcos Santos/USP Imagens

10 científicas latinoamericanas que han aportado para la transformación del mundo

11 de febrero de 2020

Hoy, 11 de febrero, se celebra el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia. Aprobado por la Asamblea General de las Naciones Unidas con el fin de promover el acceso y la participación plena y equitativa en la ciencia para las mujeres y las niñas, y además con un llamado a alcanzar su empoderamiento y la igualdad de género, este día es un recordatorio de que las mujeres y niñas desempeñan un papel fundamental en las comunidades de ciencia y tecnología. Así, su participación en el campo debe ampliarse y fortalecerse. (más…)


El aniversario de 30 años de la Convención sobre los Derechos del Niño, manifestaciones para defender la educación pública y gratuita, riesgos de retroceso para los derechos humanos, diálogos sobre el derecho a la educación en los diferentes países, entre otros hechos y luchas, caracterizaron el año de 2019.

Fue un año más, en que la CLADE y sus miembros dedicaron acciones, esfuerzos y proyectos para defender el derecho humano a una educación transformadora, pública, laica y gratuita para todos y todas, a lo largo de la vida y como responsabilidad del Estado.

<strong><a href=En esta retrospectiva, retomamos las principales actividades y reflexiones de la CLADE y sus miembros durante este año. ¡Buena lectura!">
El aniversario de 30 años de la Convención sobre los Derechos del Niño, manifestaciones para defender la educación pública y gratuita, riesgos de retroceso para los derechos humanos, diálogos sobre el derecho a la educación en los diferentes países, entre otros hechos y luchas, caracterizaron el año de 2019.

La lucha por el derecho a la educación en América Latina y el Caribe en el 2019

21 de diciembre de 2019

El aniversario de 30 años de la Convención sobre los Derechos del Niño, manifestaciones para defender la educación pública y gratuita, riesgos de retroceso para los derechos humanos, diálogos sobre el derecho a la educación en los diferentes países, entre otros hechos y luchas, caracterizaron el año de 2019.

Fue un año más, en que la CLADE y sus miembros dedicaron acciones, esfuerzos y proyectos para defender el derecho humano a una educación transformadora, pública, laica y gratuita para todos y todas, a lo largo de la vida y como responsabilidad del Estado.

En esta retrospectiva, retomamos las principales actividades y reflexiones de la CLADE y sus miembros durante este año. ¡Buena lectura!


Bolivia: ¿Cómo abordar la igualdad de género en la primera infancia?

17 de diciembre de 2019

Los días 8 y 9 de agosto de 2019, la Campaña Boliviana por el Derecho a la Educación (CBDE) realizó el Foro Internacional “Compartiendo experiencias y buenas prácticas en la educación de primera infancia”, en el marco del proyecto “Cambiando el patriarcado, una historia a la vez”. Expertas y expertos de la región discutieron las diferentes formas en que Latinoamérica está trabajando el enfoque de género con las niñas y niños pequeñas/os.

La CBDE ha publicado en su canal de YouTube las grabaciones de las ponencias del evento, para que todas las personas puedan aprender con las discusiones que tuvieron lugar en este marco. Mira a continuación: (más…)


¡Luces, cámara y educación!: Festival audiovisual fue presentado en feria de derechos humanos

16 de diciembre de 2019
Equipo CLADE en la feria

Este sábado, 14 de diciembre, estuvimos en la 5a Feria de Ideas, organizada por Conectas y SESC Pompeia, en la ciudad de São Paulo, Brasil, con el tema Día Internacional de los Derechos Humanos. La CLADE participó en la exposición, presentando la experiencia de las dos ediciones del festival audiovisual “¡Luces, cámara y educación!”, realizado en alianza con UNICEF y la Asociación Internacional de Lesbianas, Gays, Bisexuales, Trans e Intersex para América Latina y el Caribe (ILGALAC). (más…)