Educación de Personas Jóvenes y Adultas en América Latina y el Caribe: desafíos para un financiamiento justo

23 de marzo de 2021

Este informe destaca algunos de los principales rasgos del financiamiento de la EPJA en América Latina y el Caribe, de cara a la preparación para la siguiente Conferencia Internacional de Educación de Personas Adultas (CONFINTEA VII) que tendrá lugar en el año 2021.


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El 2020 fue un año retador, de pérdidas, cambios y aprendizajes. La pandemia COVID-19 paralizó el mundo. Hasta enero de este año, tuvimos más de 95 mil millones de casos de COVID-19 y más de 2 mil millones de muertes. Solo en América Latina y el Caribe, se han reportado más de 11 millones de casos de coronavirus.

Este més, la Campaña Latinoamericana por el Derecho a la Educación (CLADE) presenta una serie especial alrededor de los desafíos y luchas para el derecho a la educación que 2020 trajo a 2021 y expectativas para el nuevo año.

[caption id= Foto: Carolyn Viss[/caption] Desigualdades en la Educación - Este primer capítulo enfatiza de manera general las desigualdades en la educación que fueron profundizadas con la pandemia.  A partir de reflexiones y acciones de la red de la CLADE, esta edición plantea, además, la educación inclusiva, el financiamiento educativo justo, la gratuidad de sistemas educativos públicos y la perspectiva holística, intersectorial y de derechos humanos en la educación, como caminos hacia una realidad mejor en el post-pandemia.  
  [caption id="attachment_18151" align="alignleft" width="110"] Foto: Diego E. F. Gajardo[/caption] Falta de financiamiento y crecimiento de la privatización educativa - Este segundo capítulo de nuestro especial temático sobre los desafíos y luchas para el derecho a la educación que 2020 trajo a 2021 y expectativas para el nuevo año, enfatiza de manera general, a partir de reflexiones y acciones de la red de la Campaña Latinoamericana por el Derecho a la Educación (CLADE), el financiamiento justo de la educación y el proceso de privatización educativa en nuestra región.    
[caption id="attachment_18309" align="alignleft" width="110"] Foto: Fernando Fazão/Agência Brasil[/caption] La intersección de la educación con otros derechos para procesos educativos con calidad - Es cierto que la educación es habilitante de otros derechos humanos, pero su realización depende de condiciones básicas, especialmente en un contexto de pandemia: escuelas con buena infraestructura, saneamiento adecuado y agua potable, alimentación escolar, etc. Sin embargo, la realidad de muchos países de América Latina y el Caribe muestra lo contrario. Este tercer capítulo analiza la importancia de garantizar otros derechos humanos para que tengamos una educación de calidad.
  [caption id="attachment_18334" align="alignleft" width="110"] Foto: Fernanda de Paula[/caption] Educación en el contexto de pandemia y derechos digitales - Este capítulo aborda las consecuencias de la falta de infraestructura que ha generado, entre otras cosas, una profundización de las desigualdades educativas y sociales, con el refinamiento de la estratificación entre estudiantes. Además, analiza la falta de condiciones dignas de trabajo a los y las docentes durante la pandemia.    
[caption id="attachment_18551" align="alignleft" width="129"] Foto: Dimitry B Unsplash[/caption]   Más allá de la educación - violencia de género, trabajo infantil y represión contra las comunidades educativas - Con la pandemia, las medidas de distanciamiento evidenciaron las asimetrías existentes y las profundizaron, suponiendo un retroceso educativo que tiende a profundizar las desigualdades, principalmente por las condiciones económicas y sociales de la gran mayoría de la población. Este capítulo aborda este contexto y los caminos para la superación y enfrentamientos de estos desafíos.
La educación desde la mirada de personas jóvenes y adultas - En el mundo existen 750 millones de personas analfabetas, de las cuales dos tercios son mujeres. De esta cifra, 32 millones pertenecen a América Latina y el Caribe, lo que representaba un 4% del total de la población del mundo. Estas 32 millones de personas latinoamericanas y caribeñas han sufrido una doble exclusión: estudian ahora porque en su infancia fueron excluidas de los sistemas formales. Para garantizar que estas personas finalmente accedan a la educación y logren estudiar, derecho que les fue negado cuando eran niños y niñas, la CLADE ha venido realizando un largo proceso de defensa y promoción del derecho a la educación de personas jóvenes y adultas (EPJA). Este especial presenta algunas de esas acciones.
Pandemia y postpandemia: resistencia y lucha permanente hacia la garantía de la educación - Aun con los graves desafíos educativos, movimientos sociales y organizaciones mostraron una gran fuerza para seguir adelante. Este último capítulo presenta algunas de esas luchas.">
La Campaña Latinoamericana por el Derecho a la Educación (CLADE) presenta una serie especial alrededor de los desafíos y luchas para el derecho a la educación que 2020 trajo a 2021 y expectativas para el nuevo año.

De 2020 a 2021: ¿Cuáles son los desafíos y luchas para la educación?

11 de febrero de 2021

El 2020 fue un año retador, de pérdidas, cambios y aprendizajes. La pandemia COVID-19 paralizó el mundo. Hasta enero de este año, tuvimos más de 95 mil millones de casos de COVID-19 y más de 2 mil millones de muertes. Solo en América Latina y el Caribe, se han reportado más de 11 millones de casos de coronavirus.

Este més, la Campaña Latinoamericana por el Derecho a la Educación (CLADE) presenta una serie especial alrededor de los desafíos y luchas para el derecho a la educación que 2020 trajo a 2021 y expectativas para el nuevo año.

Foto: Carolyn Viss

Desigualdades en la Educación – Este primer capítulo enfatiza de manera general las desigualdades en la educación que fueron profundizadas con la pandemia.  A partir de reflexiones y acciones de la red de la CLADE, esta edición plantea, además, la educación inclusiva, el financiamiento educativo justo, la gratuidad de sistemas educativos públicos y la perspectiva holística, intersectorial y de derechos humanos en la educación, como caminos hacia una realidad mejor en el post-pandemia.

 


 

Foto: Diego E. F. Gajardo

Falta de financiamiento y crecimiento de la privatización educativa – Este segundo capítulo de nuestro especial temático sobre los desafíos y luchas para el derecho a la educación que 2020 trajo a 2021 y expectativas para el nuevo año, enfatiza de manera general, a partir de reflexiones y acciones de la red de la Campaña Latinoamericana por el Derecho a la Educación (CLADE), el financiamiento justo de la educación y el proceso de privatización educativa en nuestra región.

 

 


Foto: Fernando Fazão/Agência Brasil

La intersección de la educación con otros derechos para procesos educativos con calidad – Es cierto que la educación es habilitante de otros derechos humanos, pero su realización depende de condiciones básicas, especialmente en un contexto de pandemia: escuelas con buena infraestructura, saneamiento adecuado y agua potable, alimentación escolar, etc. Sin embargo, la realidad de muchos países de América Latina y el Caribe muestra lo contrario. Este tercer capítulo analiza la importancia de garantizar otros derechos humanos para que tengamos una educación de calidad.


 

Foto: Fernanda de Paula

Educación en el contexto de pandemia y derechos digitales – Este capítulo aborda las consecuencias de la falta de infraestructura que ha generado, entre otras cosas, una profundización de las desigualdades educativas y sociales, con el refinamiento de la estratificación entre estudiantes.

Además, analiza la falta de condiciones dignas de trabajo a los y las docentes durante la pandemia.

 

 


Foto: Dimitry B Unsplash

 

Más allá de la educación – violencia de género, trabajo infantil y represión contra las comunidades educativas – Con la pandemia, las medidas de distanciamiento evidenciaron las asimetrías existentes y las profundizaron, suponiendo un retroceso educativo que tiende a profundizar las desigualdades, principalmente por las condiciones económicas y sociales de la gran mayoría de la población. Este capítulo aborda este contexto y los caminos para la superación y enfrentamientos de estos desafíos.


La educación desde la mirada de personas jóvenes y adultas – En el mundo existen 750 millones de personas analfabetas, de las cuales dos tercios son mujeres. De esta cifra, 32 millones pertenecen a América Latina y el Caribe, lo que representaba un 4% del total de la población del mundo. Estas 32 millones de personas latinoamericanas y caribeñas han sufrido una doble exclusión: estudian ahora porque en su infancia fueron excluidas de los sistemas formales. Para garantizar que estas personas finalmente accedan a la educación y logren estudiar, derecho que les fue negado cuando eran niños y niñas, la CLADE ha venido realizando un largo proceso de defensa y promoción del derecho a la educación de personas jóvenes y adultas (EPJA). Este especial presenta algunas de esas acciones.


Pandemia y postpandemia: resistencia y lucha permanente hacia la garantía de la educación – Aun con los graves desafíos educativos, movimientos sociales y organizaciones mostraron una gran fuerza para seguir adelante. Este último capítulo presenta algunas de esas luchas.


Sesionó en el Foro Social Mundial 2021 la Asamblea “Hacia una agenda global: el derecho humano a la educación desde los movimientos”

1 de febrero de 2021

Con la participación de un centenar de delegadas/os de organizaciones que convergen en torno a la educación como derecho humano, se realizó este sábado (30) en el marco del Foro Social Mundial (FSM) 2021 la asamblea autogestionada «Hacia una agenda global: el derecho humano a la educación desde los movimientos».

La actividad fue organizada por la Campaña Latinoamericana por el Derecho a la Educación (CLADE), el Consejo de Educación Popular de América Latina y el Caribe (CEAAL), la Agencia Pressenza, la Red Espacio sin Fronteras, la Marcha Global contra el Trabajo Infantil, la Red Global/Glocal por la Calidad Educativa, la Red de Educación Popular entre Mujeres (REPEM), la Organización Mundial para la Educación Preescolar (Omep) y Fe y Alegría.

En la apertura, abrió el diálogo Grant Kasowanjete, coordinador global de la Campaña Mundial por la Educación, quien puntualizó en la necesidad de asegurar un mayor financiamiento para la educación pública en los países del Sur global como uno de los principales desafíos para efectivizar el derecho humano a la educación.

De manera certera, señaló que “por cada dólar que llega en concepto de ayuda desde el Norte global, diez dólares son sustraídos a través de la deuda externa y otros mecanismos”, lo cual erosiona los erarios públicos y desfinancia el sistema, ya que el 90% de los presupuestos para la educación provienen de recursos propios.

Por su parte, Nelsy Lizarazo, desde la coordinación general de CLADE, enfatizó en la profundización a partir de la pandemia de la brechas de desigualdad preexistentes y un refinamiento de la estratificación y exclusión del trayecto educativo en sectores sociales con carencias de acompañamiento, conectividad o equipamiento adecuado, destacando las poblaciones rurales, migrantes, indígenas y personas con discapacidad, entre otras.

A su vez, indicó cómo ante la situación los gobiernos han entregado millonarias sumas de dinero y datos a las corporaciones, información que alimentará el negocio ya enorme de estas multinacionales de tecnología. Agregó además que la emergencia ha supuesto una mayor precarización de la condición docente con reducciones de presupuesto, disminución de salarios, una mayor carga laboral a lo que se suma la presión psicológica producida por el esfuerzo de los educadores para dar respuesta y superar las dificultades que supuso el reto tecnológico y pedagógico de educar a distancia.

A partir de estas caracterizaciones, se lanzó a modo de disparador la pregunta sobre los aprendizajes, fortalezas y desafíos identificados en este transcurso.

En una primera ronda de intervenciones se señalaron aspectos claves como la falta de infraestructura y la necesidad de desarrollo tecnológico comunitario con independencia de las grandes plataformas corporativas, el daño generado por la exclusión de millones de niños del proceso educativo o la disfuncionalidad de una planificación educativa homogénea ante la complejidad de realidades diversas.

Entre los aprendizajes se valoró la capacidad imaginativa de los educadores que lograron sobreponerse a condiciones adversas, la propensión al conocimiento de las niñas y niños más allá de la institucionalidad, la importancia del diálogo y el trabajo conjunto entre la escuela, padres y comunidad, el rol de la educación comunitaria junto a la incidencia favorable de los proyectos políticos progresistas frente al fracaso del sistema neoliberal.

La asamblea continuó su reflexión colectiva en relación a la agenda prioritaria de las regiones y lo común en dichas agendas.

En diálogo fluido y propositivo, los participantes indicaron que la lucha debe conducir ante todo, ante la violencia imperante en distintos territorios, a garantizar el derecho a la vida. Asimismo, a superar la inequidad en los niveles educativos entroncados en el sistema social, a ofrecer espacios educativos seguros, libres de agresión y abuso para niñas y niños al tiempo de fortalecer un nuevo relacionamiento social no depredador.

También se señaló la necesidad de impulsar una revolución política-pedagógica frente a las agendas neoliberales, potenciar el diálogo intergeneracional, en especial en relación a los adultos mayores y la importancia de implementar la Educación Sexual Integral como mecanismo para superar la violencia sexual que se ejerce contra niñas, adolescentes y las mujeres en general.

Por otra parte, se recalcó entre las prioridades globales la lucha para que el Derecho a la Educación no sea minimizado, la defensa y fortalecimiento del sistema público y contrarrestar la falacia de que los sistemas privados son mejores, la superación de la desigualdad y la discriminación educativa y la garantía de un adecuado financiamiento para la educación desde una perspectiva de derechos humanos.

A la hora del análisis de posibles ejes transversales para la acción común, se puso el acento en la indivisibilidad de los derechos humanos y en consecuencia, se propuso promover alianzas amplias entretejiendo luchas con las agendas de los demás derechos al tiempo de contribuir a fortalecer la organización y movilización social. Por otra parte, se remarcó la trascendencia de continuar con la generación de conocimiento conectándolo con mensajes y campañas que movilicen demandas.

Del mismo modo, se deslizó en el debate la sugerencia de un mayor intercambio sobre las modalidades utilizadas para visibilizar las buenas prácticas y lograr incidencia efectiva en relación a las reivindicaciones planteadas.

Entre las propuestas de acción conjunta se sugirió la creación de un observatorio, promover la educación liberadora en presencia del centenario de Paulo Freire, abrir los espacios para la expresión de las nuevas generaciones y la idea del Buen Vivir. Es preciso una sacudida de la acción política para repensar la educación en clave feminista y de equidad socioeconómica y articular las fuerzas para superar la enfermedad no solo física sino también de carácter mental que sufre la humanidad.

Finalmente la Asamblea aprobó un texto para ser propuesto e incluido en la declaración final del Foro Social Mundial 2021.

En el marco del presente FSM 2021, nos sumamos a la agenda de transformación en el ámbito global, articulada a los diversos campos de la lucha social y por derechos, reconociendo el rol catalizador que tiene la educación. La pandemia evidenció las desigualdades históricas dentro y fuera de los sistemas educativos, afectando a mujeres, niñas; personas con discapacidad; personas refugiadas y migrantes; comunidades indígenas; poblaciones rurales, entre otras. Evidenció asimismo la brecha digital y las respuestas de los gobiernos a ella, así como la necesidad de la construcción de una estrategia de soberanía digital.

A través de sistemas públicos de educación fortalecidos, es necesario resistir a las amenazas de las políticas de austeridad fiscal, endeudamiento de los países y al recorte del financiamiento de la educación, bien como a las múltiples tendencias de privatización. Desde la primera infancia, pasando por las juventudes y garantizando la educación de personas adultas, es imprescindible, en la post pandemia, replantear el sentido y finalidad de la educación, en un horizonte de búsqueda por los derechos de los pueblos y superación del patriarcado. Un modelo heterogéneo e intercultural, transformador e inclusivo; basado en el diálogo y seguro para las comunidades; valorando sus conocimientos y saberes locales, así como la colaboración solidaria y el compromiso con la protección de la vida.


Grabación del evento:


Día de la Educación: Campaña global quiere dar voz a las mil millones de personas afectadas por el COVID-19

25 de enero de 2021

Se lanzó hoy, con un diálogo virtual, la campaña internacional “Mil Millones de Voces por la Educación”. La iniciativa quiere escuchar y divulgar las voces de las más de mil millones de personas que tuvieron su derecho a la educación afectado por la pandemia COVID-19 y hace un llamado a las comunidades educativas de todo el mundo para exigir el derecho a la educación e impulsar acciones que demanden un financiamiento educativo adecuado y justo.

Refat Sabbah, presidente de la Campaña Mundial por la Educación, red internacional que impulsa la campaña, dio las bienvenidas e introdujo algunos de los mensajes clave de la campaña, especialmente la necesidad de que los gobiernos inviertan como mínimo el 20% de sus presupuestos públicos en educación, y aseguren una educación gratuita y de calidad para todas y todos, además de medidas contra la comercialización de la educación, que se ha profundizado con la pandemia y la enseñanza a distancia.


Video de la campaña con las demandas clave de la iniciativa


A continuación, Martina Darmanin, representante de la Unión Europea de Estudiantes (ESU), por su acrónimo en inglés), señaló algunos de los principales desafíos que experimentan las y los jóvenes de su región ante el contexto de COVID-19.

Destacó que, más allá de la falta de acceso a la educación, las juventudes hoy se enfrentan a problemáticas, como la falta de empleo, la no preparación de las instituciones educativas para los procesos de enseñanza y aprendizaje de manera virtual, los espacios limitados para que las comunidades educativas, especialmente familias, estudiantes y docentes puedan participar del debate sobre las soluciones que el contexto de pandemia requiere; y el hecho de que algunos gobiernos están usando las medidas de “lockdown” como excusa para restringir derechos y libertades. Mencionó también el peor impacto de la crisis sanitaria para jóvenes con discapacidad, mujeres, migrantes, víctimas de racismo y xenofobia, etc.

Solange Akpo, de la Campaña Africana por la Educación para Todos (ANCEFA), señaló entre los desafíos de su región la falta de conectividad a Internet, el avance de la privatización de la educación y la falta de responsabilidad y transparencia de los gobiernos respecto al gasto público en educación y su rendición de cuentas. Defendió que desde la Unión Africana se impulse la cancelación de la deuda de los países africanos menos desarrollados, para posibilitar que tengan los recursos necesarios para invertir en educación y salud, asignando como mínimo 6% del Producto Interno Bruto (PIB) y 20% del gasto público total en educación.

Helen Dabu, de la Asociación de Asia Pacífico Sur por la Educación Básica y de Personas Adultas (ASPBAE), enfatizó la presión tremenda que hay actualmente sobre los presupuestos de los países de su región, debido a la contracción de las economías y la crisis sanitaria. Informó que, con la reducción de los ingresos gubernamentales, hay fuerte competencia entre los diferentes Ministerios, y que muchos Estados se encuentran seriamente endeudados y con recursos limitados para enfrentar la COVID-19 y financiar servicios sociales esenciales.

En este escenario, añadió, hay instituciones financieras internacionales que aumentan préstamos a los países de la región sin transparencia e imponiendo como condición la reducción de gastos en educación y otros derechos. Mientras tanto, falta sensibilidad en las inversiones en educación, que no priorizan los grupos marginalizados y profundizan o mantienen las desigualdades.

A su vez, Zahi Azar, de la Campaña Árabe por la Educación para Todos (ACEA), compartió que su región vive guerras y violencias históricas, que ya existían antes de la pandemia, entre ellas las relacionadas a la ocupación de Palestina. Ya se vivía en la región, explicó, un gran colapso económico y hay escuelas establecidas en áreas de conflicto, con millones de personas refugiadas, mucha gente con hambre, desplazada internamente, sin acceso a cualquier educación. Son situaciones de emergencia que existían y se profundizaron con la pandemia, especialmente porque en dicho contexto no existe infraestructura o acceso a Internet que permita mantener la educación.

Beathe Øgård, de la Coalición Europea y Norteamericana por la Educación (ENACE), destacó que el financiamiento educativo ha sido fuertemente impactado en su región y que otros desafíos son: los efectos de la pandemia a la salud mental de docentes y estudiantes ante el aislamiento y el proceso enseñanza-aprendizaje en línea, y los impactos de la nueva coyuntura a madres y padres trabajadores, especialmente mujeres. Enfatizó también que es necesario garantizar la participación de docentes en la elaboración de soluciones y planes de reapertura para las escuelas.

Situación latinoamericana y caribeña: privatización y precariedad para docentes

Nelsy Lizarazo, coordinadora general de la Campaña Latinoamericana por el Derecho a la Educación (CLADE), destacó como un rasgo preocupante del contexto de América Latina y el Caribe la profundización de procesos privatizadores con “nuevos modelos de negocio” centrados en provisión de tecnologías, de paquetes educativos virtuales y nuevos tipos de colaboraciones públicos-privadas multisectoriales con prestadoras de servicios educativos contratadas por los gobiernos.

Añadió como otros desafíos de la región: la precarización de la profesión docente (docentes sin contrato fijo, con más de un empleador o trabajando por horas, inestabilidad, sobrecarga laboral, baja salarial, etc.) y el refinamiento de la estratificación de estudiantes entre aquellas y aquellos: con posibilidades de acceso y conectividad y acompañamiento de sus familias en casa; con posibilidades de acceso y conectividad, no de acompañamiento; con poco acceso y conectividad y sin acompañamiento; sin acceso, sin conectividad, como lo son las comunidades indígenas y rurales, entre otras.

“Los Estados al no estar preparados para este paso a la virtualidad generaron alianzas con grandes compañías como Zoom, Facebook, Google for Education, YouTube, entre otras. Estas organizaciones inversoras en educación se aproximan al Estado como si brindaran un servicio filantrópico, gratuito, “bondadoso” y solidario y así mismo lo presentan los propios gobiernos. El Estado le abre las puertas y le facilita la base de datos de prácticamente todos los trabajadores y trabajadoras de la educación, o sea lo primero que entregó el Estado son los datos de los profesores y profesoras, de los y las estudiantes y de las familias”, destacó Nelsy Lizarazo.

En este panorama preocupante, planteó que es necesario recuperar el trabajo de miles de docentes en los sistemas públicos, fortalecer sus capacidades y atenderles socioemocionalmente, lo que exige incluso más inversión de la que existía antes de la pandemia, más aún considerando la presión sobre los sistemas públicos de educación, consecuencia del aumento del desempleo en la región y la imposibilidad de las familias de cubrir los costos de una educación privada, incluso barata y sin buena calidad.

Madeleine Zúñiga, vice presidenta de la CME y coordinadora de la Campaña Peruana por el Derecho a la Educación, cerró el evento destacando que, si defendemos derechos, hay que defender siempre el presupuesto que financie el ejercicio de esos derechos.  “Luchar por el derecho humano a la educación es luchar también por otros derechos, pues los derechos humanos son indivisibles y la educación es habilitadora de otros derechos. Tenemos que ser fieles a los derechos humanos y a nuestra misión de transformar el mundo con la Agenda de Desarrollo 2030”, afirmó.


Mil Millones de Voces en América Latina y el Caribe 

“Estamos ante un escenario que abre la posibilidad de concretar importantes cambios de paradigmas, sobre el sentido social de la educación y el contenido del derecho humano a la educación, entre otros. Es un escenario para fortalecer la acción de los movimientos sociales, las voces de los grupos en condiciones de vulnerabilidad, la visibilización de las brechas y barreras”, afirmó Nelsy Lizarazo, coordinadora general de la CLADE.

La CLADE y sus miembros se sumarán a las actividades de la campaña a lo largo de este año.

Esta será una oportunidad de unirnos para ¡PEDIR UNA ACCIÓN URGENTE POR LA EDUCACIÓN! ¡Las voces de mil millones de personas cuya educación se ha visto afectada por la pandemia, deben elevarse y escucharse! A partir de estas voces, la campaña tiene como objeto abordar la falta de financiación de la educación, agravada por la pandemia de COVID-19, que también es un obstáculo para la realización de la Agenda de Desarrollo 2030 y del Objetivo de Desarrollo Sostenible 4 (ODS4), referido a la educación.

Sepa más sobre la campaña y cómo participar

 

 


Diagnóstico de la situación del derecho humano a la educación en tiempo de pandemia – Marzo a octubre 2020

El presente estudio recorre la situación del derecho humano a la educación durante el estado de emergencia a causa de la pandemia por Covid-19 en los países de América Latina y el Caribe (marzo a octubre de 2020) desde el enfoque de derechos humanos. Mediante un proceso conceptual y metodológico riguroso se levantó, cruzó y verificó información en torno a 10 ejes temáticos, desde una gran diversidad de fuentes.


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La educación es una obligación del Estado y factor habilitante para el ejercicio de otros derechos

9 de diciembre de 2020

“El derecho a la educación es una obligación central de los Estados nacionales. Esa exigencia debe ser actualizada en un contexto de desembarco de los medios virtuales, contenidos digitales y de asedio a la escuela presencial”, afirma la Campaña Latinoamericana por el Derecho a la Educación (CLADE) en su Declaración Final de la XI Asamblea Regional CLADE. 

El documento es el resultado de reflexiones y debates realizados durante la XI Asamblea de la Campaña Latinoamericana por el Derecho a la Educación, que se llevó a cabo de modo virtual entre el 13 de octubre y el 26 de noviembre y contó con una amplia participación de organizaciones miembros de la CLADE, representantes estudiantiles y docentes, movimientos, organizaciones de la sociedad civil, investigadores/as y académicos/as.

Con el tema “Derecho Humano a la Educación: horizontes y sentidos en la post pandemia”, la Asamblea se realizó en un contexto en el que nuestra América Latina y Caribe y  el mundo entero enfrentan las consecuencias de la pandemia provocada por el Covid-19 y contó con transmisiones en vivo semanales sobre las temáticas desarrolladas por la CLADE para analizar la actual coyuntura regional e internacional y trazar estrategias para la efectiva implementación del derecho humano a la educación en América Latina y el Caribe en el contexto de la post pandemia.

“La Campaña Latinoamericana por el Derecho a la Educación, sus foros nacionales, redes regionales y ONGs internacionales que la integran han realizado un gran esfuerzo desde que comenzó la presente crisis, para acompañar procesos que garanticen los derechos de los pueblos, para reflexionar sobre las consecuencias de la pandemia, para denunciar la profundización de la desigualdad y para alentar el compromiso de la comunidad educativa a no bajar los brazos ante la difícil situación que se fue agravando”, argumenta  el documento.


Clases presenciales y privatización educativa

A través del documento, la CLADE afirma “que la pandemia demostró la importancia de la presencialidad en la educación y en los aprendizajes a lo largo de toda la vida, porque aprender es un acto relacional, que necesita del diálogo, del abrazo y del hacer en los territorios y que, cuando la virtualidad es indispensable, debe también garantizar el derecho humano a la educación, en todo lo que este significa”.

La CLADE también llama la atención sobre la agudización del proceso de privatización de la educación. “Conocimos un nuevo modelo de privatización (familias, estudiantes y docentes asumiendo el coste de equipos y conexión), estratificación estudiantil (a partir de las posibilidades o no de conexión) y cientos de miles de estudiantes imposibilitados de continuar su trayecto educativo en estos contextos. Esta situación amenaza con mantenerse y expandirse con los anuncios de modelos híbridos de enseñanza”, afirma.

En este contexto, la CLADE insta a que “los Estados garanticen el acceso universal y público al internet como un derecho, y no como una mercancía. Desarrollando plataformas virtuales propias y abiertas, que garanticen nuestra soberanía en materia de tecnología educativa”, además de asumir “su rol de garante de los derechos humanos, considerando la indivisibilidad de los mismos y a la educación como factor habilitante para el ejercicio de otros derechos, para disminuir las desigualdades y para lograr que nuestras sociedades sean más justas e igualitarias”, entre otras acciones.

Lee el documento completo aquí


Sobre la XI Asamblea Regional de la CLADE

Durante las siete semanas en las que se llevó a cabo la Asamblea Regional, la CLADE y su membresía realizaron más de 10 paneles y debates sobre la educación latinoamericana y caribeña. A continuación están los enlaces de los videos de los paneles, debates de las sesiones internas, documentos y presentaciones hechas durante toda el evento.

13/10 – Panel de apertura: Jóvenes y derecho a la educación en América Latina y el Caribe
20/10 – Panel: Derechos desde el principio
27/10 – Panel: Educación de Personas Jóvenes y Adultas
03/11 – Panel: Desigualdades, inclusión y educación
10/11 – Panel: Educación Pública en Riesgo: Privatización, Financiamiento, Docentes
17/11 – Panel: Rasgos de la coyuntura internacional en la pandemia y post pandemia”
19/11 – Panel: Derechos humanos y educación

Del 23/11 al 26/11


Nuevo Comité Directivo

En la XI Asamblea, se realizó un balance del Plan Estratégico Cuatrienal 2018-2020 de la CLADE. En el encuentro también se eligió el nuevo Comité Directivo, compuesto por seis representantes de los foros nacionales, dos de las redes regionales y dos de ONGs internacionales, además de la coordinadora general.  El Comité ahora tiene la siguiente composición:

  • ActionAid
  • Agenda Ciudadana por la Educación de Costa Rica
  • Campaña Argentina por el Derecho a la Educación
  • Campaña Boliviana por el Derecho a la Educación
  • Campaña por el Derecho a la Educación de México
  • Federación Internacional Fe y Alegría
  • Oxfam IBIS
  • Organización Mundial de Educación Preescolar – Región América Latina
  • Reagrupación Educación para Todos y Todas Haití
  • Coordinadora General de CLADE

#ParaQueTodosVean la imagen muestra del lado izquierdo a una niña blanca de aproximadamente 10 años de edad, está de perfil y lleva en sus manos un recipiente transparente con un líquido de color blanco por dentro, tiene cabello de color castaño y recogido en una cola de caballo, lleva una camiseta de algodón blanca sin estampados y en su espalda lleva un mochila de color negro con azul y en el bolsillo lateral derecho de la mochila lleva una botella térmica roja con tapa blanca. El fondo de la fotografía es una pared con ladrillos a la vista, del lado izquierdo los ladrillos son de color naranja, y del lado derecho los ladrillos son de cemento. En el extremo inferior izquierdo están los créditos de autoría de la foto:  @UNICEF/ECU/2017/HEIM. Fin de la descripción.
Foto: UNICEF/ECU/2017/HEIM

Derechos humanos y educación: una mirada intersectorial en el contexto de la región de América Latina y el Caribe

11 de noviembre de 2020

El séptimo evento público, organizado por la Campaña Latinoamericana por el Derecho a la Educación (CLADE), en alianza con la Campaña Argentina por el Derecho a la Educación (CADE), el Foro Dakar de Honduras, el Foro de Educación y Desarrollo Humano de la Iniciativa por Nicaragua, realizado hoy como parte del proceso hacia la Asamblea Regional.

Se comenzó viendo el tema de las alianzas inclusivas para el cumplimiento del Objetivo de Desarrollo Sustentable número 4 referido a la Educación, gracias a la exposición de Soledad García Muñoz – Relatora Especial sobre Derechos Económicos, Sociales, Culturales y Ambientales (DESCA) sobre Derechos Económicos, Sociales, Culturales y Ambientales garantes de la educación; a lo que siguió Víctor Giorgi, Director General del Instituto Interamericano del Niño, tratando el tema del derecho de los niños y niñas a la educación como motor para la transformación social.

Se concluyó esta primera parte respondiendo a las preguntas que quienes participaban fueron dejando en el chat por parte de la y el panelista.

Luego, ya avanzando hacia el segundo panel de expositores sobre las medidas restaurativas del derecho a la educación, se contó con la moderación de Vernor Muñoz – Coordinador de políticas, incidencia y campañas de la Campaña Mundial por la Educación (CME). Las intervenciones comenzaron con la presentación de Fabián Salvioli – Relator Especial sobre la promoción de la verdad, la justica, la reparación y las garantías de no repetición – quien desarrolló el tema de la educación de Derechos Humanos como requisito para cualquiera que desempeñe algún cargo público y formule políticas públicas, además de la enseñanza de los Derechos Humanos como parte del currículum formativo de jóvenes y adolescentes.

Aminta Navarro, del Foro Dakar Honduras, presentó el Informe de CLADE sobre La criminalización y violación a los derechos humanos de estudiantes en América Latina y El Caribe (Reflexiones a partir de los casos de estudiantes secundarios y universitarios en Chile, Colombia, Nicaragua y Honduras), que comenta los derechos humanos vulnerados en el marco de la criminalización de los movimientos estudiantiles, resumiendo el estudio, sus conclusiones y recomendaciones.

Para concluir, Marcela Browne – Responsable educación de Fundación SES /CADE- intervino respecto de los Desafíos para el cumplimiento del ODS4 haciendo especial énfasis en la necesidad de políticas redistribuitivas y de justicia fiscal que permitan colocar al ser humano al centro de la actividad social, tanto de las políticas para asegurar el derecho a la educación como también todos los demás derechos humanos.

A ello siguieron los comentarios finales de los panelistas, quienes si bien recibieron muchas preguntas de parte de quienes asistieron, no contaron con tiempo suficiente para responderlas en la misma reunión, de modo que fueron recogidas por los organizadores.


Educación pública en riesgo: Hacia la XI Asamblea Regional CLADE

9 de noviembre de 2020

¿Cuáles son los riesgos en los que se encuentra la educación pública en el contexto de pandemia?

Catarina de Almeida Santos: La educación pública, y hablando sobre todo de Brasil, tiene como riesgos en primer lugar que muchos niños/as y jóvenes adolescentes están sin acceso a la educación, dependen de la infraestructura de la escuela y en ese momento tenemos falta de acceso a tecnología, de condiciones adecuadas en las viviendas, personas en casa que no consiguen insertarse en los procesos de aprendizaje. Son millones de brasileños/as que en ese momento están sin acceso a la educación.

Otros tantos tienen acceso por medio de plataformas privadas. Eso significa colocar en riesgo los datos de la población mediante la apropiación de esos datos por parte de dichas plataformas. Las niñas que están en condiciones de vulnerabilidad ahora están en casa, muchas veces junto a sus agresores y no está la escuela para auxiliar. Tenemos la población indígena, la población quilombola, muchos de ellos sin acceso a la educación.

Por otro lado tenemos un Estado que ha negado el derecho a la educación, cortado el financiamiento y no se ha comprometido con garantizar el derecho a la Educación. Esos algunos de los riesgos que tenemos en Brasil y que muchas veces se repiten en varios países de nuestra América.

Luis Bonilla Molina: Lo que está ocurriendo en el marco del Covid-19 es algo que ya se venía programando. En Incheon 2015 las grandes transnacionales de la tecnología anunciaron que en un horizonte máximo de una década, iban a un modelo de educación virtual.

A pesar de este anuncio, que se hizo ante más de cien representantes de los gobiernos del mundo, los ministerios de Educación de los países hicieron muy poco para garantizar plataformas virtuales propias, repositorios de nube, formación docente adecuada para trabajar en entornos virtuales y para generar contenidos digitales.

Eso ha generado que en los meses de la pandemia ocurran dos fenómenos muy claros. Uno, de un nuevo modelo de privatización, que no se había visto hasta ahora. En el marco de la pandemia fueron las familias, los y las estudiantes, los y las docentes quienes tuvieron que comprar computadores, acceso a internet, planes de datos y el Estado se desentendió de su responsabilidad de garantizar las condiciones mínimas para desarrollar el Derecho a la Educación.

Pero además, este acceso a internet en el caso de los profesores fue muy difícil que se pudiera alcanzar en un 100% en muchos países. En el caso de los estudiantes, las cifras que manejamos representan una exclusión promedio de casi un 50% en la región que no pudieron ya sea conectarse a Internet o tener capacidad de trabajar en estos entornos de una manera tan rápida. Trabajar de modo virtual para los estudiantes no significa solo acceso a internet y una computadora, que ya es bastante difícil en una región en la que la conexión a internet solo es del 59%, sino que además requiere un acompañamiento muy importante de las familias.

Dada la situación de familias que requieren buscar sus recursos para sobrevivir esto es muy difícil en una región que, según la CEPAL, está alcanzando el 34.7% de pobreza, de la cual 80 millones de seres humanos, en el marco de la pandemia, están en pobreza extrema

Hay nuevos modelos de privatización que tienen que ver con el acceso a equipos, conexión y un nuevo modelo de exclusión, que son aquellos que no pueden trabajar o acceder, lo que plantea nuevos y renovados desafíos para el Derecho a la Educación en la región.

¿Qué experiencias en favor del derecho humano a la educación puede mencionar como un logro de la sociedad civil ante la amenaza de la privatización y la desfinanciación?

Catarina: Aquí en Brasil, la Campaña Brasileña por el Derecho a la Educación organiza un conjunto de entidades, algunas de las cuales no hacen parte pero se organizan en torno a ella. La sociedad civil obtuvo una gran victoria con la enmienda de la Constitución aprobando el Fondo de Manutención y Desarrollo de la Educación Básica (FUNDEB) y Valorización del Magisterio. Al aprobarse esa enmienda constitucional se aprobó el aumento de recursos para la Educación, de participación del Gobierno Federal, de Estados y Municipios en el financiamiento de la Educación.

Gran parte de las matrículas en Brasil dependen del FUNDEB. Fue un gran logro que ahora conseguimos insertar en la Constitución un mecanismo llamado Costo Alumno-Calidad. Nuestras escuelas están en condiciones precarias, no tienen laboratorios, no tienen bibliotecas y el mecanismo Costo Alumno-Calidad garantiza eso. Este mecanismo estaba en la Ley del Plan Nacional de Educación aprobada en 2014, pero el gobierno brasileño nunca la reglamentó. Ahora tenemos el mecanismo del Costo Alumno-Calidad en la Constitución, que es la ley máxima, la ley mayor del país.

Logramos que se apruebe también el mecanismo para valorizar a los profesionales de la Educación, especialmente los profesores. Aprobamos el Sistema Nacional de Evaluación de la Educación Básica. La aprobación de la Enmienda Constitucional 108 fue una gran victoria de la sociedad civil brasileña, y ahora estamos abocados a que se ponga en práctica y pueda cambiar la realidad de las escuelas brasileñas y de nuestros estudiantes.

¿Cuáles son las demandas urgentes para mejorar las condiciones docentes con este panorama actual?

Luis: Lo primero que hay que subrayar es que los y las docentes, en medio de la pandemia del Covid-19, se encontraron de la noche a la mañana con unas exigencias nuevas de los procesos de enseñanza y aprendizaje, marcados por la virtualidad.

En ese contexto la mayoría de los docentes no habíamos sido formados para trabajar en entornos virtuales, mucho menos para trabajar con contenidos digitales. La primera situación que se nos plantea es que se requiere una actualización de los programas de formación docente, rápidamente, para que se puedan manejar en nuevos entornos de educación. Porque evidentemente, la escuela presencial es insustituible y en la pospandemia volveremos a la escuela presencial.

Pero la escuela presencial también está siendo impactada por la aceleración de la innovación científica y tecnológica y por supuesto que va a tener un componente virtual. Si no resolvemos el tema de la formación rápidamente, corremos el riesgo que sean las transnacionales de la informática las que coloquen los contenidos, los modelos de virtualidad y ahí estaría en peligro la soberanía cognitiva y como en muchos casos está ocurriendo, estaríamos generando un nuevo modelo de educación bancaria virtual.

En segundo término, se ha producido en este marco una profunda sobrecarga laboral de los y las docentes porque, de hecho, los jóvenes no tienen un horario concreto en el cual conectarse. Esto ha hecho que las y los docentes tengan que trabajar en horarios que no son los habituales. Pero además el número de estudiantes por docente que se usa para la actividad presencial, 30, 40 y hasta 50, un docente de bachillerato que tenga cinco o seis secciones con 50 estudiantes cada una, es imposible trabajarlo en entornos virtuales. Hay que plantearse una nueva discusión al respecto.

Y por supuesto, el tema salarial. Esta pandemia puso en evidencia que los sueldos y las condiciones de trabajo de los docentes son muy precarias en América Latina y por eso muchos tuvieron limitaciones para comprar equipos, para la conexión a internet. Por eso es que organizaciones como la CONADU Histórica (Agrupación de docentes universitarios) en Argentina a nivel universitario está exigiendo que los gobiernos paguen los costos de la conexión a internet y de la preparación de los equipos para poder trabajar. Aparte de la CONADU Histórica, también la Unión Nacional de Educadores de Ecuador, la Federación de Maestros de Puerto Rico están planteando ese desafío.

Quiero destacar para concluir que un hecho importante fue que el sector educativo, fundamentalmente los gremios docentes de la región y del mundo se organizaron junto al pedagógico y al sector popular para celebrar el 25-26-27 de Septiembre el Congreso Mundial de Educación en Defensa de la Educación Pública y Contra el Neoliberalismo Educativo.

Fue un espacio muy importante de convergencia internacional donde se estableció un acuerdo claro de articulación y la convocatoria para el año 2021 a una Marcha global por el Derecho a la Educación que permita pasar de las palabras y los acuerdos verbales a acuerdos concretos de acción.

¿Cómo podemos seguir con esta esperanza, con este esperanzar de Paulo Freire?

Catarina: Pienso que todos nosotros tenemos mucho porqué luchar. Paulo Freire siempre nos enseñó que todo podemos continuar en la lucha, continuar luchando para que la gente tenga otra educación, para que nuestros países sean más inclusivos, sean menos desiguales, sean países en que todo tengan derecho a los bienes que son producidos por nuestros países. Tengo esperanza en la lucha, en la fuerza y la garra de nuestro pueblo. Vamos a vencer los retrocesos que vivenciamos en diversos países en este momento.

Luis: Enseñó Paulo Freire que la esperanza es también un hecho político. Y en la pandemia, lo más significativo, desde mi punto de vista, ha sido el reencuentro maravilloso, alegre, creativo entre docentes, familias, padres y madres de los estudiantes, los estudiantes, en un esfuerzo mancomunado para resolver las limitaciones que implicaba este giro abrupto a la virtualidad.

Ese encuentro ha permitido revalorar el papel de la escuela presencial, sus posibilidades transformadoras de la sociedad y hay que aprovechar ese reencuentro -que bastante nos hacía falta- para entender que desde la educación podemos iniciar un proceso radical de transformación de nuestras sociedades para lograr mayores niveles de justicia, equidad, igualdad, y por supuesto, surgieron también esperanzas en cuanto a juntar narrativas, que no estaban tan claras antes de la pandemia. Hoy el movimiento pedagógico y de familias tienen un interés que se está comenzando a vincular con las agendas feministas, con las agendas ecológicas, lo que hace presagiar que en la pospandemia el movimiento social va a estar mucho más activo en la defensa de una sociedad más justa y como dice el Foro Social Mundial, en la posibilidad de otro mundo.

Escucha la entrevista:


Jóvenes y Derecho a la Educación en ALC: Hacia la XI Asamblea Regional CLADE

12 de octubre de 2020

En esta entrevista colectiva se debate el tema Jóvenes y derecho humano a la Educación.  Contamos para ello con las reflexiones de Jazmín Elena desde El Salvador, Laura Victoria Meyer desde Colombia y Carlos Noveroy desde Chile, quienes participan de varias iniciativas de diálogo con jóvenes de Abya Yala.

La XI Asamblea Regional de la Campaña Latinoamericana por el Derecho a la Educación (CLADE) tiene como tema central el Derecho Humano a la Educación: horizontes y sentidos en la post pandemia, y se llevará a cabo del 13 de octubre al 26 de noviembre de 2020.


María Cianci (ALER): En la crisis sanitaria actual, desde los debates que han impulsado en MELAC (Movimiento estudiantil de Latinoamérica y el Caribe), ¿Cuáles son las demandas más urgentes para garantizar el Derecho Humano a la Educación?

Laura Victoria Meyer (Colombia): Ahora lo urgente es la Matrícula Cero Ya en la Universidades Públicas y también ayudas financieras para quienes están estudiando en las universidades privadas. Porque con la pandemia muchas personas han perdido sus empleos. La educación, con todo el negocio que ha sido históricamente, mucha gente ya no se lo puede «permitir», si es que se habla en términos mercantiles. Es imperioso que los Estados y los gobiernos den esos apoyos financieros y en las Universidades Públicas, sobre todo, eliminen el costo de la matrícula.

Carlos Noveroy (Chile): Estoy totalmente de acuerdo con lo que plantea Laura y quisiera agregar dos elementos. En primer lugar, hay que entender que la educación, tanto en Chile como en América Latina se ha concebido históricamente como negocio, en algunos países con mayor profundidad y en otros con menos, pero de todas formas existe una lógica generalizada en torno a la mercantilización y la lógica neoliberal. Sería interesante buscar la forma para poder asegurar el Derecho a la Educación pública y de eliminar el modelo neoliberal dentro de la educación. No solamente dentro de la educación sino en relación al conjunto de los derechos sociales, que deberían ser para la gente, las y los trabajadores y el pueblo en su conjunto.

Carlos Noveroy: “Lamentablemente, cuando hablamos del Derecho a la Educación también hay que hacerlo respecto al conjunto de la sociedad. Al menos en Chile se ha visibilizado un proceso de movilización importante, no solamente en pos de la educación sino en pos de todos los derechos sociales y ha existido una constante represión y criminalización hacia los estudiantes”

Por otro lado, lamentablemente, cuando hablamos del Derecho a la Educación también hay que hacerlo respecto al conjunto de la sociedad. Al menos en Chile se ha visibilizado un proceso de movilización importante, no solamente en pos de la educación sino en pos de todos los derechos sociales y ha existido una constante represión y criminalización hacia los estudiantes, hacia las y los jóvenes, por movilizarse y exigir dignidad para el pueblo.

De hecho, hace un par de semanas atrás, hubo distintas universidades, entre ellas la mía, la Universidad de Concepción de Chile, que colabora en este caso con la Policía de Investigaciones para entregar a la «Justicia» a estudiantes que se están movilizando para poder lograr distintas mejoras para la sociedad.

Entonces es importante eliminar la lógica mercantil, la lógica represiva dentro de la educación y asegurar democracia interna al interior de las casas de estudio y que la Educación sea bajo el control de las comunidades.

Jazmín Elena (El Salvador): Yo creo que las demandas por el Derecho Humano a la Educación son diversas. Principalmente el tema del acceso. En Centroamérica el tema económico es grave por muchos años y ahora, en el período de pandemia se ha agravado muchísimo. El Triángulo Norte se ha visto mayormente afectado porque no tiene las mismas condiciones económicas como para sobrellevar las problemáticas que atraviesan los países.

En el caso de El Salvador, el tema del acceso viene siendo un tema en debate, porque sabemos que no todas y todos pueden acceder a una educación de calidad, que el Estado debería de garantizar, pero no se ven los resultados en esta área. Como ya dijeron, los efectos de la mercantilización educativa se hacen sentir no solo a nivel de educación básica, media, bachillerato sino también a nivel universitario.

Otra área es el tema de la seguridad. En El Salvador se han dado muchos casos cada año de violentación de Derechos Humanos a niñas y niños y esto es por efecto de la violencia social que hay en el país. A tal punto, que a veces hasta las personas que deberían cuidarnos, personal de seguridad, se han visto involucradas en detenciones arbitrarias a estudiantes El mismo seguimiento que hacen por pensar que uno, por ser joven, ya es sospechoso. Tenemos que pararnos y ver lo que está sucediendo, quiénes deben cuidarnos y de quienes deben cuidarnos.

Por otro lado, el hecho de privatizar la educación es algo que acá en el país se dice por «bajo de cortinas» -si es que puede decir de esa forma- porque se están deteniendo procesos educativos públicos que ya se venían trabajando.

Quizás mencionar el hecho de que las jóvenes y adolescentes que cursan su bachillerato, tienen que hacer el examen PAES, una prueba de aprendizajes que se hace todos los años. Esto es alarmante porque este año no se va a hacer. No se va a tener una media de qué es lo que han aprendido estas personas, estos adolescentes en este período de pandemia y en su proceso de formación educativa pública. Sobre esto quisiéramos llamar la atención y creo que muchos países están atravesando estos mismos problemas, acerca de los cuales sería bueno debatir.


MC: ¿Qué no podría estar fuera de la agenda educativa en esto que se llama «la nueva normalidad»?

CN: Hay urgencias inmediatas y algunos elementos un poco más de mediano o largo plazo. La universidad y los distintos establecimientos que entregan educación han optado en su mayoría por la modalidad online. Si bien algunos dicen que es una modalidad positiva en el sentido que efectivamente asegura el Derecho a la Educación en este tiempo de pandemia, lamentablemente la educación en línea ha dejado mucho que desear, al menos en mi país e imagino que también en los demás países de América Latina, en torno al aumento de una importante brecha social.

Las y los estudiantes que tienen mayor poder adquisitivo, que tienen familias más acomodadas pueden recibir una mejor educación. En cambio, el conjunto de las personas que son más pobres y que están más precarizados y precarizadas, nos vemos directamente afectados por esta modalidad online. Ahí hay un tema a resolver.

Yo creo que esto pasa porque no existe vinculación con la comunidad educativa y tampoco existe la voluntad por parte de los gobiernos para que el derecho a la Educación esté vinculado a la comunidad educativa y que ésta asuma el control de su educación, evidentemente articulada y financiada por el Estado. Un elemento indispensable tiene que ver con sacar el modelo neoliberal, sacar la lógica del negocio de la educación. Hay un montón de universidades en Chile que están haciendo mucho negocio con la educación en línea, siendo que es un derecho social que debería estar garantizado.

Por otro lado, una temática importante es el de la salud mental. Hoy en día existe una sobrecarga académica importante hacia el conjunto de los estudiantes, lo que repercute en la salud mental, sumado al contexto de pandemia donde además hay sectores donde se está pasando hambre, donde muchos estudiantes y jóvenes no tienen posibilidad de  una vida laboral con la cual subsistir mientras estudian.

El problema no tiene que ver solamente con elementos coyunturales sino de largo plazo, por lo que hay que repensar el modelo social, hacia una sociedad más justa, igualitaria, donde efectivamente los más ricos y poderosos no tengan la capacidad de decidir por todo el resto. Para asegurar el derecho a la educación pública y el conjunto de derechos de la sociedad, hay que eliminar el neoliberalismo.

JE: Es importante tocar el tema de la brecha digital, eso ha sido un factor determinante en este 2020. Muchos de los países se enfrentaron a esta problemática y no es solo porque no se tengan los equipos, sino como se utiliza el equipo adecuadamente para poder recibir las clases virtualmente.]

Jazmin Elena: “Los ministerios de Educación en este momento deberían pensar estrategias, hacer reformas educativas que sean convenientes para estas áreas. En El Salvador, el gran problema es que la última reforma educativa se hizo en los ’90. Esto ya indica por qué lado va la educación en pleno 2020, cuando las tecnologías han avanzado constantemente y se siguen modificando. Es preciso reducir la brecha digital.”

La contraparte es cuando nos referimos a la diferencia entre los sectores urbanos y rurales. Se ve una clara brecha por el hecho de que no hay señal a internet o telefonía. ¿Cómo hacen las niñas y niños para seguirse formando si no tienen esta señal?

Los ministerios de Educación en este momento deberían pensar estrategias, hacer reformas educativas que sean convenientes para estas áreas. En El Salvador, el gran problema es que la última reforma educativa se hizo en los ’90. Esto ya indica por qué lado va la educación en pleno 2020, cuando las tecnologías han avanzado constantemente y se siguen modificando. Es preciso reducir la brecha digital.

LVM: Dos cosas. La primera, siento que se deben analizar las estructuras internas dentro de los centros educativos en cuanto a las relaciones de poder que se ejercen. Se necesita repensar la educación desde nuestros propios valores como la empatía y la solidaridad. Los docentes y las instituciones piensan que las condiciones de todos los estudiantes son iguales y pretenden exigir el mismo rendimiento académico de todas las personas, cuando las condiciones no son las mismas. A un nivel más estatal, es indispensable la responsabilidad del gobierno en la garantía de los derechos humanos y el derecho a la educación.


MC: Si cruzáramos el derecho a la participación con el derecho a la educación ¿Cual es la percepción que tienen ustedes en relación a la participación de los jóvenes? ¿Qué reflexiones podrían compartirnos?

JE: La participación juvenil se ha visto más reducida que lo que ya estaba. Todos y todas nos queremos cuidar por el tema del COVID-19, pero no se han detenido procesos que tienen mucho que decir en este momento. En El Salvador se cuenta con el Consejo Nacional de la Persona Joven y en este están involucradas organizaciones sociales juveniles del país, incluso redes que están relacionadas con el arte, la cultura. En este período se vivió un proceso extraño, en el que las elecciones y la persona designada no lo fue de forma democrática y transparente. Se denunció eso en la Asamblea Legislativa. Eso habla de la falta de participación. El no poder manifestarse de la forma en la que uno quisiera y decir «¡esto está mal!”.

La última manifestación juvenil fue el 8 de Marzo, coincidiendo con el Día Internacional de la Mujer, con todas las demandas que una tiene respecto a la garantía de Derechos hacia las mujeres. Una contradicción es que se han visto luego movilizaciones progubernamentales en un momento en que se supone que debemos cuidar nuestra salud. Cuando se trata de manifestaciones afines al gobierno, sí se puede hacerlas.

Laura Victoria Meyer: “En Colombia está muy presente la pregunta ¿Qué hago? ¿Peleo por mis derechos porque me los están quitando y me están matando? Nos está matando el mismo Estado o el COVID-19”

LVM: La participación juvenil se ha evidenciado históricamente en Colombia desde las calles. El inconformismo con el gobierno no se ha detenido con la pandemia, máxime cuando la realidad del abuso policial ha generado aún más rabia de la población en contra del Estado.

En cuanto a lo educativo, hubo luchas de las universidades públicas, entre ellas, de manera destacada la Universidad Pedagógica Nacional, la Universidad Nacional de Colombia, que exigieron la Matrícula Cero y lograron obtenerla en algunas carreras.

En Colombia está muy presente la pregunta ¿Qué hago? ¿Peleo por mis derechos porque me los están quitando y me están matando? Nos está matando el mismo Estado o el COVID-19.

CN: Al conjunto de las y los jóvenes de Chile, la historia y los hechos de los últimos años dejaron más que claro, que la participación social no tiene que ver con la participación institucional. No se trata de votar cada cuatro años dentro de las instituciones que son corruptas. Las mesas de diálogos con estudiantes levantadas en los distintos gobiernos han fracasado, debido a que no están dispuestos a abandonar medidas desiguales para la educación.

En segundo lugar, existen muchos dirigentes antiguos del movimiento estudiantil, fundamentalmente del 2011, que llegaron al parlamento, que hoy votan a favor de leyes represivas para criminalizar la protesta social y son las y los mismos que firmaron el «acuerdo por la paz» con el gobierno genocida de Sebastián Piñera.

La participación no la vemos por esa vía, sino con la participación en la movilización y las calles. Nosotras y nosotros venimos de un proceso de la revuelta popular del 18 y el 19 de Octubre de 2019, donde el conjunto de las y los estudiantes dejamos claro que nuestra participación iba a estar en las calles y organizándonos en nuestros espacios.

Ahora en el contexto de pandemia, cierran las universidades, cierran los liceos y los colegios, por lo tanto, el espacio natural de los estudiantes para organizarse queda cortado. Eso no significa que no estemos organizando actualmente, sino que hay un viraje en el que nos trasladamos al territorio. Muchos jóvenes de distintos territorios están armando comités populares de salud, están levantando ollas comunes, redes de abastecimiento ante la escasez de alimentos en los barrios más pobres. La participación está en la calle, en los barrios por aquello que los gobiernos no han garantizado. Estamos ejerciendo el derecho a la dignidad.


MC: Cuéntennos un poco sobre este proceso de diálogo que han hecho con jóvenes de todo el territorio continental y caribeño de nuestra Abya Yala. ¿Qué acciones proyectan después de culminar los encuentros con jóvenes de la región? En vísperas de estos encuentros, ¿qué balance pueden hacer?

JE: El Martes 13 estaremos haciendo la presentación pública de Mesas de Trabajo que se van a realizar un día antes. Estos procesos de diálogos de jóvenes estudiantes de toda la región se vienen realizando desde el mes de Agosto. Todo esto nace de la Campaña por el Derecho a la Educación en México (CADEM), quienes impulsaron estos diálogos. A partir de allí surgió la pregunta por un verdadero espacio que nos represente que realmente respalde nuestros procesos de cambio y construcción social.

Teniendo en cuenta que el movimiento estudiantil de Latinoamérica y el Caribe (MELAC) viene en formación desde el 2018 – cuando nace la idea de construcción de movimiento social regional- vimos que es el momento de reunirnos, escucharnos y vernos, facilitado por la tecnología virtual. Así llegamos a países y regiones que no esperábamos. Así comienzan estos conversatorios y la semana próxima estaríamos realizando nuestro Tercer Encuentro y que el proceso no se va a quedar ahí, sino que se sistematizará, escuchando las voces de las juventudes, de las y los estudiantes. Queremos presentarlo directamente a las organizaciones que trabajan por el Derecho a la Educación y que el Movimiento pueda seguir creciendo y haciendo presente la participación estudiantil y juvenil.

LVM: Este tercer Encuentro está coordinado por Perú y Colombia. Desde el mismo proceso de organización se ve una clara influencia desde los jóvenes. Es importante rescatar el hecho que la organización, las ideas, las propuestas, son acompañadas por adultos, pero son lideradas por los jóvenes y eso es trascendental.

También ha sido importante mirar cuáles son las perspectivas en un mismo eje temático desde los diferentes países de América Latina. Porque hay coincidencias, pero hay cosas que no suceden igual. Eso enriquece muchísimo estos encuentros, encontrando puntos en común, proponiendo soluciones a nivel latinoamericano y encontrar también esas pequeñas disidencias de culturales o de otro carácter, que nos permiten aprender de los otros.

Sería muy interesante que sea un proyecto a futuro, asunto que discutiremos sobre la marcha.

CN: Comparto lo anterior. Hemos dado un primer paso que tiene que ver con dialogar y expresar ciertos principios de articulación. Ha sido importante conocer las realidades de los distintos lugares, no solamente mediante la prensa formal, sino a través de los mismos actores educativos que están planteando sus distintas problemáticas.

Sería interesante ver como esta instancia se proyecta más allá, que exista una organización mayor que nos permita no solamente discutir y conversar sino también que esta articulación regional que se está formando desde los movimientos estudiantiles y juveniles pueda tener una perspectiva de levantar movilización y propuestas en conjunto a nivel latinoamericano.

Por ejemplo, si no hubiera sido por escuchar a las y los compañeros de Colombia respecto a la cruel represión, la masacre que sufren los dirigentes sociales, dirigentas socioambientales, juveniles, incluso niños y niñas, nosotros no nos hubiéramos enterado. Ante ello, el apoyo internacional que podamos tener entre nosotros, entre esta Latinoamérica unida que hay que empezar a construir, es fundamental.

MC: Si pudieran decir alguna frase que nos ayude a despedirnos con el corazón y el sentipensamiento puesto en la esperanza…

LVM: Me gusta una frase de Silvio Rodríguez que alienta y refleja la esperanza: «Quedamos los que puedan sonreir, en medio de la muerte y en plena luz.»

La esperanza es en el contexto colombiano lo que sigue moviendo a la gente a decir «¡Necesitamos un cambio y necesitamos hacerlo Ya!»

CN: Me gustaría despedirme con dos frases. La primera, a modo de esperanza y rebeldía que tienen las y los estudiantes y jóvenes de los distintos países de América Latina, «Lo que nosotros no hagamos por nuestra educación, no lo va a hacer nadie». Los gobiernos son incapaces de resolver la problemática educativa, quieren seguir fomentando el negocio en la educación, por lo tanto, la única solución es organizarnos y movilizarnos.

Ya que estamos en Octubre, un mes tremendamente importante en Chile ya que se conmemora un año de la revuelta popular, me gustaría comentar una frase que leí en un lienzo en una marcha cuando nos empezamos a movilizar en el año 2012 : «Sepan los nacidos y los que están por nacer, que nacimos para nacer y no para ser vencidos». Porque efectivamente hay que tener una lógica de esperanza, una disposición de poder avanzar en los derechos sociales y poder conquistar nuestras demandas como pueblo.

Jazmin Elena: “Lo importante es no perder la fe y la esperanza en la humanidad en esta sociedad que está viviendo cambios constantes. La humanidad aún puede rescatarse de estos cambios para mal que vienen sucediendo por años en los diferentes países de la región.”

JE: Lo importante es no perder la fe y la esperanza en la humanidad en esta sociedad que está viviendo cambios constantes. La humanidad aún puede rescatarse de estos cambios para mal que vienen sucediendo por años en los diferentes países de la región.

Tener una misma sintonía de cambio desde las juventudes, desde las y los estudiantes de la región, hacen ver que esto no es parte del futuro, ya estamos en el presente. Somos nosotras y nosotros quienes decidimos los cambios que queremos para nuestra sociedad.

La clave está en «No perder la humanidad y no perder fe en las personas».


La entrevista fue realizada por María Cianci Bastidas (ALER)

La transcripción es de Pressenza


Pexels-CottonbroStudio

Haití: Reagrupación Educación para Todos y Todas de Haití denuncia persecución y represión a sindicatos docentes

8 de octubre de 2020

“La REPT condena enérgicamente la persecución y represión de docentes y sindicatos de docentes y los actos de brutalidad policial contra estudiantes que protestan para exigir que el Estado respete sus derechos”, afirma en una carta pública la Reagrupación Educación para Todos y Todas de Haití (REPT). 

En el documento, que fue publicado el 16 de septiembre, REPT también denuncia actos de brutalidad policial perpetrados contra estudiantes durante las movilizaciones para exigir el respeto de sus derechos.

“Las demandas de los sindicatos de profesores y estudiantes son justas. La Constitución reconoce que todos los ciudadanos y ciudadanas pueden manifestarse por sus demandas y garantiza que el Estado haitiano escuche su voz y respete sus derechos. Es un abuso, una violación de los derechos humanos y de su integridad cuando la policía les impide manifestarse. La policía debe proteger y servir en lugar de reprimir”, señala la REPT.

La organización también cuestiona el motivo por el cual las autoridades no están pensando en solucionar el problema en lugar de promoverlo. “¿Por qué no buscar un compromiso con los sindicatos para que los profesores puedan ir a trabajar? ¿Por qué el estado obliga a los y las estudiantes a manifestarse en las calles para exigir maestros y maestras en las aulas? Esto demuestra que estamos en un país que no se rige por un sistema educativo cada vez más distorsionado y que necesita un respiro”.

Sistema educativo

La REPT llama la atención de las autoridades sobre el mal funcionamiento del sistema educativo. “Hoy, se ve al ministerio pidiendo a las escuelas que ‘salven’ un año escolar en solo dos meses, mientras que otra categoría de escuelas ya ha comenzado el nuevo año escolar 2020-2021. Esto muestra claramente que el sistema educativo no tiene realmente un compromiso con la igualdad, tampoco con la equidad”, se afirma en el documento.

La carta pública también demanda al Estado haitiano un sistema educativo público y gratuito más amplio, visto que más del 80 por ciento de los niños, niñas y jóvenes están en las escuelas privadas, según el informe del censo realizado por el Ministerio de Educación Nacional y Formación Profesional (MENFP).

“Debe haber un compromiso claro para desarrollar escuelas públicas con buenos planes de estudio, buenos maestros y maestras y buenas condiciones de trabajo y de vida, buenos materiales e infraestructura. Una vez más, la REPT hace un llamado al MENFP a hacer lo necesario para facilitar las negociaciones con los sindicatos de docentes. El Estado tiene la responsabilidad de negociar para que la situación no se deteriore más, para que los niños y niñas puedan sentarse en clase con los docentes a aprender”, se afirma en la carta.


>> Lee la carta publicada por la REPT (versión en francés)