Sesionó en el Foro Social Mundial 2021 la Asamblea “Hacia una agenda global: el derecho humano a la educación desde los movimientos”

1 de febrero de 2021

Con la participación de un centenar de delegadas/os de organizaciones que convergen en torno a la educación como derecho humano, se realizó este sábado (30) en el marco del Foro Social Mundial (FSM) 2021 la asamblea autogestionada «Hacia una agenda global: el derecho humano a la educación desde los movimientos».

La actividad fue organizada por la Campaña Latinoamericana por el Derecho a la Educación (CLADE), el Consejo de Educación Popular de América Latina y el Caribe (CEAAL), la Agencia Pressenza, la Red Espacio sin Fronteras, la Marcha Global contra el Trabajo Infantil, la Red Global/Glocal por la Calidad Educativa, la Red de Educación Popular entre Mujeres (REPEM), la Organización Mundial para la Educación Preescolar (Omep) y Fe y Alegría.

En la apertura, abrió el diálogo Grant Kasowanjete, coordinador global de la Campaña Mundial por la Educación, quien puntualizó en la necesidad de asegurar un mayor financiamiento para la educación pública en los países del Sur global como uno de los principales desafíos para efectivizar el derecho humano a la educación.

De manera certera, señaló que “por cada dólar que llega en concepto de ayuda desde el Norte global, diez dólares son sustraídos a través de la deuda externa y otros mecanismos”, lo cual erosiona los erarios públicos y desfinancia el sistema, ya que el 90% de los presupuestos para la educación provienen de recursos propios.

Por su parte, Nelsy Lizarazo, desde la coordinación general de CLADE, enfatizó en la profundización a partir de la pandemia de la brechas de desigualdad preexistentes y un refinamiento de la estratificación y exclusión del trayecto educativo en sectores sociales con carencias de acompañamiento, conectividad o equipamiento adecuado, destacando las poblaciones rurales, migrantes, indígenas y personas con discapacidad, entre otras.

A su vez, indicó cómo ante la situación los gobiernos han entregado millonarias sumas de dinero y datos a las corporaciones, información que alimentará el negocio ya enorme de estas multinacionales de tecnología. Agregó además que la emergencia ha supuesto una mayor precarización de la condición docente con reducciones de presupuesto, disminución de salarios, una mayor carga laboral a lo que se suma la presión psicológica producida por el esfuerzo de los educadores para dar respuesta y superar las dificultades que supuso el reto tecnológico y pedagógico de educar a distancia.

A partir de estas caracterizaciones, se lanzó a modo de disparador la pregunta sobre los aprendizajes, fortalezas y desafíos identificados en este transcurso.

En una primera ronda de intervenciones se señalaron aspectos claves como la falta de infraestructura y la necesidad de desarrollo tecnológico comunitario con independencia de las grandes plataformas corporativas, el daño generado por la exclusión de millones de niños del proceso educativo o la disfuncionalidad de una planificación educativa homogénea ante la complejidad de realidades diversas.

Entre los aprendizajes se valoró la capacidad imaginativa de los educadores que lograron sobreponerse a condiciones adversas, la propensión al conocimiento de las niñas y niños más allá de la institucionalidad, la importancia del diálogo y el trabajo conjunto entre la escuela, padres y comunidad, el rol de la educación comunitaria junto a la incidencia favorable de los proyectos políticos progresistas frente al fracaso del sistema neoliberal.

La asamblea continuó su reflexión colectiva en relación a la agenda prioritaria de las regiones y lo común en dichas agendas.

En diálogo fluido y propositivo, los participantes indicaron que la lucha debe conducir ante todo, ante la violencia imperante en distintos territorios, a garantizar el derecho a la vida. Asimismo, a superar la inequidad en los niveles educativos entroncados en el sistema social, a ofrecer espacios educativos seguros, libres de agresión y abuso para niñas y niños al tiempo de fortalecer un nuevo relacionamiento social no depredador.

También se señaló la necesidad de impulsar una revolución política-pedagógica frente a las agendas neoliberales, potenciar el diálogo intergeneracional, en especial en relación a los adultos mayores y la importancia de implementar la Educación Sexual Integral como mecanismo para superar la violencia sexual que se ejerce contra niñas, adolescentes y las mujeres en general.

Por otra parte, se recalcó entre las prioridades globales la lucha para que el Derecho a la Educación no sea minimizado, la defensa y fortalecimiento del sistema público y contrarrestar la falacia de que los sistemas privados son mejores, la superación de la desigualdad y la discriminación educativa y la garantía de un adecuado financiamiento para la educación desde una perspectiva de derechos humanos.

A la hora del análisis de posibles ejes transversales para la acción común, se puso el acento en la indivisibilidad de los derechos humanos y en consecuencia, se propuso promover alianzas amplias entretejiendo luchas con las agendas de los demás derechos al tiempo de contribuir a fortalecer la organización y movilización social. Por otra parte, se remarcó la trascendencia de continuar con la generación de conocimiento conectándolo con mensajes y campañas que movilicen demandas.

Del mismo modo, se deslizó en el debate la sugerencia de un mayor intercambio sobre las modalidades utilizadas para visibilizar las buenas prácticas y lograr incidencia efectiva en relación a las reivindicaciones planteadas.

Entre las propuestas de acción conjunta se sugirió la creación de un observatorio, promover la educación liberadora en presencia del centenario de Paulo Freire, abrir los espacios para la expresión de las nuevas generaciones y la idea del Buen Vivir. Es preciso una sacudida de la acción política para repensar la educación en clave feminista y de equidad socioeconómica y articular las fuerzas para superar la enfermedad no solo física sino también de carácter mental que sufre la humanidad.

Finalmente la Asamblea aprobó un texto para ser propuesto e incluido en la declaración final del Foro Social Mundial 2021.

En el marco del presente FSM 2021, nos sumamos a la agenda de transformación en el ámbito global, articulada a los diversos campos de la lucha social y por derechos, reconociendo el rol catalizador que tiene la educación. La pandemia evidenció las desigualdades históricas dentro y fuera de los sistemas educativos, afectando a mujeres, niñas; personas con discapacidad; personas refugiadas y migrantes; comunidades indígenas; poblaciones rurales, entre otras. Evidenció asimismo la brecha digital y las respuestas de los gobiernos a ella, así como la necesidad de la construcción de una estrategia de soberanía digital.

A través de sistemas públicos de educación fortalecidos, es necesario resistir a las amenazas de las políticas de austeridad fiscal, endeudamiento de los países y al recorte del financiamiento de la educación, bien como a las múltiples tendencias de privatización. Desde la primera infancia, pasando por las juventudes y garantizando la educación de personas adultas, es imprescindible, en la post pandemia, replantear el sentido y finalidad de la educación, en un horizonte de búsqueda por los derechos de los pueblos y superación del patriarcado. Un modelo heterogéneo e intercultural, transformador e inclusivo; basado en el diálogo y seguro para las comunidades; valorando sus conocimientos y saberes locales, así como la colaboración solidaria y el compromiso con la protección de la vida.


Grabación del evento:


Derecho humano a la educación desde los movimientos será tema de asamblea en el Foro Social Mundial 2021

21 de enero de 2021

Identificar conjuntamente, en un diálogo amplio y diverso, las claves de la lucha común por el Derecho Humano a la Educación, siempre en intersección con otros derechos, dando continuación al vínculo y a las acciones con otras regiones y actores. Este es el objetivo de la asamblea autogestionada “Hacia una Agenda Global: El Derecho Humano a la Educación desde los Movimientos”, que se llevará a cabo el sábado, 30 de enero, de 10:00 a 12:00 (GMT-3). 

La asamblea es organizada por la Campaña Latinoamericana por el Derecho a la Educación (CLADE), el Consejo de Educación Popular de América Latina y el Caribe (CEAAL), la Agencia Pressenza, la Red Espacio sin Fronteras, la Marcha Global contra el Trabajo Infantil, la Red Global/Glocal por la Calidad Educativa, la Red de Educación Popular entre Mujeres (REPEM), Organización Mundial para la Educación Preescolar (Omep) y Fe y Alegría. El evento será transmitido por las páginas de Facebook e Youtube de la CLADE. Se realizará en español y contará con traducción simultánea para portugués, inglés y francés.

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Acción CLADE: Foro Social Mundial 2021

 


Sobre el Foro Social Mundial 2021

El Foro Social Mundial es un espacio abierto de encuentro para: intensificar la reflexión, realizar un debate democrático de ideas, elaborar propuestas, establecer un libre intercambio de experiencias y articular acciones eficaces por parte de las entidades y los movimientos de la sociedad civil que se opongan al neoliberalismo y al dominio del mundo por el capital o por cualquier forma de imperialismo y, también, empeñados en la construcción de una sociedad planetaria orientada hacia una relación fecunda entre los seres humanos y de estos con la Tierra. 

Considerando la situación de pandemia mundial, la edición 2021 del Foro Social Mundial será virtual. La propuesta es un ensamblaje de varias ideas y parte de la experiencia de foros presenciales, mezclada con las potencialidades del virtual.

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Foto: Felipe Abreu

CLADE empieza 2021 con dos nuevos miembros

19 de enero de 2021

Desde su XI Asamblea Regional, realizada entre los meses de octubre y noviembre de 2020, la Campaña Latinoamericana por el Derecho a la Educación (CLADE) cuenta con dos nuevos miembros para empezar 2021: el Foro Venezolano por el Derecho a la Educación (Fovede) y la Red por el Derecho a la Educación del Paraguay. 

 


Venezuela –
Siendo un espacio plural para el diálogo entre maestros, maestras, profesores/as, académicos/as, familias, comunidades y decisores, el Fovede busca construir colectivamente el futuro de la educación pública, gratuita, popular, científica y de calidad en Venezuela. 


 

 

Paraguay – Creada en julio de 2018, la Red por el Derecho a la Educación del Paraguay reúne organizaciones gremiales de docentes y de estudiantes, de los niveles secundario y universitario, así como otras ONGs y personas investigadoras y profesionales de la educación con deseos y preocupaciones acerca de la educación paraguaya. Tiene como objetivo el fortalecimiento de la educación liberadora para la formación de personas libres y capaces para ejercer sus derechos y obligaciones, en una patria soberana, con libre determinación sobre su proceso de desarrollo. 


Sobre la CLADE y su membresía 

La CLADE es una red plural de organizaciones de la sociedad civil, con presencia en 18 países de América Latina y el Caribe, que impulsa acciones de movilización social e incidencia política para defender el derecho humano a una educación transformadora, pública, laica y gratuita para todos y todas, a lo largo de la vida y como responsabilidad del Estado. Conozca nuestros miembros. 


La educación es una obligación del Estado y factor habilitante para el ejercicio de otros derechos

9 de diciembre de 2020

“El derecho a la educación es una obligación central de los Estados nacionales. Esa exigencia debe ser actualizada en un contexto de desembarco de los medios virtuales, contenidos digitales y de asedio a la escuela presencial”, afirma la Campaña Latinoamericana por el Derecho a la Educación (CLADE) en su Declaración Final de la XI Asamblea Regional CLADE. 

El documento es el resultado de reflexiones y debates realizados durante la XI Asamblea de la Campaña Latinoamericana por el Derecho a la Educación, que se llevó a cabo de modo virtual entre el 13 de octubre y el 26 de noviembre y contó con una amplia participación de organizaciones miembros de la CLADE, representantes estudiantiles y docentes, movimientos, organizaciones de la sociedad civil, investigadores/as y académicos/as.

Con el tema “Derecho Humano a la Educación: horizontes y sentidos en la post pandemia”, la Asamblea se realizó en un contexto en el que nuestra América Latina y Caribe y  el mundo entero enfrentan las consecuencias de la pandemia provocada por el Covid-19 y contó con transmisiones en vivo semanales sobre las temáticas desarrolladas por la CLADE para analizar la actual coyuntura regional e internacional y trazar estrategias para la efectiva implementación del derecho humano a la educación en América Latina y el Caribe en el contexto de la post pandemia.

“La Campaña Latinoamericana por el Derecho a la Educación, sus foros nacionales, redes regionales y ONGs internacionales que la integran han realizado un gran esfuerzo desde que comenzó la presente crisis, para acompañar procesos que garanticen los derechos de los pueblos, para reflexionar sobre las consecuencias de la pandemia, para denunciar la profundización de la desigualdad y para alentar el compromiso de la comunidad educativa a no bajar los brazos ante la difícil situación que se fue agravando”, argumenta  el documento.


Clases presenciales y privatización educativa

A través del documento, la CLADE afirma “que la pandemia demostró la importancia de la presencialidad en la educación y en los aprendizajes a lo largo de toda la vida, porque aprender es un acto relacional, que necesita del diálogo, del abrazo y del hacer en los territorios y que, cuando la virtualidad es indispensable, debe también garantizar el derecho humano a la educación, en todo lo que este significa”.

La CLADE también llama la atención sobre la agudización del proceso de privatización de la educación. “Conocimos un nuevo modelo de privatización (familias, estudiantes y docentes asumiendo el coste de equipos y conexión), estratificación estudiantil (a partir de las posibilidades o no de conexión) y cientos de miles de estudiantes imposibilitados de continuar su trayecto educativo en estos contextos. Esta situación amenaza con mantenerse y expandirse con los anuncios de modelos híbridos de enseñanza”, afirma.

En este contexto, la CLADE insta a que “los Estados garanticen el acceso universal y público al internet como un derecho, y no como una mercancía. Desarrollando plataformas virtuales propias y abiertas, que garanticen nuestra soberanía en materia de tecnología educativa”, además de asumir “su rol de garante de los derechos humanos, considerando la indivisibilidad de los mismos y a la educación como factor habilitante para el ejercicio de otros derechos, para disminuir las desigualdades y para lograr que nuestras sociedades sean más justas e igualitarias”, entre otras acciones.

Lee el documento completo aquí


Sobre la XI Asamblea Regional de la CLADE

Durante las siete semanas en las que se llevó a cabo la Asamblea Regional, la CLADE y su membresía realizaron más de 10 paneles y debates sobre la educación latinoamericana y caribeña. A continuación están los enlaces de los videos de los paneles, debates de las sesiones internas, documentos y presentaciones hechas durante toda el evento.

13/10 – Panel de apertura: Jóvenes y derecho a la educación en América Latina y el Caribe
20/10 – Panel: Derechos desde el principio
27/10 – Panel: Educación de Personas Jóvenes y Adultas
03/11 – Panel: Desigualdades, inclusión y educación
10/11 – Panel: Educación Pública en Riesgo: Privatización, Financiamiento, Docentes
17/11 – Panel: Rasgos de la coyuntura internacional en la pandemia y post pandemia”
19/11 – Panel: Derechos humanos y educación

Del 23/11 al 26/11


Nuevo Comité Directivo

En la XI Asamblea, se realizó un balance del Plan Estratégico Cuatrienal 2018-2020 de la CLADE. En el encuentro también se eligió el nuevo Comité Directivo, compuesto por seis representantes de los foros nacionales, dos de las redes regionales y dos de ONGs internacionales, además de la coordinadora general.  El Comité ahora tiene la siguiente composición:

  • ActionAid
  • Agenda Ciudadana por la Educación de Costa Rica
  • Campaña Argentina por el Derecho a la Educación
  • Campaña Boliviana por el Derecho a la Educación
  • Campaña por el Derecho a la Educación de México
  • Federación Internacional Fe y Alegría
  • Oxfam IBIS
  • Organización Mundial de Educación Preescolar – Región América Latina
  • Reagrupación Educación para Todos y Todas Haití
  • Coordinadora General de CLADE

La pandemia hace lupa de la vulneración a los derechos, también el de educación

27 de noviembre de 2020

La necesidad de una nueva narrativa que no naturalice la vulneración de derechos, la lucha contra la privatización y la desfinanciación del derecho humano a la educación son temas que se han debatido esta semana por organizaciones sociales de 18 países en la región. La pandemia hace lupa de la vulneración a los derechos, también el de educación, evidenciado en todos los sentidos las brechas que vivimos en América Latina y El Caribe.

La justicia fiscal es una de las propuestas que desde las organizaciones sociales ayudaría al cumplimiento de la agenda en favor del bienestar común, recordando que una de las prioridades sería la asignación de los Estados de al menos 6% del Producto Interno Bruto para la inversión educativa, sin embargo esto se ve amenazado con la contracción económica global derivada de la pandemia.

Educación para la no violencia, la inclusión y la organización social en la defensa de los derechos humanos, así como la escuela como entorno de protección son parte de las claves para la defensa de la educación en el continente y el Caribe.

Diálogo en el marco de la XI Asamblea la Campaña Latinoamericana por el Derecho a la Educación (CLADE), con Nelsy Lizarazo, Coordinadora General de la CLADE; Jesús Juárez de Campaña por el Derecho a la Educación en México (CADEM) y Elizabeth Robert coordinadora de la comunidad de práctica de OXFAM en educación para ALC.

Enlace para descargar: Voces sobre la Mesa – 27 Noviembre 2020


Foto: IIN-OEA

Niñ@s estudiantes no fueron tomados en cuenta por los gobiernos para enfrentar la pandemia.

17 de noviembre de 2020

La pandemia no sólo desnudo la precariedad de los sistemas de salud y educación de nuestros países latinoamericanos sino también puso en cuestionamiento la forma cómo los gobiernos enfrentaron la pandemia. ¿Qué nivel de consulta hubo a la población, a todos los sectores de la sociedad? ¿Era necesario hacerlo? Víctor Giorgi, director del Instituto interamericano del Niño, la Niña y Adolescentes de la Organización de Estados Americanos (OEA), considera que sí y advierte que este importante sector de la población no fue tomado en cuenta. Lamenta que la pandemia haya convertido a los estudiantes infantes en una especie de robot producto de la virtualidad cuando la cercanía, el contacto constituyen poderosos elementos de aprendizaje. Esta y otras ideas nos comparte en la siguiente entrevista realizada por nuestra compañera María Cianci Bastidas en el marco de la XI Asamblea Regional CLADE que en su agenda discute el tema de los Derechos Humanos, riesgo de precariedad en la pandemia.

Producción: María Cianci Bastidas – Hugo Ramírez. Coordinación general ALER

Escucha la entrevista completa aquí:


Protestas en Lima por golpe de estado parlamentario el 12 de noviembre de 2020. Manifestación en la Plaza San Martín.
Foto: Johnattan Rupire / Wikimedia Commons

Perú: ¡Exigimos la renuncia de Merino!

15 de noviembre de 2020

“Tras los últimos acontecimientos, los miembros de la Campaña Peruana por el Derecho a la Educación reiteramos nuestro compromiso con la democracia en el Perú y exigimos la inmediata renuncia del cuestionado Presidente Manuel Merino de Lama y su gabinete ministerial. La CPDE une su voz al clamor de toda la ciudadanía que demanda la renuncia de un presidente que nunca debió asumir el cargo”, declaró la CPDE en un pronunciamiento publicado el 14 de noviembre.

El lunes pasado, 9 de noviembre, el presidente Martín Vizcarra fue destituido y Manuel Merino de Lama, presidente del congreso peruano, ha juramentado como presidente del país. Según informaciones de Pressenza, Merino de lama es “un personaje que cada vez que ejerció un cargo público ha sido sindicado por actos de corrupción y cuya agonizante representatividad se evidencia con los 5 271 votos que recibió para ser electo. Usó su cargo de presidente del congreso para promover un primer intento de vacancia en alianza con Keiko Fujimori, actualmente con prisión domiciliaria y lideresa del partido Fuerza Popular, investigado por lavado de activos en el marco de una organización criminal”. 

La CPDE, en su pronunciamiento, también llama la atención para el Congreso del país. “no perdonamos la irresponsabilidad de un Congreso insensible a los duelos e  incremento de la pobreza a consecuencia de la pandemia de la que es víctima el país y e mundo entero, al haber provocado la grave crisis política que atravesamos en estos momentos y ha cobrado ya dos injustas muertes”. 

>> Lee el pronunciamiento aquí.


Protestas: muerte y violencia

Según Pressenza, el golpe de Estado en Perú ha movilizado los jóvenes de Perú, que están realizando protestas diarias en todo el territorio y contra el gobierno del nuevo mandatario Manuel Merino, quien se ha convertido en uno de los políticos más impopulares del país, tras haber orquestado la destitución de Vizcarra desde el Parlamento.

En respuesta, hubo represión policial que resultó en dos muertes y heridos. En carta publicada hoy, 15 de noviembre, la  Asociación Latinoamericana de Educación y Comunicación Popular (ALER) condena “CONDENA enérgicamente el asesinato de dos ciudadanos peruanos producto de la represión policial extrema contra la ciudadanía que reclama en las calles y plazas la renuncia del señor Manuel Merino nombrado presidente a través de un golpe parlamentario. La actuación de las fuerzas del orden ha dejado además un centenar de heridos, incluidos periodistas, sin que las autoridades del nuevo gobierno hagan algo por detenerlo pese a la preocupación advertida en días anteriores por el Alto Comisionado de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para los Derechos Humanos en América del Sur”.

Para ALER, lo que ocurre en Perú es la consecuencia de una actuación irresponsable del Congreso Nacional que en medio de una grave crisis sanitaria y económica provocada por la COVID-19, y con elecciones generales ya convocadas para abril del 2021, vacó al Presidente Vizcarra, valiéndose del artículo 113, inciso 2, que refiere incapacidad moral permanente. Presuntos actos de corrupción en las que habría incurrido el depuesto mandatario sirvieron como argumento para vacarlo por un Congreso desprestigiado, pues 68 de sus 130 miembros están implicados en investigaciones judiciales.

“Frente a los lamentables hechos ocurridos en las últimas horas, ALER exige el respeto a la vida de todos los peruanos y peruanas, al tiempo de recordar que la protesta ciudadana es un derecho reconocido por la Constitución Política del Perú; como también, el derecho a la libertad de expresión, de prensa y a la movilización pública pacífica”, afirma la Asociación en nota.

>> Lee la nota aquí. 

El Consejo de Educación Popular de América Latina y el Caribe  también publicó en su página del facebook una nota de repudio exigiendo la inmediata renuncia de Merino. “Muertes y varios heridos enlutan a nuestro país. Es el costo de la insurgencia de los pueblos frente al golpe de Estado institucional que nos quieren seguir imponiendo, es el costo por la dignidad que no puede quedar impune”, se dice en el documento. 

La nota solicita la inmediata respuesta a los responsables de estos asesinatos, al gobierno golpista de Manuel Merino, al Primer Ministro, al Ministro del Interior y al comando que estuvo a cargo de las operaciones.

“Exigimos la renuncia de Manuel Merino, y la instalación de un gobierno popular de transición que posibilite los mecanismos necesarios para resolver esta situación de caos que de ninguna manera podrá resolverse reemplazando a Merino por otro congresista servidor del régimen golpista, que sólo busca mantener las medidas neoliberales que se profundizan cada día, y que niega los mínimos derechos a millones de compatriotas”

>> Lee el texto completo.

 


Educación pública en riesgo: Hacia la XI Asamblea Regional CLADE

9 de noviembre de 2020

¿Cuáles son los riesgos en los que se encuentra la educación pública en el contexto de pandemia?

Catarina de Almeida Santos: La educación pública, y hablando sobre todo de Brasil, tiene como riesgos en primer lugar que muchos niños/as y jóvenes adolescentes están sin acceso a la educación, dependen de la infraestructura de la escuela y en ese momento tenemos falta de acceso a tecnología, de condiciones adecuadas en las viviendas, personas en casa que no consiguen insertarse en los procesos de aprendizaje. Son millones de brasileños/as que en ese momento están sin acceso a la educación.

Otros tantos tienen acceso por medio de plataformas privadas. Eso significa colocar en riesgo los datos de la población mediante la apropiación de esos datos por parte de dichas plataformas. Las niñas que están en condiciones de vulnerabilidad ahora están en casa, muchas veces junto a sus agresores y no está la escuela para auxiliar. Tenemos la población indígena, la población quilombola, muchos de ellos sin acceso a la educación.

Por otro lado tenemos un Estado que ha negado el derecho a la educación, cortado el financiamiento y no se ha comprometido con garantizar el derecho a la Educación. Esos algunos de los riesgos que tenemos en Brasil y que muchas veces se repiten en varios países de nuestra América.

Luis Bonilla Molina: Lo que está ocurriendo en el marco del Covid-19 es algo que ya se venía programando. En Incheon 2015 las grandes transnacionales de la tecnología anunciaron que en un horizonte máximo de una década, iban a un modelo de educación virtual.

A pesar de este anuncio, que se hizo ante más de cien representantes de los gobiernos del mundo, los ministerios de Educación de los países hicieron muy poco para garantizar plataformas virtuales propias, repositorios de nube, formación docente adecuada para trabajar en entornos virtuales y para generar contenidos digitales.

Eso ha generado que en los meses de la pandemia ocurran dos fenómenos muy claros. Uno, de un nuevo modelo de privatización, que no se había visto hasta ahora. En el marco de la pandemia fueron las familias, los y las estudiantes, los y las docentes quienes tuvieron que comprar computadores, acceso a internet, planes de datos y el Estado se desentendió de su responsabilidad de garantizar las condiciones mínimas para desarrollar el Derecho a la Educación.

Pero además, este acceso a internet en el caso de los profesores fue muy difícil que se pudiera alcanzar en un 100% en muchos países. En el caso de los estudiantes, las cifras que manejamos representan una exclusión promedio de casi un 50% en la región que no pudieron ya sea conectarse a Internet o tener capacidad de trabajar en estos entornos de una manera tan rápida. Trabajar de modo virtual para los estudiantes no significa solo acceso a internet y una computadora, que ya es bastante difícil en una región en la que la conexión a internet solo es del 59%, sino que además requiere un acompañamiento muy importante de las familias.

Dada la situación de familias que requieren buscar sus recursos para sobrevivir esto es muy difícil en una región que, según la CEPAL, está alcanzando el 34.7% de pobreza, de la cual 80 millones de seres humanos, en el marco de la pandemia, están en pobreza extrema

Hay nuevos modelos de privatización que tienen que ver con el acceso a equipos, conexión y un nuevo modelo de exclusión, que son aquellos que no pueden trabajar o acceder, lo que plantea nuevos y renovados desafíos para el Derecho a la Educación en la región.

¿Qué experiencias en favor del derecho humano a la educación puede mencionar como un logro de la sociedad civil ante la amenaza de la privatización y la desfinanciación?

Catarina: Aquí en Brasil, la Campaña Brasileña por el Derecho a la Educación organiza un conjunto de entidades, algunas de las cuales no hacen parte pero se organizan en torno a ella. La sociedad civil obtuvo una gran victoria con la enmienda de la Constitución aprobando el Fondo de Manutención y Desarrollo de la Educación Básica (FUNDEB) y Valorización del Magisterio. Al aprobarse esa enmienda constitucional se aprobó el aumento de recursos para la Educación, de participación del Gobierno Federal, de Estados y Municipios en el financiamiento de la Educación.

Gran parte de las matrículas en Brasil dependen del FUNDEB. Fue un gran logro que ahora conseguimos insertar en la Constitución un mecanismo llamado Costo Alumno-Calidad. Nuestras escuelas están en condiciones precarias, no tienen laboratorios, no tienen bibliotecas y el mecanismo Costo Alumno-Calidad garantiza eso. Este mecanismo estaba en la Ley del Plan Nacional de Educación aprobada en 2014, pero el gobierno brasileño nunca la reglamentó. Ahora tenemos el mecanismo del Costo Alumno-Calidad en la Constitución, que es la ley máxima, la ley mayor del país.

Logramos que se apruebe también el mecanismo para valorizar a los profesionales de la Educación, especialmente los profesores. Aprobamos el Sistema Nacional de Evaluación de la Educación Básica. La aprobación de la Enmienda Constitucional 108 fue una gran victoria de la sociedad civil brasileña, y ahora estamos abocados a que se ponga en práctica y pueda cambiar la realidad de las escuelas brasileñas y de nuestros estudiantes.

¿Cuáles son las demandas urgentes para mejorar las condiciones docentes con este panorama actual?

Luis: Lo primero que hay que subrayar es que los y las docentes, en medio de la pandemia del Covid-19, se encontraron de la noche a la mañana con unas exigencias nuevas de los procesos de enseñanza y aprendizaje, marcados por la virtualidad.

En ese contexto la mayoría de los docentes no habíamos sido formados para trabajar en entornos virtuales, mucho menos para trabajar con contenidos digitales. La primera situación que se nos plantea es que se requiere una actualización de los programas de formación docente, rápidamente, para que se puedan manejar en nuevos entornos de educación. Porque evidentemente, la escuela presencial es insustituible y en la pospandemia volveremos a la escuela presencial.

Pero la escuela presencial también está siendo impactada por la aceleración de la innovación científica y tecnológica y por supuesto que va a tener un componente virtual. Si no resolvemos el tema de la formación rápidamente, corremos el riesgo que sean las transnacionales de la informática las que coloquen los contenidos, los modelos de virtualidad y ahí estaría en peligro la soberanía cognitiva y como en muchos casos está ocurriendo, estaríamos generando un nuevo modelo de educación bancaria virtual.

En segundo término, se ha producido en este marco una profunda sobrecarga laboral de los y las docentes porque, de hecho, los jóvenes no tienen un horario concreto en el cual conectarse. Esto ha hecho que las y los docentes tengan que trabajar en horarios que no son los habituales. Pero además el número de estudiantes por docente que se usa para la actividad presencial, 30, 40 y hasta 50, un docente de bachillerato que tenga cinco o seis secciones con 50 estudiantes cada una, es imposible trabajarlo en entornos virtuales. Hay que plantearse una nueva discusión al respecto.

Y por supuesto, el tema salarial. Esta pandemia puso en evidencia que los sueldos y las condiciones de trabajo de los docentes son muy precarias en América Latina y por eso muchos tuvieron limitaciones para comprar equipos, para la conexión a internet. Por eso es que organizaciones como la CONADU Histórica (Agrupación de docentes universitarios) en Argentina a nivel universitario está exigiendo que los gobiernos paguen los costos de la conexión a internet y de la preparación de los equipos para poder trabajar. Aparte de la CONADU Histórica, también la Unión Nacional de Educadores de Ecuador, la Federación de Maestros de Puerto Rico están planteando ese desafío.

Quiero destacar para concluir que un hecho importante fue que el sector educativo, fundamentalmente los gremios docentes de la región y del mundo se organizaron junto al pedagógico y al sector popular para celebrar el 25-26-27 de Septiembre el Congreso Mundial de Educación en Defensa de la Educación Pública y Contra el Neoliberalismo Educativo.

Fue un espacio muy importante de convergencia internacional donde se estableció un acuerdo claro de articulación y la convocatoria para el año 2021 a una Marcha global por el Derecho a la Educación que permita pasar de las palabras y los acuerdos verbales a acuerdos concretos de acción.

¿Cómo podemos seguir con esta esperanza, con este esperanzar de Paulo Freire?

Catarina: Pienso que todos nosotros tenemos mucho porqué luchar. Paulo Freire siempre nos enseñó que todo podemos continuar en la lucha, continuar luchando para que la gente tenga otra educación, para que nuestros países sean más inclusivos, sean menos desiguales, sean países en que todo tengan derecho a los bienes que son producidos por nuestros países. Tengo esperanza en la lucha, en la fuerza y la garra de nuestro pueblo. Vamos a vencer los retrocesos que vivenciamos en diversos países en este momento.

Luis: Enseñó Paulo Freire que la esperanza es también un hecho político. Y en la pandemia, lo más significativo, desde mi punto de vista, ha sido el reencuentro maravilloso, alegre, creativo entre docentes, familias, padres y madres de los estudiantes, los estudiantes, en un esfuerzo mancomunado para resolver las limitaciones que implicaba este giro abrupto a la virtualidad.

Ese encuentro ha permitido revalorar el papel de la escuela presencial, sus posibilidades transformadoras de la sociedad y hay que aprovechar ese reencuentro -que bastante nos hacía falta- para entender que desde la educación podemos iniciar un proceso radical de transformación de nuestras sociedades para lograr mayores niveles de justicia, equidad, igualdad, y por supuesto, surgieron también esperanzas en cuanto a juntar narrativas, que no estaban tan claras antes de la pandemia. Hoy el movimiento pedagógico y de familias tienen un interés que se está comenzando a vincular con las agendas feministas, con las agendas ecológicas, lo que hace presagiar que en la pospandemia el movimiento social va a estar mucho más activo en la defensa de una sociedad más justa y como dice el Foro Social Mundial, en la posibilidad de otro mundo.

Escucha la entrevista:


Foto: Pressenza

Desigualdades e interseccionalidades: Si no es inclusiva y transformadora, no merece llamarse Educación

5 de noviembre de 2020

Si bien las desigualdades de acceso a la Educación mejoraron en América Latina y el Caribe en los últimos 20-30 años, los efectos de la pandemia amenazan con profundizar las injusticias estructurales, haciendo retroceder las posibilidades de capacitación y crecimiento humano de millones de educandos.

¿Qué grupos sufren más? ¿Cómo avanzar? Éstas son preguntas íntimamente relacionadas, que encuentran respuesta a través del concepto y la herramienta de la interseccionalidad.

Sucede que la región no solamente es la más desigual del mundo en términos socioeconómicos, sino que además hay conjuntos humanos en cuyos cuerpos se cruzan múltiples desigualdades.

A la tremenda vulneración de Derechos Humanos básicos que significa la pobreza – que en la mayor parte de los casos es estructural y multidimensional, afectando no solo los ingresos sino otros indicadores de deterioro en la calidad de vida – se suman las discriminaciones y violencias por motivos de género, de proveniencia cultural, la segregación e invisibilización de las personas con discapacidad o las condiciones que deben enfrentar las y los migrantes.

Pandemia y violencia contra las mujeres

La importancia de la Educación como garante de otros Derechos básicos como el derecho a la inclusión, la socialización, la participación o la alimentación se ve hoy coartada por el cierre de las instituciones de educación a causa del brote pandémico. La CEPAL calculó que más de 160 millones de estudiantes han visto interrumpida sus trayectorias educativas. En simultáneo, 85 millones de niñas y niños han dejado de recibir la alimentación a la que accedían en el sistema escolar.

La crisis sanitaria expuso los desniveles existentes en los distintos países en cuanto a infraestructura sanitaria y educativa, al tiempo que hizo visibles las brechas de acceso a tecnología y conectividad al interior de los países. Esta disparidad afectó fuertemente las posibilidades de los sectores vulnerables, al recurrir el sistema a modalidades virtuales de enseñanza.

Del mismo modo, la precarización laboral de amplios sectores, en el marco de un marcado deterioro de la economía real, hace temer por un aumento de la deserción escolar. En particular, las niñas podrían verse afectadas al tener que ocuparse de tareas de cuidado familiar en reemplazo de sus madres ocupadas en la búsqueda de ingresos. Este mandato social de responsabilidad femenina en labores de cuidado, acuñado en matrices sociales patriarcales, continúa siendo uno de los principales impedimentos para la aspiración de sociedades igualitarias.

El contexto de pandemia ha agudizado las violencias contra las mujeres, que sufren de manera cotidiana relaciones de opresión sistémicas a nivel social, familiar e interpersonal.

Los Pueblos Indígenas: Entre la segregación y el riesgo pandémico

En un modo distinto, pero igualmente doloroso, pervive la desigualdad estructural que atraviesa la vida de los más de 800 pueblos indígenas de la región. El distanciamiento, la discriminación, la erosión de la base material y cultural de su existencia por parte de sociedades ancladas en matrices de tipo colonial, negó a estas comunidades ya con anterioridad a la pandemia gran parte de sus Derechos Humanos.

Debido a las altas tasas de desnutrición y la precariedad de la infraestructura, los 60 millones de indígenas de América Latina -un 10% de la población total- han visto agravarse su situación con la coyuntura de riesgo sanitario producida por el Covid-19.

El sistema educativo, lejos de actuar como factor igualador, ha profundizado las desigualdades a través de la segregación cultural, sin permitir a estas naciones desarrollarse según sus propios valores y cosmogonías, ni aportar con su riqueza de saberes al conocimiento común.

Lejos de ello, la historia que se enseña en el sistema escolar tradicional poco habla de la infinita violencia contra los indígenas ni de la brutalidad contra los negros arrancados a la esclavitud desde el África. Violencia y explotación que son la marca indeleble sobre la que se construyó la inequidad actual.

Además de políticas públicas decididas de apoyo, es preciso que exista una educación verdaderamente inclusiva, que utilice modelos pedagógicos diferenciados de acuerdo a los escenarios en los que viven las comunidades indígenas y en cuyo diseño puedan participar los jóvenes y las mujeres de dichas comunidades.

Personas con discapacidad y educación virtualizada

Las personas con discapacidad son otro colectivo estructuralmente aislado en el modelo de un patrón educativo rígido y capacitista, que no las concibe como parte del alumnado regular.

Esta situación de no presencia ni pertenencia alcanza aún una mayor relevancia en el marco de una educación virtualizada por la emergencia pandémica. A las habituales barreras se suman las dificultades de acceso a tecnología adecuada y las dinámicas de clase a distancia que no contemplan necesidades particulares. Sumado a la carencia de personal de apoyo, se ha producido la desconexión de muchas personas con discapacidad de la actividad educacional.

Como contraparte, la situación permitió visibilizar a las personas con discapacidad, hizo posible un trabajo de agrupamiento de estudiantes según su necesidad, ayudó a pensar nuevas formas de evaluar y posibilitó la alternancia de lo sincrónico y lo asincrónico.

Del mismo modo, hizo patente el rol fundamental de la familia como actor central del proceso educativo, de la mano con la escuela y los propios estudiantes, al tiempo que colaboró con una docencia más reflexiva y la recreación de los modos de interactuar.

Precaria situación de migrantes ante crisis sanitaria, educativa y económica

La condición de migrante es otra de las circunstancias en las que la desigualdad se multiplica. La mayoría de estas personas atraviesa la actual crisis sanitaria en un marco de precariedad, al que se suma la crisis educativa. Se mira al migrante como mano de obra, como fuerza de trabajo y no como un ser para la educación.

Muchos migrantes no cuentan con conexión fija a internet, no poseen equipos adecuados ni cuentan con las condiciones de vivienda con privacidad que se adecúen a las modalidades educativas virtuales. A la vulnerabilidad económica, agravada por el alarmante desempleo, a las dificultades lingüísticas y tecnológicas se agrega la carencia de recursos de apoyo pedagógico para los niños y niñas migrantes.

Los Estados deben desarrollar políticas públicas con compromiso social, ético, poniendo el énfasis en la diversidad y la multiculturalidad. Es imperioso producir libros y pedagogía para la pluralidad abandonando una tradición educativa asimilacionista.

Hacia el futuro

Es imprescindible aprovechar la pospandemia para replantear sentido y finalidad de la educación hacia un modelo heterogéneo, diverso, inclusivo, solidario y accesible para todas y todos.

Se necesita dejar atrás una matriz educacional concebida en el período industrial con el fin de disciplinar, estandarizar, cosificar. Un esquema cuya íntima raíz es naturalizar la desigualdad.

Es imperioso resistir las presiones para mercantilizar y privatizar lo público y en particular, el espacio educativo, que son una afrenta directa a la posibilidad de disminuir la injusticia y promover una creciente equidad.

Corresponde abordar sin dilación un tipo de educación intercultural, emancipadora, abierta al otro, al diferente. Construir un horizonte formativo transformador, no reproductor de desigualdades.

Desarrollar un modelo que ayude a desmontar el andamiaje cultural del patriarcado, que conciba la protección de la igualdad como un bien común, como noción profunda y de cotidiana aplicación.

La lucha por el cambio educativo no se inicia ni agota en el ámbito educativo, sino que es una lucha política, en las relaciones interpersonales e intrafamiliares para modificar las relaciones de poder.

En esta lucha, la educación debe tomar partido por los históricamente excluidos, porque una educación que no sea inclusiva, no merece llamarse educación.


Jóvenes y Derecho a la Educación en ALC: Hacia la XI Asamblea Regional CLADE

12 de octubre de 2020

En esta entrevista colectiva se debate el tema Jóvenes y derecho humano a la Educación.  Contamos para ello con las reflexiones de Jazmín Elena desde El Salvador, Laura Victoria Meyer desde Colombia y Carlos Noveroy desde Chile, quienes participan de varias iniciativas de diálogo con jóvenes de Abya Yala.

La XI Asamblea Regional de la Campaña Latinoamericana por el Derecho a la Educación (CLADE) tiene como tema central el Derecho Humano a la Educación: horizontes y sentidos en la post pandemia, y se llevará a cabo del 13 de octubre al 26 de noviembre de 2020.


María Cianci (ALER): En la crisis sanitaria actual, desde los debates que han impulsado en MELAC (Movimiento estudiantil de Latinoamérica y el Caribe), ¿Cuáles son las demandas más urgentes para garantizar el Derecho Humano a la Educación?

Laura Victoria Meyer (Colombia): Ahora lo urgente es la Matrícula Cero Ya en la Universidades Públicas y también ayudas financieras para quienes están estudiando en las universidades privadas. Porque con la pandemia muchas personas han perdido sus empleos. La educación, con todo el negocio que ha sido históricamente, mucha gente ya no se lo puede «permitir», si es que se habla en términos mercantiles. Es imperioso que los Estados y los gobiernos den esos apoyos financieros y en las Universidades Públicas, sobre todo, eliminen el costo de la matrícula.

Carlos Noveroy (Chile): Estoy totalmente de acuerdo con lo que plantea Laura y quisiera agregar dos elementos. En primer lugar, hay que entender que la educación, tanto en Chile como en América Latina se ha concebido históricamente como negocio, en algunos países con mayor profundidad y en otros con menos, pero de todas formas existe una lógica generalizada en torno a la mercantilización y la lógica neoliberal. Sería interesante buscar la forma para poder asegurar el Derecho a la Educación pública y de eliminar el modelo neoliberal dentro de la educación. No solamente dentro de la educación sino en relación al conjunto de los derechos sociales, que deberían ser para la gente, las y los trabajadores y el pueblo en su conjunto.

Carlos Noveroy: “Lamentablemente, cuando hablamos del Derecho a la Educación también hay que hacerlo respecto al conjunto de la sociedad. Al menos en Chile se ha visibilizado un proceso de movilización importante, no solamente en pos de la educación sino en pos de todos los derechos sociales y ha existido una constante represión y criminalización hacia los estudiantes”

Por otro lado, lamentablemente, cuando hablamos del Derecho a la Educación también hay que hacerlo respecto al conjunto de la sociedad. Al menos en Chile se ha visibilizado un proceso de movilización importante, no solamente en pos de la educación sino en pos de todos los derechos sociales y ha existido una constante represión y criminalización hacia los estudiantes, hacia las y los jóvenes, por movilizarse y exigir dignidad para el pueblo.

De hecho, hace un par de semanas atrás, hubo distintas universidades, entre ellas la mía, la Universidad de Concepción de Chile, que colabora en este caso con la Policía de Investigaciones para entregar a la «Justicia» a estudiantes que se están movilizando para poder lograr distintas mejoras para la sociedad.

Entonces es importante eliminar la lógica mercantil, la lógica represiva dentro de la educación y asegurar democracia interna al interior de las casas de estudio y que la Educación sea bajo el control de las comunidades.

Jazmín Elena (El Salvador): Yo creo que las demandas por el Derecho Humano a la Educación son diversas. Principalmente el tema del acceso. En Centroamérica el tema económico es grave por muchos años y ahora, en el período de pandemia se ha agravado muchísimo. El Triángulo Norte se ha visto mayormente afectado porque no tiene las mismas condiciones económicas como para sobrellevar las problemáticas que atraviesan los países.

En el caso de El Salvador, el tema del acceso viene siendo un tema en debate, porque sabemos que no todas y todos pueden acceder a una educación de calidad, que el Estado debería de garantizar, pero no se ven los resultados en esta área. Como ya dijeron, los efectos de la mercantilización educativa se hacen sentir no solo a nivel de educación básica, media, bachillerato sino también a nivel universitario.

Otra área es el tema de la seguridad. En El Salvador se han dado muchos casos cada año de violentación de Derechos Humanos a niñas y niños y esto es por efecto de la violencia social que hay en el país. A tal punto, que a veces hasta las personas que deberían cuidarnos, personal de seguridad, se han visto involucradas en detenciones arbitrarias a estudiantes El mismo seguimiento que hacen por pensar que uno, por ser joven, ya es sospechoso. Tenemos que pararnos y ver lo que está sucediendo, quiénes deben cuidarnos y de quienes deben cuidarnos.

Por otro lado, el hecho de privatizar la educación es algo que acá en el país se dice por «bajo de cortinas» -si es que puede decir de esa forma- porque se están deteniendo procesos educativos públicos que ya se venían trabajando.

Quizás mencionar el hecho de que las jóvenes y adolescentes que cursan su bachillerato, tienen que hacer el examen PAES, una prueba de aprendizajes que se hace todos los años. Esto es alarmante porque este año no se va a hacer. No se va a tener una media de qué es lo que han aprendido estas personas, estos adolescentes en este período de pandemia y en su proceso de formación educativa pública. Sobre esto quisiéramos llamar la atención y creo que muchos países están atravesando estos mismos problemas, acerca de los cuales sería bueno debatir.


MC: ¿Qué no podría estar fuera de la agenda educativa en esto que se llama «la nueva normalidad»?

CN: Hay urgencias inmediatas y algunos elementos un poco más de mediano o largo plazo. La universidad y los distintos establecimientos que entregan educación han optado en su mayoría por la modalidad online. Si bien algunos dicen que es una modalidad positiva en el sentido que efectivamente asegura el Derecho a la Educación en este tiempo de pandemia, lamentablemente la educación en línea ha dejado mucho que desear, al menos en mi país e imagino que también en los demás países de América Latina, en torno al aumento de una importante brecha social.

Las y los estudiantes que tienen mayor poder adquisitivo, que tienen familias más acomodadas pueden recibir una mejor educación. En cambio, el conjunto de las personas que son más pobres y que están más precarizados y precarizadas, nos vemos directamente afectados por esta modalidad online. Ahí hay un tema a resolver.

Yo creo que esto pasa porque no existe vinculación con la comunidad educativa y tampoco existe la voluntad por parte de los gobiernos para que el derecho a la Educación esté vinculado a la comunidad educativa y que ésta asuma el control de su educación, evidentemente articulada y financiada por el Estado. Un elemento indispensable tiene que ver con sacar el modelo neoliberal, sacar la lógica del negocio de la educación. Hay un montón de universidades en Chile que están haciendo mucho negocio con la educación en línea, siendo que es un derecho social que debería estar garantizado.

Por otro lado, una temática importante es el de la salud mental. Hoy en día existe una sobrecarga académica importante hacia el conjunto de los estudiantes, lo que repercute en la salud mental, sumado al contexto de pandemia donde además hay sectores donde se está pasando hambre, donde muchos estudiantes y jóvenes no tienen posibilidad de  una vida laboral con la cual subsistir mientras estudian.

El problema no tiene que ver solamente con elementos coyunturales sino de largo plazo, por lo que hay que repensar el modelo social, hacia una sociedad más justa, igualitaria, donde efectivamente los más ricos y poderosos no tengan la capacidad de decidir por todo el resto. Para asegurar el derecho a la educación pública y el conjunto de derechos de la sociedad, hay que eliminar el neoliberalismo.

JE: Es importante tocar el tema de la brecha digital, eso ha sido un factor determinante en este 2020. Muchos de los países se enfrentaron a esta problemática y no es solo porque no se tengan los equipos, sino como se utiliza el equipo adecuadamente para poder recibir las clases virtualmente.]

Jazmin Elena: “Los ministerios de Educación en este momento deberían pensar estrategias, hacer reformas educativas que sean convenientes para estas áreas. En El Salvador, el gran problema es que la última reforma educativa se hizo en los ’90. Esto ya indica por qué lado va la educación en pleno 2020, cuando las tecnologías han avanzado constantemente y se siguen modificando. Es preciso reducir la brecha digital.”

La contraparte es cuando nos referimos a la diferencia entre los sectores urbanos y rurales. Se ve una clara brecha por el hecho de que no hay señal a internet o telefonía. ¿Cómo hacen las niñas y niños para seguirse formando si no tienen esta señal?

Los ministerios de Educación en este momento deberían pensar estrategias, hacer reformas educativas que sean convenientes para estas áreas. En El Salvador, el gran problema es que la última reforma educativa se hizo en los ’90. Esto ya indica por qué lado va la educación en pleno 2020, cuando las tecnologías han avanzado constantemente y se siguen modificando. Es preciso reducir la brecha digital.

LVM: Dos cosas. La primera, siento que se deben analizar las estructuras internas dentro de los centros educativos en cuanto a las relaciones de poder que se ejercen. Se necesita repensar la educación desde nuestros propios valores como la empatía y la solidaridad. Los docentes y las instituciones piensan que las condiciones de todos los estudiantes son iguales y pretenden exigir el mismo rendimiento académico de todas las personas, cuando las condiciones no son las mismas. A un nivel más estatal, es indispensable la responsabilidad del gobierno en la garantía de los derechos humanos y el derecho a la educación.


MC: Si cruzáramos el derecho a la participación con el derecho a la educación ¿Cual es la percepción que tienen ustedes en relación a la participación de los jóvenes? ¿Qué reflexiones podrían compartirnos?

JE: La participación juvenil se ha visto más reducida que lo que ya estaba. Todos y todas nos queremos cuidar por el tema del COVID-19, pero no se han detenido procesos que tienen mucho que decir en este momento. En El Salvador se cuenta con el Consejo Nacional de la Persona Joven y en este están involucradas organizaciones sociales juveniles del país, incluso redes que están relacionadas con el arte, la cultura. En este período se vivió un proceso extraño, en el que las elecciones y la persona designada no lo fue de forma democrática y transparente. Se denunció eso en la Asamblea Legislativa. Eso habla de la falta de participación. El no poder manifestarse de la forma en la que uno quisiera y decir «¡esto está mal!”.

La última manifestación juvenil fue el 8 de Marzo, coincidiendo con el Día Internacional de la Mujer, con todas las demandas que una tiene respecto a la garantía de Derechos hacia las mujeres. Una contradicción es que se han visto luego movilizaciones progubernamentales en un momento en que se supone que debemos cuidar nuestra salud. Cuando se trata de manifestaciones afines al gobierno, sí se puede hacerlas.

Laura Victoria Meyer: “En Colombia está muy presente la pregunta ¿Qué hago? ¿Peleo por mis derechos porque me los están quitando y me están matando? Nos está matando el mismo Estado o el COVID-19”

LVM: La participación juvenil se ha evidenciado históricamente en Colombia desde las calles. El inconformismo con el gobierno no se ha detenido con la pandemia, máxime cuando la realidad del abuso policial ha generado aún más rabia de la población en contra del Estado.

En cuanto a lo educativo, hubo luchas de las universidades públicas, entre ellas, de manera destacada la Universidad Pedagógica Nacional, la Universidad Nacional de Colombia, que exigieron la Matrícula Cero y lograron obtenerla en algunas carreras.

En Colombia está muy presente la pregunta ¿Qué hago? ¿Peleo por mis derechos porque me los están quitando y me están matando? Nos está matando el mismo Estado o el COVID-19.

CN: Al conjunto de las y los jóvenes de Chile, la historia y los hechos de los últimos años dejaron más que claro, que la participación social no tiene que ver con la participación institucional. No se trata de votar cada cuatro años dentro de las instituciones que son corruptas. Las mesas de diálogos con estudiantes levantadas en los distintos gobiernos han fracasado, debido a que no están dispuestos a abandonar medidas desiguales para la educación.

En segundo lugar, existen muchos dirigentes antiguos del movimiento estudiantil, fundamentalmente del 2011, que llegaron al parlamento, que hoy votan a favor de leyes represivas para criminalizar la protesta social y son las y los mismos que firmaron el «acuerdo por la paz» con el gobierno genocida de Sebastián Piñera.

La participación no la vemos por esa vía, sino con la participación en la movilización y las calles. Nosotras y nosotros venimos de un proceso de la revuelta popular del 18 y el 19 de Octubre de 2019, donde el conjunto de las y los estudiantes dejamos claro que nuestra participación iba a estar en las calles y organizándonos en nuestros espacios.

Ahora en el contexto de pandemia, cierran las universidades, cierran los liceos y los colegios, por lo tanto, el espacio natural de los estudiantes para organizarse queda cortado. Eso no significa que no estemos organizando actualmente, sino que hay un viraje en el que nos trasladamos al territorio. Muchos jóvenes de distintos territorios están armando comités populares de salud, están levantando ollas comunes, redes de abastecimiento ante la escasez de alimentos en los barrios más pobres. La participación está en la calle, en los barrios por aquello que los gobiernos no han garantizado. Estamos ejerciendo el derecho a la dignidad.


MC: Cuéntennos un poco sobre este proceso de diálogo que han hecho con jóvenes de todo el territorio continental y caribeño de nuestra Abya Yala. ¿Qué acciones proyectan después de culminar los encuentros con jóvenes de la región? En vísperas de estos encuentros, ¿qué balance pueden hacer?

JE: El Martes 13 estaremos haciendo la presentación pública de Mesas de Trabajo que se van a realizar un día antes. Estos procesos de diálogos de jóvenes estudiantes de toda la región se vienen realizando desde el mes de Agosto. Todo esto nace de la Campaña por el Derecho a la Educación en México (CADEM), quienes impulsaron estos diálogos. A partir de allí surgió la pregunta por un verdadero espacio que nos represente que realmente respalde nuestros procesos de cambio y construcción social.

Teniendo en cuenta que el movimiento estudiantil de Latinoamérica y el Caribe (MELAC) viene en formación desde el 2018 – cuando nace la idea de construcción de movimiento social regional- vimos que es el momento de reunirnos, escucharnos y vernos, facilitado por la tecnología virtual. Así llegamos a países y regiones que no esperábamos. Así comienzan estos conversatorios y la semana próxima estaríamos realizando nuestro Tercer Encuentro y que el proceso no se va a quedar ahí, sino que se sistematizará, escuchando las voces de las juventudes, de las y los estudiantes. Queremos presentarlo directamente a las organizaciones que trabajan por el Derecho a la Educación y que el Movimiento pueda seguir creciendo y haciendo presente la participación estudiantil y juvenil.

LVM: Este tercer Encuentro está coordinado por Perú y Colombia. Desde el mismo proceso de organización se ve una clara influencia desde los jóvenes. Es importante rescatar el hecho que la organización, las ideas, las propuestas, son acompañadas por adultos, pero son lideradas por los jóvenes y eso es trascendental.

También ha sido importante mirar cuáles son las perspectivas en un mismo eje temático desde los diferentes países de América Latina. Porque hay coincidencias, pero hay cosas que no suceden igual. Eso enriquece muchísimo estos encuentros, encontrando puntos en común, proponiendo soluciones a nivel latinoamericano y encontrar también esas pequeñas disidencias de culturales o de otro carácter, que nos permiten aprender de los otros.

Sería muy interesante que sea un proyecto a futuro, asunto que discutiremos sobre la marcha.

CN: Comparto lo anterior. Hemos dado un primer paso que tiene que ver con dialogar y expresar ciertos principios de articulación. Ha sido importante conocer las realidades de los distintos lugares, no solamente mediante la prensa formal, sino a través de los mismos actores educativos que están planteando sus distintas problemáticas.

Sería interesante ver como esta instancia se proyecta más allá, que exista una organización mayor que nos permita no solamente discutir y conversar sino también que esta articulación regional que se está formando desde los movimientos estudiantiles y juveniles pueda tener una perspectiva de levantar movilización y propuestas en conjunto a nivel latinoamericano.

Por ejemplo, si no hubiera sido por escuchar a las y los compañeros de Colombia respecto a la cruel represión, la masacre que sufren los dirigentes sociales, dirigentas socioambientales, juveniles, incluso niños y niñas, nosotros no nos hubiéramos enterado. Ante ello, el apoyo internacional que podamos tener entre nosotros, entre esta Latinoamérica unida que hay que empezar a construir, es fundamental.

MC: Si pudieran decir alguna frase que nos ayude a despedirnos con el corazón y el sentipensamiento puesto en la esperanza…

LVM: Me gusta una frase de Silvio Rodríguez que alienta y refleja la esperanza: «Quedamos los que puedan sonreir, en medio de la muerte y en plena luz.»

La esperanza es en el contexto colombiano lo que sigue moviendo a la gente a decir «¡Necesitamos un cambio y necesitamos hacerlo Ya!»

CN: Me gustaría despedirme con dos frases. La primera, a modo de esperanza y rebeldía que tienen las y los estudiantes y jóvenes de los distintos países de América Latina, «Lo que nosotros no hagamos por nuestra educación, no lo va a hacer nadie». Los gobiernos son incapaces de resolver la problemática educativa, quieren seguir fomentando el negocio en la educación, por lo tanto, la única solución es organizarnos y movilizarnos.

Ya que estamos en Octubre, un mes tremendamente importante en Chile ya que se conmemora un año de la revuelta popular, me gustaría comentar una frase que leí en un lienzo en una marcha cuando nos empezamos a movilizar en el año 2012 : «Sepan los nacidos y los que están por nacer, que nacimos para nacer y no para ser vencidos». Porque efectivamente hay que tener una lógica de esperanza, una disposición de poder avanzar en los derechos sociales y poder conquistar nuestras demandas como pueblo.

Jazmin Elena: “Lo importante es no perder la fe y la esperanza en la humanidad en esta sociedad que está viviendo cambios constantes. La humanidad aún puede rescatarse de estos cambios para mal que vienen sucediendo por años en los diferentes países de la región.”

JE: Lo importante es no perder la fe y la esperanza en la humanidad en esta sociedad que está viviendo cambios constantes. La humanidad aún puede rescatarse de estos cambios para mal que vienen sucediendo por años en los diferentes países de la región.

Tener una misma sintonía de cambio desde las juventudes, desde las y los estudiantes de la región, hacen ver que esto no es parte del futuro, ya estamos en el presente. Somos nosotras y nosotros quienes decidimos los cambios que queremos para nuestra sociedad.

La clave está en «No perder la humanidad y no perder fe en las personas».


La entrevista fue realizada por María Cianci Bastidas (ALER)

La transcripción es de Pressenza