Foto: Unicef/México

Privatización de la Educación en el Contexto de la Pandemia y Postpandemia: viejos y nuevos rostros que desafían la realización del Derecho Humano a la Educación

7 de diciembre de 2021

Con el propósito de identificar tendencias y rasgos en la región Latinoamericana y del Caribe en temas de privatización educativa, en un artículo publicado recientemente en la Revista de Financiamiento de Educación (FINEDUCA), la Campaña Latinoamericana por el Derecho a la Educación (CLADE) expone la inserción de múltiples políticas que introducen lógicas mercantiles en el campo educativo. Estos procesos han estimulado el crecimiento de industrias ligadas al lucro, así como la existencia de importantes brechas en las leyes que efectivamente permiten la realización de actividades lucrativas incluso en la etapa educativa obligatoria, creando una contradicción con la perspectiva de la educación como un derecho humano fundamental, en la medida en que se mueve el rol del Estado a la iniciativa privada.

Este esfuerzo de investigación de la CLADE parte de un entendimiento amplio del concepto de privatización educativa, que extrapola la presencia del sector privado, incluyendo los procesos de transferencia de actividades, activos y responsabilidades de los Estados a organizaciones privadas y también la subordinación de la educación pública a los intereses corporativos. Este artículo – realizado por Adelaida Entenza, Giovanna Modé, Laura Giannecchini y Nelsy Lizarazo – analiza documentos producidos por organismos multilaterales en 2020; páginas de ministerios de educación; y entrevistas con investigadoras/es y representantes de movimientos de la sociedad civil.

Según el análisis, en la región se dan diversas expresiones de privatización auspiciadas por múltiples agentes y actores que interactúan. Entre ellos está la influencia de organismos internacionales en las políticas educativas, como es el caso del Banco Mundial (BM) y del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). A través de proyectos de cooperación técnica y financiera, de procesos de recopilación de datos y de generación de conocimientos, y de sus condicionalidades (criterios definidos para otorgar préstamos), el BM y el BID logran influenciar las agendas sectoriales nacionales e incentivar la adopción de ajustes políticos y económicos estructurales en los países, determinando quiénes recibirán su apoyo, cuándo, a través de qué estructura operativa, y cuáles políticas o reformas políticas serán priorizadas en los países prestatarios. Tanto el BID como el BM actúan como actores políticos e intelectuales, con capacidad para formular y articular políticas, fomentando la participación directa del sector privado.

CLADE identifica que el proceso de control de la educación por parte de actores privados o no-estatales surge no sólo a través de formas tradicionales de alianzas público-privadas, pero también de estímulo al uso de las tecnologías de información y comunicación en el campo educativo y de fomento a nuevas empresas de educación, nuevos modelos pedagógicos y herramientas que debilitan el rol del Estado y de los sistemas públicos.
Ante este contexto pandémico, el estudio destaca tres ejes que han salido con más destaque en los procesos de privatización y comercialización de la educación en América Latina y el Caribe: las complejas formas de privatización relacionadas a la instalación de plataformas para la educación a distancia, el refuerzo a formas de transferencia de fondos públicos a centros privados, y el rol de bancos multilaterales, particularmente del BID, en las iniciativas educativas que vienen buscando responder a la pandemia.

En “Privatización y comercialización de la educación en América Latina y el Caribe: aproximación y alertas en tiempos de pandemia” (publicado por CLADE en el 2021), se realizó un rastreo de las páginas web de Ministerios de Educación de la región sobre las principales respuestas educativas adoptadas durante la pandemia, identificando la presencia o ausencia de plataformas, recursos, aplicaciones, servicios y paquetes que dichos ministerios contrataron para responder a la emergencia. Este levantamiento reveló que en el 56.5% de los países figuran explícitamente espacios promovidos por Alphabet Inc, principalmente Google, Google Classroom y Microsoft, mientras en en el 17% constan empresas o fundaciones privadas tales como la Fundación Carlos Slim, la Fundación Telefónica o The Private Sector Organisation of Jamaica, para mencionar algunas. El estudio también reveló que muchos contratos fueron establecidos de manera poco transparente, lo que puede abrir caminos para nuevos estudios que se concentren en las cláusulas establecidas por estos acuerdos, sus condiciones, tiempo de duración y montos acordados.

El relevamiento documental y las entrevistas de CLADE demostraron el fenómeno de privatización conocido en la literatura como subsidio a la demanda. Con la profundización inmediata de la crisis económica para muchos sectores y el crecimiento del desempleo, muchas familias se vieron afectadas desde el comienzo de la emergencia sanitaria. Ya que muchas familias no pudieron pagar las cuotas de las escuelas privadas, aumenta la presión sobre el Estado para que este ofrezca ayuda a estas instituciones. La respuesta positiva estatal se observó de manera concreta y rápida en algunos casos, en forma de transferencia directa de fondos públicos para escuelas privadas, o indirectamente, a través de exenciones de impuestos.

Durante la emergencia sanitaria diversos actores privados ganaron terreno en el campo de la educación, colaborando entre sí y participando, activamente, en la definición de políticas y “nuevas narrativas”. Esta invasión de actores privados en la educación demanda, con urgencia, más estudios y atención, pues amenaza el ejercicio pleno del derecho humano a la educación.

Para conocer más sobre el impacto de los actores privados en los sistemas públicos de educación, puedes acceder al artículo realizado por la CLADE aquí: Privatización de la Educación en el Contexto de la Pandemia y Postpandemia: viejos y nuevos rostros que desafían la realización del Derecho Humano a la Educación.


Foto: Piensa Prensa Alternativa

El Presupuesto Público de Educación Chileno en el Siglo XXI y la Política de Expansión Inclusiva del Sistema Educativo

En el periodo pos-retorno de la democracia chilena, la educación pasó progresivamente a un lugar más destacado en el proyecto político-social del país, expresado también en su relevancia presupuestaria. Las iniciativas educativas impulsadas en democracia demandaron una gran inversión fiscal ante el deterioro histórico de los indicadores educativos y sociales más relevantes del sistema. Desde entonces el gasto público del sector se ha triplicado en términos efectivos en las primeras dos décadas de democracia y más aún a partir del año 2014, producto de la implementación de leyes con gran impacto financiero que aumentaron las exigencias presupuestarias.

En este marco, el trabajo de Sebastián Donoso-Díaz, Daniel Reyes y Óscar Arias analiza la evolución del presupuesto público de educación en el país entre los años 1999 al 2018, identificando las principales tendencias en este campo. Además, se consideran las orientaciones privatizadoras y des-privatizadoras en la educación pública chilena, siendo que en el país se presenta un marcado y agresivo proceso de privatización educativa instalado desde los 80’. En Chile, los intentos por sacar al mercado de la educación fueron iniciados con gran sistematicidad en el año 2007 y fueron reiterados en el 2014.

Antecedentes

Las políticas educativas chilenas de 1990 al 2009 estuvieron sustentadas en una alianza política de centroizquierda socialdemócrata (Concertación), y posteriormente, del 2014 al 2017 por la misma coalición más la incorporación del Partido Comunista (Nueva Mayoría), en cuyo contexto se inclinó el hacer del Gobierno hacia la visión de la educación como un derecho social garantizado por el Estado.

A partir del año 1990 y hasta fines de 2020, el Estado en forma regular enfrenta en el campo educacional un conjunto de exigencias “de arrastre”, producto de la reducción significativa del gasto público en educación en la década de los 80’, la precarización salarial y laboral de las y los docentes, así como el deterioro de su formación profesional, impactando severamente la calidad de la educación. Todo esto, producto del evidente estímulo estatal a la privatización de la oferta educativa en todo nivel impulsada desde el 1981, que pauperizó la educación pública.

Cambios Presupuestarios

En materia de políticas educativas, el ciclo democrático inicial (1990-2006) realizó adecuaciones al sistema imperante, que significaron dictar el Estatuto Docente (1991), subir el valor de los subsidios escolares, impulsar la Reforma Curricular de 1995 en adelante. El ciclo político siguiente (2006-2011), marcó el avance del desgaste de las propuestas educativas de los gobiernos, alineadas con las manifestaciones sociales de las tensiones más significativas de la educación pública: la búsqueda de soluciones, y la persistencia de los efectos educativos negativos, a saber: su baja incidencia en reversar las grandes desigualdades educacionales de la sociedad, la alta segmentación socio-territorial y los problemas históricos de recursos financieros y calidad de la enseñanza. En el ciclo siguiente (2012-2018), se destaca la agudización de los conflictos públicos del sistema escolar; esencialmente transitando hacia el marco de derechos sociales de la educación, expresados en las políticas de inclusión en todas sus acepciones, de des-municipalización escolar y la gratuidad de la educación superior. Este fenómeno ha revitalizado el debate entre incremento presupuestario, rol del Estado, derecho a la educación y privatización de la enseñanza, marco en el que se desarrolla el texto.

En las décadas en estudio (1999 -2018), el presupuesto del Ministerio de Educación (MINEDUC) en términos efectivos se cuadruplicó, teniendo un crecimiento promedio anual de 7,8% para estas décadas, acorde con las políticas de universalización de la educación escolar y también por el acceso a la educación superior de grupos sociales medios. El gasto en educación se amplió en forma importante, y si bien el aumento en subvención escolar ha sido en menor proporción, corresponde a un ítem muy alto, que sigue creciendo a una tasa inferior. Por otro lado, en este periodo, el contexto chileno ha visto la implementación de otras políticas, como la gratuidad de la educación superior, que requiere muchos recursos. Mientras que en 1999 el gasto en subvención escolar era dos tercios del gasto total ministerial, el 2018 se registró un bajón al 49%, tomando en cuenta dos puntos de inflexión importantes el 2007 – periodo post-manifestaciones estudiantiles de 2006 – y el 2015 – inicio de mayor gasto en educación superior.

A partir de 1999 el presupuesto para la educación superior (ES) crece 7 veces en términos reales, destinándose principalmente al financiamiento de créditos y becas estudiantiles, vinculados a la expansión de la matrícula. Por otro lado, el gasto total en Gestión y Administración ha aumentado 5,7 veces desde 1999, mientras que el gasto en personal lo ha hecho 3,5 veces. Los programas de alimentación escolar en estos años corresponden al 6% del total del gasto del Ministerio En el 2018, el 84% del gasto principal en este ítem eran los programas netamente enfocados en la alimentación, representando un 5,6% del total de gasto del MINEDUC.

El presupuesto nacional de educación creció en el periodo 1999-2018 del 3,4% al 5,9% del PIB, ratificando la importancia política y social de la educación. Los datos sostienen que esto es un elemento decisivo para el sistema educativo nacional, incluso frente al aporte municipal que es menor (2% aproximadamente). Este incremento presupuestario no implica que se haya dado pleno cumplimiento a las demandas sociales. Los sucesos de la década que finaliza exponen que, en varias de estas exigencias, sigue una insatisfacción profunda con las reformas impulsadas por los diversos gobiernos en el periodo.

En el periodo estudiado por los autores, se notan esfuerzos para “sacar a la educación del mercado” mediante un diseño muy progresivo de transformaciones que requieren el fortalecimiento del sector público. Sin embargo, aún existen procesos de privatización encubierta, por medio de la externalización de la alimentación escolar, la gestión de becas y créditos en educación superior, el diseño y aplicación de pruebas escolares nacionales e internacionales, y otras, reduciendo la visibilidad de las inversiones y el rol del sector público. El caso de Chile ocurre en un entorno lleno de tensiones políticas internas en las tres décadas de democracia, donde las políticas de educación han transitado desde un marco pro-privatización desregulado – herencia de la dictadura– hacia una regulación gradual del mercado.

Para saber más y conocer la expansión presupuestaria en Chile, puedes acceder al artículo aquí: El Presupuesto Público de Educación Chileno en el Siglo XXI y la Política de Expansión Inclusiva del Sistema Educativo.


Foto: Natalye Ruiz/Pixabay

El Estudio Internacional sobre Aprendizaje Temprano y Bienestar Infantil de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico: ¡Ya están los resultados!

6 de diciembre de 2021

Resumen

Este es el cuarto coloquio de Problemas Contemporáneos de la Primera Infancia sobre el Estudio Internacional sobre el Aprendizaje Temprano y el Bienestar Infantil de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico y marca la reciente publicación por parte de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos de los informes sobre la primera ronda de este estudio. En él, los autores analizan lo que nos dicen los resultados, lo que no nos dicen y lo que podría venir después. Concluyen apoyando la necesidad de realizar estudios comparativos sobre la educación infantil, pero sostienen que el Estudio Internacional sobre el Aprendizaje Temprano y el Bienestar Infantil no es el camino por seguir.

 

Introducción

Después de cuatro años de trabajo de desarrollo, de realizar pruebas a 7.000 niños y de gastar millones de dólares, libras y euros, los resultados de la primera ronda del Estudio Internacional sobre Aprendizaje Temprano y Bienestar Infantil (IELS, por sus siglas en inglés) de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) se publicaron en marzo de 2020 con tres informes nacionales -uno por cada país participante (Inglaterra, Estonia y EE.UU.)-, un informe completo y un informe resumido (OCDE, s.f. b). Las principales conclusiones también se presentan en la grabación de un seminario web (EduSkills OCDE, 2020).

Para recapitular, el IELS es una evaluación transnacional de niños y niñas de cinco años en cuatro “dominios de aprendizaje temprano” (habilidades tempranas de alfabetización y aritmética, autorregulación y habilidades sociales y emocionales), basada en “historias y juegos interactivos apropiados para el desarrollo y entregados en tabletas” (OCDE, 2020a: 96) y complementados con información (antecedentes individuales, entorno de aprendizaje en el hogar, experiencia en educación y cuidado de la primera infancia, habilidades de los niños) del personal y los padres mediante cuestionarios. Este es el cuarto informe sobre el IELS con el que contribuimos a Problemas Contemporáneos de la Primera Infancia, con el objetivo de proporcionar a los lectores información y una perspectiva crítica sobre esta iniciativa tan consecuente de la OCDE (para informes anteriores, véase Moss et al., 2016; Moss y Urban, 2017, 2018). En él, analizamos lo que nos dicen los resultados, lo que no nos dicen y lo que podría venir después.

¿Qué nos dicen los resultados?

La respuesta, en pocas palabras, es algo que no supiéramos ya: no hay nada nuevo. Al leer los informes, descubrimos que:

  • Existen diferencias de género y socioeconómicas en los resultados de las pruebas: las niñas obtienen mejores resultados en la alfabetización emergente y en las habilidades socioemocionales, y los niños más pobres obtienen peores resultados en todas las medidas, lo que reitera muchos trabajos anteriores (por ejemplo, Burger, 2010; Voyer y Voyer, 2014).
  • “Lo que hacen los padres es fundamental para sus hijos” (OCDE, 2020a: 12), y “los niños de familias favorecidas, en promedio, tienen más oportunidades de aprendizaje”; por ejemplo, los niños de “familias favorecidas” tienen cuatro veces más probabilidades de vivir en familias con más de 100 libros infantiles (OCDE, 2020c: 7). Esto reitera de nuevo gran parte del trabajo anterior (por ejemplo, Smees y Sammons, 2018).
  • Existen diferencias en el rendimiento de los niños y niñas en los tres países, siendo los niños de Estonia los que obtienen mejores resultados en general. Estonia también “presentaba las menores diferencias entre los niños en función de su origen socioeconómico, mientras que las mayores diferencias se daban en Estados Unidos” (OCDE, 2020c: 6).
  • Existen diferencias sustanciales entre los tres países participantes en cuanto a los indicadores demográficos y socioeconómicos, y también en cuanto a las políticas y la prestación de servicios a la primera infancia, siendo Estonia el país con menor población (con sólo 54.000 niños de cinco años o menos, frente a los 24 millones de Estados Unidos), pero con los niveles más bajos de desigualdad y pobreza infantil, y con las políticas y la prestación de servicios mejor desarrolladas.
  • A pesar de ser un país rico y de producir abundantes investigaciones y publicaciones sobre la educación y la atención a la primera infancia, en las que se basan en gran medida los informes de la OCDE, la política y la oferta para la primera infancia en EE. UU. y las condiciones de los niños pequeños en ese país son deficientes. Por citar sólo algunos ejemplos del informe nacional de los Estados Unidos (OCDE, 2020b) la distribución de la riqueza es “muy desigual” (22); el país es “único entre los países de la OCDE por no tener derecho a un permiso de maternidad o paternidad remunerado” (24); “el panorama de la primera infancia está muy fragmentado” (26); “el cuidado de los niños es caro” (27), y sin embargo “muchos [educadores de la primera infancia] tienen sueldos tan bajos que pueden optar a ayudas económicas públicas o las reciben” (28); y “la asistencia a los programas de Educación y Cuidados de Primera infancia en centros es mayor entre los niños de familias con ingresos altos” (31).

Pero los informes, y todo el ejercicio del IELS, llevan a otras dos conclusiones. En primer lugar, si se dispone de suficiente tiempo, experiencia y dinero, es posible construir y realizar pruebas estandarizadas de niños pequeños en diferentes países; la cuestión no es si podemos hacerlo, sino por qué. En segundo lugar, al igual que a lo largo del desarrollo del IELS, estos últimos informes no hacen referencia ni responden a las numerosas y variadas reservas planteadas sobre el estudio (incluso en nuestros tres informes de coloquios anteriores); no ofrecen ninguna discusión sobre por qué tan pocos países aceptaron participar; y no ofrecen ninguna explicación ni justificación del posicionamiento paradigmático y disciplinario del IELS (que se analiza más adelante). En resumen, la OCDE afronta las críticas y los cuestionamientos simplemente ignorándolos.

 

¿Qué no nos dice el reporte?

La respuesta, de nuevo en pocas palabras, es un montón. Leyendo los informes, no descubrimos nada sobre:

  • La justificación de la selección de los tres países participantes, cuyos niños de cinco años se encuentran en diferentes tipos de entornos (por ejemplo, la escuela primaria en Inglaterra, el preescolar en Estonia y la escuela o el preescolar en los Estados Unidos). ¿A qué preguntas útiles podría dar respuesta la comparación entre ellos?
  • Cuántos niños fueron seleccionados para las pruebas en cada país, y cómo se llevó a cabo la selección de los niños en los EE.UU. – una consideración importante dado el tamaño de ese país, su estructura federal y las grandes diferencias existentes entre los 50 estados (el informe nacional de los EE.UU. se refiere vagamente a “una muestra representativa de los niños de cinco años de edad matriculados en la escuela registrada o entornos preescolares en cada país participante” (OCDE, 2020b: 19), lo que plantea más preguntas de las que responde).
  • Posibles explicaciones del “comportamiento perturbador”, que, según los informes, es más frecuente en los niños que en las niñas. Atribuirlo a la “falta de autorregulación” y a la “capacidad de inhibición” individualiza un fenómeno sin ninguna indicación de posibles explicaciones sistémicas o contextuales. ¿Qué es exactamente lo que estos niños “perturban”? ¿Qué prejuicios culturales y/o de clase y limitaciones institucionales subyacen a las expectativas sobre lo que caracteriza el comportamiento aprobado (no disruptivo)?
  • Cómo funcionan los sistemas generales de educación y atención a la primera infancia en cada país, ignorando así un emergente “giro sistémico” mundial y el reconocimiento de la importancia de los “enfoques sistémicos integrales”. La iniciativa Systems Approach for Better Education Results (SABER) del Banco Mundial, aunque es objeto de críticas fundamentales (por ejemplo, Klees et al., 2020; SteinerKhamsi, 2013), reconoce que cualquier programa para la primera infancia está integrado en complejos sistemas culturales, económicos y políticos, que deben tenerse en cuenta al evaluar su impacto (Powers y Paulsell, 2018). También la Cumbre de Líderes del Grupo de los Veinte se compromete a crear “un consenso internacional sobre la responsabilidad de los gobiernos en relación con un enfoque de “sistemas integrales” para las políticas de DPI/CEP [desarrollo de la primera infancia/educación y atención a la primera infancia]” (Think20, 2019: 4; Urban et al., 2019).
  • La “cultura” de la educación y la atención a la primera infancia en los tres países, que se ha descrito como “un intrincado tejido de tradiciones e influencias, teorías y conceptos, construcciones sociales e imágenes (del niño, del trabajador, de los padres, del centro), procedimientos y prácticas, que dan forma a la comprensión de lo que son los servicios y lo que constituye un “buen” trabajo en ellos” (Moss, 2018: 25).
  • Cómo abordan los sistemas de la primera infancia las cuestiones relativas a la diversidad y la (des)igualdad entre los niños, las familias y las comunidades, más allá del modelo de déficit imperante en el que la diversidad se considera un problema que hay que arreglar, por ejemplo, el multilingüismo enmarcado como una deficiencia en la lengua dominante.
  • ¿Qué podría explicar las diferencias nacionales en los resultados de los exámenes, por ejemplo, por qué “Estonia presenta las menores diferencias entre los niños en función de su origen socioeconómico, mientras que las mayores diferencias se dan en Estados Unidos” (OCDE, 2020a: 12)? ¿Podría deberse a que Estonia tiene un estado de bienestar más fuerte y una menor desigualdad, como sugiere el trabajo de Wilkinson y Pickett (2009)? En términos más generales, el informe completo no contiene ningún capítulo final que ofrezca un debate y conclusiones.
  • Cómo podría ocurrir realmente la justificación declarada por la OCDE para el IELS, según la cual “los países avanzarán más rápidamente en la mejora de las experiencias de aprendizaje temprano de los niños si son capaces de aprender de otros países y sistemas” (OCDE, 2020a: 26). ¿Cómo y qué podrían aprender los países de la primera ronda del IELS? Por ejemplo, ¿qué podría aprender Inglaterra de Estonia y viceversa? ¿Cómo podría el Departamento de Educación federal de EE.UU. informar al Presidente Trump?

¿Y ahora qué?

El IELS, como se ha señalado anteriormente, no intenta explicar o justificar su posicionamiento paradigmático o disciplinario, que es, respectivamente, el positivismo y la psicología del desarrollo. También está, como señalamos en un artículo anterior (Moss y Urban, 2018), impregnado de una fuerte orientación “anglófona”, ya sea considerando los contratistas que realizan el trabajo, los expertos que asesoran el estudio o los países que participan. Para nosotros, todo el ejercicio confirma la opinión de Loris Malaguzzi sobre la “testología anglosajona”, “que no es más que una simplificación ridícula del conocimiento, y un robo de significado de las historias individuales” (Malaguzzi, 1990, citado en Cagliari et al., 2016: 378).

Igualmente, es inquietante ver cómo el IELS forma parte de un vasto proyecto de la OCDE: una creciente red de evaluaciones internacionales a gran escala que miden el rendimiento educativo nacional aplicando indicadores comunes y descontextualizados. La ambición es incluir cada vez más países y más edades en esta red, que, además del IELS, incluye:

  • El Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos (comúnmente conocido como PISA), es un programa internacional trienal que evalúa a los alumnos de 15 años en lectura, matemáticas y ciencias, que comenzó en el año 2000 y ya va por su séptima ronda; los resultados de esta ronda de pruebas de 2018 se publicaron en diciembre de 2019. Pone a prueba a una muestra de medio millón de estudiantes que representan a 28 millones de jóvenes de 15 años en 80 países y economías. PISA está ahora firmemente establecido, con una amplia participación y altos niveles de interés en sus resultados por parte de los políticos, los responsables políticos y los medios de comunicación.
  • La Prueba para Centros Escolares basada en PISA, una prueba “similar a PISA” que puede utilizarse para “comparar” el rendimiento de un centro o distrito escolar individual con otros o con los países que son “ganadores de PISA”.
  • PISA para el Desarrollo, una versión de PISA que utiliza “instrumentos de encuesta de PISA mejorados que son más relevantes para los contextos encontrados en los países de ingresos medios y bajos, pero que producen puntuaciones que están en las mismas escalas que la evaluación principal de PISA” (OCDE, 2018). En este proyecto, la OCDE también define competencias supuestamente válidas a nivel mundial que son necesarias para los jóvenes de todos los países en desarrollo. Se pretende que los resultados se utilicen también como puntos de referencia para la ayuda al desarrollo del Banco Mundial y otros donantes. Hasta ahora, la OCDE ha ignorado cualquier crítica a PISA para el Desarrollo, incluida la forma en que sus pretensiones de universalidad contradicen los derechos de las diversas comunidades a la autodeterminación en la educación, tal como se consagra en la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas (Naciones Unidas, 2007).
  • El Estudio sobre Habilidades Sociales y Emocionales, una evaluación de las habilidades sociales y emocionales entre los niños de 10 y 15 años en los “cinco grandes” dominios: desempeño de tareas, regulación emocional, colaboración, apertura mental y compromiso con los demás. Tras las pruebas de campo realizadas en 2018, el estudio principal, que se llevará a cabo en diez ciudades de nueve países, está previsto para 2019-2020 (OCDE, s.f. d).
  • La Encuesta Internacional de Enseñanza y Aprendizaje Comenzando Fuerte (TALIS Starting Strong), una evaluación del “desarrollo profesional; las creencias y prácticas pedagógicas; y las condiciones de trabajo, así como otras cuestiones relacionadas con el liderazgo, la gestión y el lugar de trabajo” para el personal de la primera infancia (OCDE, s.f.). Forma “parte de la estrategia a largo plazo de la OCDE para desarrollar datos sobre la educación y la atención a la primera infancia” (OCDE, s.f.), y nueve países participan en la primera ronda de recogida de datos en 2018, lo que dará lugar a un primer informe publicado en 2019.
  • El Programa para la Evaluación Internacional de las Competencias de los Adultos (PIAAC), un programa de evaluación y análisis de las competencias de los adultos, incluye una Encuesta sobre las Competencias de los Adultos que mide “la competencia de los adultos en competencias clave de procesamiento de la información -alfabetización, aritmética y resolución de problemas- y recopila información y datos sobre cómo los adultos utilizan sus competencias en el hogar, en el trabajo y en la comunidad en general” (OCDE, s.f.). El primer ciclo recogió datos de la encuesta entre 2011 y 2018 en 38 países/economías, y la recogida de datos para un segundo ciclo está prevista para 2021-2022 en 30 países.

A través de esta creciente colección de evaluaciones internacionales a gran escala, la OCDE se esfuerza por establecerse como árbitro y gobernador mundial de la educación, definiendo normas, midiendo indicadores, estableciendo comparaciones y fomentando la evaluación comparativa, y ofreciendo prescripciones para mejorar el rendimiento. La OCDE no tiene ningún poder legal formal sobre la educación. En cambio, ejerce una gran influencia mediante el uso creciente de comparaciones, estadísticas e indicadores, un ejercicio de lo que podría llamarse “poder blando” (Sjøberg, 2019).

Para que esta red de mediciones funcione y garantice la posición de la OCDE como el rey mundial de la educación, cada nueva evaluación internacional a gran escala debe crecer, añadiendo países hasta que la evaluación logre una amplia cobertura y un alto perfil público, siguiendo la trayectoria de PISA. Desde este punto de vista, el IELS ha tenido un comienzo inestable, con sólo tres países inscritos. Por lo tanto, el objetivo inmediato de la OCDE tiene que ser un mayor número de firmas para el “próximo ciclo del IELS”, que, según el sitio web de la OCDE (n.d.), está previsto que comience a prepararse en 2020. De hecho, en uno de los seminarios web organizados por la OCDE para presentar los resultados del IELS, Andreas Schleicher, Director de Educación de la OCDE, habló de cómo el propio PISA empezó siendo pequeño, de cómo la ronda inicial del IELS es una invitación a otros países a participar, y de cómo ahora “depende de otros países aceptar el reto de ver cómo les va a sus niños [de cinco años]”. Así pues, es de esperar que la OCDE presione a los gobiernos nacionales para que participen en la próxima ronda del IELS.

Conclusiones

En conclusión, volvemos a los argumentos que hemos expuesto anteriormente. Creemos firmemente en la importancia de los estudios comparativos de la educación infantil, pero también creemos firmemente que el IELS no es el camino por seguir. Porque, aparte del reproche de Malaguzzi a la “testología anglosajona”, el IELS es también un ejemplo de la comparación como “modo de gobierno”, y de lo que Nóvoa (2018: 551) denomina “dataísmo”, la religión de los datos, que conlleva la creencia en “soluciones globales impuestas por los datos y las pruebas sobre “lo que funciona” y “dónde están los mejores resultados”. . . [un enfoque] basado en la falsa idea del consenso sobre los objetivos de la educación y las vías para alcanzarlos”. Nóvoa pide, en cambio, que los estudios comparativos formen parte de una “ciencia de la diferencia”, un esfuerzo que debería provocar la reflexión y el reconocimiento de la rica diversidad y complejidad del mundo; una ciencia, también, que debería recordarnos que la educación no es principalmente un esfuerzo técnico (de normas e indicadores, medición y gestión), sino un esfuerzo político sobre significados, propósitos, valores y ética. Lo que confirman los informes del IELS es la reticencia de la OCDE a ahondar en la complejidad y la diversidad que Nóvoa, y muchos otros, valoran, prefiriendo reducir la educación a unos resultados comunes fáciles de medir (y gobernar), y ejemplificando lo que Orr (1996: 699) llama una “cultura del conocimiento rápido” en la que “sólo lo que se puede medir es el verdadero conocimiento”.

La publicación de los informes del IELS llega en un momento de crisis mundial sin precedentes y de rápido desarrollo. Las cuestiones sobre cómo asegurar la supervivencia de la humanidad en un planeta finito han pasado de ser hipotéticas a urgentes con la convergencia de la crisis climática y la pandemia mundial. Para que la educación de la primera infancia contribuya de manera significativa a la sostenibilidad y a la justicia social y ecológica, tendremos que cambiar nuestro enfoque, pasando de la evaluación de los “resultados del aprendizaje temprano”, estrechos y predeterminados, a las pedagogías de la incertidumbre, la exploración y, tomando prestada la expresión de Freire (2004), la “viabilidad no probada”.

Con este espíritu, agradecemos las respuestas de los lectores al IELS, a la agenda más amplia de evaluación global de la OCDE, y a este y otros artículos anteriores que hemos aportado a la revista.


Publicación original en inglés:

Moss, P., & Urban, M. (2020). The Organisation for Economic Co-operation and Development’s International Early Learning and Child Well-being Study: The scores are in! Contemporary Issues in Early Childhood, 21(2), 165-171. doi:10.1177/1463949120929466 https://journals.sagepub.com/doi/abs/10.1177/1463949120929466


Traducción al español a pedido de CLADE: Ana Raquel Fuentes.



Referencias

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 Klees SJ, Ginsburg M, Anwar H, et al. (2020) The World Bank’s SABER: A critical analysis. Comparative Education Review 64(1): 46–65. [CrossRef][10.1086/706757]

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Organisation for Economic Co-operation and Development (OECD) (n.d. d) OECD Study on Social and Emotional Skills. Available at: http://www.oecd.org/education/ceri/social-emotional-skills-study/

Organisation for Economic Co-operation and Development (OECD) (n.d. e) The International Early Learning and Child Well-being Study – the study. Available at: http://www.oecd.org/education/school/the-international-early-learning-and-child-well-being-study-the-study.htm

Organisation for Economic Co-operation and Development (OECD) (2018) PISA for Development – background. Available at: http://www.oecd.org/pisa/aboutpisa/pisa-for-development-background.htm

Organisation for Economic Co-operation and Development (OECD) (2020a) Early Learning and Child Wellbeing: A Study of Five-Year-Olds in England, Estonia, and the United States. Paris: OECD. Available at: https://doi.org/10.1787/3990407f-en

Organisation for Economic Co-operation and Development (OECD) (2020b) Early Learning and Child Well-being in the United States. Paris: OECD. Available at: http://www.oecd.org/education/school/ early-learning-and-child-well-being-study/early-learning-and-child-well-being-in-the-united-states198d8c99-en.htm

Organisation for Economic Co-operation and Development (OECD) (2020c) International Early Learning and Child Well-being Study: A summary of findings. Available at: http://www.oecd.org/education/ school/early-learning-and-child-well-being-study/International_Early_Learning_and_Child_Wellbeing_Study_Summary.pdf

Orr D (1996) Slow knowledge. Conservation Biology 10(3): 699–702. [CrossRef][10.1046/j.1523- 1739.1996.10030699.x]

Powers S and Paulsell D (2018) Strengthening early learning with a systems approach: Diagnostic strategies with an application to over-age enrollment. In: Comparative and International Education Society annual conference, Mexico City, Mexico, 25–29 March 2018.

Sjøberg S (2019) The PISA-syndrome – how the OECD has hijacked the way we perceive pupils, schools and education. Confero 7(1): 12–65. [CrossRef][10.3384/confero.2001-4562.190125][Mismatch]

Smees R and Sammons P (2018) What role does the home learning environment play in supporting good child development in the early years and positive outcomes in later life? Available at: https://www. actionforchildren.org.uk/media/9370/hle-think-piece.pdf [Mismatch]

Steiner-Khamsi G (2013) What is wrong with the ‘what-went-right’ approach in educational policy? European Educational Research Journal 12(1): 20–33. [CrossRef][10.2304/eerj.2013.12.1.20]

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Urban M, Cardini A, Guevara J, et al. (2019) Early childhood development education and care: The future is what we build today. In: Japan International Cooperation Agency (ed.) 2030 Agenda for Sustainable Development. Tokyo, Japan: Japan International Cooperation Agency, pp. 41–54.

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Wilkinson RG and Pickett K (2009) The Spirit Level: Why More Equal Societies almost Always Do Better. London: Allen Lane.


formación sobre perspectiva de igualdad de género cuenta sobre la participación de la membresia de CLADE e involucración sobre el tema
Camilla Croso

25 Noviembre: Mariposas Mirabal, lo personal es político

26 de noviembre de 2021

Este 25 de noviembre recordamos la urgencia de la eliminación de la violencia contra las niñas, jóvenes y mujeres. Se tomó el 25 de noviembre, como recordatorio del asesinato de 3 mujeres latinoamericanas, dominicanas para más señas, las hermanas Patria, Minerva y María Teresa Mirabal quienes enfrentaron el régimen del dictador Rafael Leónidas Trujillo. Hace 60 años que las mariposas, el nombre clandestino de las hermanas Mirabal fueron encontradas severamente golpeadas, heridas y torturadas en un barranco dentro de un automóvil para simular un accidente.

Las hermanas fueron militantes del Movimiento Revolucionario 14 de Junio en contra de la represión y dictadura. Dos de ellas fueron violadas en varias ocasiones por esbirros del dictador. Más de 50 mil personas fueron asesinadas por los más de 30 años que Trujillo mantuvo el poder. Entre otros crímenes, el dictador dominicano abusaba de jóvenes y niñas con total impunidad, y Minerva Mirabal puedo escapar de él en una fiesta, esto le valió un ensañamiento personal y familiar hasta las últimas consecuencias.

Un titular de prensa reportó el hecho con la frase “Tres mujeres y un chofer perecen en vuelco” imponiendo una versión oficial, y desconociendo las múltiples amenazas y antecedentes que sobre las hermanas Mirabal recaía por más de 11 años. Trujillo nunca fue juzgado fuera ni dentro de su país y solo 6 meses después del asesinato de las Mariposas Mirabal, fue derrocado su régimen.

El femicidio/feminicidio es considerado como la máxima expresión de violencia de género y probablemente una de las principales causas de muerte de mujeres y niñas en la región. El Observatorio de Igualdad de Género de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) registra que en el año 2020, tiempo de pandemia, confinamiento y otras medidas de protección sanitaria 4091 mujeres fueron víctimas de femicidio, eso tomando en cuenta el registro oficial de 17 países de América Latina y 9 del Caribe. Si tardáramos 1 minuto en pintar el nombre de cada una de las mujeres asesinadas, estaríamos casi 3 días con sus noches. Detrás de cada niña, joven o mujer asesinada hay una vida, una historia silenciada de violencia recurrente, no escuchada y no atendida oportunamente por los Estados.

Hay diferentes tipos de violencia, y con frecuencia se viven de forma simultánea. La violencia basada en género es estructural, es atravesada por otros elementos que evidencian la desigualdad, asimetría y subordinación en la que se encuentran niñas, jóvenes y mujeres. Pero eso no significa que siempre deba ser así, por el contrario hay posibilidades de trazar vidas libre de violencia, nuevas formas de relaciones que establezcan la dignidad como prioridad, y que los cuidados sean sostenidos desde una responsabilidad comunitaria y Estatal.

Lo personal es político, como lo han testimoniado las Mariposas Mirabal, memoria que hacemos presente en las propuestas de luchas impostergables por la no violencia.

   

Foto: Jorge Fernandez | Unsplash

Foro Chileno denuncia persecución política

19 de noviembre de 2021

“La Fiscalía insiste en imputar un delito que no existe. Denunciamos persecución política contra Magally Avila, quien participa hace años en el FODEP, defendiendo los DDHH [Derechos Humanos] de estudiantes. Exigimos que las manos sangrientas del Estado chileno se aparten de nuestra compañera”, afirma el Foro por el Derecho a la Educación Pública de Chile (FODEP), que es uno de los foros miembros de la red CLADE, al publicar nota de repúdio a la violencia estatal que han enfrentado en Chile el 16 de noviembre. 

Según el FODEP, Magally Avila, integrante del Comité Ejecutivo del Foro, ha sufrido injustamente del “bloqueo total de circulación con violencia-intimidación-obstáculo” por parte del Estado chileno. “Magaly señala su completa inocencia de los delitos que se le imputan y denuncia valientemente persecución política en su contra por ser activista y defensora de los derechos humanos. (…) A pesar de no existir pruebas para su formalización, la Fiscalía ha insistido en su intención de imputar un delito que no existe, confirmando la denuncia de persecución política y montaje”, afirma la nota. 

Persecución política

El contexto de persecución política que viven los y las estudiantes y organizaciones en Chile no es reciente. El año pasado, la CLADE lanzó una publicación sobre la criminalización de jóvenes que relata y analiza casos de persecución en Chile y más tres países: Colombia, Honduras y Nicaragua. 

Para debatir el tema, principalmente en el contexto de recrudecimiento de la violencia y criminalización en contra de los y las estudiantes en Chile, como la negación de diálogo por parte de las autoridades, la prisión y el secuestro de jóvenes, el foro organizó, el 15 de noviembre, el evento Alerta Educativa 331 – Libertad a lxs 12: El caso de la Universidad de Concepción (2021).

Mira la grabación del evento: 


Seis ejemplos de educación pública en países comos Bolivia, Brasil, Cuba y Ecuador demuestran que la educación pública funciona. El texto reúne las conclusiones sobre el estudio y trae los links para consultarlo en inglés y profundizar en la tematica.
Imagen: Pexels

Vernor Muñoz: “La educación necesita, en primer lugar, financiación estatal y no caridad o filantropía”

12 de noviembre de 2021

La Declaración de Incheon establece que todos los países deben asignar eficazmente al menos el 4 – 6% del Producto Interno Bruto (PIB) y al menos el 15 – 20% del gasto público total a la educación. A pesar de ello, existe un déficit de financiación externa de 39.000 millones de dólares, pero este cálculo ignora el déficit de financiación interna, mucho mayor”. Fue lo que afirmó Vernor Muñoz, director de políticas e incidencia de la Campaña Mundial por la Educación (CME) y miembro de la Campaña Latinoamericana por el Derecho a la Educación (CLADE), durante su participación en el Segmento de Alto Nivel de la Reunión Mundial sobre la Educación 2021 (GEM, por su acrónimo en inglés), encuentro organizado por la UNESCO que reunió a líderes de educación de 40 Estados del mundo este miércoles (10/11) para adoptar la Declaración de París

Con su intervención, Muñoz hizo un llamamiento mundial para aumentar la inversión en educación, especialmente tras la crisis de la COVID-19.

Según el director de políticas e incidencia de la CME, para que el financiamiento educativo sea garantizado, la comunidad internacional debería considerar la cancelación de la deuda y el alivio de la misma para desbloquear fondos en los presupuestos de los países en desarrollo. “Los bancos no deberían estar facultados para hacer negocios a costa de cualquier emergencia económica o humanitaria”, subrayó. 

“La Campaña Mundial por la Educación recomienda la creación de sistemas fiscales nacionales progresivos y ampliados. La elaboración de presupuestos nacionales para la Educación requiere aumentar: el tamaño de los presupuestos en general, la proporción de los presupuestos para la educación, la sensibilidad de los presupuestos para responder a los más marginados y el escrutinio de los presupuestos, para que los gobiernos rindan cuentas a la gente”, destacó también. 

>> Lee la intervención de Vernor Muñoz completa.


1.600 millones de niños, niñas y adolescentes fuera de la escuela

Según la UNESCO, en el fragor de la pandemia, 1.600 millones de niños, niñas y adolescentes quedaron fuera de la escuela. De ellos y ellas, 500 millones de estudiantes, principalmente en países del Sur, no tienen acceso a la enseñanza a distancia. Actualmente, de acuerdo con la institución, las escuelas siguen cerradas total o parcialmente en 65 países, lo que afecta a 750 millones de estudiantes. 

“Estos riesgos para la escolarización de los niños se inscriben en un contexto mundial de falta de inversión en educación. Desde 2015, los Estados Miembros de la UNESCO acordaron financiar la educación a un nivel de entre el 4 y el 6% del PIB o entre el 15 y el 20% del gasto público, pero la mayoría de los países aún no han alcanzado este umbral. Además, parece que sólo el 1% del importe de los paquetes de estímulo posteriores a la COVID-19 se destina a la educación en los países de bajos ingresos y sólo el 2,9% en los países desarrollados”, afirma UNESCO en su página web.


Declaración de París: frente a las desigualdades educativas 

Hacemos hincapié en la urgencia de hacer frente a las crisis y a las desigualdades educativas exacerbadas por la pandemia del COVID-19, que amenazan el avance arduamente logrado hacia la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, y hacen que los grupos y los estudiantes marginados y vulnerables queden aún más rezagados, especialmente los que viven en la pobreza, en áreas remotas y rurales, las mujeres y las niñas, los afectados por las crisis y los conflictos y las personas en situación de discapacidad”, afirman líderes mundiales en la Declaración de París, adoptada durante la Reunión Mundial sobre la Educación 2021.

En la declaración final del encuentro también se afirma que la educación es una inversión que requiere una financiación sostenible. “Reconocemos que los recursos nacionales, en particular a través de los ingresos tributarios, son esenciales y siguen siendo la principal fuente de financiación de la educación. Nos basamos en los llamados a la acción precedentes para priorizar, proteger y aumentar la financiación nacional de la educación, incluida la Declaración del presidente Kenyatta y de los Jefes de Estado y de Gobierno de los países en desarrollo asociados a la Alianza Mundial por la Educación”.

Además, la carta insta a todos los gobiernos a cumplir sin demora con los compromisos que asumieron en el Foro Mundial de la Educación, celebrado en Incheon en 2015 y en las Reuniones Mundiales sobre la Educación de 2018 y 2020, como el de asignar a la educación al menos el 4-6% del PIB y/o al menos el 15-20% del gasto público total.

>> Lee la Declaración de París completa. 


Congreso reúne experiencias educativas de América Latina y el Caribe

11 de noviembre de 2021

Generar intercambios en materia de hallazgos, aprendizajes y abordajes metodológicos para hacer frente de manera colectiva a las complejidades del escenario actual de la Educación en América Latina y el Caribe. Ese es el objetivo del Congreso Experiencias Educativas 2021, que se llevará a cabo de 17 a 19 de noviembre de 2021, de manera virtual. 

La iniciativa es impulsada por Fundación SES junto a un conjunto de instituciones co-organizadoras, entre ellas la Campaña Latinoamericana por el Derecho a la Educación (CLADE), que organizará tres paneles como parte del programa del Congreso, los cuales abordarán la Educación de Personas Jóvenes y Adultas (EPJA), la incidencia legislativa para defender el derecho a la educación, y justicia fiscal, deuda y financiamiento educativo. Los tres paneles serán realizados el 18 de noviembre en español, y contarán con traducción simultánea al inglés, portugués y francés, además de interpretación en lengua de señas internacional. En el caso del panel sobre EPJA, se brindará traducción a creole en lugar del francés. Los encuentros de apertura y cierre contarán con traducción al francés, inglés y portugués.

Mira a continuación más detalles sobre las actividades de la CLADE en el Congreso: 

17/11
11:00 (hora de Argentina) – Apertura del Congreso

18/11
11:00 (hora de Argentina) – La situación de la Educación de Personas Jóvenes y Adultas en América Latina en el contexto de Pandemia – Panorama descriptivo y analítico

12:30 (hora de Argentina) – Diálogo sobre el derecho humano a la educación e incidencia legislativa

14:00 (hora Argentina) – Fiscalidad, Deuda y Financiamiento de la Educación: caras de la inclusión educativa en América Latina y el Caribe

19/11
12:30 (hora Argentina) – Clausura del Congreso

Entérate más sobre el evento que discutirá experiencias educativas en América Latina y el Caribe. Las inscripciones todavía están abiertas y son gratuitas. ¡Participa!


Live en Instagram de la Red CLADE tiene la presencia de la cordinadora regional de OMEP, Desirée López

Desirée López de Maturana: “Ninguna respuesta educativa se hace sola, sino que requiere de un sistema”

En el marco de la campaña “Junio por la Educación y el Cuidado en la primera infancia”, se realizó el 29 de junio una live en Instagram, donde se lanzó la publicación “Sistematización de Experiencias de Atención y Educación en la Primera Infancia en América Latina y el Caribe en el Marco de la Emergencia Causada por la Pandemia del COVID-19”. La entrevistada fue una de las coordinadoras del estudio, Desirée López de Maturana, coordinadora regional de la Organización Mundial de Educación Preescolar (OMEP) Latinoamérica. 

A continuación compartimos algunas de las ideas que se destacaron en este diálogo.

La publicación aborda experiencias de Bolivia y Uruguay: ¿por qué estos países y experiencias?

La idea era analizar dos países de una misma región que son muy distintos, verificando sus respuestas ante una situación común: la pandemia COVID-19. La pandemia desnudó, para ambos los contextos, precariedades que ya venían desde antes, frente a las cuales hubo reacciones diferentes en cada país, de acuerdo a andamiajes preexistentes.

Bolivia y Uruguay son países con realidades políticas, de población y gobernanza distintas. Bolivia tiene un Estado plurinacional, con pluralismo político, jurídico, cultural, lingüístico, con un alto porcentaje de población indígena, lo que lo hace muy particular. Este país tiene una forma más comunitaria de abordar la crisis, lo que hizo posible generar propuestas comunitarias alternativas de trabajo educativo, como un soporte fundamental.

Uruguay, a su vez, desde el 2007, contaba con una red de conectividad, a través del plan Ceibal. Por este plan, casi el 100% de las escuelas del país tiene conexión a Internet, así como algunas plazas y sectores y espacios públicos. El sistema, entonces, facilitaba las respuestas, así como una herencia progresista del país, en términos de gobernanza sistémica, articulada, donde la sociedad se suma y participa. Sin embargo, con el cambio de gobierno en el país, ya hubo retrocesos y empezaron a reducir ciertos presupuestos.

Aprendizajes comunes que se pueden sacar de las experiencias

Es posible reconocer que ninguna respuesta educativa se hace sola, sino que requiere de un sistema, de articulación, de cómo se aborda el sistema del Estado. Fue fundamental el soporte afectivo, el sostener una relación socioafectiva, a partir del vínculo de las escuelas con las familias, usando soportes de conectividad, en el caso de Uruguay por ejemplo. Se valoran la creatividad y todo lo que surgió desde el personal educativo, que buscó distintas maneras de seguir educando, pese a la pandemia: a través de cápsulas, boletines, revistas, videos, etc. 

Se resalta, así mismo, la necesaria articulación entre la educación y otros campos de las políticas públicas: la salud, la alimentación, la protección social. Las familias no pueden estar disponibles si no tienen otros temas sociales resueltos: formalidad de empleo, bonos para mantenerse en casa, etc. 

En el caso de Bolivia, se resaltó como un valor la cosmovisión al servicio de los niños y niñas desde un rasgo cultural identitario muy potente, que ponía al ser, al saber hacer y al saber decidir como dimensiones de la formación de una ciudadanía crítica desde la primera  infancia. En este país, también fue central la alianza con la Universidad de El Alto, por la cual estudiantes de la carrera de educación parvularia asistían a las casas y buscaban soluciones para seguir educando, en diálogo con las familias de contextos rurales y sin Internet, desarrollando actividades en lugares abiertos, en contacto con la naturaleza. La posibilidad de estar al aire libre tenía sentido desde una cultura que valora la relación con la naturaleza.

Se necesitan Estados fuertes, políticas intersectoriales y financiamiento

Las experiencias demostraron que es fundamental el apoyo del Estado a las familias y a educadores y educadoras para que puedan desarrollar y fortalecer buenas prácticas. En Bolivia, por ejemplo, se introdujo un bono a las familias, para mantenerlas en sus hogares de manera que pudieran participar en ese proceso educativo de sus hijas e hijos. Como resultado, hoy las familias están más atentas, con más información, más participación en los procesos educativos. Las radios fueron muy usadas en este país para mantener el vínculo con las familias y mandarles mensajes constantemente.

La fortaleza del contexto de Uruguay son sus políticas intersectoriales, es el abordar la cuestión educativa en un contexto de protección social, salud y otros derechos que estén a altura. No podemos resolver el tema educativo sin vinculación con otros organismos y campos. Las comunidades educativas de Bolivia hicieron mucho esfuerzo porque trabajan en comunidad, pero eso no debe precarizarse y los programas alternativos deben ser más sólidos, tener financiamiento para que alcancen más gente. Se requieren políticas públicas intersectoriales que involucren diferentes actores y no dejen la responsabilidad solo en las manos de las familias. 

Hay temas y derechos que se cruzan con la educación: conectividad, precaridad laboral, protección social, salud. Este es un desafío de los Estados y que la crisis dejó en evidencia: abordar los derechos de manera fragmentada no sirve, pues así no se conoce el panorama completo y no están los recursos para abordar los temas de manera sistémica. El sistema permite que las prácticas lleguen a más personas, valorizando las diversidades, pero garantizando igualdad de derechos. 

La creatividad del personal educativo y las TIC al servicio de la buena educación

Se valoraron la creatividad y las posibilidades que encontraron educadoras y educadores para mantener el vínculo afectivo, la perspectiva lúdica de la educación y la participación de las niñas y niños en su proceso educativo, pese a la pandemia. En las experiencias abordadas en el estudio, se utilizaron las Tecnologías de Información y Comunicación (TIC) al servicio del proceso educativo, no lo contrario. Ahora es un desafío regular el tema y hacer que la conectividad a Internet se reconozca como un derecho humano. 

Estrechar el vínculo con las familias y las comunidades, a través de las TIC y más allá, fue un acierto, que permitió desarrollar mejor los procesos alternativos de educación en la pandemia. Son un aprendizaje y una práctica que deben fortalecerse en la postpandemia. 

 

Mira a la entrevista aquí:

 


<span style=Subjetividades, identidades individuales y colectivas, diversidad, democracia, uso de la fuerza, derecho a la educación, cultura, pandemia, desigualdades son algunos de los elementos analizados por Orlando Pulido Chávez, profesor de la Universidad Javeriana, en su libro “Hegemonía, cultura y educación. Introducción a las Estructuras Culturales Disipativas”, que fue lanzado el 29 de octubre durante un panel organizado por la Campaña Latinoamericana por el Derecho a la Educación (CLADE), el Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO) y la Campaña Mundial por el Derecho a la Educación (CME).  El libro igualmente fue publicado por iniciativa de CLACSO, en alianza con CLADE y CME. “Cuando escribí este libro lo hice con la intención de hacer un balance de todo lo que había sido significativo en mi formación profesional, investigativa, política, militante. Era como un ajuste de cuentas con mis referentes, mostrar mis referencias más allá de Gramsci. Ya no pienso así del libro: y ahora, qué viene? El libro no está cerrado, no está acabado.”, explica Orlando Pulido Chávez.  Además de Orlando Pulido Chávez, participaron del evento Vernor Muñoz Villalobos, director de políticas, incidencia y campañas de la CME; Pablo Vommaro, de CLACSO; y Nelsy Lizarazo, coordinadora general de la CLADE.  Para Nelsy Lizarazo, el libro sitúa toda la cuestión de la educación en un escenario muy amplio y muy complejo que tiene que ver con la cultura, con la política. “Es decir, pone a la educación en un contexto de la complejidad en que la educación realmente está inserta y ese aporte de pensamiento complejo, de inserción de la reflexión de la educación en ese pensamiento es un aporte tremendo en tiempos en que las tendencias a la simplificación y a la fragmentación a veces nos ganan”, explica. [advanced_iframe src="https://www.youtube.com/embed/FNTtdn-8XrM" width="100%" height="600"]
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Durante el encuentro, fue presentado el libro del profesor Orlando Pulido Chávez

Hegemonía, cultura y educación fueron temas de panel realizado por CLADE, CLACSO y CME

9 de noviembre de 2021

Subjetividades, identidades individuales y colectivas, diversidad, democracia, uso de la fuerza, derecho a la educación, cultura, pandemia, desigualdades son algunos de los elementos analizados por Orlando Pulido Chávez, profesor de la Universidad Javeriana, en su libro “Hegemonía, cultura y educación. Introducción a las Estructuras Culturales Disipativas”, que fue lanzado el 29 de octubre durante un panel organizado por la Campaña Latinoamericana por el Derecho a la Educación (CLADE), el Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO) y la Campaña Mundial por el Derecho a la Educación (CME). 

El libro igualmente fue publicado por iniciativa de CLACSO, en alianza con CLADE y CME.

“Cuando escribí este libro lo hice con la intención de hacer un balance de todo lo que había sido significativo en mi formación profesional, investigativa, política, militante. Era como un ajuste de cuentas con mis referentes, mostrar mis referencias más allá de Gramsci. Ya no pienso así del libro: y ahora, qué viene? El libro no está cerrado, no está acabado.”, explica Orlando Pulido Chávez. 

Además de Orlando Pulido Chávez, participaron del evento Vernor Muñoz Villalobos, director de políticas, incidencia y campañas de la CME; Pablo Vommaro, de CLACSO; y Nelsy Lizarazo, coordinadora general de la CLADE. 

Para Nelsy Lizarazo, el libro sitúa toda la cuestión de la educación en un escenario muy amplio y muy complejo que tiene que ver con la cultura, con la política. “Es decir, pone a la educación en un contexto de la complejidad en que la educación realmente está inserta y ese aporte de pensamiento complejo, de inserción de la reflexión de la educación en ese pensamiento es un aporte tremendo en tiempos en que las tendencias a la simplificación y a la fragmentación a veces nos ganan”, explica.


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2 webinarios para conocer la relación entre Paulo Freire y la Educación para Personas Jóvenes y Adultas 

5 de noviembre de 2021

Por ocasión del centenario de Paulo Freire, que se celebró el 19 de septiembre de 2021, la CLADE impulsó la campaña #PauloFreireVive: Una educación para la democracia, durante todo el mes de septiembre. Articulada a la Campaña Latinoamericana y Caribeña en Defensa del Legado de Paulo Freire, organizada por el Consejo de Educación Popular de América Latina y el Caribe (CEAAL), la iniciativa contó con acciones de movilización, comunicación, sensibilización, diálogos e intercambios, que destacaron la importancia del legado de Paulo Freire para fortalecer las democracias y la educación emancipadora y garante de derechos en nuestra región y en el mundo. 

Entre las actividades, la campaña realizó dos webinarios muy útiles e interesantes. Entre otros temas, se abordó la relación entre Paulo Freire y la Educación de Personas Jóvenes y Adultas (EPJA) como un derecho humano a lo largo de la vida.


Webinarios para conocer ya:

El 3 de septiembre, la CLADE realizó el webinario “Pensamientos y prácticas de Paulo Freire para responder frente a las amenazas a la democracia: perspectivas desde los continentes”

El 30 de septiembre, la Plataforma de Redes Regionales por la EPJA realizó el webinario “Educación para Personas Jóvenes y Adultas en América Latina y el Caribe: situación, horizontes y pensamiento freireano”


Puntos-clave de la relación entre Paulo Freire y la Educación de Personas Jóvenes y Adultas 

Los webinarios abordaron la relación entre el educador brasileño y la EPJA, destacando la importancia del acercamiento del legado del autor y de su pensamiento para fortalecer dicha modalidad educativa como un derecho humano promotor de otros derechos y de una vida digna. 


Algunos puntos que se destacan como contribución de Paulo Freire:
  • El fortalecimiento de la EPJA como educación popular y un derecho humano promotor de otros derechos fundamentales;
  • La propuesta de alternativas liberadoras frente a las tendencias conservadoras en la educación regional (algo que se está viviendo en el continente en el campo educativo, como se nota en la criminalización de los movimientos estudiantiles y docentes en varios países de América Latina y el Caribe, por ejemplo);
  • Aportes clave al pensamiento pedagógico político para contribuir al análisis crítico de las tendencias conservadoras y hegemónicas en la educación;
  • La promoción de experiencias y alternativas que abren posibilidades concretas al pensamiento crítico y al ejercicio democrático;
  • La universalidad: la creación y experimentación de espacios educativos públicos, comunitarios y sociales;
  • La defensa de una educación emancipadora y democrática, que contribuya a la liberación de todas las opresiones y a la participación social por la construcción de comunidades y un mundo más justos, sanos, sostenibles e igualitarios.

De acuerdo a la perspectiva de Paulo Freire, las desigualdades, discriminaciones y opresiones, que fueron agravadas por la pandemia, invitan a profundizar los esfuerzos por la defensa de la democracia, a través del fortalecimiento de los movimientos sociales en defensa de los derechos y libertades, por el derecho humano a la educación y por su potencial transformador. 


Otros aspectos del legado de Freire para reflexionar

Participante del webinario del día 3 de septiembre, “Pensamientos y prácticas de Paulo Freire para responder frente a las amenazas a la democracia: perspectivas desde los continentes”, el especialista y educador Pedro Pontual, de CLADE y CEAAL, criticó el actual modelo hegemónico de educación y destacó como alternativa la propuesta de educación liberadora planteada por Paulo Freire. En el marco de la campaña #PauloFreireVive, Pontual explicó que la perspectiva dialógica defendida por Freire, que reconoce en los educandos y las educandas un saber hecho de sus experiencias, de su relación con la vida, y que entiende que la función de la educación es crear situaciones de aprendizaje, no la transferencia “bancaria” de conocimientos, es uno de los principales aportes del pensamiento del educador brasileño. Este legado, sin dudas, es clave para la realización de la EPJA como un derecho humano a lo largo de la vida y desde una perspectiva de derechos.

Pontual señala, aún, que crear situaciones donde los educandos y educandas tienen la oportunidad de apropiarse de conocimientos para ampliar sus nociones del mundo basados en su propia experiencia es lo que, según Freire, viabiliza una acción nueva y transformadora en relación con su realidad. 

¡Accede al diálogo virtual Educación para Personas Jóvenes y Adultas en América Latina y el Caribe y consulta también muchos otros contenidos sobre la importancia del legado de Paulo Freire para la EPJA en nuestra página: www.redclade.org/epja!