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Primera infancia en tiempos de COVID-19: puntos cruciales para el bienestar de niños y niñas

6 de julio de 2020

La enorme crisis humanitaria causada e intensificada por la pandemia COVID-19 ha tenido consecuencias directas e indirectas que afectan profundamente la vida y el desarrollo de los niños y niñas, como las muertes de familiares, el miedo, el confinamiento, el hambre, el distanciamiento físico, el aumento de la violencia y el abuso, la falta de momentos para el juego y el movimiento, y la exposición excesiva a las pantallas. 

Frente a este contexto, la Organización Mundial para la Educación Preescolar (OMEP) destaca, en un informe divulgado la semana pasada, algunos puntos cruciales para proteger el interés superior de todos los niños y niñas, y su bienestar en todo el mundo.

El documento presenta 10 puntos claves sobre el rol del Estado en garantizar los derechos en la primera infancia. Remarca que los Estados Parte deben considerar las necesidades específicas de niños y niñas en materia de educación, cuidados, salud, economía y apoyo social, además de adoptar medidas específicas en el marco de la Convención sobre los Derechos del Niño (CDN).

“Los Estados Parte son garantes del cumplimiento de la Convención sobre los Derechos del Niño y tienen el deber de aplicar las políticas necesarias para proteger y apoyar a los niños, las niñas y las familias, en colaboración con las autoridades y organizaciones locales. La Atención y Educación de la Primera Infancia (AEPI) desempeña un papel fundamental en este apoyo”, afirmó la OMEP en el documento.

Mercedes Mayol Lassalle: “Pensando en el futuro horizonte post-covid, tenemos que disponer nuestra energía y nuestros saberes para construir un mundo mejor, una nueva realidad, priorizando a la infancia en las políticas públicas, priorizando la inversión en educación y cuidado, el fortalecimiento a los servicios y los mecanismos de protección de derechos, apoyando a las familias”

La organización también demanda a los Estados realizar una serie de acciones para garantizar el cuidado, la educación y el bienestar en la primera infancia. Una de ellas es asumir que la apertura y funcionamiento de los centros de AEPI para niñas y niños no puede depender únicamente de una visión centrada en aspectos sanitarios o en respuesta a intereses económicos. “Las decisiones deben considerar la experiencia y saberes de los educadores y las familias, así como de otros sectores relacionados”, explicó la OMEP.

Otra demanda es “proporcionar una protección integral de los derechos, abordando medidas especiales para los grupos más vulnerables: niños y niñas en situación de pobreza, desigualdad, hambrunas y conflictos armados; niños y niñas en migración, desplazados, que viven en campamentos o encarcelados; niños y niñas afectados por el cambio climático, la contaminación, la degradación del medio ambiente y los desastres naturales; niños y niñas afectados por el racismo, la xenofobia y la discriminación de género; niños y niñas que sufren de explotación sexual o laboral”.

Según la OMEP, es necesario asumir  la responsabilidad de todos y todas sobre las vidas presentes y futuras de niños y niñas, y para ello se requiere un urgente replanteamiento sobre la sociedad que queremos.

Mercedes Mayol Lassalle, presidenta de la OMEP ha planteado que “ pensando en el futuro horizonte post-covid, tenemos que disponer nuestra energía y nuestros saberes para construir un mundo mejor, una nueva realidad, priorizando a la infancia en las políticas públicas, priorizando la inversión en educación y cuidado, el fortalecimiento a los servicios y los mecanismos de protección de derechos, apoyando a las familias. Necesitamos construir entornos seguros y cariñosos para la primera infancia en las familias, en la comunidad y en las instituciones de educación infantil, construyendo una reapertura epidemiológica y pedagógicamente segura, es decir que cuide la salud pero también que cuide la libertad y la creatividad infantil, y que aloje lo que los niños y niñas necesitan y tienen derecho: a jugar, a contactarse con su cuerpo, a expresarse a través de sus lenguajes y de sus modos de mostrar sus afectos”.

“Los niños y niñas necesitan de un Estado, de una familia, de una sociedad civil decidida a promover una educación holística y humanista, y la protección de su dignidad y sus derechos. La OMEP quiere subrayar la importancia de crear un mundo sostenible, para la humanidad, para el planeta, y especialmente para las infancias. Continuaremos trabajando en solidaridad para defender y mantener el progreso hecho en el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y el ODS 4 [de la educación], convencidos y convencidas de que la educación es la principal herramienta para construir un mundo mejor para todos y todas, sin dejar a nadie atrás”, declaró la organización.

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Foto: Soumen82hazra/Pixabay

¿Cómo deben ser la educación y el cuidado en la primera infancia post-COVID-19?

10 de junio de 2020

“Si bien la enfermedad causada por el COVID-19 no afecta a los niños de la misma forma que está afectando las personas de otras edades, los efectos colaterales que está teniendo para la infancia son los más duros”, afirmó Luis Ernesto Pedernera, presidente del Comité sobre los Derechos del Niño de la ONU (CDN), durante el diálogo virtual “La educación y el cuidado en la primera infancia en América Latina y el Caribe ante tiempos de pandemia”, realizado el 28 de mayo por la CLADE, en alianza con OMEP América Latina y EDUCO.

Subrayando los impactos de la pandemia en la salud mental y física de los niños y las niñas, Luis Pedernera defendió la construcción de una nueva realidad para la educación y el cuidado en la primera infancia. “No estoy de acuerdo con que tenemos que volver a una nueva normalidad. Hay que construir una nueva realidad. Este es el momento para construir una nueva realidad en términos de relaciones humanas y de relaciones pedagógicas”, dijo. 

Para el presidente del CDN, en este contexto, no deberían a las familias dejar sin apoyo frente un panorama de azar. “Hemos visto que las familias están enfrentando la pandemia y deben recibir un acompañamiento psicosocial y pedagógico para que la pandemia no sea vivida en soledad por la familia”, afirmó. 

“El acceso a la educación debe ser para todas y todos. En ese sentido, en primera infancia este acceso también implica la posibilidad de pensar a la familia como la protectora del derecho a la educación”

Al lado de Luis Pedernera, participaron en el encuentro: Alexandra Inmaculada Santelises Joaquín, directora de Educación Inicial del Ministerio de Educación de República Dominicana; Cristina Lustemberg, diputada de Uruguay; Constanza Alarcón, viceministra de Educación de Colombia; y Mercedes Mayol Lassalle, presidenta mundial de OMEP. Mikel Egibar, de EDUCO, se hizo cargo de la moderación. 

Para Mercedes Mayol Lassalle, construir esa nueva realidad demanda desarrollar políticas públicas desde el enfoque de derechos, con una concepción integral e intersectorial de la educación y la infancia. “El acceso a la educación debe ser para todas y todos. En ese sentido, en primera infancia este acceso también implica la posibilidad de pensar a la familia como la protectora del derecho a la educación, no solamente pensando en los sistemas institucionalizados, sino que muchos niños y muchas niñas pequeños/as se quedan en sus hogares varios años antes de llegar a los formatos institucionales. Y es allí donde nosotros como sociedades y también la política pública deben encontrar el lugar para poder trabajar en una democratización y despatriarcalización de las familias”, afirmó.


Financiamiento y valoración de educadoras y educadores

Para el presidente del Comité de la ONU, los presupuestos en materia de inversión social deben ser ampliados. La presidenta mundial de OMEP también se manifestó de acuerdo con el aumento del presupuesto para la educación y el cuidado en la primera infancia. 

“El financiamiento es absolutamente central, pero enfrentaremos un problema que ya está ocurriendo: hay un debate sobre de dónde se va a poner el dinero en el post-COVID y, de acuerdo con los otros escenarios, realmente el financiamiento va a ser escaso. De esa manera, se hace necesario que haya una decisión política para blindar el aumento [de recursos]”, señaló.

Añadió que es esencial responder desde los gobiernos a la necesidad de valorar y reconocer la importância de los educadores y las educadoras. “Esa es una tarea central en el desarrollo fundante que tiene la primera infancia en acompañar a estos educadores, en cuidar a los que cuidan”, explicó.


La educación que queremos

Los ejemplos de lo que ha pasado en Japón y China en la post-pandemia, donde las y los estudiantes regresaron a sus aulas en escuelas robotizadas, con distancias marcadas en el piso y de manera totalmente deshumanizada, no deben ser seguidos para el cumplimiento de una educación de calidad y desde una perspectiva de derechos, según Luis Pedernera. 

“Hace poco, leí un artículo de una filósofa pedagoga y un pediatra español [Heike Freire y José María Paricio Talayero] y ellos llaman a crear una nueva escuela, pero no esa escuela robotizada, sino una escuela íntima, es decir, no masificada, en donde las relaciones y lo humano estén por sobre otras cuestiones, incluso lo académico; una escuela mutua que se abra a la participación de otras disciplinas, de voluntarios y también de la familia. Una escuela coherente y que vuelva a dialogar con la naturaleza”, afirmó el presidente del CDN. 

El desarrollo se extiende, se amplía y se enriquece gracias a la cultura, al juego, a las artes y a los sentidos que vamos construyendo en comunidad”

A su vez, Mercedes Mayol Lassalle llamó la atención hacia la calidad de la política pública y su relación con la participación democrática de la comunidad educativa en su construcción. Para ella, los programas deben acercarse tanto a las familias como a los niños y las niñas, y la calidad no puede tener solo un parámetro. “No es fijar, es construir sentido y esa construcción de sentido se hace junto con la comunidad, junto con las familias. Es algo móvil, se construye a través de la participación y la democracia, incluyendo por supuesto al juego, al lenguaje de las artes, a la cultura, porque el desarrollo no es natural, es cultural. El desarrollo se extiende, se amplía y se enriquece gracias a la cultura, al juego, a las artes y a los sentidos que vamos construyendo en comunidad”, explicó. 


Foto: Ratão Diniz/UNICEF Brasil

Las decisiones para contener los impactos del COVID-19 deben reconocer la diversidad de las infancias

4 de junio de 2020

Las medidas adoptadas por los Estados para contener los impactos del COVID-19 se desarrollan desde un enfoque adultocéntrico y no han reconocido la diversidad de las infancias y de sus contextos, en base a una perspectiva predominantemente sanitarista, que no aborda las cuestiones pedagógicas y psicológicas. Este análisis de Luis Pedernera, presidente del Comité sobre los Derechos del Niño de la ONU, fue compartido durante el diálogo virtual “La educación y el cuidado en la primera infancia en América Latina y el Caribe ante tiempos de pandemia”, realizado el 28 de mayo por la CLADE, en alianza con OMEP América Latina y EDUCO.

Según el presidente del Comité, “las decisiones [de los gobiernos] no reconocen que tenemos una pluralidad de infancias: pueblos originarios, amazonas, rural, costa, campesina, niños y niñas con discapacidad, en situación de calle, migrantes, que requieren una pluralidad de miradas en una política pública para reaccionar a la pandemia”. 

Pedernera añade que: “en todo el proceso de toma de decisiones a mi me dan los dedos de una mano para contar quiénes fueron los jefes de Estado que se comunicaron con los niños y niñas para conocer sus opiniones y conocer cómo estaban viviendo el proceso de toma de decisiones en la pandemia”.

Para el presidente del Comité de la ONU, la perspectiva de los niños y niñas debe ser incorporada al momento de pensar las políticas públicas. “Cuando digo perspectiva es escuchar a los niños, facilitarles la información, de manera adaptada, amigable, para que ellos sean conscientes de este momento histórico que estamos viviendo en esta pandemia”.

Además de Pedernera, participaron en el encuentro: Alexandra Inmaculada Santelises Joaquín, directora de Educación Inicial del Ministerio de Educación de República Dominicana; Cristina Lustemberg, diputada de Uruguay; Constanza Alarcón, viceministra de Educación de Colombia; y Mercedes Mayol Lassalle, presidenta mundial de OMEP. Mikel Egibar, de EDUCO, se hizo cargo de la moderación. 


Repensar los planes de educación para niños y niñas

Alexandra Santelises relató el proceso de construcción de las políticas para el cuidado y la educación en la primera infancia en República Dominicana. “Hace cinco años y médio estamos adoptando e implementando una política pública de educación integral a la primera infancia y justo antes de la pandemia estábamos en este proceso de ampliación de cobertura en el marco de esta política de atención”, dijo. 

Con la crisis, el gobierno tuvo que repensar las estrategias educativas para concebir una formación con otras características, adaptada a la situación de aislamiento social. 

En Colombia, la crisis sanitaria llevó a que el sistema educativo fuese repensado. ¿Cómo tener contacto directo con las familias para la educación en casa? ¿Cómo fortalecer los recursos en el sector educativo para respaldar la diversidad de contextos de las infancias, con un porcentaje muy grande de familias en zonas rurales sin conectividad? Estas son algunas cuestiones que el Estado colombiano ha enfrentado desde el principio de la crisis. 

Según Constanza Alarcón, la educación para la primera infancia en el país no está centrada solamente en los espacios digitales. “Tenemos cadenas de televisión y radios locales que de lunes a viernes presentan franjas específicas para los temas de educación inicial. Además de eso, nos tocó ajustar el plan de trabajo con las familias”, explicó. 

En Uruguay, el sistema educativo empieza poco a poco el proceso de reintegración y reapertura escolar. Cristina Lustemberg cuenta que, durante la pandemia, el 95% de las y los estudiantes se ha mantenido conectado a las escuelas, gracias al gran esfuerzo del personal docente en el país.


El derecho a la educación y al cuidado en la primera infancia: perspectivas desde América Latina y el Caribe

Durante el diálogo virtual, Mercedes Mayol Lassalle presentó los principales hallazgos del estudio “El derecho a la educación y al cuidado en la primera infancia: perspectivas desde América Latina y el Caribe”, elaborado por CLADE y OMEP, con el apoyo de EDUCO.

La investigación revela que, pese a que las Leyes Generales de Educación en la región reconocen la educación como un derecho humano y el Estado como garante de su pleno ejercicio desde la primera infancia, con distintos puntos de partidas, persiste una fragmentación y dispersión de las políticas y prácticas para esta etapa educativa, así como la ausencia de un financiamiento adecuado. 

“Lo que hemos visto es que, tanto en los marcos jurídicos, como en los políticos, presupuestarios e institucionales, necesitamos darle mucho más visibilidad a la primera infancia y a la construcción de las políticas, sobretodo soportados por toda la orientación que exige la Convención [sobre los Derechos del Niño]”, dijo Mercedes Lassalle, durante su presentación. 

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La imagen es una ilustración sobre un fondo blanco con unos detalles naranjas entres esquinas; solo la esquina superior derecha es blanca. En la parte de encima, está el título de la campaña, en color blanco sobre un fondo fucsia, que dice: “Derechos desde el principio”. Al lado izquierdo del título, está la ilustración de un niño indígena con taparrabos de color azul y fucsia con una guacamaya azul en su brazo. Encima del título, está la ilustración de un niño rubio haciendo una media luna; él lleva una bermuda en tonos verdes y naranjas y está sin camiseta. Debajo del título está el texto de color blanco sobre una franja de color naranja: “La educación y el cuidado en la primera infancia en América Latina y el Caribe ante tiempos de pandemia”. Al lado izquierdo del texto está la ilustración de un niño de la cintura para arriba. Él está sonriendo y tiene una gorra en la cabeza de color rojo, lleva una camiseta verde sin mangas y está escribiendo en un cuaderno blanco con azul. Debajo de este texto, al lado derecho, está la ilustración de una niña y un niño sentados a una mesa con platos de comida. La niña lleva coletas y tiene cabello de color verde, usa una camiseta roja y tiene una cuchara verde en su mano izquierda. A su lado derecho, está un niño negro con la cabeza rapada; él sonríe y tiene una cuchara roja en la mano izquierda.

Diálogo virtual aborda la educación y el cuidado en la primera infancia ante tiempos de pandemia

28 de mayo de 2020

Con el propósito de impulsar diálogos y reflexiones sobre las actuales oportunidades y los desafíos para la realización de la educación y del cuidado en la primera infancia como un derecho humano, la CLADE, en alianza con la OMEP América Latina y EDUCO, realizó el  diálogo virtual “La educación y el cuidado en la primera infancia en América Latina y el Caribe ante tiempos de pandemia”. El evento tuvo lugar este jueves, 28 de mayo, de 15:00 a 16:30 (GMT-3), y se transmitió a través de los canales de la CLADE en Facebook y Youtube

En el encuentro, se abordó hallazgos del estudio “El derecho a la educación y al cuidado en la primera infancia: perspectivas desde América Latina y el Caribe”, elaborado por CLADE y OMEP, con el apoyo de EDUCO, y también los retos que nos impone la actual crisis sanitaria por la pandemia COVID-19. Participaron: Alexandra Inmaculada Santelises Joaquín, Directora de Educación Inicial del Ministerio de Educación de República Dominicana; Cristina Lustemberg, Diputada de Uruguay; Constanza Alarcón, Viceministra de Educación de Colombia; Luis Pedernera, presidente del Comité sobre los Derechos del Niño de la ONU y Mercedes Mayol Lassalle, presidenta mundial de OMEP. Mikel Egibar, de EDUCO, se hizo cargo de la moderación. 

 


El derecho a la educación y al cuidado en la primera infancia: perspectivas desde América Latina y el Caribe

La investigación revela que, pese a que las Leyes Generales de Educación en la región reconocen la educación como un derecho humano y el Estado como garante de su pleno ejercicio desde la primera infancia, con distintos puntos de partidas, persiste una fragmentación y dispersión de las políticas y prácticas para esta etapa educativa, así como la ausencia de un financiamiento adecuado. 

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<span style=Diálogo con Agnes Gracia Corberó, Punto focal para América Latina y África de la organización internacional Child Rights Connect La organización internacional Child Rights Connect acompaña el proceso de conocimiento y exigencia de los derechos de los niños, niñas y adolescentes (NNA) a través del sistema de derechos humanos de las Naciones Unidas y especialmente ante el Comité sobre los Derechos del Niño de la Organización de Naciones Unidas (ONU). Es una red independiente sin fines de lucro compuesta por más de 80 organizaciones nacionales, regionales e internacionales que actúan para garantizar que los niños, niñas y adolescentes puedan disfrutar plenamente sus derechos, tal como se define en la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño (CDN). En entrevista, Agnes Gracia Corberó señala que el contexto de pandemia COVID-19 afecta de muchas maneras a los derechos de niños, niñas y adolescentes de todo el mundo, entre ellos la educación, ante la suspensión de clases presenciales y la adopción de la enseñanza a distancia, contexto que ha profundizado las condiciones de pobreza y exclusión de muchas personas y familias. Según la activista, las informaciones de prevención al COVID-19 son muy importantes, aunque no suficientes para enfrentar y dar respuestas a la complejidad y las consecuencias de la pandemia en los ámbitos económico, cultural y social. En este diálogo, también se abordó el aniversario de 30 años de la Convención sobre los Derechos del Niño de la ONU y cómo este marco visibilizó en la opinión pública muchos temas pendientes para los Estados en virtud de la participación y protección de niños, niñas y adolescentes defensoras/es de derechos humanos. Escucha la entrevista completa: ">
Diálogo con Agnes Gracia Corberó, Punto focal para América Latina y África de la organización internacional Child Rights Connect

Derechos de la infancia y participación de la sociedad civil

19 de mayo de 2020

Diálogo con Agnes Gracia Corberó, Punto focal para América Latina y África de la organización internacional Child Rights Connect

La organización internacional Child Rights Connect acompaña el proceso de conocimiento y exigencia de los derechos de los niños, niñas y adolescentes (NNA) a través del sistema de derechos humanos de las Naciones Unidas y especialmente ante el Comité sobre los Derechos del Niño de la Organización de Naciones Unidas (ONU). Es una red independiente sin fines de lucro compuesta por más de 80 organizaciones nacionales, regionales e internacionales que actúan para garantizar que los niños, niñas y adolescentes puedan disfrutar plenamente sus derechos, tal como se define en la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño (CDN).

En entrevista, Agnes Gracia Corberó señala que el contexto de pandemia COVID-19 afecta de muchas maneras a los derechos de niños, niñas y adolescentes de todo el mundo, entre ellos la educación, ante la suspensión de clases presenciales y la adopción de la enseñanza a distancia, contexto que ha profundizado las condiciones de pobreza y exclusión de muchas personas y familias. Según la activista, las informaciones de prevención al COVID-19 son muy importantes, aunque no suficientes para enfrentar y dar respuestas a la complejidad y las consecuencias de la pandemia en los ámbitos económico, cultural y social. En este diálogo, también se abordó el aniversario de 30 años de la Convención sobre los Derechos del Niño de la ONU y cómo este marco visibilizó en la opinión pública muchos temas pendientes para los Estados en virtud de la participación y protección de niños, niñas y adolescentes defensoras/es de derechos humanos.

Escucha la entrevista completa:


<span style=Actualmente, el contexto del COVID-19 se analiza a nivel mundial por los 10 Comités de Naciones Unidas (ONU), los mismos que piden a los Estados que en medio de la crisis no se suspendan los derechos humanos, pero que tampoco retrocedan. Sin embargo, la región latinoamericana y caribeña es la parte del mundo con mayor desigualdad y violencia sin atravesar un conflicto armado explícito. El Comité sobre los Derechos del Niño de la ONU establece recomendaciones y sugerencias para mejorar y medir los procesos de avance de los Estados en cuanto a los derechos de las niñas, niños y adolescentes (NNA). En esta entrevista, Pedernera comparte su visión y experiencia en defensa de los derechos de la infancia y la adolescencia en ámbito mundial. Señala que las propias voces de niños, niñas y adolescentes deben ser escuchadas, y que es necesario buscar mecanismos creativos para su participación en las escuelas y los centros educativos. Además, comenta las preocupaciones y riesgos respecto al cumplimiento de los derechos a la educación y participación de NNA en el contexto de distanciamiento social y cierre de escuelas debido a la pandemia COVID-19.  Igualmente, comparte reflexiones sobre los retos de la migración en la infancia, así como aquellos relacionados a la baja de edad para imputabilidad de delitos en algunos países. Escucha la entrevista completa a continuación. ">
Diálogo con Luis Pedernera, Presidente del Comité sobre los Derechos del Niño de la Organización de Naciones Unidas (ONU)

Luis Pedernera: “La crisis del COVID-19 no puede afectar los derechos humanos”

Actualmente, el contexto del COVID-19 se analiza a nivel mundial por los 10 Comités de Naciones Unidas (ONU), los mismos que piden a los Estados que en medio de la crisis no se suspendan los derechos humanos, pero que tampoco retrocedan. Sin embargo, la región latinoamericana y caribeña es la parte del mundo con mayor desigualdad y violencia sin atravesar un conflicto armado explícito.

El Comité sobre los Derechos del Niño de la ONU establece recomendaciones y sugerencias para mejorar y medir los procesos de avance de los Estados en cuanto a los derechos de las niñas, niños y adolescentes (NNA).

En esta entrevista, Pedernera comparte su visión y experiencia en defensa de los derechos de la infancia y la adolescencia en ámbito mundial. Señala que las propias voces de niños, niñas y adolescentes deben ser escuchadas, y que es necesario buscar mecanismos creativos para su participación en las escuelas y los centros educativos. Además, comenta las preocupaciones y riesgos respecto al cumplimiento de los derechos a la educación y participación de NNA en el contexto de distanciamiento social y cierre de escuelas debido a la pandemia COVID-19.  Igualmente, comparte reflexiones sobre los retos de la migración en la infancia, así como aquellos relacionados a la baja de edad para imputabilidad de delitos en algunos países.

Escucha la entrevista completa a continuación.


<span style=“El derecho a la Educación y el Cuidado en la Primera Infancia en América Latina y el Caribe ante los retos sociales y ambientales en el mundo” fue el título de un panel virtual realizado por la Campaña Latinoamericana por el Derecho a la Educación (CLADE), en alianza con la Organización Mundial para la Educación Preescolar (OMEP) y la Fundación Educación y Cooperación EDUCO, en el marco de la 64ª Conferencia Anual de la Sociedad para la Educación Comparativa e Internacional (CIES).  Con el objetivo de analizar la situación del derecho a la educación y al cuidado en la primera infancia en América Latina y el Caribe, el evento fue realizado el 25 de marzo, y contó con la participación de: Peter Moss, profesor del Instituto de Educación de la Universidad de Londres y experto con reconocida trayectoria en el campo de la educación inicial; Mercedes Mayol Lassalle, presidenta mundial de la OMEP; Madeleine Zúñiga, coordinadora de la Campaña Peruana por el Derecho a la Educación (CPDE); Vernor Muñoz, director de Políticas e Incidencia de la Campaña Mundial por la Educación (CME); y Camilla Croso, coordinadora general de la CLADE, quien moderó el diálogo. Lee a continuación las reflexiones y planteamientos que se destacaron en el panel: 

Otra política para el Cuidado y la Educación en la Primera Infancia es posible

Según Peter Moss, la hegemonía global del neoliberalismo y el hecho de que la atención/cuidado y la educación en la primera Infancia (AEPI) se han convertido en una prioridad política a nivel mundial, llevaron a que se considere esta etapa de vida como un medio eficiente de maximizar el “capital humano”. “Eso se puede ver en particular en una narrativa dominante que ha impulsado la formulación de políticas de AEPI en ámbito nacional y mundial, desde una narrativa que es instrumental y economicista en la racionalidad y adopta la actividad técnica como actividad prioritaria: es una narrativa que se denominó ‘la historia de la calidad y de los altos rendimientos’”, subrayó. “Así, según cuenta la historia, la AEPI garantizará el éxito individual y nacional en un mercado global cada vez más competitivo, y todas las personas viven felices para siempre”, añadió.
“Necesitamos ser capaces de entender y relacionarnos con las ideas transformadoras que surgen desde otros campos, incluyendo la economía, la democracia y el medio ambiente”
Según el investigador, esta perspectiva instrumental y economicista está presente no solo en la educación y el cuidado en la primera infancia, sino que atraviesa todo el campo educativo. “También debemos tener en cuenta la existencia de un modelo de desarrollo global que busca reducir diversos fenómenos sociales y culturales, tales como la educación, a cuestiones de eficiencia mercantil y crecimiento económico”, afirmó. Agregó que la construcción de otra perspectiva de educación y cuidado en la primera infancia, que no se oriente hacia la búsqueda por altos rendimientos, debe basarse en decisiones políticas democráticas para la educación, en conjunto con otras políticas. “El campo debería enlazarse a un proceso más amplio, que involucre a la educación como un todo y a la construcción de un futuro sobre la democracia, la justicia social, la solidaridad y la sustentabilidad”, señaló.  Afirmó también que las y los profesionales y pensadoras/es del campo de la primera infancia deben ser capaces de entender y relacionarse con las ideas transformadoras que surgen desde otros campos, más allá de la educación, incluyendo la economía, la democracia y el medio ambiente. “Mientras tanto, quienes trabajan en esos temas amplios tienen que estar conscientes de las potenciales contribuciones que el cuidado y la educación en la primera infancia, y toda la educación, pueden ofrecerles”.

Privilegio versus derecho humano

“A pesar de la poderosa definición de las niñas y niños como sujetos de derechos consagrada por la Convención sobre los Derechos del Niño de la ONU y de todas las valiosas directrices sobre el derecho a la educación, hay todavía una falta de indicaciones específicas sobre cómo lograr el derecho humano a la educación en la primera infancia en nuestra región”, afirmó Mercedes Mayol Lassalle, durante su presentación.
“A pesar de la expansión de la matrícula, la desigualdad en materia de acceso persiste, porque hogares con alto nivel socioeconómico están 30 puntos porcentuales por encima de los valores de acceso de las niñas y niños de cinco años de edad de los hogares más pobres
Para la presidenta de OMEP, hay desafíos importantes en lo que toca la implementación efectiva de abordajes integrales e intersectoriales de los derechos de las niñas y niños en América Latina y el Caribe. La desigualdad en materia de acceso a la educación es otro reto en la región, que se confirma, por ejemplo, con la enorme brecha entre el acceso de niñas y niños con más de tres años y el acceso de niñas y niños desde el nacimiento hasta los tres años, siendo que para esta última franja de edad la cobertura por parte del Estado es muy restricta, haciendo que las familias tengan que pagar por estos servicios.  “A pesar de la expansión de la matrícula, la desigualdad en materia de acceso persiste, porque hogares con alto nivel socioeconómico están 30 puntos porcentuales por encima de los valores de acceso de las niñas y niños de cinco años de edad de los hogares más pobres”, afirmó.
Durante su presentación, Mercedes analizó las conclusiones de la investigación de la CLADE: “El derecho a la educación y al cuidado en la primera infancia: perspectivas desde América Latina y el Caribe”.
Otro aspecto importante que subrayó es que la oferta de una educación obligatoria y gratuita en la primera infancia es todavía limitada en la región. “Los acuerdos internacionales, particularmente la Agenda de Educación 2030, establecen la obligatoriedad desde, por lo menos, el año anterior al ingreso en la primaria y, en muchos países, fue ampliada a dos o tres años antes de la primaria”, explicó Mercedes Lassalle. Y concluyó que, en la región, lamentablemente, “la AEPI es un privilegio para algunas niñas y niños, más que un derecho humano para todas y todos, particularmente desde el nacimiento hasta los tres años”.

Desafíos del cuidado y de la educación en la primera infancia en Perú

En su exposición, Madeleine Zúñiga hizo un recorrido histórico sobre las políticas públicas para el cuidado y la educación en la primera infancia en Perú, desde la experiencia de los centros “Wawa Wasi” (Casa de la Niña y del Niño, en quechua), durante los últimos años de la década de 1960 en la región Sur de los Andes peruanos, pasando por la promulgación de la Ley General de Educación Nº 19326, en 1972, hasta llegar a los desafíos actuales.
“La diversidad no debería ser el problema, pero es la fuente de grandes inequidades sociales, que resultan de la vergonzosa discriminación aún arraigada en nuestra sociedad”
Para la coordinadora de la Campaña Peruana, el primero y quizás más desafiador de los retos actuales es la necesidad de superar la fragmentación de la primera infancia por rango de edad, ya que la responsabilidad de políticas enderezadas a la primera infancia está dividida en tres Ministerios: Ministerio del Desarrollo y la Inclusión Social (MIDIS), Ministerio de la Educación (MINEDU) y Ministerio de las Mujeres y la Población Vulnerable (MIMPV), de acuerdo con las diferentes edades y demandas sociales de niñas y niños en el país.  La diversidad compleja de la población en materia de niveles socioeconómicos, ubicación geográfica, diversidad cultural y etnolingüística, así como la inclusión y la equidad, representa otro reto permanente. “La diversidad no debería ser el problema, pero es la fuente de grandes inequidades sociales, que resultan de la vergonzosa discriminación aún arraigada en nuestra sociedad. Inequidades que son fáciles de identificar en el acceso a servicios y también en la calidad de los servicios y nos conducen a afirmar que la educación sigue siendo un privilegio más que un derecho humano universal”, afirmó. La educadora y activista también enfatizó la necesidad de mejorar la calidad de todos los programas públicos de AEPI y de Educación Inicial, así como de asegurar datos y evaluación sobre la calidad y pertinencia de estas políticas, sumados a una formación docente adecuada y contextualizada para esta etapa de vida. “Para que logren un desempeño óptimo es imperativa la formación inicial de docentes bajo un abordaje de derechos. La primera infancia merece recibir atención de profesionales cuyo desempeño esté fundamentado en los ricos y significativos articulos de la Convención sobre los Derechos del Niño. (...) La formación dará a las y los docentes las competencias para hacer de la experiencia escolar una experiencia de democracia, solidaridad, y de aprendizaje para vivir con los y las diferentes”, destacó.

Sistemas educativos que no corresponden a las realidades

Al final del evento, Vernor Muñoz dialogó con las observaciones y los análisis de las y los panelistas. Según el director de Políticas e Incidencia de la CME, la visión utilitarista de la educación en la primera infancia y de la educación de manera general ha sido ampliamente criticada por diversos organismos y mecanismos de derechos humanos. “Fue Katarina Tomasevski quién llamó la atención, hace casi 20 años, sobre cómo algunos economistas definen la educación como siendo una producción del capital humano y clasifican todas las dimensiones de los derechos humanos como externalidades. Hoy, 20 años después, todavía vemos como el Banco Mundial y muchas agencias de desarrollo aún consideran a las personas como capital humano en vez de sujetos de derechos”, señaló Muñoz.
“El interés superior del niño [y de la niña] está bien definido en los instrumentos internacionales de derechos humanos, pero en materia de aplicación práctica, ello siempre se pone abajo de la interpretación de quienes tienen el poder de decidir”
Para el activista y ex-relator especial sobre el derecho a la educación de la ONU, el abordaje utilitarista y autoritario de la educación también revela que los sistemas educativos actuales no corresponden a las realidades de las personas, ni siquiera en el caso de las pocas y pocos niñas y niños pequeñas/os que logran ingresar en el sistema educativo. “El interés superior del niño [y de la niña] está bien definido en los instrumentos internacionales de derechos humanos, pero en materia de aplicación práctica, ello siempre se pone abajo de la interpretación de quienes tienen el poder de decidir. Entonces, de nuevo, bajo una visión restrictiva y utilitaria, el interés superior del niño [y de la niña] suele ser visto como la capacidad potencial de que las niñas y niños se vuelvan buenas/os consumidoras/es”, concluyó.

Preguntas de la audiencia

Después de la realización del diálogo virtual, Peter Moss contestó a dos preguntas de la audiencia que no pudieron ser discutidas durante el encuentro. A continuación lee sus respuestas. 

La educación en la primera infancia de 0 a 3 años es un desafío. Se encuentran buenas experiencias en muchos países. ¿Cuál es su opinión sobre la educación familiar?

Peter Moss - Como no conozco los antecedentes de la pregunta, ni tampoco las condiciones de los países de América Latina y el Caribe, solo puedo decir sobre el Reino Unido y, más ampliamente, el contexto europeo.  Gran parte de mi trabajo se refiere al desarrollo de las licencias parentales, por lo que los padres y las madres pueden tomarse su tiempo libre del empleo cuando tienen un hijo pequeño o hija pequeña. Es muy importante que esto sea compartido por madres y padres por igual. Así, creo que el objetivo debería ser proporcionar al menos 12 meses de licencia bien remuneradas, con al menos 4 meses solo para padres y 4 meses solo para madres. 
“En lugar de educar a las familias, debemos pensar en su participación en comunidades de aprendizaje, que también brindan oportunidades para construir solidaridades intergeneracionales, practicar la democracia participativa y respetar la diversidad”
Después de esto, los niños y las niñas deberían tener acceso, por derecho, a una buena educación en la primera infancia. También creo que esta educación debería ser en centros comunitarios con muchos objetivos, lo que llamamos de 'Centros para niños y niñas' en Inglaterra, que brindan una amplia gama de servicios para niños, sus cuidadoras y cuidadores y la comunidad local, Estos centros son basados ​​en valores de igualdad, democracia y solidaridad, con uso de su espacio público y lugar de encuentro para las ciudadanas y los ciudadanos.  En lugar de educar a las familias, debemos pensar en su participación en comunidades de aprendizaje, que también brindan oportunidades para construir solidaridades intergeneracionales, practicar la democracia participativa y respetar la diversidad.

¿Podría mencionar algunos temas que son relevantes para los grupos de investigadores, investigadoras y universidades en el Cuidado y Educación de la Primera Infancia? ¿Hay "nuevas" brechas o temas que no se han tenido en cuenta?

Peter Moss - Nuevamente, como no conozco los antecedentes de la pregunta, ni tampoco las condiciones de los países de América Latina y el Caribe, solo puedo decir sobre el Reino Unido y, más ampliamente, el contexto europeo.  Primero, creo que es necesario desarrollar sistemas de evaluación participativa y  que puedan reconocer y valorar la complejidad y la diversidad, con respecto tanto a los niños y niñas, como a los centros de primera infancia.  En segundo lugar, creo que hay la necesidad de más trabajos sobre género en la educación de la primera infancia, especialmente para comprender mejor la continuidad de una naturaleza con alto sesgo de género en las fuerzas laborales de la primera infancia [feminización de la carrera] y para proponer cómo se podría cambiar este escenario.  En tercer lugar, creo que es necesario investigar cómo se puede practicar y profundizar la democracia en la educación de la primera infancia, para incluir la participación de niños y niñas, padres y madres, trabajadoras y trabajadores.  Por último, creo que necesitamos desarrollar más investigación comparativa (entre países), mirando tanto a las estructuras como a las culturas de la educación en la primera infancia, y enfocándonos en elaborar y comprender las diferencias.

A continuación,  el panel que fue transmitido en inglés, pero está disponible con subtítulos en portugués y español.

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En panel del CIES 2020, especialistas alertaron sobre la tendencia a priorizar una narrativa instrumental y economicista en la educación para la primera infancia, la falta de cobertura en esta etapa, especialmente para niñas y niños de familias con bajos ingresos, y la ausencia de coordinación intersectorial en las políticas públicas para niñas y niños pequeñas/os en la región

“Faltan indicaciones específicas sobre cómo lograr el derecho humano a la educación en la primera infancia”

15 de mayo de 2020

“El derecho a la Educación y el Cuidado en la Primera Infancia en América Latina y el Caribe ante los retos sociales y ambientales en el mundo” fue el título de un panel virtual realizado por la Campaña Latinoamericana por el Derecho a la Educación (CLADE), en alianza con la Organización Mundial para la Educación Preescolar (OMEP) y la Fundación Educación y Cooperación EDUCO, en el marco de la 64ª Conferencia Anual de la Sociedad para la Educación Comparativa e Internacional (CIES). 

Con el objetivo de analizar la situación del derecho a la educación y al cuidado en la primera infancia en América Latina y el Caribe, el evento fue realizado el 25 de marzo, y contó con la participación de: Peter Moss, profesor del Instituto de Educación de la Universidad de Londres y experto con reconocida trayectoria en el campo de la educación inicial; Mercedes Mayol Lassalle, presidenta mundial de la OMEP; Madeleine Zúñiga, coordinadora de la Campaña Peruana por el Derecho a la Educación (CPDE); Vernor Muñoz, director de Políticas e Incidencia de la Campaña Mundial por la Educación (CME); y Camilla Croso, coordinadora general de la CLADE, quien moderó el diálogo.

Lee a continuación las reflexiones y planteamientos que se destacaron en el panel: 

Otra política para el Cuidado y la Educación en la Primera Infancia es posible

Según Peter Moss, la hegemonía global del neoliberalismo y el hecho de que la atención/cuidado y la educación en la primera Infancia (AEPI) se han convertido en una prioridad política a nivel mundial, llevaron a que se considere esta etapa de vida como un medio eficiente de maximizar el “capital humano”.

“Eso se puede ver en particular en una narrativa dominante que ha impulsado la formulación de políticas de AEPI en ámbito nacional y mundial, desde una narrativa que es instrumental y economicista en la racionalidad y adopta la actividad técnica como actividad prioritaria: es una narrativa que se denominó ‘la historia de la calidad y de los altos rendimientos’”, subrayó. “Así, según cuenta la historia, la AEPI garantizará el éxito individual y nacional en un mercado global cada vez más competitivo, y todas las personas viven felices para siempre”, añadió.

“Necesitamos ser capaces de entender y relacionarnos con las ideas transformadoras que surgen desde otros campos, incluyendo la economía, la democracia y el medio ambiente”

Según el investigador, esta perspectiva instrumental y economicista está presente no solo en la educación y el cuidado en la primera infancia, sino que atraviesa todo el campo educativo. “También debemos tener en cuenta la existencia de un modelo de desarrollo global que busca reducir diversos fenómenos sociales y culturales, tales como la educación, a cuestiones de eficiencia mercantil y crecimiento económico”, afirmó.

Agregó que la construcción de otra perspectiva de educación y cuidado en la primera infancia, que no se oriente hacia la búsqueda por altos rendimientos, debe basarse en decisiones políticas democráticas para la educación, en conjunto con otras políticas. “El campo debería enlazarse a un proceso más amplio, que involucre a la educación como un todo y a la construcción de un futuro sobre la democracia, la justicia social, la solidaridad y la sustentabilidad”, señaló. 

Afirmó también que las y los profesionales y pensadoras/es del campo de la primera infancia deben ser capaces de entender y relacionarse con las ideas transformadoras que surgen desde otros campos, más allá de la educación, incluyendo la economía, la democracia y el medio ambiente. “Mientras tanto, quienes trabajan en esos temas amplios tienen que estar conscientes de las potenciales contribuciones que el cuidado y la educación en la primera infancia, y toda la educación, pueden ofrecerles”.


Privilegio versus derecho humano

“A pesar de la poderosa definición de las niñas y niños como sujetos de derechos consagrada por la Convención sobre los Derechos del Niño de la ONU y de todas las valiosas directrices sobre el derecho a la educación, hay todavía una falta de indicaciones específicas sobre cómo lograr el derecho humano a la educación en la primera infancia en nuestra región”, afirmó Mercedes Mayol Lassalle, durante su presentación.

“A pesar de la expansión de la matrícula, la desigualdad en materia de acceso persiste, porque hogares con alto nivel socioeconómico están 30 puntos porcentuales por encima de los valores de acceso de las niñas y niños de cinco años de edad de los hogares más pobres

Para la presidenta de OMEP, hay desafíos importantes en lo que toca la implementación efectiva de abordajes integrales e intersectoriales de los derechos de las niñas y niños en América Latina y el Caribe. La desigualdad en materia de acceso a la educación es otro reto en la región, que se confirma, por ejemplo, con la enorme brecha entre el acceso de niñas y niños con más de tres años y el acceso de niñas y niños desde el nacimiento hasta los tres años, siendo que para esta última franja de edad la cobertura por parte del Estado es muy restricta, haciendo que las familias tengan que pagar por estos servicios. 

“A pesar de la expansión de la matrícula, la desigualdad en materia de acceso persiste, porque hogares con alto nivel socioeconómico están 30 puntos porcentuales por encima de los valores de acceso de las niñas y niños de cinco años de edad de los hogares más pobres”, afirmó.

Durante su presentación, Mercedes analizó las conclusiones de la investigación de la CLADE: “El derecho a la educación y al cuidado en la primera infancia: perspectivas desde América Latina y el Caribe”.

Otro aspecto importante que subrayó es que la oferta de una educación obligatoria y gratuita en la primera infancia es todavía limitada en la región. “Los acuerdos internacionales, particularmente la Agenda de Educación 2030, establecen la obligatoriedad desde, por lo menos, el año anterior al ingreso en la primaria y, en muchos países, fue ampliada a dos o tres años antes de la primaria”, explicó Mercedes Lassalle.

Y concluyó que, en la región, lamentablemente, “la AEPI es un privilegio para algunas niñas y niños, más que un derecho humano para todas y todos, particularmente desde el nacimiento hasta los tres años”.


Desafíos del cuidado y de la educación en la primera infancia en Perú

En su exposición, Madeleine Zúñiga hizo un recorrido histórico sobre las políticas públicas para el cuidado y la educación en la primera infancia en Perú, desde la experiencia de los centros “Wawa Wasi” (Casa de la Niña y del Niño, en quechua), durante los últimos años de la década de 1960 en la región Sur de los Andes peruanos, pasando por la promulgación de la Ley General de Educación Nº 19326, en 1972, hasta llegar a los desafíos actuales.

“La diversidad no debería ser el problema, pero es la fuente de grandes inequidades sociales, que resultan de la vergonzosa discriminación aún arraigada en nuestra sociedad”

Para la coordinadora de la Campaña Peruana, el primero y quizás más desafiador de los retos actuales es la necesidad de superar la fragmentación de la primera infancia por rango de edad, ya que la responsabilidad de políticas enderezadas a la primera infancia está dividida en tres Ministerios: Ministerio del Desarrollo y la Inclusión Social (MIDIS), Ministerio de la Educación (MINEDU) y Ministerio de las Mujeres y la Población Vulnerable (MIMPV), de acuerdo con las diferentes edades y demandas sociales de niñas y niños en el país. 

La diversidad compleja de la población en materia de niveles socioeconómicos, ubicación geográfica, diversidad cultural y etnolingüística, así como la inclusión y la equidad, representa otro reto permanente. “La diversidad no debería ser el problema, pero es la fuente de grandes inequidades sociales, que resultan de la vergonzosa discriminación aún arraigada en nuestra sociedad. Inequidades que son fáciles de identificar en el acceso a servicios y también en la calidad de los servicios y nos conducen a afirmar que la educación sigue siendo un privilegio más que un derecho humano universal”, afirmó.

La educadora y activista también enfatizó la necesidad de mejorar la calidad de todos los programas públicos de AEPI y de Educación Inicial, así como de asegurar datos y evaluación sobre la calidad y pertinencia de estas políticas, sumados a una formación docente adecuada y contextualizada para esta etapa de vida.

“Para que logren un desempeño óptimo es imperativa la formación inicial de docentes bajo un abordaje de derechos. La primera infancia merece recibir atención de profesionales cuyo desempeño esté fundamentado en los ricos y significativos articulos de la Convención sobre los Derechos del Niño. (…) La formación dará a las y los docentes las competencias para hacer de la experiencia escolar una experiencia de democracia, solidaridad, y de aprendizaje para vivir con los y las diferentes”, destacó.


Sistemas educativos que no corresponden a las realidades

Al final del evento, Vernor Muñoz dialogó con las observaciones y los análisis de las y los panelistas. Según el director de Políticas e Incidencia de la CME, la visión utilitarista de la educación en la primera infancia y de la educación de manera general ha sido ampliamente criticada por diversos organismos y mecanismos de derechos humanos.

“Fue Katarina Tomasevski quién llamó la atención, hace casi 20 años, sobre cómo algunos economistas definen la educación como siendo una producción del capital humano y clasifican todas las dimensiones de los derechos humanos como externalidades. Hoy, 20 años después, todavía vemos como el Banco Mundial y muchas agencias de desarrollo aún consideran a las personas como capital humano en vez de sujetos de derechos”, señaló Muñoz.

“El interés superior del niño [y de la niña] está bien definido en los instrumentos internacionales de derechos humanos, pero en materia de aplicación práctica, ello siempre se pone abajo de la interpretación de quienes tienen el poder de decidir”

Para el activista y ex-relator especial sobre el derecho a la educación de la ONU, el abordaje utilitarista y autoritario de la educación también revela que los sistemas educativos actuales no corresponden a las realidades de las personas, ni siquiera en el caso de las pocas y pocos niñas y niños pequeñas/os que logran ingresar en el sistema educativo. “El interés superior del niño [y de la niña] está bien definido en los instrumentos internacionales de derechos humanos, pero en materia de aplicación práctica, ello siempre se pone abajo de la interpretación de quienes tienen el poder de decidir. Entonces, de nuevo, bajo una visión restrictiva y utilitaria, el interés superior del niño [y de la niña] suele ser visto como la capacidad potencial de que las niñas y niños se vuelvan buenas/os consumidoras/es”, concluyó.


Preguntas de la audiencia

Después de la realización del diálogo virtual, Peter Moss contestó a dos preguntas de la audiencia que no pudieron ser discutidas durante el encuentro. A continuación lee sus respuestas. 

La educación en la primera infancia de 0 a 3 años es un desafío. Se encuentran buenas experiencias en muchos países. ¿Cuál es su opinión sobre la educación familiar?

Peter Moss – Como no conozco los antecedentes de la pregunta, ni tampoco las condiciones de los países de América Latina y el Caribe, solo puedo decir sobre el Reino Unido y, más ampliamente, el contexto europeo. 

Gran parte de mi trabajo se refiere al desarrollo de las licencias parentales, por lo que los padres y las madres pueden tomarse su tiempo libre del empleo cuando tienen un hijo pequeño o hija pequeña. Es muy importante que esto sea compartido por madres y padres por igual. Así, creo que el objetivo debería ser proporcionar al menos 12 meses de licencia bien remuneradas, con al menos 4 meses solo para padres y 4 meses solo para madres. 

“En lugar de educar a las familias, debemos pensar en su participación en comunidades de aprendizaje, que también brindan oportunidades para construir solidaridades intergeneracionales, practicar la democracia participativa y respetar la diversidad”

Después de esto, los niños y las niñas deberían tener acceso, por derecho, a una buena educación en la primera infancia. También creo que esta educación debería ser en centros comunitarios con muchos objetivos, lo que llamamos de ‘Centros para niños y niñas’ en Inglaterra, que brindan una amplia gama de servicios para niños, sus cuidadoras y cuidadores y la comunidad local, Estos centros son basados ​​en valores de igualdad, democracia y solidaridad, con uso de su espacio público y lugar de encuentro para las ciudadanas y los ciudadanos. 

En lugar de educar a las familias, debemos pensar en su participación en comunidades de aprendizaje, que también brindan oportunidades para construir solidaridades intergeneracionales, practicar la democracia participativa y respetar la diversidad.


¿Podría mencionar algunos temas que son relevantes para los grupos de investigadores, investigadoras y universidades en el Cuidado y Educación de la Primera Infancia? ¿Hay “nuevas” brechas o temas que no se han tenido en cuenta?

Peter Moss – Nuevamente, como no conozco los antecedentes de la pregunta, ni tampoco las condiciones de los países de América Latina y el Caribe, solo puedo decir sobre el Reino Unido y, más ampliamente, el contexto europeo. 

Primero, creo que es necesario desarrollar sistemas de evaluación participativa y  que puedan reconocer y valorar la complejidad y la diversidad, con respecto tanto a los niños y niñas, como a los centros de primera infancia. 

En segundo lugar, creo que hay la necesidad de más trabajos sobre género en la educación de la primera infancia, especialmente para comprender mejor la continuidad de una naturaleza con alto sesgo de género en las fuerzas laborales de la primera infancia [feminización de la carrera] y para proponer cómo se podría cambiar este escenario. 

En tercer lugar, creo que es necesario investigar cómo se puede practicar y profundizar la democracia en la educación de la primera infancia, para incluir la participación de niños y niñas, padres y madres, trabajadoras y trabajadores. 

Por último, creo que necesitamos desarrollar más investigación comparativa (entre países), mirando tanto a las estructuras como a las culturas de la educación en la primera infancia, y enfocándonos en elaborar y comprender las diferencias.


A continuación,  el panel que fue transmitido en inglés, pero está disponible con subtítulos en portugués y español.


Accede aquí al diálogo con subtítulos en creole haitiano


COVID-19: Guías sobre la educación y protección de niñas, niños y adolescentes

9 de abril de 2020

En este momento de crisis, la Campaña Nacional por el Derecho a la Educación (CNDE), miembro de la CLADE en Brasil, en alianza con la plataforma Cada Criança, ha disponibilizado dos guías dirigidas a familias, escuelas, agentes locales de seguridad social y autoridades para que puedan garantizar la protección y educación de niños, niñas y adolescentes.

“El objetivo es ofrecer informaciones comprobadas y accesibles sobre cómo la ciudadanía vinculada a la educación puede actuar, demandar y trabajar para la protección de todas y todos de manera colaborativa y también, por parte de las autoridades públicas, garantizar los derechos de niñas, niños y adolescentes en situaciones de emergencia”, afirma la CNDE.

Lee a continuación un resumen de las guías en español o descarga el documento completo en portugués dirigido a las familias y profisionales de la educación aquí, y la guía para autoridades aquí. (más…)


<p dir=La Marcha Global Contra el Trabajo Infantil, red regional miembro de la CLADE, publicó una declaración sobre el impacto de la crisis que el mundo enfrenta, debido a la pandemia COVID-19, en la realización de los derechos de la niñez.

"Sabiendo que el COVID-19 ya ha perturbado la economía global y el trabajo continuo de los gobiernos para combatir problemas socioeconómicos como el trabajo infantil, la trata de personas y la esclavitud moderna; los investigadores de Delta 8.7 predicen que aumentará aún más el riesgo de los más vulnerables, aumentando el riesgo de explotación, incluido el trabajo infantil y los esfuerzos de respuesta se verán afectados", afirma la red.

Lee el comunicado completo:

Estimados miembros, socios y simpatizantes,

¡Saludos desde la cuarentena en Nueva Delhi!

En medio de la crisis actual generada por el COVID-19, esperamos que todos ustedes estén a salvo y estén tratando de seguir todas las medidas de precaución emitidas por la Organización Mundial de la Salud y sus respectivos Ministerios de Salud. Estos son tiempos realmente muy desafiantes y difíciles de asimilar para todos nosotros. Actualmente, es la máxima prioridad de la Marcha Global contra el Trabajo Infantil garantizar que todo nuestro personal, colegas, miembros, socios y la Junta tomen todas las medidas para protegerse a sí mismos, a sus familias y a sus comunidades. En medio de una crisis de salud global de esta magnitud, ha quedado muy claro que la atención médica para todos es un derecho humano no negociable y, por lo tanto, debe ser disfrutado por todos y cada uno de los ciudadanos de este mundo, independientemente de su estatus social, ingresos, origen étnico, clase, grupo, género o edad.

Dadas las medidas de cierre por emergencia que muchos gobiernos en todo el mundo han ordenado en su totalidad o parcialmente en ciudades y áreas rurales para combatir este virus mortal, ha hecho también que las poblaciones vulnerables corran el máximo riesgo de esta pandemia; especialmente aquellos de bajos ingresos, personas sin hogar, en barrios marginales, trabajadores informales, trabajadores migrantes, refugiados, jóvenes huérfanos, personas con discapacidad, ancianos, mujeres y niños. Al igual que muchas otras emergencias de salud, el COVID-19 afecta a hombres y mujeres de manera diferencial, agravando las desigualdades de género y la discriminación que enfrentan entre otros grupos, las niñas y las mujeres. Como movimiento colectivo, nos gustaría expresar nuestra solidaridad con los más afectados y reafirmar nuestro compromiso de apoyo con ustedes y con otros miembros de la red en esta lucha conjunta contra esta calamidad de salud.

Mientras trabajamos desde la protección de nuestros hogares, también nos preocupamos constantemente no solo por los niños trabajadores, sino también por todos esos niños y sus familias que viven en vulnerabilidad sin asistencia médica, instalaciones o sanidad adecuada. Como miembros responsables de la sociedad civil, incitamos a todos nuestros miembros a trabajar junto con sus gobiernos, comunidades y otras partes interesadas en la implementación de las medidas estipuladas para combatir este problema y también contribuir a la creación de conciencia sobre saneamiento e higiene. Los invitamos a que tomen la iniciativa o contribuyan a proporcionar materiales de ayuda, así como apoyo psicosocial y emocional para los niños y sus padres, donde y cuando sea necesario. Aunque estamos practicando distanciamiento físico, no nos abstengamos de conectarnos social y emocionalmente con las personas a través de la tecnología y otros medios.

Sabiendo que el COVID-19 ya ha perturbado la economía global y el trabajo continuo de los gobiernos para combatir problemas socioeconómicos como el trabajo infantil, la trata de personas y la esclavitud moderna; los investigadores de Delta 8.7 predicen que aumentará aún más el riesgo de los más vulnerables, aumentando el riesgo de explotación, incluido el trabajo infantil y los esfuerzos de respuesta se verán afectados.

Por lo tanto, los invitamos a que propongan soluciones y recomendaciones concretas a sus gobiernos para garantizar que el impacto de la desaceleración económica, el cierre de empresas y escuelas; no empuje a más personas al ciclo de pobreza, explotación, hambre, desempleo y desescolarización. También esperamos que puedan presentar soluciones para la protección de los que ya están en condiciones de explotación, además de hacer que los gobiernos sean responsables de la falta de preparación ante esta situación de emergencia global.

Mientras estamos de luto por todos los que han perdido vidas y aplaudimos los esfuerzos de aquellos que están en primera línea de atención, continuemos avanzando con una resolución positiva, optimismo y un sentido de unión en este difícil tiempo; dejando atrás el estigma y los prejuicios hacia cualquier comunidad o grupo de población. Para asegurarnos de que todos nos mantenemos motivados y alentados, nos complace escuchar sus pensamientos, soluciones y recomendaciones sobre esta situación y poder discutirlo dentro de la red. Por favor, siéntase libres de compartir cualquier reacción al correo maina@globalmarch.org

Estamos juntos en esta situación. Luchemos con el espíritu de "los derechos humanos primero".

Manténganse a salvo, manténganse protegidos y cuídense.

Saludos

Familia de la Marcha Global contra el Trabajo Infantil

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Investigadores predicen que aumentará aún más el riesgo de explotación, incluido el trabajo infantil, y los esfuerzos de respuesta se verán afectados

COVID-19: ¿Cómo evitar que la pandemia agrave el riesgo del trabajo infantil?

3 de abril de 2020

La Marcha Global Contra el Trabajo Infantil, red regional miembro de la CLADE, publicó una declaración sobre el impacto de la crisis que el mundo enfrenta, debido a la pandemia COVID-19, en la realización de los derechos de la niñez.

“Sabiendo que el COVID-19 ya ha perturbado la economía global y el trabajo continuo de los gobiernos para combatir problemas socioeconómicos como el trabajo infantil, la trata de personas y la esclavitud moderna; los investigadores de Delta 8.7 predicen que aumentará aún más el riesgo de los más vulnerables, aumentando el riesgo de explotación, incluido el trabajo infantil y los esfuerzos de respuesta se verán afectados”, afirma la red.

Lee el comunicado completo: (más…)


Especialistas y jóvenes dialogan sobre el derecho a la educación en América Latina y el Caribe

16 de marzo de 2020

“La Educación que Necesitamos para el Mundo que Queremos: perspectivas de adolescentes y jóvenes de América Latina y el Caribe” fue el título del diálogo virtual realizado por la Campaña Latinoamericana por el Derecho a la Educación (CLADE), con la participación de jóvenes y autoridades de América Latina y el Caribe, con énfasis en abordar los retos y propuestas para la garantía del derecho a la educación en la región.  (más…)