Zula Lucero

Ana Felicia Torres, REPEM: “la desigualdad y la precarización aumenta la carga de las mujeres y posterga sus proyectos de vida”

20 de enero de 2023

Por: María Cianci Bastidas / Revisión: Carolina Osorio

Declaraciones de Ana Felicia Torres, coordinadora de la Red de Educación Popular Entre Mujeres de Latinoamérica y el Caribe (REPEM LAC) sobre el cuidado y la educación de adolescentes y mujeres.

La pandemia profundizó las desigualdades estructurales de la región y del planeta. Los cuidados y los sistemas que sustentan la vida se vieron sobre la mesa en las agendas públicas, haciéndose urgente una mirada estratégica que retomara su centralidad en las políticas de los Estados.

Para Ana Felicia Torres, coordinadora de la Red de Educación Popular Entre Mujeres de Latinoamérica y el Caribe (REPEM LAC), “el crecimiento de la desigualdad y la precarización de la vida de las grandes mayorías populares de América Latina y el Caribe aumenta la demanda de trabajo doméstico y del cuidado, aumenta la carga global de trabajo de las mujeres y posterga los proyectos de vida de las mujeres y los deseos que pudieran tener las mujeres a lo largo de la vida de retomar las distintas ofertas educativas existentes”.

La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) desde el Observatorio de Igualdad de Género afirmó en su publicación La sociedad del cuidado. Horizonte para una recuperación sostenible con igualdad de género, que “el papel del Estado es decisivo en el proceso de construcción de la sociedad del cuidado mediante acciones que tengan como horizonte la universalización de servicios de calidad, la coordinación e intersectorialidad de las políticas, la sostenibilidad financiera y el principio de la corresponsabilidad. Asimismo, es esencial invertir en salud universal, educación de calidad y sistemas de cuidados como pilares de un nuevo Estado de bienestar en la región”.

Los horizontes del cuidado y la EPJA 

Los nudos estructurales de la desigualdad de género, discriminación y violencia persisten contra las niñas, adolescentes y mujeres de la región latinoamericana y caribeña, se debe, en buena parte, a una cultura de privilegio y patrones basados en relaciones de poder y privilegios patriarcales. 

La pandemia recargó en las mujeres y adolescentes de las tareas de acompañamiento educativo, virtual y a distancia, desarrolladas durante el aislamiento y las medidas de confinamiento sanitario. Ana Felicia Torres, lo describe de la siguiente manera, “aumentó la carga global de trabajo porque lanzó a las mujeres a realizar tareas educativas para las que no estaban preparadas al desplazar la oferta educativa formal hacia los hogares. Y además por el aumento del embarazo adolescente, que no es un factor menor, el proyecto de vida de las mujeres niñas, adolescentes y de las mujeres jóvenes en el continente. Este impacto de la pandemia ha sido muy grande y una de las áreas más afectadas es el acceso a la educación por todo lo que implicó la profundización del rezago educativo en la mayoría de nuestros países”.

El avance de una protección social integral implica profundizar mecanismos de inclusión al que acceden niñas, adolescentes y mujeres, que a su vez reorganiza los cuidados en su rol vital dentro de las políticas de atención de los Estados. Estos cambios ameritan transformaciones en los modelos de desarrollo, así como en la garantía de los derechos humanos para la población. 

Jornadas recargadas y desigualdad de los cuidados

Para construir sociedades más igualitarias e inclusivas se retoma el carácter central de los cuidados y con ello también los proyectos de vida de las mujeres que son afectados por las dobles o triples jornadas impuestas por la dinámica laboral, doméstica y comunitaria. “Ya antes de la pandemia, las mujeres de la región dedican el triple de tiempo que los hombres al trabajo de cuidado no remunerado, situación que se vio agravada por la creciente demanda de cuidados y la reducción de la oferta de servicios derivadas de las medidas de confinamiento y distanciamiento físico para frenar la crisis” como señala el estudio Hacia la construcción de sistemas integrales de cuidados en américa latina y el caribe: elementos para su implementación, elaborado conjuntamente por ONU Mujeres y CEPAL.

“Otro elemento que limita en gran medida el ejercicio del derecho humano a la educación en América Latina y el Caribe para las mujeres, tiene que ver con lo que significó el impacto de la pandemia sobre todo en la vida de las familias de las grandes mayorías populares, porque aumentaron los niveles de violencia en las familias, en contra de las mujeres y de las personas menores de edad y con capacidades diferentes” afirmó la coordinadora de REPEM LAC. 

Aportes de CLADE a la igualdad género y prevención de las violencias

Para aportar al fortalecimiento de estrategias de promoción de igualdad de género y prevención de las violencias en escuelas rurales, se desarrolla el proyecto “Estrategias para prevenir la violencia sexual y de género y fomentar la equidad en las escuelas rurales” gracias al apoyo del Intercambio de Conocimiento e Innovación (KIX) de la Alianza Global para la Educación (GPE) y el Centro Internacional de Investigaciones para el Desarrollo (IDRC), Ottawa, Canadá.

La CLADE convocó y consolidó el Grupo de Trabajo de Género con esfuerzos formativos y de investigación así como la construcción de la política institucional de género.

Escucha las declaraciones de Ana Felicia Torres, coordinadora de la Red de Educación Popular Entre Mujeres de Latinoamérica y el Caribe (REPEM LAC) ofrecidas para el Podcast Educación ¿qué onda?