La Campaña Latinoamericana por el Derecho a la Educación (CLADE) acaba de recibir la adhesión de un nuevo miembro: la Coalición Panameña por el Derecho a la Educación.
“Creemos en el intercambio de experiencias y aprendizajes con otras latitudes para que podamos integrarlos a nuestras acciones como educadores de Panamá”, afirma Diógenes Sánchez Pérez, miembro de la Coalición Panameña.
Para conocer cuáles son las expectativas de la coalición, ante su integración a la CLADE, y también para saber más sobre el escenario de la lucha por el derecho humano a la educación en Panamá, especialmente ante la actual coyuntura de la pandemia COVID-19, invitamos Sánchez Pérez para una entrevista.
Lee el diálogo a continuación.
¿Cómo está la situación de Panamá ante el COVID-19? ¿De qué manera las comunidades educativas y activistas por el derecho a la educación están actuando o se organizando para contribuir en mitigar los efectos de la crisis en el campo educativo nacional?
Lamentablemente, Panamá no estaba preparado para una crisis de esta naturaleza y dimensión. La situación de la educación fue agravada porque el Ministerio de Educación (Meduca) no cuenta con plataformas virtuales para que, en los sectores de la sociedad que tienen acceso a la Internet, se pueda desenvolver una educación a distancia.
Son muy pocos los y las docentes que han podido interactuar con sus estudiantes a través de blogs, WhatsApp, o correo electrónico, pero nada oficial. Esto nos pone a repensar el tema de la educación virtual y a ver cómo el Meduca debe desarrollar plataformas para el caso de emergencias.
¿Con qué misión nace la Coalición Panameña y cuáles son sus objetivos y líneas de acción prioritarios?
Desde el principio, la misión de la Coalición ha sido la garantía de una educación pública, gratuita, obligatoria y de calidad para todo el pueblo panameño, garantizando también la equidad educativa para todas y todos.
Lamentablemente, aunque el Producto Interno Bruto (PIB) de Panamá ha crecido más del 5% al año, hace 15 años, seguimos siendo uno de los países más desiguales de América Latina y del mundo. Esto se refleja también en nuestro sistema educativo, siendo que aún tenemos cerca de 1.200 “aulas rancho”, que son escuelas improvisadas con techo de paja y piso de tierra, ubicadas principalmente en las comarcas indígenas. Uno de nuestros objetivos principales es mejorar este tipo de escuela.
¿Cuáles son los desafíos y oportunidades para la realización del derecho humano a la educación en Panamá actualmente?
Entre los desafíos, se destaca la dificultad en llevar la educación a los rincones más apartados, no solo en las comarcas pero también en las áreas campesinas. El 35% de las áreas del país no cuentan con escuelas secundarias, y por lo tanto otro de nuestros objetivos es extender el sistema educativo, para generar condiciones de igualdad para que estas poblaciones puedan salir de la pobreza.
La educación es el único instrumento capaz de realizar esto y, por lo tanto, la consideramos como una oportunidad para mejorar la vida de las personas en nuestro país.
¿Cuáles son las principales demandas de la sociedad civil para el derecho a la educación en el país?
Tenemos la ventaja de que la educación primaria se ha extendido por casi todo el país, pero el acceso a la educación media y superior sigue en falta, y esto es una de las principales reivindicaciones de la población. Además, una demanda no solo de la sociedad civil, sino de toda la comunidad educativa, sería mejorar la calidad de la educación.
Otra demanda tiene que ver con el financiamiento educativo. Según la Ley Orgánica de Educación de 1995, Panamá debería invertir el 6% de su PIB en la educación, lo que fue reforzado 20 años después con la Agenda de Educación 2030. Sin embargo, el país solo destina el 3,5% de su PIB a la educación, y garantizar el cumplimiento de dicha ley es una gran cuestión para nosotros.
¿Desde la mirada de la Coalición Panameña, ¿cuál es la importancia de haberse integrado a la CLADE y por qué?
Primeramente, consideramos importante poder incidir en proyectos comunes en nuestra región para la defensa del derecho humano a la educación. Poder vincularnos a una red es algo que consideramos fundamental.
Segundo, creemos en el intercambio de experiencias y aprendizajes con otras latitudes para que podamos integrarlos a nuestras acciones como educadores de Panamá. Además, muchas de las políticas neoliberales que se han implementado en América Latina también están se imponiendo aquí, y este intercambio es importante para que podamos nutrirnos de estos conocimientos de lucha.
Por esto consideramos importante sumarnos a la CLADE, pues para nosotros es fundamental participar de estos procesos.