En la Revisión de Medio Término de la CONFINTEA VI, CLADE insta por la realización de la EPJA como derecho humano y responsabilidad de los Estados

8 de noviembre de 2017

En el marco de la reunión de revisión de la CONFINTEA VI, la CLADE, en conjunto con otras redes de la sociedad civil y activistas, hizo un llamado a la acción en defensa del derecho humano a la educación de las personas jóvenes y adultas y logró el reconocimiento al educador y filósofo Paulo Freire en el cierre del evento

La CLADE estuvo presente en la Reunión de Revisión de Medio Término de la VI Conferencia Internacional de Educación de Personas Adultas (CONFINTEA VI), que se realizó en Suwon, República de Corea, del 25 al 27 de octubre. Las CONFINTEA V y VI han dado relevancia y contenido a la agenda del derecho a la educación de personas jóvenes y adultas (EPJA) en todo el mundo.

Previamente a dicha Reunión, la CLADE se sumó al Foro de la Sociedad Civil: La contribución de la sociedad civil para garantizar el derecho a la educación y el aprendizaje a lo largo de toda la vida para personas jóvenes y adultas, organizado por el ICAE. Durante este encuentro se revisaron los progresos en el Marco de Acción de Belém (2009) y se discutieron los principales desafíos para la EPJA en el contexto actual, así como posibles acciones de incidencia desde la sociedad civil para promover este derecho.

Desde las regiones se han subrayado sugerencias y aportes a la Declaración Final de la Sociedad Civil que resultó del Foro. El documento demanda que se priorice la EPJA como un derecho humano fundamental y un bien público clave para la realización de los demás derechos humanos y para la concepción de un mundo digno.

En este debate, representantes de América Latina y el Caribe apuntaron como retos para la realización de la EPJA en distintos países: los actuales retrocesos para la democracia y la ascensión de grupos políticos conservadores; el crecimiento de la censura cultural, artística y educativa, especialmente respecto a la cuestión de género; la criminalización de la pobreza y de movimientos sociales; el aumento de la desigualdad socioeconómica; el debilitamiento de la cooperación internacional para la EPJA; el predominio de una perspectiva reduccionista, instrumentalista y compensatoria de esta modalidad educativa por encima de una mirada holística de la educación, que tome en cuenta los procesos de aprendizaje, y no apenas sus metas cuantitativas y resultados medibles.

A la vez, recomendaron: el aumento del financiamiento de la EPJA; el reconocimiento de la gran diversidad de los sujetos de esta modalidad educativa, considerándose especialmente la presencia de jóvenes; la valoración de nuevas epistemologías, generándose otros conceptos de desarrollo y educación, por ejemplo el buen vivir y la cultura oral; la necesidad de sistematizar e investigar prácticas y políticas exitosas de la EPJA; la importancia de la formación y profesionalización docente; la participación de todos los sujetos de la EPJA, especialmente educadoras/es y educandas/os, en la toma de decisiones sobre las políticas educativas; el fortalecimiento de una educación crítica, que valorice la cultura y tenga como objetivo la transformación social, reconociéndose la contribución de la educación popular para ese proceso.

Desde América Latina y el Caribe participaron tanto en el Foro de la Sociedad Civil, como en la posterior reunión de revisión de medio término de la CONFINTEA VI: Nélida Céspedes y Roberto Catelli, del CEAAL; Timothy Ireland, coordinador de la Cátedra UNESCO de EPJA e integrante del ICAE; Sebastián Vielmas, del ICAE; Carmen Campero, miembro de la Red EPJA de México y representante de la CLADE por América Latina y el Caribe en el Comité Directivo del ICAE; Maria del Carmen Lorenzatti, profesora de la Universidad Nacional de Córdoba y especialista en EPJA; David Aruquipa, coordinador de la Campaña Boliviana por el Derecho a la Educación; y Camilla Croso y Adelaida Entenza, respectivamente coordinadora general y asesora de políticas de CLADE.

Revisión de medio término de la CONFINTEA VI

El Tercer Informe Mundial sobre Aprendizaje y Educación de Adultos (GRALE) de la UNESCO, que da seguimiento a los avances en materia de la educación de personas jóvenes y adultas a nivel mundial (en particular los compromisos que contrajeron los Estados en CONFINTEA VI) destaca que, a pesar de que los países afirman haber progresado en sus marcos normativos y políticos desde el año 2009, aún hay alrededor de 758 millones de personas adultas, entre ellas 115 millones de entre 15 y 24 años de edad, que aún no lograron leer ni escribir adecuadamente. A su vez, pocos países lograron alcanzar al 2015 el objetivo de la Educación para Todos (EPT) de aumentar en un 50% el número de personas adultas alfabetizadas.

En este contexto se realizó la Reunión de Revisión de Medio Término de la CONFINTEA VI, que tuvo la participación de más de 400 representantes de la sociedad civil y gobiernos de 98 países del mundo. El encuentro tuvo el objetivo de evaluar los avances y desafíos pendientes en la implementación del Marco de Acción de Belém, así como discutir el actual panorama de la EPJA, en base al tercer GRALE y a informes regionales, siempre en diálogo con la Agenda de Desarrollo Sostenible 2030 y la “Recomendación sobre el Aprendizaje y la Educación de Adultos”, instrumento adoptado por la UNESCO en el 2015 que da nuevos impulsos a este campo de la educación.

Durante el evento, Camilla Croso participó, como presidenta de la Campaña Mundial por la Educación, en el panel “Perspectivas hacia 2030: educación y aprendizaje a lo largo de toda la vida, ODS 4 y la más amplia agenda de ODS”. En esta ocasión, destacó entre otras cuestiones el aprendizaje y la educación de personas jóvenes y adultas como parte integral del derecho humano a la educación, subrayando su rol “estructural, facilitador y fundamental” en la promoción e implementación de toda la Agenda de Desarrollo 2030.

Planteó, además, una serie de recomendaciones para que la EPJA sea priorizada nacional e internacionalmente, como una política de Estado, desde una concepción más amplia y humanista que se refleje en la legislación, las políticas públicas y las prácticas educativas. Enfatizó también la necesidad de un mayor financiamiento de la EPJA en los países, así como desde la cooperación internacional, además de una mayor atención a las personas que sufren discriminación en el campo de la EPJA, como por ejemplo las mujeres, personas en contexto de encierro y personas adultas mayores. Lea aquí su ponencia completa (en inglés).

La reunión de revisión de la CONFINTEA VI concluyó con un reconocimiento al educador brasileño Paulo Freire y su legado para la EPJA y la educación popular. En breve, compartiremos el informe y la declaración final del encuentro.

Educación en cárceles

En un evento paralelo realizado el día 27 de octubre, se promovió un breve intercambio de información sobre la situación de la educación en prisiones, destacándose algunos desafíos para la implementación de este derecho en algunos países. Se abarcó concretamente información sobre Filipinas, algunos países de Asia Central, Bielorrusia y, en lo que respecta a nuestra región, Brasil, Argentina y Uruguay. Participaron en este intercambio integrantes de Unang Hakbang Foundation Inc., DVV International, CEAAL, ICAE y CLADE.

Llamado a la Acción

Como resultado de la Reunión Regional sobre EPJA realizada el pasado mes de agosto por la CLADE, en alianza con CPDE, REPEM, CEAAL e ICAE, con el apoyo de DVV International, organizaciones y activistas de la sociedad civil del campo de la EPJA elaboraron y dieron a conocer en Suwon un Llamado a la Acción, con el objetivo de contribuir con la revisión de medio término de la CONFINTEA VI.

“Debemos abordar el derecho a la educación de personas jóvenes y adultas desde una perspectiva ética, política, social y cultural, que promueva una educación holística, integral, transformadora, emancipadora, intercultural, enfocada a la paz, al buen vivir y a una relación armónica y sostenible con la naturaleza; que reconozca la contribución de los procesos de la educación formal, no formal e informal y el valor de la educación de gestión social, comunitaria y cooperativa, a las y los educandas/os como sujetos de derecho, históricos, con trayectorias de vida significativas y saberes diversos, y que se nutra de la tradición y los aportes de la educación popular que caracteriza la región de América Latina y el Caribe”, afirman las organizaciones y activistas en el documento [léalo completo: en castellano y en inglés].

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