La educación es un derecho humano básico – razón por la que se debe resistir a las escuelas privadas
5 de mayo de 2015
En análisis al periódico The Guardian, el Relator Especial sobre el Derecho a la Educación, Kishore Singh, cuestiona: ¿Si la privatización de la educación tiene un impacto devastador agravando la desigualdad, entonces por qué la comunidad de desarrollo financia a proveedores con ánimo de lucro?
Fuente: con informaciones de The Guardian
En el marco de los debates sobre la agenda de desarrollo Post 2015, un análisis del Relator Especial sobre el Derecho a la Educación, Kishore Singh, hecho al periódico The Guardian considera “preocupante el hecho de que miembros de la comunidad internacional estén presionando por más privatización en la educación”. Singh recuerda que distintos organismos internacionales se han sumado en la defensa de la participación privada en la educación – bandera que el Banco Mundial ha sostenido por décadas.
De acuerdo con Singh, la política actual del Banco Mundial de incentivo y apoyo a multinacionales con ánimo de lucro proveedoras de educación es un motivo de grave preocupación, una vez que dicha estrategia ha tenido un impacto devastador en el derecho a la educación.
“La educación no es un privilegio de las personas ricas y de aquellas que disfrutan buenas condiciones de vida; es un derecho inalienable de todos los niños y niñas. El Estado debe cumplir su responsabilidad de garante y regulador de la educación como derecho humano fundamental y causa pública. La oferta de educación básica, libre de costo, no sólo es una obligación fundamental de los Estados, sino también un imperativo moral”, afirma Singh.
En su opinión, “la privatización paraliza la idea de la educación como un derecho humano universal y – al agravar la marginación y la exclusión – es contraria a los principios fundamentales de los instrumentos de derechos humanos. Crea inequidad social”.
Y recuerda: “El costo de privatizar la educación no radica únicamente en los cobros escolares, sino que también a los daños al bien público. Los cobros, sin embargo, impactan más fuertemente a las personas más pobres y vulnerables. A veces, el hijo mayor recibe educación, mientras las hijas se quedan en casa. Las desigualdades en la sociedad aumentan cuando se excluye a las personas más pobres”.
Lea el texto completo aquí (en inglés).
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