Evento paralelo a la pre-cumbre de UNESCO presenta retos para transformar la educación

Pre-Cumbre de Educación Transformadora. UNESCO 2022

Socializar el estado actual de la educación y hacer recomendaciones concretas para avanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) 4, que dice respecto al derecho a la educación en la Agenda 2030, es el objetivo de la Pre-Cumbre de Educación Transformadora, puesta en marcha entre los días 29 y 30, que se presenta como espacio preparatorio para la cumbre que será realizada en septiembre de este año.

Paralelamente a la Pre-cumbre, la Campaña Latinoamericana por el Derecho a la Educación (CLADE), la Organización Mundial para la Educación Preescolar (OMEP), la Campaña Mundial por el Derecho a la Educación (CME), Action Aid, Human Rights Watch y la UNESCO organizaron una reunión paralela, el miércoles 29 de junio, para debatir la necesidad de ampliar el marco jurídico internacional que aborde los retos y oportunidades existentes y emergentes en materia de educación, con el fin de sentar las bases para la transformación de la educación.

Los debates giraron en torno a las cinco vías de acción temáticas de la Cumbre para la Transformación de la Educación: 1) Escuelas inclusivas, equitativas, seguras y saludables, 2) Aprendizaje y habilidades para la vida, el trabajo y el desarrollo sostenible, 3) Docentes, enseñanza y profesión docente, 4) Aprendizaje y transformación digital y 5) Financiación de la educación.

Pre-Cumbre de Educación Transformadora. UNESCO 2022, Delphine Corsi
Pre-Cumbre de Educación Transformadora. UNESCO 2022, Delphine Corsi

“El contenido de la educación permanente debe ser aceptable y adaptable al contexto de los y las estudiantes. Una educación aceptable significa estar libre de discriminación y violencia y de la lógica de un pensamiento único, estandarizado y hegemónico que mantiene el statu quo. Significa ser inclusiva, diversa, antipatriarcal, descolonizadora y antirracista, valorando las identidades, la cosmovisión y los conocimientos de las diferentes comunidades. Además, la educación permanente adaptable significa que debe ser flexible para responder al contexto de cada estudiante, incluso en situaciones de emergencia”, dijo Ana Raquel Fuentes, asistente de programas de la Campaña Latinoamericana por el Derecho a la Educación (CLADE) que participó del encuentro.

La presentación y las preguntas estuvieron a cargo de Borhene Chakroun, Director de la División de Políticas y Sistemas de Aprendizaje a lo Largo de la Vida, Sector de Educación, UNESCO, y la mesa redonda se desarrolló con las siguientes intervenciones:

  • Delphine Dorsi, directora de la Iniciativa sobre el Derecho a la Educación
  • Koumbou Boly Barry, relatora especial de la ONU sobre el derecho a la educación
  • Mercedes Mayol Lassalle, presidenta Mundial de la OMEP
  • Bede Sheppard, director adjunto de la División de Derechos del Niño, de Human Rights Watch
  • Ana Raquel Fuentes, asistente de programas de la Campaña Latinoamericana por el Derecho a la Educación (CLADE)
  • Vernor Muñoz, jefe de Política, Incidencia y Campañas, de la CME
  • María Ron Balsera, coordinadora de la Alianza TaxEd, de ActionAid

Consolidar el derecho a la educación permanente

Compartimos la intervención de Ana Raquel Fuentes del equipo de Investigación de Políticas Educativas, Campaña Latinoamericana por el Derecho a la Educación (CLADE) realizada en la reunión paralela:

La educación es un derecho humano a lo largo de toda la vida y, como tal, la educación de personas jóvenes y adultas y la educación superior son obligaciones de los Estados, al igual que la educación infantil y la educación primaria y secundaria.

Quiero señalar que la educación de jóvenes y personas adultas se dirige a aquellos que han visto vulnerado su derecho a la educación en momentos anteriores de sus trayectorias. De ahí que el imperativo ético de no dejar a nadie atrás deba ser altamente prioritario para este grupo. Los Estados deben garantizar que la educación esté disponible y sea accesible para ellos en el momento más conveniente de sus vidas.

Asimismo, en la era de la información, la globalización y la digitalización, la educación superior es un motor fundamental para crear nuevos modelos de desarrollo que garanticen el buen vivir y la justicia social. Por lo tanto, todas las personas interesadas en proseguir sus estudios, contribuir a la ciencia, a las humanidades, a la innovación y a la dignidad humana deben poder hacerlo en cualquier momento de su vida.

La educación de jóvenes y adultos y la educación superior mejoran las condiciones de vida de los sujetos directos de derechos y de sus familias, generando un círculo virtuoso para lograr sociedades más igualitarias. Por ello, los Estados deben garantizar que las modalidades y fases de la educación estén disponibles en todos los territorios y que se derriben todas las barreras, incluidas las económicas. Por ello, quiero reiterar nuestra preocupación por la incursión de actores privados y comerciales en la educación, amplificando las desigualdades y la segregación en los sistemas. Aquí, los Estados tienen un papel fundamental para regular la oferta privada y evitar el endeudamiento de los estudiantes.

La gratuidad de la educación es más urgente que nunca para superar las desigualdades. La educación superior y la educación de jóvenes y adultos deben ser gratuitas y no pueden adoptar procesos de admisión excluyentes, que tienden a excluir a grupos históricamente marginados.

El contenido de la educación permanente debe ser aceptable y adaptable al contexto de los y las estudiantes. Una educación aceptable significa estar libre de discriminación y violencia y de la lógica de un pensamiento único, estandarizado y hegemónico que mantiene el statu quo. Significa ser inclusiva, diversa, antipatriarcal, descolonizadora y antirracista, valorando las identidades, la cosmovisión y los conocimientos de las diferentes comunidades. Además, la educación permanente adaptable significa que debe ser flexible para responder al contexto de cada estudiante, incluso en situaciones de emergencia.

Para lograr estas dimensiones, los Estados deben garantizar una financiación adecuada de la educación pública y la participación de los sujetos de las comunidades educativas en el debate y la toma de decisiones políticas. Cuando los Estados no proporcionan alguna de estas dimensiones, obstaculizan la realización del derecho humano a la educación.

Desde una perspectiva de aprendizaje permanente, la educación superior y la educación de jóvenes y adultos deben ser bienes universales, públicos y sociales, una apuesta colectiva que la sociedad hace para generar justicia social y ambiental. La educación es un derecho habilitante para lograr otros derechos. Por ello, quiero cerrar esta intervención destacando que toda persona tiene el derecho humano de acceder a una educación pública, gratuita, emancipadora y a lo largo de toda la vida.

Llamado urgente a la acción del Comité Directivo de Alto Nivel ODS 4

Durante la pre cumbre, integrantes del Comité de Dirección de Alto Nivel para el ODS 4 – Educación 2030, en representación de la comunidad educativa mundial, hicieron un llamado a los jefes y jefas de Estado y de Gobierno para que adopten medidas contundentes a fin de invertir en la educación y transformarla, considerando que es el camino más adecuado para alcanzar nuestros objetivos comunes de paz, prosperidad y sostenibilidad.

Según el llamado, “la educación es un derecho humano y un bien y una responsabilidad públicos. La educación es vital para todos los aspectos del progreso de un país: impulsar la prosperidad económica, sacar de la pobreza a mujeres y hombres, reducir las desigualdades, fomentar la participación de una ciudadanía activa y responsable, hacer frente a los conflictos y a la violencia, proteger y promover la diversidad cultural y preservar el medio ambiente para las generaciones futuras.

Sin embargo, el mundo está peligrosamente lejos de cumplir sus objetivos y metas en materia de educación. La pandemia de COVID-19 ha agravado la crisis de los sistemas educativos, al incrementar la desigualdad y marginar aún más a millones de alumnos vulnerables y desfavorecidos. Se trata de una crisis silenciosa, pero cuyos efectos serán graves y duraderos.”

La comisión integrada por 28 miembros de los cuales 18 representan las seis regiones del mundo, con dos países y una organización regional intergubernamental por región, se reúnen una vez al año para liderar la agenda educativa global, está presidida por Julius Maada Bio, presidente de Sierra Leona y Audrey Azoulay, directora General de la UNESCO y tiene como objetivo acelerar el progreso a nivel nacional hacia el ODS 4.

Comunicado ministerial sobre la transformación de la educación a escala

En el marco de la pre Cumbre se dio a conocer el Comunicado de Ministros y Ministras de Educación que representan a más de ochenta países socios de la Alianza Mundial para la Educación (AME), en el que se insta a la comunidad internacional a “…movilizar más recursos para la educación de manera que respalden un mayor espacio fiscal para que los países inviertan en educación, incluso a través de iniciativas de reducción de la deuda.”

Sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible

Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) son el corazón de la Agenda 2030 y muestran aquellas metas y compromisos internacionales que apuestan a la visión del futuro que queremos. Son 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible con sus 169 metas y 231 indicadores, y con ellos los Estados miembros de Naciones Unidas consideran la agenda en su gestión gubernamental y de políticas públicas.

La ODS 4 afirma su compromiso en “Garantizar una educación inclusiva y equitativa de calidad y promover oportunidades de aprendizaje permanente para todos en América Latina y el Caribe.” Este objetivo dio un nuevo impulso de aprendizaje a lo largo de toda la vida, reconocido por el Informe sobre el futuro de la educación.

 

Defensa del derecho a la educación en Reunión Paralela

Intervención de Ana Raquel Fuentes del equipo de Investigación de Políticas Educativas, Campaña Latinoamericana por el Derecho a la Educación (CLADE) en la Reunión Paralela, subraya: “el imperativo ético de no dejar a nadie atrás deba ser altamente prioritario”.

Testimonios desde la Reunión Paralela

La hoja de ruta que acordaremos para la educación nos permitirá concretar la Agenda 2030 enfatizado por Ana Raquel Fuentes de la CLADE.

Mercedes Mayol Lasalle, presidenta de la Organización Mundial para la Educación Preescolar (OMEP) señala la importancia política de colocar en agenda la educación como derecho.

Camila Crosso, Open Society Foundation afirma la relevancia de la educación como un derecho que transforma oportuno en este debate internacional.

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