A partir de su experiencia en la iniciativa #LaEducaciónQueNecesitamos, joven inicia campaña en Bolivia
9 de marzo de 2020
Por: Carolina Osorio
En entrevista a la CLADE, el joven boliviano Gabriel Villarpando explica la campaña #Mochila2.0 y comenta la importancia de las voces de adolescentes y jóvenes en el debate sobre el derecho a la educación
“La campaña #LaEducaciónQueNecesitamos tuvo como transformación positiva que nosotros como estudiantes nos hagamos escuchar en todo momento, y mucho más si la necesidad es mucho más fuerte y mucho más importante, porque la educación es poder”, afirmó Gabriel Villarpando, estudiante del último año de Derecho e integrante de la Campaña Boliviana por el Derecho a la Educación (CBDE) en el departamento de Tarija, Bolivia.
Con 24 años, Gabriel Villarpando fue uno de los más de 50 jóvenes y adolescentes que participaron en la iniciativa #LaEducaciónQueNecesitamos para el Mundo que Queremos, la cual se lleva a cabo entre octubre de 2019 y abril de 2020, con el objetivo de incentivar a que adolescentes y jóvenes de América Latina y el Caribe compartan sus voces, expectativas y opiniones sobre el derecho a la educación.
A partir de su experiencia en #LaEducaciónQueNecesitamos, Gabriel inició la campaña #Mochila2.0, que tiene por objetivo impulsar diálogos sobre el derecho a la educación, y a la vez recolectar mochilas en desuso para distribuir a las y los estudiantes que necesitan del material.
Las mochilas que se recaudaron se distribuirán a comunidades rurales y en situación de vulnerabilidad en la región de Tarija la próxima semana, y en este marco se realizarán entrevistas grabadas en video con las y los estudiantes que recibirán las donaciones, para consultar sus opiniones y sugerencias sobre el derecho a la educación.
“La educación que nosotros necesitamos es una educación emancipadora equitativa e inclusiva. Una educación que pueda generar un efecto, para que sea accesible, es decir, que en cualquier lugar exista educación”, afirmó.
En el diálogo a continuación, Gabriel explica la campaña #Mochila2.0 y comenta su experiencia de participación en la iniciativa #LaEducaciónQueNecesitamos y la importancia de la educación emancipadora para las y los adolescentes y jóvenes.
¿En qué consiste la iniciativa #Mochila2.0?
Gabriel Villarpando – La iniciativa consiste en poder recolectar mochilas que algunos estudiantes ya no usan, pero que pueden tener todavía un ciclo de vida con otras personas a la hora de asistir al colegio.
La idea es incentivar a que las y los estudiantes o padres de familia donen esas mochilas que están dejando en desuso. Inicialmente, nosotros las recolectamos y posteriormente las vamos a donar como incentivo para aquellos pueblos originarios campesinos que están fuera de la ciudad, que están en el área rural. Para ellos es mucho más difícil acceder cada año a útiles escolares nuevos, en este caso específico, a una nueva mochila. Queremos llegar con esta campaña para incentivar a esos estudiantes de los pueblos originarios campesinos, en esta ocasión a las y los estudiantes del pueblo Weenhayek.
¿Cómo la están llevando a cabo?
Gabriel Villarpando – Nosotros lanzamos una convocatoria a través de las unidades educativas que se suscribieron a la campaña, o que están trabajando en equipo con nosotros y también con la federación de estudiantes de secundaria. Además, tenemos una agrupación que está como equipo coordinador de la iniciativa, que se llama Unidos en Acción.
Esta campaña se lanzó el ocho de febrero oficialmente con las unidades educativas.
¿Cómo surgió la idea?
Gabriel Villarpando – La idea surgió a partir de pensar cuán útil puede ser este material escolar, la mochila, para nosotros los estudiantes que necesitamos llevar todos los días a nuestros centros educativos nuestros cuadernos, nuestros lápices y demás útiles escolares. La mochila nos ayuda a trasladar todos nuestros materiales de manera mucho más fácil.
Fue ahí que surgió realmente todo, porque para estos pueblos originarios es muy difícil poder comprar o renovar su material escolar cada año, en este caso las mochilas, porque ellos son del área rural y allá no hay mucho comercio. También tienen que desplazarse a la ciudad y muchas de esas familias son de escasos recursos, y si llegan a la ciudad -cosa que no hacen de manera frecuente- es para comprar artículos de primera necesidad como alimentos y víveres.
Muchos de los estudiantes de los pueblos originarios ni siquiera tienen una mochila, muchos llevan sus cuadernos y lápices en las manos. Vimos ahí un problema y una necesidad, y quisimos crear la campaña #Mochila2.0 para incentivar a estos estudiantes
¿En qué momento se articuló con la campaña #LaEducaciónQueNecesitamos para el mundo que queremos?
Gabriel Villarpando – Bueno, la campaña se adhiere, en realidad, con la esencia de poder promocionar el ejercicio pleno del derecho a la educación como derecho humano, y formalizar e incentivar aquellas políticas públicas que puedan coadyuvar a que se genere un cambio en cuanto a la educación que necesitamos y poder tener como resultado un mundo mejor.
Es por eso que incentivamos la donación de las mochilas en desuso, para que en una segunda vida éstos artículos puedan generar un cambio para que las y los estudiantes puedan seguir yendo a las unidades educativas, facilitando su vida escolar sobre todo porque son del área dispersa o del área rural. Asimismo, quisimos en nuestra campaña, recordar también, el 30º aniversario de la Convención sobre los Derechos del Niño de la ONU [celebrada el 20 de noviembre de 2019].
¿Para ustedes, cuál es #LaEducaciónQueNecesitamos para el mundo que queremos?
Gabriel Villarpando – La educación que necesitamos es una educación emancipadora equitativa e inclusiva. Una educación que pueda generar un efecto, para que sea accesible, es decir, que en cualquier lugar exista educación, priorizando las unidades educativas en el área rural, porque muchos estudiantes caminan horas para asistir a un centro educativo. Entonces, es por eso que tiene que ser inclusiva, accesible, y esa es la educación que necesitamos.
¿Piensan realizar otras acciones en relación al mismo tema o iniciativa?
Gabriel Villarpando – Claro que sí, porque lo más importante es que la articulación de esta campaña va a generar que podamos articularnos e incidir ante nuestras autoridades, personas, tomadores de decisiones para poder generar políticas públicas a favor de la defensa del derecho a la educación.
¿Puedes identificar alguna transformación positiva después de haber participado en la campaña #LaEducaciónQueNecesitamos para el mundo que queremos?
Gabriel Villarpando – Claro que si. Fue muy importante poder escuchar las voces de los actores principales como son los estudiantes y la empatía que nos transmitieron a la hora de compartir sus experiencias, vivencias, al exigir o socializar la educación que necesitamos para el mundo que queremos.
“La campaña #LaEducaciónQueNecesitamos tuvo como transformación positiva que nosotros como estudiantes nos hagamos escuchar en todo momento, y mucho más si la necesidad es mucho más fuerte y mucho más importante, porque la educación es poder”
Es bien importante el rol que esto juega al momento de poder generar políticas públicas o poder exigir la NO vulneración de este derecho. Incluso, incentiva a que nosotros como estudiantes nos involucremos en este plan de incidencia que puede llegar a articularse con toda la exigencia y las necesidades que tenemos en cuanto al área de educación. Especialmente, en esta etapa de transición o crisis política que está pasando Bolivia, en cuanto a la nueva elección de nuestro presidente o presidenta del país.
Lo que se percibe es que la campaña #LaEducaciónQueNecesitamos tuvo como transformación positiva que nosotros como estudiantes nos hagamos escuchar en todo momento, y mucho más si la necesidad es mucho más fuerte y mucho más importante, porque la educación es poder.
¿Algo más que desees agregar?
Gabriel Villarpando – Esta campaña se lanzó el 8 de febrero oficialmente con las unidades educativas y venció el 22 de febrero. Sin embargo, espero que puedan sumarse a esta campaña, socializándola y compartiéndola con sus amistades o compañeros estudiantes en todas las instancias, para que podamos llegar a más personas y también generar un incentivo para que otras organizaciones, coaliciones o plataformas de organización civil en defensa de la educación puedan sumarse y replicar este tipo de iniciativas.