Nicaragua: Conceptos que debes conocer sobre género y violencia de género

En el marco de su participación en el proyecto regional “Estrategias para prevenir la violencia sexual y de género y fomentar la equidad en las escuelas rurales”, el Foro de Educación y Desarrollo Humano de la Iniciativa por Nicaragua (FEDH-IPN) ha impulsado la iniciativa “Conceptos que debes conocer”.

El objetivo fue informar a la audiencia de las redes sociales sobre temas como el género, violencia, violencia de género, u otros tipos de violencia, así como la violencia escolar y la discriminación. Esta iniciativa cuenta con conceptos básicos necesarios para saber diferenciar e identificar los tipos de violencia que se viven en la sociedad nicaragüense. A continuación, una recopilación sobre los contenidos que se han publicado en la red de Facebook del FEDH-IPN.

Una cultura de violencia- lo que Nicaragua debe erradicar

En Nicaragua, el concepto de género ha logrado tomar un lugar en la conciencia de las personas, pues en los últimos años se ha conversado sobre el tema. Sin embargo, se espera que la conciencia sobre la violencia de género también sea parte de las problemáticas a erradicar.

Inicialmente, para entender el concepto de género es necesario distinguirlo del concepto de sexo. La diferencia entre sexo y género radica en que el primero se concibe como un dato biológico y el segundo como una construcción social, cultural e histórica. El término sexo refiere a las diferencias biológicas entre el hombre y la mujer, a sus características fisiológicas, genéticas, hormonales y anatómicas a partir de las cuales las personas son caracterizadas como hombres o mujeres.

Asimismo, puede aclararse que, según la CARTILLA: VIOLENCIA DE GÉNERO EN LAS ESCUELAS (CLADE, 2016), el término violencia de género se refiere a todo acto que se comete contra una persona o grupo de personas en razón de su género y que puede incluir actos que causen daño o sufrimiento físico, sexual o mental, amenazas de tales actos, coerción u otros tipos de privación de la libertad. Estos actos se expresan mediante conductas, actitudes, comportamientos y prácticas conscientes y aprendidas.

Por otra parte, de acuerdo a la misma publicación, no es lo mismo violencia de género que violencia hacia las mujeres. Pues se considera violencia hacia las mujeres todos aquellos actos dirigidos a mujeres que tengan o puedan tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico, así como las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la libertad, tanto si se producen en la vida pública o privada.

En Nicaragua, la violencia hacia las mujeres no ha sido visibilizada como se esperaría o debería, pues en 2019 el Observatorio Voces reportó 63 femicidios, mientras que la Policía reportó únicamente 12 casos.

Por consiguiente, existen diversas manifestaciones de violencia:

Violencia psicológica: Puede producirse en múltiples modalidades de agresiones intelectuales o morales y conductas verbales donde se produzca la desvalorización de la mujer u otros cuerpos feminizados, por el hecho de serlo. La violencia psicológica se puede producir en el ámbito familiar o fuera de él, en el ámbito social y laboral: Amenazas, insultos, acusaciones, control de las amistades, control del dinero, desprecio, intimidación, ridiculización, etc. Usualmente, es previa a la violencia física pero suele darse paralelamente con esta.
Violencia física: Se produce con cualquier acto de fuerza contra el cuerpo de la mujer y otros cuerpos feminizados con posibilidad de daño producido por una persona con una relación emocional con la víctima, convivan o no juntos. Son ejemplo de este tipo de violencia los golpes, tirones de cabello, patadas, puñetazos, mordiscos, quemaduras, heridas con arma, privación del cuidado de médicos durante una enfermedad, privación de comida, “secuestro” en el hogar, expulsión violenta del hogar… Todas estas situaciones pueden derivar en homicidio.
Violencia contra las infancias: Cualquier forma de violencia ejercida sobre las infancias es injustificable. Entre ellas, es singularmente atroz la violencia que sufren quienes viven y crecen en un entorno familiar donde está presente la violencia de género. Esta forma de violencia afecta a las infancias de muchas formas. En primer lugar, condiciona su bienestar y su desarrollo. En segundo lugar, causa serios problemas de salud. En tercer lugar, los convierte en instrumento para ejercer dominio y violencia sobre la mujer.

De igual forma, existe otro tipo de violencia que se presenta en las escuelas, en los cursos extracurriculares u otros lugares, y no ha sido visibilizada lo suficiente, como para contrarrestar sus efectos en las víctimas.

Se trata de la violencia escolar: Según la Unesco, alrededor de 246 millones de niños, niñas y adolescentes sufren algún tipo de violencia escolar. Se considera violencia escolar todo comportamiento que conlleva agresión física, psicológica, verbal o amenazante dentro del entorno educativo. Este término conduce al siguiente:

La discriminación, en otro sentido, se efectúa al dañar los derechos de alguien simplemente por ser quien es o por creer en lo que cree. La discriminación es nociva y perpetúa la desigualdad, así como puede ser directa, indirecta o interseccional.

Finalmente, cada manifestación de violencia debe ser erradicada, pues la violencia no permite que las personas crezcan y se desarrollen plenamente en su entornos, por esta razón, las nuevas generaciones nicaragüenses deben conocer la importancia de luchar en contra de la discriminación y las diferentes formas de violencia que las mujeres, niñas, niños y adolescentes sufren día a día.

Este trabajo se lleva a cabo gracias al apoyo y la subvención concedida por el Intercambio de Conocimiento e Innovación (KIX) de la Alianza Global para la Educación (GPE) y el Centro Internacional de Investigaciones para el Desarrollo (IDRC), Ottawa, Canadá.

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