En sesión de revisión del estado de implementación del Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 4, que busca asegurar la educación inclusiva, con equidad y calidad, y promover oportunidades de aprendizaje a lo largo de la vida para todas y todos, Brasil no se ha pronunciado.
“Brasil se omite porque retrocede en los Derechos Humanos. Nuestros profesores no tienen condiciones para enseñar, muchos estudiantes no aprenden y tenemos millones de personas sin acceso a la escuela o en situación de analfabetismo”, analizó Daniel Cara, coordinador general de la Campaña Nacional por el Derecho a la Educación (CNDE), que acompaña el Foro Político de Alto Nivel de las Naciones Unidas (ONU), plataforma de seguimiento a los ODS a nivel mundial.
La CNDE integró la delegación de la Campaña Latinoamericana por el Derecho a la Educación (CLADE) en el Foro, y presentó un informe sobre el estado del ODS 4 en Brasil al Consejo Económico y Social (ECOSOC) y al Consejo de Derechos Humanos (OHCHR) de la ONU, participando también en la elaboración de informes colectivos de la sociedad civil en ámbito nacional, regional y mundial, sobre los ODS.
Los Objetivos de Desarrollo Sostenible fueron adoptados por los Estados miembros de la ONU en septiembre de 2015, y deben cumplirse hasta el 2030.
“Estamos en vísperas de completar un tercio del período de la agenda y la evaluación es que se ha caminado menos de lo necesario para garantizar los derechos humanos en los que se busca avanzar. Además, el progreso que se ha observado sigue desigual, y diversos países en desarrollo han enfrentado crisis políticas y económicas que presentan incluso retrocesos en relación a los compromisos asumidos en ámbito internacional. Este es lamentablemente el caso de Brasil”, afirmó Andressa Pellanda, coordinadora ejecutiva de la Campaña Nacional.
>> Ver el informe completo en portugués e inglés