Durante la preparación de la quinta edición del Informe mundial sobre el aprendizaje y la educación de personas adultas (GRALE 5), la población mundial era cada vez más consciente de que estaba viviendo una época de gran incertidumbre, como demostraba la pandemia de COVID-19. Las repercusiones de la pandemia en la educación se han manifestado de múltiples maneras y han sacado a la luz las flagrantes desigualdades en el acceso a una enseñanza de calidad y a la educación no formal. La pandemia también puso de manifiesto un mundo cada vez más interconectado que, sin embargo, no aborda adecuadamente las cuestiones de la desigualdad y la justicia social.