¿Deuda en lugar de ayuda? CLADE y CME se oponen a servicio financiero internacional para la educación
7 de octubre de 2019
Por: Thais Iervolino
Según las Campañas, este mecanismo de financiación educativa puede incrementar la deuda pública, poniendo en riesgo a los Estados más frágiles
Durante la Cumbre sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de Naciones Unidas, que se realizó los días 24 y 25 de septiembre en Nueva York, la Campaña Latinoamericana por el Derecho a la Educación (CLADE) y la Campaña Mundial por la Educación (CME) se manifestaron públicamente para instar los gobiernos y autoridades a que adopten medidas sostenibles para financiar y lograr los ambiciosos objetivos establecidos en los ODS, especialmente aumentando los recursos públicos nacionales que se invierten en educación.
Este posicionamiento se dio a conocer como forma de contrarrestar la adopción del Servicio Financiero Internacional para la Educación (IFFEd, por su acrónimo en inglés). Este instrumento de financiamiento educativo fue presentado como un “mecanismo innovador” durante evento realizado el 25 de septiembre, paralelamente a la Cumbre de la ONU sobre los ODS. Según CLADE y CME, el IFFEd depende de mecanismos de deuda pública y pone en riesgo a los Estados más frágiles.
“Hacemos un llamado a la comunidad educativa global y a los líderes mundiales para que prioricen iniciativas de financiamiento de la educación centradas en la justicia fiscal a nivel nacional y global, el fin de la evasión fiscal, una cooperación internacional promotora de derechos humanos y en un mayor financiamiento de la educación a partir de los presupuestos de los países. También defendemos que los recursos existentes se dediquen a políticas públicas que garanticen los derechos humanos y enfrenten las crecientes desigualdades entre naciones y personas. Mecanismos de financiación centrados en la deuda son insostenibles y favorecen la distribución desigual de poder y recursos”, afirma la coordinadora general de la CLADE, Camilla Croso.
Según posicionamiento difundido por la CME y apoyado por la CLADE, la creciente crisis de la deuda de los Estados representa una de las principales amenazas al financiamiento de la educación (por ejemplo, el año pasado, Ghana gastó el 42% de su presupuesto en la amortización de su deuda). Incluso la deuda multilateral de bajo interés podría contribuir con ampliar la crisis de la deuda, además de no favorecer la sostenibilidad de los países. “El uso de préstamos para financiar la educación, podría tener graves consecuencias”, afirma el posicionamiento.
Como señaló el presidente de la CME, Refat Sabbah, en la nota pública, “las soluciones sistémicas de largo plazo deberían ser las que promuevan la comunidad internacional. La Agenda de Educación 2030 debería ser un ideal a alcanzar de manera sostenible y debería alentarnos a abogar por una mayor inversión nacional en educación”.
>> Posicionamiento de la CME completo