Los avances de la educación indígena en Guatemala

Victorino Tejacun

En el mundo, 5 de cada 100 personas se identifican como indígena, esto representa cerca de 476 millones de personas. Las comunidades, pueblos y nacionalidades indígenas se encuentran entre el 15% de la población más vulnerable señalado por la Organización de Naciones Unidas (ONU).

El 9 de agosto se conmemora el Día Internacional de los Pueblos Indígenas en reconocimiento a la primera reunión del Grupo de Trabajo sobre Poblaciones Indígenas de la Subcomisión de Prevención de Discriminaciones y Protección a las Minorías de las Naciones Unidas sobre la población indígena que tuvo lugar en Ginebra en 1982. Es importante recordar que el 23 de diciembre de 1994, durante el Decenio Internacional de las Poblaciones Indígenas del Mundo, la Asamblea General de la ONU acordó que cada año se considere el Día Internacional de las Poblaciones Indígenas.

En el Informe Situación de los pueblos indígenas del mundo publicado por el Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de Naciones Unidas en 2021 se señala que “la Agenda 2030 no reconoce plenamente los derechos colectivos en relación no solo con las tierras y los recursos, sino también con la salud, la educación, la cultura y los modos de vida. La Agenda también carece de sensibilidad cultural en ciertos contextos, incluso dentro de los Objetivos y metas relacionados con la salud y la educación, como lo demuestra la ausencia de cualquier referencia, por ejemplo, a la provisión de educación multilingüe basada en la lengua materna indígena o a los sistemas tradicionales de atención médica.”

Desafíos de la educación en el marco de los derechos de los pueblos indígenas

Víctor Cristales del Colectivo Educación para Todos y Todas de Guatemala destaca que “sin lugar a dudas, uno de los mayores desafíos es que se expanda plenamente, en todas las escuelas, la educación bilingüe intercultural y que sean ampliamente conocidos los conceptos cosmogónicos de los pueblos originarios, que son un gran aporte para la humanidad.” También señala que en el caso guatemalteco convergen la cultura maya, xinca y la cultura garífuna.

 

Los vínculos entre los saberes ancestrales y los espacios educativos

Ha resultado progresiva la integración de los saberes ancestrales e indígenas en la educación formal. “En la medida que el maestro o la maestra va aplicando la educación al currículum nacional base se empiezan a observar algunas acciones que tienen que ver con la cosmovisión maya, en primer lugar el día de las energías, en dónde cada día representa una energía y representa un nawal, eso se empieza a compartir en las escuelas paulatinamente y luego se vincula en el trabajo con la naturaleza, se va relacionando el contenido del nawal con el quehacer de las y los estudiantes” afirma Cristales. Los nawales mayas son representaciones de la energía que habita en el ser humano y la Madre Tierra, se expresan con símbolos de la cosmovisión con sugerencias para en breves descripciones diarias.

Importancia de la interrelación de la diversidad de cosmogonías

Para que la política pública y los curriculums educativos con enfoque de derechos se contextualice a los pueblos y nacionalidades indígenas es necesario integrar las diferentes conceptualizaciones que hay sobre el mundo. A juicio de Cristales, en Guatemala, se considera un logro que se concretara la aceptación de que existen diversas cosmogonías en una interrelación del Curriculum Nacional Base. “Por supuesto que esto tiene que avanzar poco a poco, ya que recientemente se han distribuido los elementos cosmogónicos del Ministerio de Cultura y Deportes en el Ministerio Educación, para que la política pública pueda ser parte activa del quehacer en los currículum que están observando las niñas, los niños, los adolescentes y los jóvenes en su educación.”

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