El porcentaje de estudiantes que asisten a escuelas privadas ha aumentado considerablemente en las últimas tres décadas. Esta expansión se observa no sólo en los países en desarrollo y emergentes, sino también en algunos países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
El estudio Private schools as drivers of social segregation, de Rita Nikolai y Marcel Helbig, muestra que incluso en Alemania – país considerado con una baja proporción de estudiantes en escuelas privadas según los estándares internacionales – la asistencia a escuelas privadas ha aumentado en las últimas dos décadas.
En todo el mundo, de acuerdo al documento, la proporción de matriculación a escuelas primarias privadas ha aumentado en 10 puntos porcentuales, del 9% (1990) al 19% (2019). En la educación secundaria, la proporción de estudiantes en escuelas privadas es aún mayor (27% en 2019). Los colegios privados, a los que los Estados conceden importantes subvenciones y que reciben subsidios por más del 50% de sus costes, son los que se están expandiendo más rápidamente. En el caso de Alemania, a menudo es el propio Estado el que contribuye a la expansión de las escuelas privadas subvencionándolas. En general, solo las subvenciones estatales hacen posible la fundación de nuevas escuelas privadas, especialmente si las mantienen organismos financieramente débiles (por ejemplo, iglesias libres, comunidades religiosas, iniciativas de padres y madres, fundaciones no confesionales, etc.).
La expansión mundial de las escuelas privadas hizo que el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas (CDH) adoptara en 2016, por primera vez en su historia, una resolución en la que se pedía a los Estados miembros del CDH que regularan más estrechamente su educación privada. En esta histórica resolución influyó el temor a los efectos negativos de la creciente mercantilización de la educación y expansión de la segregación social.
Teniendo en cuenta la declaración del CDH y el caso de Alemania, el estudio mencionado analiza qué pueden hacer los Estados para regular la actuación del sector educativo privado y cuáles son algunas de las motivaciones que promueven la privatización educativa. La investigación decide enfocarse en Alemania porque (todavía) tiene una cuota baja de escuelas privadas en comparación internacional, pero subvenciona generosamente a las escuelas privadas.
La elección de escuelas privadas
En el artículo, también se identifican diversos motivos de los padres y las madres de familia por elegir escuelas privadas. Tal como varios estudios señalan, a las escuelas privadas acuden más los niños y las niñas cuyos padres y madres tienen un estatus social más alto, un nivel de educación superior y/o unos ingresos más elevados, lo que genera una segregación social. Sobre todo, en las zonas urbanas, donde los padres y las madres tienen más posibilidades de elegir entre distintos tipos de escuelas, perfiles escolares y proveedores, los estratos sociales más altos tienden a matricular a sus hijos e hijas en escuelas privadas en lugar de en escuelas públicas, con lo que se aíslan socialmente.
Otro factor que a menudo puede influir en la decisión de las familias es la creencia de los y las acudientes en que los colegios privados prometen una mejor educación escolar y/o un mejor ajuste entre su propio entorno familiar y los valores que se enseñan en un colegio privado. La distinción social, es decir, la separación consciente de ciertos grupos especiales, también puede ser un motivo para la elección.
El estudio también detalla que las reformas destinadas a reducir las desigualdades sociales en el sistema escolar siempre pueden desencadenar reacciones de los estratos sociales más altos. Los padres y las madres de los estratos sociales más altos sólo aceptan esas reformas escolares si obtienen opciones para reproducir su estatus social. En Alemania, madres y padres han recurrido en los últimos años a las opciones de escolarización privada y han agravado las desigualdades sociales entre las escuelas públicas y las privadas. En las zonas urbanas, la segregación social de las escuelas también refleja siempre la segregación social de los barrios residenciales. Si hay muchos niños y niñas en situación de pobreza viviendo en un barrio, también habrá muchos niños y niñas en esta misma condición en la escuela local. Esto mismo ocurre en barrios residenciales más adinerados donde se encontrarán niños con la misma condición en la escuela local. Así pues, la segregación social de las escuelas es siempre una expresión de las desigualdades sociales de una sociedad.
Segregación social
En vista de la creciente expansión de las escuelas privadas y sus impactos en la segregación social, se plantea la cuestión de la política educativa de cómo reducir las desigualdades educativas y crear igualdad de oportunidades educativas. En el caso de Alemania, los autores recomiendan que, si hay escuelas privadas subvencionadas por el Estado, sean completamente transparentes y, en caso de accesibilidad social, las escuelas privadas podrían suprimir completamente las tasas escolares o eximir a las familias con bajos ingresos del pago de las tasas escolares, si no pueden pagarlas.
Como forma de regulación, también recomiendan que haya un límite en los ingresos totales de las escuelas privadas. Si los desequilibrios financieros entre las escuelas públicas y las privadas son demasiado grandes, las escuelas privadas serán más atractivas y atraerán aún más dinero. Demasiados ingresos privados conducen a una disminución de la financiación estatal.
Para leer más sobre el caso de Alemania y cómo el Estado puede controlar y regular la proliferación de escuelas privadas, puede acceder al estudio de Nikolai y Helbeig aquí (disponible en inglés): Private schools as drivers of social segregation.