¿Cómo la educación puede prevenir violaciones a los derechos humanos?
23 de octubre de 2019
En su nuevo informe, la Relatora Especial de la ONU sobre el Derecho a la Educación analiza las contribuciones de la educación para la prevención de crímenes y violaciones a los derechos humanos
En el informe “Contribución del derecho a la educación a la prevención de crímenes atroces y violaciones masivas o graves de los derechos humanos”, la Relatora Especial de la ONU sobre el Derecho a la Educación, Koumbou Boly Barry, examina la forma cómo el derecho a la educación contribuye para la paz.
Subraya el potencial preventivo de la educación en las etapas tempranas de violaciones a los derechos humanos, antes de que se hagan evidentes las señales de alerta. Insta también por la vinculación de este rol de la educación a sus propósitos establecidos en los instrumentos internacionales, y a los compromisos con la realización de una educación inclusiva y equitativa de calidad.
“La paz, la aceptación del ‘otro’, el respeto de la diversidad cultural, la participación de todas las personas en el desarrollo de la sociedad y de una educación adecuada y adaptada a las necesidades específicas de las personas en su propio contexto, son objetivos de la educación ampliamente reconocidos por los Estados y los mecanismos de derechos humanos en los planes internacional y regional”, expresa Boly Barry en el informe.
El documento, además, aborda las circunstancias en que las escuelas pueden sentar las bases para el estallido de conflictos violentos, al segregar estudiantes por motivos de religión, origen étnico, o indirectamente, por su condición socioeconómica. Asimismo, presta especial atención a una serie de medidas relativas a la organización de los sistemas escolares, la pedagogía y los valores y conocimientos que son cruciales desde el punto de vista de la prevención de la violencia.
En su informe, la relatora plantea un marco educativo que abarca los aspectos interrelacionados de la educación, necesarios para aprovechar al máximo el potencial de la educación para la paz. Por ejemplo, apunta a que la educación debe fomentar la aceptación de uno mismo y de los demás, creando un sentimiento de pertenencia a la sociedad; el pensamiento crítico; la diversidad; y la capacidad de las y los estudiantes de sentir empatía por los demás.
“El derecho a una educación inclusiva y equitativa de calidad debe tomarse en serio y considerarse prioritario, si los Estados y otras partes interesadas se muestran firmes en su determinación de prevenir los conflictos violentos, los crímenes atroces y las violaciones masivas o graves de los derechos humanos”, afirma Boly Barry .
>> Lee aquí el informe completo.
Mira la presentación del informe ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, que tuvo lugar el último viernes, 18 de octubre:
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