Nos encontramos en pleno siglo XXI, el siglo de las comunicaciones y las revoluciones tecnológicas. Todo daría a pensar que hemos dejado atrás aquellas épocas en la que los gobiernos y organizaciones educativas ponían esfuerzo en alfabetizar a aquellas personas que por diversas razones, principalmente pobreza económica, no habían aprendido a leer y escribir. Sin embargo, la percepción es equivocada. La falta de educación para jóvenes y adultos es aún una realidad.
En Ecuador, en particular, según las estadísticas del CENSO (INEC 2010) existe una tasa de analfabetismo de 9,0% en 2001 y de 6,8% en 2010. La brecha educacional entre hombres y mujeres es de 2,6% en 2001 y de 1,9% en 2010. La población con mayor tasa de analfabetismo es la indígena con el 20,4%, seguido por la montubia con 12,9%. El grupo etario con menor tasa de analfabetismo es la población de 15 a 19 años con 1,3%. Las personas de 95 años y más, tienen la mayor tasa con 40,6%. Como lo dicen los números, en pleno siglo XXI, el problema continúa. Contar con personas que no han podido acceder a la educación constituye para los países una traba en su deseo de crecer y evolucionar como sociedad.
Texto originalmente publicado por: ALER leer más