Hoy, 21 de febrero, se celebra el Día Internacional de la Lengua Materna. Según la UNESCO, se hablan en el mundo 7.000 diferentes lenguas, muchas de las cuales han desafiado procesos de homogeneización lingüístico-culturales, sobreviviendo a contextos de discriminación estructural.
La lengua y la educación caminan juntas, pues el idioma materno interfiere directamente en la construcción de conceptos como identidad, diversidad, autoidentificación, pertenencia, continuidad histórica, vínculos con el entorno, integridad cultural, preservación de costumbres y creencias, patrimonio inmaterial, así como la dignidad y el proyecto de vida, tanto individual como colectivo.
En el marco de los debates de su VIII Asamblea Regional, en el 2014, la Campaña Latinoamericana por el Derecho a la Educación (CLADE) inició reflexiones y diálogos en red, sobre la educación en la lengua materna en la región, resaltando algunos rasgos y fundamentos relacionados a la garantía de una educación intercultural bilingüe, como: la visibilidad de derechos individuales y colectivos, el rescate y fortalecimiento de las diversas culturas indígenas y sus respectivas lenguas, así como la protección y el respeto a sus diversas entidades e instituciones.
En aquella ocasión, se intercambiaron comprensiones sobre el sentido que los países atribuyen a la educación intercultural bilingüe en sus marcos normativos, siendo que muchos aún la asumen como un modelo de educación dedicado o exclusivo para los pueblos indígenas y no para todo el sistema educativo, lo que puede seguir generando – e incluso profundizando – procesos de estigmatización y exclusión contra estas poblaciones y otros grupos étnicos y raciales en la región.
En esta importante fecha, la CLADE llama la atención hacia la importancia de garantizar una educación intercultural bilingüe, como derecho y perspectiva que beneficia a la sociedad como un todo, desde los aportes de la pluralidad, la diversidad y la diferencia para la construcción de sociedades más democráticas, pacíficas e igualitarias.
En base a estos debates y reflexiones, compartimos a continuación algunas recomendaciones para la promoción de políticas y acciones que permitan caminar hacia el respeto y garantía del derecho a la educación en la lengua materna.
1. Reconocimiento del derecho a la educación en la lengua materna y a una educación intercultural
Es fundamental que esos dos elementos sean vistos como indisociables del derecho humano a la educación y de la garantía de una buena educación. La interrelación entre el derecho a la educación y los derechos lingüísticos debe ser plenamente reconocida.
2. Interacción de distintas cosmovisiones en igualdad de condiciones, promoviendo un diálogo horizontal entre diferentes maneras de entenderse a sí mismo y al mundo
Las políticas de educación intercultural deben permitir la expresión de las distintas culturas, sus maneras de pensar, hablar, comunicar, conocer, crear, posibilitando el diálogo entre ellas. Deben promover la valoración de la identidad y cultura de uno mismo, pero también las del otro, ayudando a superar los estereotipos culturales, las múltiples discriminaciones y la subordinación de determinados grupos sociales.
3. Enfoque de derechos, interculturalidad e igualdad de género
Las políticas educativas de promoción del derecho a la educación en la lengua materna y de la educación intercultural bilingüe deben incorporar el enfoque de derechos, de interculturalidad y de igualdad de género, como presupuesto fundamental para la consecución de transformaciones profundas en todos los ámbitos y procesos educativos.
4. La educación intercultural y en la lengua materna debe ser transversalizada en todas las etapas y modalidades educativas
La educación intercultural y en lengua materna debe empezar en la primera infancia y continuar siendo implementada en todos los niveles y modalidades de la educación. Debe estar presente en la educación en la primera infancia, la educación primaria, secundaria y superior, en los centros urbanos y rurales, y en la educación formal y no formal, pero también en las prácticas educativas y en la gestión escolar.
5. Garantía de participación de los pueblos indígenas, comunidades afrodescendientes y otros grupos étnicos
Es necesario promover y garantizar que los pueblos indígenas y otros grupos étnicos puedan participar en todos los procesos asociados al desarrollo y definición de los marcos normativos, políticos e institucionales que orientan la educación intercultural bilingüe y la educación en la lengua materna, así como en los procesos de evaluación y monitoreo. Asimismo, se debe permitir que esos pueblos proyecten sus propias prácticas educativas y modelos de gestión comunitarias a partir de sus cosmovisiones y valores.
6. Obtención de sistemas estadísticos e información oficial de calidad
La elaboración de políticas públicas educativas de calidad en materia del derecho a la educación en la lengua materna y de educación intercultural bilingüe requiere contar con información estadística y datos oficiales, fiables y pertinentes, desglosados al menos por edad, sexo, etnia, condición sociolingüística, distribución territorial y ubicación geográfica, como condición indispensable para la formulación de propuestas.
7. Presupuestos acordes y suficientes
Para mejorar el acceso, la cobertura, permanencia y calidad de la educación intercultural bilingüe y la educación en la lengua materna es necesario garantizar un presupuesto acorde y suficiente, por lo que es preciso incrementar los recursos destinados a sus políticas y programas.
8. Integración de las políticas educativas con otras políticas sociales
Considerando la indivisibilidad de los derechos humanos, es indispensable pensar en políticas de acción afirmativa para el acceso, permanencia y conclusión de las trayectorias educativas de personas indígenas, afrodescendientes y otros grupos étnico-raciales, que históricamente han tenido sus derechos vulnerados.
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Celebrando las lenguas originarias de América
En el año 2019, declarado por la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas como el “Año Internacional de las Lenguas Indígenas”, el Grupo de Trabajo de CLACSO sobre “Educación e Interculturalidad” lanzó la iniciativa “Celebrando las Lenguas Originarias de América”.
La iniciativa fue organizada con el objetivo de llevar a cabo un proyecto colectivo de recopilación de palabras en lenguas indígenas de América, para así contribuir a la visibilidad de la magnitud de estas lenguas, sus usos, riqueza, diversidad, vitalidad y perdurabilidad, pese a las históricas y actuales presiones de las lenguas hegemónicas.
En este marco, se ha creado una plataforma con un mapa de América Latina que reúne palabras en lenguas indígenas que no cuentan con una traducción literal, en un solo término, a las lenguas dominantes, como español y portugués. Se trata de vocablos que pueden ser explicados, parafraseados o definidos con circunloquios, pero no pueden traducirse directamente.
“De este modo, ponemos de manifiesto la riqueza que las lenguas indígenas suponen para la construcción de conocimientos, para la expresión de cosmovisiones e ideas, así como para la construcción de identidades. La puesta en valor de las lenguas indígenas puede ser un elemento que sensibilice a los Estados en pos de su reconocimiento y, a la vez, permee en las sociedades hegemónicas para trabajar en la recomposición de siglos de negación, maltrato y desconocimiento que en muchos casos llevan a la pérdida de tan invaluable patrimonio de la humanidad”, explican los organizadores.
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Educar para la libertad: por un sistema educativo que responda a la pluralidad y diversidad de culturas y lenguas
La CLADE lanzó en el 2018 la publicación “Educar para la Libertad: por una educación emancipadora y garante de derechos”, la cual reúne reflexiones y debates acumulados por la red, sobre algunos ejes fundamentales para la garantía de una educación liberadora y transformadora en América Latina y el Caribe. El documento aborda el derecho a la educación desde una perspectiva integral y holística, en su relación con la libertad, la transformación social, la descolonización, la democracia, la igualdad de género, la comunicación y las tecnologías, el arte y la cultura, la afectividad y el cuidado, así como los cuerpos y los territorios.
Entre sus reflexiones, está la importancia de reconocer y promover la multiculturalidad, la interculturalidad y las distintas experiencias ocultas en los espacios educativos. Según el documento, la educación emancipadora “requiere un sistema educativo que responda a la pluralidad, la diversidad de culturas y lenguas, y a la interculturalidad”.
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