La implementación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), adoptados hace dos años por las Naciones Unidas, tiene como un desafío central el tema de su financiamiento. ¿Cuánto cuesta garantizar la Agenda 2030? ¿Cómo movilizar recursos suficientes? El caso específico del ODS4, que establece una educación de calidad, gratuita e inclusiva para todos y todas, ha sido tema de diversos debates en el contexto de la 72ª Asamblea General de Naciones Unidas, que tuvo lugar en Nueva York a lo largo de esta semana. ¿Como financiar esta agenda de educación ampliada, incluyendo a todos y todas, de niños/as a personas mayores, garantizando un mínimo de 12 años de educación gratuita?
Los acuerdos internacionales asumidos por los países incluyen el compromiso de destinar de un 4 a un6% de su PIB y de un 15% a un20% de sus presupuestos nacionales a la educación.
Sin embargo, se nota que tras dos años de adopción de los ODS, la cooperación internacional para la educación se estagnó y hasta disminuyó en algunos casos, a la vez que en varios países los presupuestos nacionales para la educación también bajaron.
Para debatir el tema, la Campana Mundial por la Educación (CME), juntamente con la Internacional de la Educación y la Alianza Global para la Justicia Tributaria, convocó el evento “Financiamiento Sostenible de la Educación”, que tuvo lugar el 20 de septiembre y reunió a representantes de Estados, organizaciones multilaterales, la sociedad civil, universidades y sindicatos docentes. La delegación de la CLADE incluyó a Liliana Degiorgis (Foro Socioeducativo de República Dominicana), David Aruquipa y Augusto Costas (Campaña Boliviana por el Derecho a la Educación), José Javier Acevedo (Foro Dakar Honduras), además de Giovanna Modé, asesora de políticas de la CLADE.
En la apertura del evento, la presidenta de la CME y coordinadora general de la CLADE, Camilla Croso, destacó que en un contexto de retrocesos democráticos, con los conflictos y crisis violentas recientes, amenazas a la igualdad de género, se hace aun más urgente la consolidación de sistemas públicos educativos que garanticen una educación de calidad. “La educación es negada no solo para los 260 millones de niños/as y jóvenes que están fuera de la escuela y para las 760 millones de personas adultas en condiciones de analfabetismo, sino también para los millones que están dentro de un sistema educativo sin calidad, que discrimina y excluye”, dijo.
Pese al reconocimiento de la educación como central para la realización del conjunto de derechos humanos, los países y los organismos de la cooperación internacional al desarrollo deben mostrar ahora una creciente voluntad política y mecanismos concretos que hagan posibles los recursos necesarios a su cumplimiento. Los debates incluyeron la necesidad de ampliar tanto los recursos domésticos como de la cooperación internacional como una cuestión de reparación y justicia. Asimismo, los y las ponentes destacaron la necesidad de poner en el centro de este debate las reformas tributarias progresistas y el monitoreo de la ejecución presupuestaria por parte de la sociedad civil.
La directora general de la UNESCO, Irina Bokova, llamó la atención para el rol crucial que tiene la sociedad civil en el monitoreo. “Si no fuera por su persistencia por todos estos años, no tendríamos un ODS4 tan fuerte como es”.
También participaron en el Panel el profesor Shamsul Alam, Ministro de Planificación de Bangladesh; Alice Albright, directora ejecutiva de la Alianza Mundial por la Educación (GPE); Dereje Alemayehu, de la Alianza Global para Justicia Tributaria; Jo Bourne, jefa de educación del UNICEF, Susan Hopgood, presidenta de la Internacional de la Educación; Shermaine Barrett, vicepresidenta del Consejo Internacional de Educación de Personas Adultas (ICAE), y el professor Jeffrey Sachs, de la Universidad de Columbia.