Según un informe realizado para la Internacional de la Educación, con la intensificación de la “formación en línea” y la “enseñanza a distancia de emergencia”, el sector privado y las organizaciones comerciales han logrado tener un papel central en los servicios educativos esenciales.

¿Cómo se ha desarrollado el proceso de comercialización y privatización de la educación en el contexto de la COVID-19?

12 de agosto de 2020

Según un informe realizado para la Internacional de la Educación, con la intensificación de la “formación en línea” y la “enseñanza a distancia de emergencia”, el sector privado y las organizaciones comerciales han logrado tener un papel central en los servicios educativos esenciales

Analizar el avance de la privatización y la comercialización de los sistemas educativos durante la pandemia de 2020, prestándole especial atención a las tecnologías de la educación. Este fue el objetivo del informe “La comercialización y la privatización en y de la educación en el contexto de la COVID-19” publicado por dos investigadores de la Universidad de Edimburgo (Escocia), Ben Williamson y Anna Hogam, para la Internacional de la Educación, en julio de 2020. 

“El ‘giro’ hacia la ‘formación en línea’ y la ‘enseñanza a distancia de emergencia’ han convertido las tecnologías de la educación en un componente fundamental de la educación en todo el mundo, otorgando al sector privado y a las organizaciones comerciales un papel central en los servicios educativos esenciales”

La investigación analiza las actividades de varias organizaciones y valora sus consecuencias para el futuro de la educación después de la crisis. Asimismo, identifica los aspectos fundamentales del proceso de recuperación de los sistemas educativos, señala prioridades de investigación y formula recomendaciones.

“La crisis de la COVID-19 ha afectado a los sistemas educativos de todo el planeta. El ‘giro’ hacia la ‘formación en línea’ y la ‘enseñanza a distancia de emergencia’ han convertido las tecnologías de la educación en un componente fundamental de la educación en todo el mundo, otorgando al sector privado y a las organizaciones comerciales un papel central en los servicios educativos esenciales”, se afirma en el informe.

Según los investigadores, es probable que los efectos de la pandemia duren cierto tiempo; en primer lugar, que se mantengan los modelos “mixtos” temporales de la educación con “distancia social”  durante el periodo de recuperación tras la pandemia. “Puede que perduren incluso después, a través de enfoques  ‘híbridos’ en los que las tecnologías de la educación se integren en la gestión escolar, la evaluación, los métodos pedagógicos y los planes de estudios”, afirman.

A continuación, el resumen de los resultados.

El “solucionismo” de la industria mundial de las tecnologías de la educación

Según el informe, la “industria mundial de la educación”, compuesta por organizaciones privadas y comerciales, ha desempeñado una función importante en el marco de la enseñanza durante la crisis de la COVID-19 y ha trabajado a escala local, nacional e internacional para introducir las tecnologías de la educación en las prácticas y sistemas de formación. 

“Durante la pandemia, esta representación de la industria mundial de la educación ha generado y difundido una poderosa imagen de la COVID-19 como una nueva ‘oportunidad’ para ‘reinventar’ la educación, ha tratado el aprendizaje en casa como un ‘modelo a pequeña escala’ de un futuro digital con formas mixtas de educación y ha fomentado la ‘experimentación’ y la ‘innovación’ para modelar los sistemas educativos del mañana. Ha convertido la crisis en una oportunidad para catalizar la transformación educativa”, afirman los investigadores.


Las colaboraciones público-privadas y las coaliciones COVID

“La función de los proveedores comerciales ha contado con el apoyo, el fomento y el impulso de diversas organizaciones pertenecientes al tercer sector, el público y el privado”, dice el documento. Entre los promotores más influyentes de las tecnologías de la educación durante la pandemia se cuentan varias organizaciones internacionales multilaterales como el Banco Mundial, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y la UNESCO, en muchas ocasiones en el marco de coaliciones multisectoriales mundiales para fomentar “buenas prácticas” que marcan el camino a los centros de toma de decisiones políticas. 

Para los investigadores, los proveedores comerciales de tecnologías de la educación y las organizaciones que los apoyan también han formado poderosas redes y coaliciones para dar protagonismo a sus productos y animar a escuelas, docentes, padres y madres a usarlos. “Estas coaliciones ilustran la aparición de nuevos tipos de colaboraciones público-privadas multisectoriales y de redes políticas relacionadas con la expansión de las tecnologías de la educación, así como el aumento de la importancia del sector privado en la regulación y la prestación de servicios educativos”.


La filantropía está “reinventando” la educación al amparo de la pandemia

Según el informe, varias organizaciones filantrópicas tecnológicas, como la Fundación Gates o la Iniciativa Chan Zuckerberg, han financiado y defendido políticamente las soluciones educativas tecnológicas como respuesta al cierre de las instituciones de enseñanza durante la pandemia.

“Estos acaudalados filántropos tecnológicos también han logrado una posición de autoridad como expertos en la ‘reinvención’ de la educación del futuro, un estatus que refleja su visión previa, su apoyo financiero a los modelos de enseñanza centrados en la tecnología y sus esfuerzos por influir en la agenda política”, se dice en el documento.


La creación de un mercado para las tecnologías de la educación

Las organizaciones financieras, las agencias de inteligencia de mercado, los capitales de riesgo y los fondos de inversión de impacto han intentado capitalizar la pandemia. “En un contexto que ya partía de un alto nivel de inversión en tecnologías educativas, sobre todo en los Estados Unidos y el sudeste asiático, se han hecho predicciones de mercado para estimular los mercados de capital, considerando la COVID-19 como un catalizador para capitalizar el repentino auge del uso de las tecnologías en la educación”, se afirma en el informe.

Es probable que las proyecciones de mercado sobre el valor de las tecnologías de aprendizaje digital durante las próximas décadas atraigan a más inversores que deseen beneficiarse de los nuevos modelos disruptivos de la educación pública.


La remodelación privada de la infraestructura de la educación pública

La investigación afirma que las grandes corporaciones tecnológicas multinacionales, como Google, Microsoft y Amazon, han visto cómo se disparaba la demanda de sus productos y servicios debido a su capacidad para ofrecer soluciones a escala internacional, con gran rapidez y sin coste. 

“Estas empresas, respaldadas por organizaciones multilaterales con influencia política y estamentos gubernamentales nacionales, han integrado a estudiantes, docentes y escuelas en sus plataformas educativas en línea y sus sistemas en la nube, aumentando las posibilidades de que las instituciones educativas públicas dependan a largo plazo de la infraestructura tecnológica privada”, se dice en el informe. 

Según el documento, las redes sociales, como YouTube y TikTok, también han querido ampliar su presencia en la educación mediante colaboraciones de creación de contenidos para el aprendizaje en casa, aumentando sus ingresos gracias a la atracción de anunciantes y convirtiendo la educación en un vehículo para la publicidad comercial.


La expansión del negocio educativo

Diversos tipos de empresas del ámbito de la educación ‒desde grandes negocios internacionales como Pearson a nuevas empresas emergentes‒ han aprovechado para comercializar y promocionar rápidamente sus productos para instituciones educativas, a menudo de forma gratuita o a precios subvencionados durante un tiempo limitado, impulsando las plataformas de enseñanza en línea como modelos alternativos a largo plazo para la educación. 

Las tecnologías de inteligencia artificial también han experimentado un notable crecimiento, especialmente en China, debido a su capacidad para proporcionar una educación “personalizada” cuando no hay docentes; además, se han usado tecnologías de vigilancia del alumnado para controlar la asistencia virtual a clase, evaluar el bienestar y el aprendizaje socio-emocional y permitir el cumplimiento de la función de guarda y custodia de las escuelas. 

Para los investigadores, esta evolución extenderá el alcance de los negocios educativos a nuevas áreas de la enseñanza y reforzará su influencia a largo plazo en las aulas.


>> Investigación “La comercialización y la privatización en y de la educación en el contexto de la COVID-19”