En septiembre se realizaron dos eventos internacionales a los que asistió CLADE para compartir sus reflexiones y experiencias por la defensa del derecho humano a la educación, ambos por convocatoria del Banco de Desarrollo de América Latina y El Caribe (CAF).
El primero de ellos fue un webinario titulado “Trenzando saberes: fortaleciendo la educación intercultural bilingüe en América Latina y el Caribe” realizado en conmemoración del 20 de septiembre, Día de la Educación Intercultural Bilingüe. En este evento participó en calidad de ponente experta, la directora ejecutiva de la Campaña Boliviana por el Derecho a la Educación (CBDE), Cecilia Lazarte.
El segundo evento realizado de forma presencial en la ciudad de Quito, Ecuador, entre el 30 de septiembre y el 1 de octubre, se denominó Encuentro “Debes y Haberes: Empoderamiento Económico de las Mujeres en ALC a 30 años de Beijing” y contó con la intervención de María Cianci Bastidas, integrante del equipo regional de CLADE, en el panel “Protección social y cuidados” realizado el 30 de septiembre.
Compartimos a continuación una reseña informativa de ambas participaciones de CLADE.
Trenzando saberes para fortalecer la educación intercultural bilingüe en América Latina y el Caribe
CLADE participó en el encuentro virtual “Trenzando saberes: fortaleciendo la educación intercultural bilingüe en América Latina y el Caribe” realizado en el marco del Día de la Educación Intercultural Bilingüe y organizado por Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe (CAF). Este encuentro reunió a especialistas, representantes de gobiernos, docentes e integrantes de organizaciones sociales de la región para dialogar sobre los avances, desafíos y perspectivas de la Educación Intercultural Bilingüe (EIB) como pilar de los sistemas educativos inclusivos.
Durante el evento, Cecilia Lazarte, directora de la Campaña Boliviana por el Derecho a la Educación (CBDE), reflexionó en su presentación sobre el rol transformador de la EIB y su vínculo con la construcción de identidades y ciudadanías. En sus palabras, “la educación intercultural bilingüe no es un agregado decorativo, sino una herramienta esencial para reconstruir identidades y dignidad”. Su intervención destacó la necesidad de que los Estados garanticen el derecho humano a la educación desde las diversidades, reconociendo los saberes y lenguas de los pueblos como parte viva de la educación pública.
El diálogo durante el webinario coincidió en elevar la importancia de la EIB considerando la gestión de las políticas públicas, la formación docente contextualizada, los materiales educativos pertinentes y la participación comunitaria. Se compartieron experiencias locales que demuestran cómo el diálogo entre saberes tradicionales y conocimientos contemporáneos puede enriquecer los aprendizajes y por lo tanto el tejido social. Asimismo, se subrayó la urgencia de incrementar la inversión pública para asegurar continuidad y calidad en estos procesos educativos.
La educación intercultural bilingüe no es un agregado decorativo, sino una herramienta esencial para reconstruir identidades y dignidad
La Educación Intercultural Bilingüe (EIB) como esfuerzo colectivo
Según la UNESCO, en América Latina existen más de 58 millones de personas indígenas pertenecientes a más de 800 pueblos cultural y lingüísticamente diversos; se enfrentan a cada vez mayores desafíos para superar las desigualdades en todos los contextos, especialmente los rurales. Por lo tanto resulta urgente fortalecer e invertir en la EIB como una estrategia clave para reducir la exclusión educativa, garantizar el derecho humano a una educación con identidad propia, promover el tejido integral de los pueblos indígenas y asegurar su participación plena en la vida sociocultural y económica de sus países.
La Educación Intercultural Bilingüe (EIB) es un enfoque pedagógico que reconoce las diversidades culturales y lingüísticas como un valor. Su propósito es promover la equidad en el acceso a la educación, fortalecer las identidades culturales y construir puentes entre culturas y generaciones. En contextos rurales, donde se concentran gran parte de la población indígenas, la EIB representa procesos que sustenta la garantía del derecho humano a una educación pertinente territorial y contextualizada.
El día de la Educación Intercultural Bilingüe se celebra cada 20 de septiembre, y es resultado de los esfuerzos históricos y colectivos de los pueblos indígenas, afrodescendientes y de otras comunidades culturalmente diversas por lograr el reconocimiento de sus lenguas, saberes y experiencias dentro de los sistemas educativos nacionales. Esta fecha busca resaltar la importancia de integrar las lenguas y culturas propias en los procesos educativos para la construcción de una sociedad más equitativa, inclusiva y diversa.
La memoria como derecho y proceso educativo
Cecilia Lazarte subrayó el llamado desde la Campaña Boliviana por el Derecho a la Educación (CBDE) y la CLADE para que la Educación Intercultural Bilingüe (EIB) sea tratada como un pilar fundamental para el ejercicio pleno del derecho humano a la educación en sociedades plurales como la de los países andinos. La EIB garantiza no solo el acceso a la educación, como la posibilidad de aprender y enseñar desde las identidades, las lenguas y los saberes propios de los pueblos. Este enfoque promueve una educación liberadora que reconoce las diversidades culturales y lingüísticas de los países como la base que fortalece la democracia y la equidad.
Algunas de las ideas que se intercambiaron durante el webinario expresaron que con frecuencia la EIB se reduce a la traducción de contenidos o al uso simbólico de las lenguas indígenas, es imperativo trascender esta mirada simplista, ya que implica una transformación profunda del modelo educativo. Se trata de construir procesos pedagógicos interculturales, donde el diálogo de saberes entre pueblos y culturas sea un eje central del aprendizaje, lo que a su vez exige políticas públicas elaboradas desde y por las comunidades. De esta manera, la EIB se convierte en una herramienta para descolonizar la educación y restituir la dignidad histórica de los pueblos indígenas.
Con una perspectiva de derechos humanos, la EIB se sustenta en los principios de asequibilidad, accesibilidad, adaptabilidad y aceptabilidad, que comprometen al Estado como garante del derecho humano a una educación pertinente y equitativa. Tal como se destacó en la presentación de la directora de la Campaña Boliviana, los pueblos indígenas que hablan más de 560 lenguas en América Latina y El Caribe tienen derecho a una educación que respete sus particularidades culturales y lingüísticas. Este marco implica reconocer que la lengua no solo es un medio de comunicación, también una expresión de dignidad, pertenencia y memoria colectiva.
Asimismo, se subrayó que “sin lengua no hay cultura, sin cultura no hay pueblo”, recordando que la pérdida lingüística representa la ruptura de saberes, tradiciones y prácticas comunitarias. En este sentido, fortalecer la EIB supone garantizar el uso social de las lenguas, su presencia en la vida pública y su transmisión intergeneracional. La CBDE coincide en que es indispensable impulsar políticas de investigación, financiamiento sostenido y participación comunitaria para consolidar la EIB como política de Estado, no como programas temporales.
En coherencia con su compromiso regional, la CLADE y la CBDE impulsan acciones de incidencia, formación y articulaciones comunitarias que promueven una educación pública, gratuita e intercultural como base para la justicia social de la región.
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El empoderamiento económico de las mujeres y el derecho humano a la educación
CLADE participó del Encuentro Debes y Haberes: Empoderamiento Económico de las Mujeres en América Latina y El Caribe a 30 años de Beijing, convocado por la CAF entre el 30 de septiembre y el 1 de octubre en la ciudad de Quito, Ecuador.
En este encuentro participaron representantes de gobiernos locales y nacionales, organizaciones de sociedad civil, representantes del sector privado y academia con el objetivo de reflexionar sobre los avances de los acuerdos firmados en Beijing y definir nuevos caminos hacia sociedades más justas. En este sentido, el evento puso la lupa sobre cómo garantizar que las niñas y las mujeres cuenten con oportunidades educativas reales que les permitan participar con igualdad en el ámbito laboral.
La Declaración y Plataforma de Beijing como referente de derechos de las mujeres
La Declaración y Plataforma de Acción de Beijing establece un compromiso global para erradicar las barreras que limitan la igualdad de género. Adoptada en 1995 durante la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer, este instrumento establece doce áreas críticas que afectan a las mujeres y niñas, tales como la pobreza, educación, salud, violencia entre otras. Reconoce los derechos de las mujeres y la igualdad de género como base de los acuerdos globales políticos.
Esta hoja de ruta plantea la vigencia de desafíos como las brechas en el acceso a empleos dignos, desigualdades en ingresos, falta de sistemas de cuidado y barreras en la autonomía económica de las mujeres. Por ello durante el año 2025, diversas iniciativas han querido poner en la mesa este instrumento y dialogar sobre los avances y retos que persisten en el contexto actual de la Agenda 2030.
El derecho humano a la educación está consagrado en diversos instrumentos internacionales, y se entrelaza de modo inseparable con otros derechos: sin educación suficiente no puede haber igualdad en el empleo, ni tampoco condiciones para superar ciclos de pobreza.
Hacia una agenda educativa con perspectiva de género
Uno de los ejes centrales del evento fue el fortalecimiento de la educación como vía para la autonomía económica de las mujeres. Se abordaron temas como la capacitación técnica, la certificación de habilidades laborales y la permanencia de las mujeres en el sistema educativo formal para asegurar su autonomía con perspectiva integral, esto es socioeconómica, patrimonial y emocional.
Durante uno de los paneles se compartieron reflexiones sobre la importancia de la educación en contextos de desigualdades estructurales, destacando la relevancia de garantizar la permanencia de las mujeres en el sistema educativo formal como un derecho efectivo que habilite futuros dignos. En el intercambio surgieron reflexiones sobre lo importante que resulta el seguimiento de la matrícula escolar, y al mismo tiempo, lo insuficiente que se torna frente a otras variables diferenciadas de inclusión educativa, como la de cuidados de las infancias, de las personas adultas mayores, o de las personas con cuidados médicos, los cuidados comunitarios, por mencionar algunas.
Educación como pivote del derecho y la justicia social
“El derecho humano a la educación está consagrado en diversos instrumentos internacionales, y se entrelaza de modo inseparable con otros derechos: sin educación suficiente no puede haber igualdad en el empleo, ni tampoco condiciones para superar ciclos de pobreza” afirmó María Cianci Bastidas, integrante del equipo regional de CLADE durante su intervención en el panel de Protección Social y Cuidados.
El derecho humano a la educación a lo largo de toda la vida en el contexto latinoamericano y caribeño sigue enfrentando brechas de género que limitan la continuidad de la formación técnica y superior de las jóvenes y mujeres. Por ello es necesario aumentar el compromiso con una educación que no reproduzca desigualdades, sino que sea un motor de justicia social y equidad.
Este encuentro sirvió como un espacio para repensar estrategias de política pública con perspectiva de género, reconociendo que los derechos de las mujeres no pueden separarse de las condiciones de cuidado de la vida cotidiana y de conciliación entre actividades remuneradas. La educación debe articularse de forma intersectorial y con perspectiva interseccional con políticas de cuidado, protección social y empleo decente, subrayó la integrante de CLADE.
Al cerrar el encuentro se resaltó la necesidad de trazar una hoja de ruta regional para fortalecer la autonomía económica de las mujeres, en la cual la educación ocupe un lugar central. En esa visión la educación no es un privilegio ni una opción, es un derecho fundamental que abre puertas de vidas dignas para las mujeres en América Latina y el Caribe.
Beijing+30 y la educación
En América Latina y el Caribe, los informes nacionales recogidos en Beijing+30 y presentado en el informe de ONU Mujeres, Los derechos de las mujeres 30 años después de Beijing se muestran avances en el acceso educativo, sobre todo en niveles básicos, y también revelan que las tasas de deserción, las barreras económicas, la falta de infraestructura adecuada y las desigualdades territoriales siguen limitando la realización del derecho humano a la educación.
Un elemento que resalta Beijing+30 es la necesidad de asegurar no solo la matrícula, sino la permanencia, calidad y pertinencia educativa para niñas y mujeres jóvenes. En muchos casos, los programas educativos no consideran suficientemente las realidades sociales de quienes viven en contextos rurales, indígenas o marginalizados, ni integran el enfoque de género en los currículos, los entornos escolares o los procesos de evaluación.
Beijing+30 también hace un llamado urgente a incrementar los recursos, fortalecer mecanismos institucionales y mejorar la recolección de datos desglosados por género, origen étnico, lugar de residencia y nivel socioeconómico para identificar desigualdades invisibles. Se considera indispensable que los Estados prioricen la educación como instrumento de justicia social, no solo como meta cuantitativa, cuanto como proceso transformador que asegure la autonomía, los derechos, la dignidad y las oportunidades para todas las mujeres, jóvenes y niñas.