Imagen: CBDE

Bolivia: Al inicio de año escolar se hace un llamado al ejercicio del derecho a la educación comprometido con las diversidades

10 de febrero de 2023

Por: Vanessa Paola Vélez Loza, Coalición Boliviana por el Derecho a la Educación; Revisión: María Cianci Bastidas y Thais Iervolino

Entrevista a Miguel Marca Barrientos, Director Ejecutivo de la Campaña Boliviana por el Derecho a la Educación (CBDE) que afirma la necesidad de fortalecer las articulaciones entre las organizaciones de la sociedad civil para profundizar los procesos de exigibilidad antes los Estados de la protección del derecho humano a la educación, con énfasis en políticas inclusivas para las diversidades.

A propósito del inicio de año escolar en Bolivia (1 de febrero), la Campaña Boliviana por el Derecho a la Educación (CBDE) socializó un comunicado en el que exhortaban a que “las actividades escolares se desarrollen sin interrupciones, con infraestructura mejorada, material pedagógico adecuado, con medidas de seguridad, desayuno escolar y todas las condiciones necesarias para el ejercicio pleno del derecho a la educación”. 

En Bolivia como parte de la reafirmación de la educación como derecho humano de cumplimiento obligatorio y responsabilidad del Estado, la CBDE señala que “enfatiza la importancia de contar con un sistema educativo que incluya a todas y todos y que genere oportunidades diversas de acuerdo a las realidades específicas de cada persona. Subrayamos la necesidad de una educación que respete la diversidad.”

La Campaña Boliviana por el Derecho a la Educación (CBDE) afirma su compromiso con el derecho generando propuestas educativas integrales, especialmente realizando seguimiento y demandas al “cumplimiento de las normativas educativas, incidiendo en políticas públicas a través de sinergias institucionales, activismo y movilización social en el Estado Plurinacional de Bolivia”, según su director ejecutivo Miguel Marca Barrientos esto implica profundizar aún más desafíos para una perspectiva inclusiva de las diversidades en todos los ámbitos educativos. 

Lee y/o escucha, a continuación, la entrevista:

1.- Cuando nos referimos a la diversidad y su relación con la educación abarcamos varios temas como es del género, la interculturalidad, la inclusión de personas con discapacidad ¿Qué escuela queremos para construir la justicia social, superando las discriminaciones y abrazando la diversidad para crear espacios participativos?

Miguel Marca Barrientos: Creo que construir una escuela desde la justicia social, superando la discriminación, abrazando la diversidad y creando espacios implica, ante todo, varios ámbitos. Yo hablaría desde el ejercicio del derecho específicamente. 

Hablar del ejercicio del derecho implica a quienes garantizan el derecho, que son las autoridades y las instancias de gobierno que deberían garantizar una mejor inversión para la educación, para la escuela. Una mejor inversión influye en el aprendizaje, facilitando espacios de desarrollo integral para todos y todas las personas, esto es también en el contexto rural, personas indígenas que se encuentran muy alejadas de las ciudades. 

Contar con mayores recursos garantiza mejores condiciones en la escuela, como el acceso de las personas con discapacidad, con rampas, interpretación para personas sordas, entre otros. Las condiciones vienen dadas por una inversión adecuada que permita la accesibilidad de las infraestructuras.

Por otro lado, las garantías deben contemplar las condiciones del personal docente desde su formación con perspectiva de procesos hacia la diversidad. 

“Queremos superar la escuela homogeneizante con un modelo educativo que entienda la diversidad y trabaje con un enfoque educativo inclusivo, con una concepción global de sociedad sobre la diversidad y la posibilidad concreta de la convivencia”

Las políticas de inclusión deben ser interseccionales, para que las mujeres puedan concluir los procesos educativos, secundaria y universitaria, del mismo modo a las personas con diversidad sexual con garantía de permanencia en un contexto de no agresión, discriminación o violencia. Otro factor es el acceso por las distancias de los hogares de las personas con discapacidad a la unidad educativa. 

Las autoridades deben generar condiciones en las políticas, inversiones y estrategias que faciliten la inclusión de las diversidades. 

El personal docente en su rol dentro de las instituciones educativas debe capacitarse para comprender mejores estrategias para la inclusión y, desde los propios sujetos, que son niños, niñas y las familias. 

Tenemos que trabajar en un sentido común para entender que somos todos diversos, vernos iguales, pero entendernos diferentes, nos van a facilitar una mejor convivencia y definitivamente la inclusión, que es lo deseado para un contexto de diversidad, un sueño colectivo que buscamos.
Escucha: 

 

2.- Desde el sueño colectivo, la educación con / para la diversidad surge como una postura crítica a este modelo de educación homogeneizadora, ¿cuál es la diferencia entre incluir a grupos minoritarios en una educación homogénea y pensar la educación desde la diversidad?

Miguel Marca Barrientos: Es diferente. La escuela en sí misma ha sido pensada para homogeneizar, se han construido metas comunes, currículums y materiales únicos para encaminar una misma ruta, lo que se conoce como la transitividad en la escuela homogeneizante, sin ver diferencias. Pero algunas personas se iban quedando atrás, sin mayor preocupación en la escuela no se preocupaban por su inclusión, eran a quienes aplazaban, o no concluían la escuela o ni siquiera intentaban entrar por brechas en el acceso. 

Queremos superar la escuela homogeneizante con un modelo educativo que entienda la diversidad y trabaje con un enfoque educativo inclusivo, con una concepción global de sociedad sobre la diversidad y la posibilidad concreta de la convivencia. 

Es posible atender [a la diversidad] desde todos los ámbitos cuando el personal docente trabaja diferentes estrategias metodológicas dependiendo de la condición de esa persona, ese niño, niña o adolescente. Condiciones que pueden ser variadas como dificultades de aprendizaje o apoyo especializado. Existen muchas rutas posibles de aprendizaje que incluyen ciertas adaptaciones. Esto implica manejar diferentes estrategias metodológicas, recursos y didácticas adecuadas a las necesidades específicas, por ello quienes educan tienen un rol fundamental para trabajar la diversidad.

“Trabajar en la justicia social y en la inclusión implica identificar las diversas exclusiones, ya que cada contexto oculta problemáticas, y hay que explicitar para ir a su atención y abordaje”

Quienes tienen funciones directivas también gestionan el funcionamiento de las unidades educativas, que deben contemplar la movilidad de estudiantes y facilitar relacionamiento entre pares con actitudes inclusivas. El espacio escolar es ante todo una convivencia entre pares, entre sujetos sociales diversos, docentes, estudiantes y familias. 

La escuela es un espacio múltiple y el personal directivo debe saber gestionar este relacionamiento donde cada actividad ofrece oportunidades de inclusión. En Bolivia, con las horas cívicas de cada lunes, se genera inclusión de varones y mujeres equitativamente. [Hay que] retomar los espacios de aprendizaje desde la cultura diversa, expresiones desde su lengua e identidades culturales.

La escuela puede facilitar la participación de padres, madres de familia. Muchas veces las niñeces con diversidad sexual son rechazadas en su entorno familiar generando presión social. Una escuela inclusiva implica el involucramiento de las familias y de todos los actores, por lo que se debe asumir cambios en la lógica de funcionamiento de desarrollo pedagógico de las escuelas.

Escucha:

3.- ¿Cómo se puede trabajar desde la CLADE y desde las organizaciones para impulsar una educación basada en la diversidad?

Miguel Marca Barrientos: Yo creo que tenemos que sumarnos colectivamente, en principio sumar comprensiones. La diversidad implica mayor estudio en pedagogía, comprender pedagógicamente cómo incluir las diversidades de manera bien práctica, y colectiva. 

Trabajar en la justicia social y en la inclusión implica identificar las diversas exclusiones, ya que cada contexto oculta problemáticas, y hay que explicitar para ir a su atención y abordaje. 

Como CLADE y como instituciones que la integramos, tenemos que impulsar la exigibilidad a las autoridades para que la educación sea inclusiva y reconozca esa diversidad. Incluir aquellas personas, actores y comunidades que no estén siendo abrazadas, incluidas o tomadas en cuenta en la educación.

El Estado, los gobiernos y las autoridades deben trabajar para que ningún niño o niña, ningún adolescente deje de ir a una escuela. Que no sea solo asistir, sino que el estar en una escuela signifique un espacio realmente de aprendizaje, de desarrollo individual y colectivo. Esto obliga a mirar la calidad educativa, de infancias con diversidades, con discapacidad o lenguas indígenas. Para que la escuela permita aprender conocimientos, actitudes, relacionarse y construir una comunidad colectivamente. 

Una escuela como espacio de crecimiento individual y colectivo, asociada a la calidad educativa. Una escuela inclusiva no es para ir a una escuela y sentarse simplemente, ocupando un asiento. La escuela es para divertirse, para construir comunidad, aprender conocimiento, aprender actitudes y todo eso realmente es calidad educativa. Debemos apoyar que todos los Estados cumplan y generen condiciones de inclusión.

Debemos generar como instancias de la sociedad civil la exigibilidad, lo que implica pedir cuentas, que tengamos la capacidad, condiciones y mecanismos para que estas instancias rindan cuentas de la gestión de fondos colectivos, un dinero público que presenten informes transparentes. Ese es uno de los roles que debemos tener con CLADE como instancias de la sociedad civil. 

Escucha: 

Escucha la entrevista completa realizada por Vanessa Paola Vélez Loza, comunicadora de la Coalición Boliviana por el Derecho a la Educación