Argentina: ¿Acortar la brecha de habilidades o realizar una educación integral?

17 de mayo de 2016

En texto enviado al diario “Clarín”, Maximiliano Estigarribia, de la CADE, contrapone la mirada de una educación centrada en las demandas de mercado, presente en una nota de opinión publicada por este periódico, y defiende una concepción integral de la educación como un derecho humano fundamental

Foto: Simenon
Foto: Simenon

En reciente nota de opinión publicada por el diario Clarín, los economistas Nicolás Ajzenman y Eduardo Levy Yeyati sostienen que una educación con contenidos rígidos y anticuados alimenta la creciente distancia entre la oferta y la demanda de habilidades en Argentina. Plantean la necesidad de implementar estructuras dinámicas que acompañen los avances en los conocimientos y habilidades tendientes a propiciar la adaptación de las personas trabajadoras a las demandas del mercado.
En estos procesos, consideran fundamental el apoyo de las empresas por ser quienes en última instancia determinan la demanda de empleo, así como la puesta en práctica de herramientas como los Consejos de Habilidades y los Programas de Aprendices, herramientas a las que identifican como el mejor instrumento para crear empleo joven y mitigar el desempleo tecnológico.
Reflexionando sobre los contenidos de esta nota, Maximiliano Estigarribia, integrante de la Campaña Argentina por el Derecho a la Educación (CADE), contrapone la mirada de una educación centrada en las demandas del mercado, defiendendo una concepción integral de la educación como un derecho humano [lea aquí el texto que Estigarribia envió al diario Clarín].
En sus argumentaciones, retoma los últimos compromisos asumidos por los Estados en el ámbito de la comunidad internacional en materia educativa, como los logrados en el marco del Foro Mundial sobre la Educación (Incheon, República de Corea, Mayo de 2015) en los que se reafirman otras dimensiones de la educación, más allá de las competencias laborales, que incluyen la resolución de problemas, el pensamiento crítico, la creatividad y la resolución de conflictos, entre otras.
Menciona también el compromiso de los Estados de garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad, así como oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todas las personas, acordado en la Cumbre para el Desarrollo Sostenible, como parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2030 (Nueva York, EUA, Septiembre de 2015).
Finalmente, recuerda los fines de la educación consagrados en la Ley de Educación Nacional, la que en forma expresa refiere a “una educación integral que desarrolle todas las dimensiones de la persona y habilite tanto para el desempeño social y laboral, como para el acceso a estudios superiores”. En cuanto a la propuesta de los “Consejos de Habilidades” advierte que en esta misma ley se encuentran previstos diversos espacios de consulta y diálogo tendientes a canalizar aportes hacia la construcción de las políticas educativas, en los que se contempla la participación de representantes de la esfera pública, privada y de la sociedad civil en general.