Alianza Mundial por la Educación anuncia apoyo de US$ 250 millones para el desarrollo de acciones de enfrentamiento al COVID-19
16 de abril de 2020
Por: Thais Iervolino
Los recursos contribuirán para mantener el aprendizaje de hasta 355 millones de niños y niñas en un total de 67 países, entre ellos Haití en América Latina y el Caribe
La Alianza Mundial por la Educación (AME) anunció que irá invertir US$250 millones para apoyar los países en desarrollo en mitigar las interrupciones inmediatas y a largo plazo de la educación, causadas por la pandemia COVID-19.
Los recursos contribuirán para mantener el aprendizaje de hasta 355 millones de niños y niñas en un total de 67 países, con énfasis en la garantía del derecho a la educación de niñas y niños de familias con bajos ingresos, quienes sufrirán más los impactos por el cierre de las escuelas. La mayor parte de los países que serán beneficiados está en el continente africano. De América Latina y el Caribe, apenas Haití recibirá recursos.
“La pandemia COVID-19 está creando una emergencia educativa que podría tener efectos devastadores para los niños y niñas de los países en desarrollo”, afirmó Julia Gillard, presidenta de la Junta Directiva de la AME. “A menos que actuemos ahora para apoyar los sistemas educativos, millones de niños y niñas vulnerables, especialmente las niñas más pobres, no podrán retomar su aprendizaje cuando termine esta crisis”.
Acción para que más de 350 millones de niños y niñas sigan estudiando
Según informaciones de la AME, al menos 630 millones de niños y niñas no asisten a la escuela en países en desarrollo de África, Asia y América Latina y el Caribe. De los 67 países en desarrollo elegibles para recibir los fondos de la AME, 63 han cerrado escuelas en todo su territorio nacional, como respuesta a la pandemia. Esto ha impedido que más de 350 millones de niños y niñas aprendan, además de cortar otros servicios vitales provistos a través de las escuelas, incluyendo atención médica y alimentación escolar nutritiva.
El cierre de escuelas, a largo plazo, amenaza los logros de desarrollo obtenidos y puede exponer las niñas y niños con menos recursos a mayores riesgos. “La AME ha actuado rápidamente ante un desafío sin precedentes”, afirmó Serigne Mbaye Thiam, vicepresidenta de la Junta Directiva de la AME. “Estos fondos garantizarán que los países en desarrollo, como Senegal, puedan actuar rápidamente para mitigar el impacto perjudicial del COVID-19 para niños y niñas más vulnerables y mantener la resiliencia de los sistemas educativos”, añadió.
¿Cómo utilizar los fondos?
Según la AME, los Ministerios de Educación y los socios locales de educación pueden usar los fondos para garantizar que el aprendizaje continúe, particularmente para los niños y niñas con menos ingresos y más vulnerables, por ejemplo, a través de programas educativos transmitidos por radio y televisión, y la distribución de equipos y libros de texto a los hogares más pobres.
Los fondos también pueden ser utilizados para apoyar docentes; asegurar que se incluyan niños y niñas con necesidades especiales y discapacidades; recolectar datos sobre los resultados de aprendizaje; mitigar la pobreza y las barreras de género al aprendizaje, las cuales se profundizan por el shock económico; y asegurar que maestros, maestras y escuelas dispongan de los recursos necesarios, para volver a actuar cuando sea seguro hacerlo.
“Estamos avanzando en mitigar los impactos que el cierre de escuelas en los países en desarrollo tendrá para los niños y niñas más vulnerables. La AME se compromete a garantizar que el aprendizaje continúe”, subrayó Alice Albright, directora ejecutiva de la Alianza.
Los US$ 250 millones se pusieron a la disposición mediante la reutilización de fondos no comprometidos, con la expectativa de que se requerirán recursos adicionales para ayudar a los países en desarrollo a mantener sus sistemas educativos en la pandemia y apoyar los niños y niñas en situación vulnerable que más sufren con el cierre de las escuelas.
Sobre la AME
Actuando en 70 países, la AME es una alianza y fondo internacional que moviliza inversiones, tanto externas como nacionales, para apoyar los gobiernos a construir sistemas educativos más sólidos, en base a datos y evidencia.
Sus acciones y recursos contribuyen para el desarrollo e implementación de planes y políticas nacionales de educación de calidad, sentando las bases para sistemas educativos sólidos y creando mejores oportunidades para millones de niños y niñas, sus comunidades y países.
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