Julio es un mes de vacaciones para la mayoría de estudiantes de América Latina y el Caribe. Como los procesos educativos se dan más allá de los muros de la escuela – en las calles, en contacto con las artes, a través de la cultura y los medios de comunicación, entre otros espacios y maneras-, la Campaña Latinoamericana por el Derecho a la Educación (CLADE) sugiere 5 actividades que se pueden realizar para seguir aprendiendo durante el receso escolar.
1. Visitas a museos
Los museos son siempre un destino turístico popular. En algunas ciudades y localidades, hay museos que los niños y niñas pueden conocer. En ellos, es posible encontrar información sobre temas de su interés (por ejemplo, ciencias naturales, historia, geografía y cultura) y ponerse en contacto con diferentes expresiones artísticas.
2. Lecturas
Durante las vacaciones, los niños, niñas, adolescentes y jóvenes también pueden desarrollar su hábito de lectura, en contacto con libros de su preferencia y que no se incluyan entre las obras obligatorias de los programas escolares. Así la lectura debe convertirse en un placer, no una obligación. El mundo editorial ofrece diversos tipos de lectura, desde libros de historietas, como Mafalda, hasta clásicos de la literatura mundial, como las histórias, cuentos y poesías escritos por Gabriel García Marquez, Jorge Amado, Jorge Luis Borges, Gabriela Mistral, Conceição Evaristo, etc.
3. Paseos al aire libre
No hay nada mejor que un paseo para poder observar diferentes tipos de plantas y aves, colectar frutos o armar artesanias con elementos de la naturaleza. Organice un paseo a algún parque en la ciudad o lugar más agreste. Planifique con niños, niñas, adolescentes y jóvenes el paseo, elaborando una lista de libros a consultar que los entusiasmen para observar la naturaleza. Por ejemplo, libros sobre pájaros o insectos. También pueden llevar un cuento, leerlo juntos y luego hacer collages sobre el cuento, utilizando hojas y ramas.
4.Círculos de diálogo y arte
Organicen eventos al aire libre o en la propia casa para que las niñas y niños compartan cuentos e historias. Invítelos a compartir historias de cuando eran más pequeños/as. También pueden contar leyendas o anécdotas de la comunidad, del país o de l
a família. Proponga que los mayores lean a los más chiquitos. Además, pueden compartir expresiones artísticas, como danza, presentación de títeres, lectura de poesías, etc.
5. Escrita
Por fin, niños, niñas, adolescentes y jóvenes pueden practicar su escrita, registrando todas las experiencias de las vacaciones. Para ello, pueden comprar un cuaderno/diario, o elaborar uno que sea artesanal en casa. La idea es que, mientras practican la escritura, puedan retomar las mejores vivencias de las vacaciones. Se puede acompañar los relatos de fotografías y otros pequeños recuerdos (una flor seca, huellas digitales impresas en pintura para manos, etc.).