Cumbre de países amazónicos y el derecho humano a la educación

Participación y cobertura en el marco de la Cumbre de Países Amazónicos y la movilización de organizaciones y movimientos sociales en la iniciativa “Arropamos para proteger el medio ambiente, el territorio y los pueblos” que se realizan en Bogotá, Colombia entre el 18 y 22 de agosto del año 2025.

[ssba-buttons]

Justicia climática y Derecho Humano a la Educación

Los desastres ambientales causados por fenómenos climáticos extremos, muchos de los cuales están  relacionados con la intervención humana, están haciendo que el planeta sea un lugar cada vez más difícil de habitar. Aunque algunos Estados están tomando medidas para enfrentarlos, aún queda mucho por hacer.

La situación en América Latina y el Caribe es preocupante. Se estima que 169 millones de niños y niñas viven en zonas afectadas por al menos dos riesgos climáticos y ambientales, mientras que 47 millones de niños y niñas (o uno en cada cuatro) viven en áreas afectadas por al menos cuatro eventos climáticos extremos.

El impacto que tienen las catástrofes ambientales en los sistemas educativos también es profundamente significativo. Según datos de UNICEF, cada año 40 millones de niños y niñas se ven privados de asistir a clases, ya sea por el cierre temporal de las escuelas, la destrucción de centros educativos o la deserción escolar. Los eventos climáticos extremos no solo interrumpen la educación, sino que también agravan los desafíos existentes, como la pobreza, la inseguridad alimentaría, el acceso a servicios de salud y a mecanismos de protección. Además tienden a aumentar la incidencia de enfermedades, problemas de salud mental, expansión de conflictos comunitarios, armados, actividades ilícitas y violencia de género. Las infancias son particularmente vulnerables a estas dificultades, lo que subraya la importancia de abordar estos retos de manera integral.

El rol transformador de la educación para la justicia climática

La educación transformadora es esencial para abordar el cambio climático y preservar la vida en el planeta, integrando enfoques de derechos humanos intersectoriales e interseccionales que fomenten la equidad. Esto implica que la justicia climática debe ser un eje central, asegurando que los beneficios y las cargas del cambio climático se distribuyan equitativamente, responsabilizando a los países que han emitido más carbono de apoyar a aquellos que necesitan adaptarse y desarrollarse con tecnologías sostenibles.

Además, es fundamental que las poblaciones más vulnerables participen en la toma de decisiones ambientales de manera equitativa, reconociendo que el cambio climático impacta los derechos humanos básicos.

Es urgente repensar los propósitos y la implementación de la educación en América Latina y el Caribe, garantizando infraestructuras educativas seguras, saludables y resilientes. Desde la CLADE, reafirmamos nuestro compromiso con la justicia climática y socioambiental, instando a los Estados a adoptar políticas públicas que integren enfoques climáticos y socioambientales en los sistemas educativos. Esto incluye promover una educación que no solo aborde los desafíos del cambio climático, sino que también ofrezca oportunidades a las comunidades más vulnerables en la toma de decisiones, asegurando que sus voces sean escuchadas en la construcción de un futuro sostenible.

Elementos fundamentales para la garantía de la justicia ambiental desde la educación:

  • Promover una educación ambiental y climática inclusiva y transformadora: Impulsar programas educativos que pongan el énfasis en la dignidad de las personas, fomenten la conciencia ambiental y la justicia climática. Estos programas deben contribuir a la modificación de patrones de consumo y alienten el cuidado del medio ambiente, proporcionando a las personas estudiantes habilidades necesarias a través del pensamiento crítico, la resolución de conflictos y la innovación en sostenibilidad.
  • Proteger y garantizar el derecho a la educación: Desarrollar estrategias para prevenir la interrupción educativa en contextos de crisis climáticas, asegurando la continuidad de la trayectoria escolar especialmente en zonas vulnerables.
    Investigar y generar conocimiento: Implementar iniciativas de justicia climática y apoyar programas innovadores que preparen a los estudiantes para hacer frente a los retos actuales y futuros, además de promover la investigación y el conocimiento en torno a tecnologías limpias y prácticas sostenibles, preparando a los estudiantes para contribuir a la innovación en el ámbito ambiental.
  • Consolidar instituciones educativas sostenibles: Promover políticas para que las instituciones educativas adopten prácticas sostenibles en infraestructura, uso de materiales y manejo de recursos naturales, adoptando prácticas sostenibles desde sus propias comunidades y sirviendo como modelos de sostenibilidad.
  • Brindar formación y apoyo al personal docente: Priorizar la formación del personal educativo, considerando la importancia de su rol como agentes de cambio en sus comunidades, impulsando el desarrollo de programas que fomenten la conciencia ambiental y el respeto por los derechos humanos y la justicia climática.
  • Incorporar un enfoque integral e intersectorial: Ampliar el alcance de la educación ambiental y climática más allá de la docencia, incluyendo la gestión escolar y la formulación de políticas públicas, y promoviendo una colaboración estrecha entre el sector educativo y otros sectores.
  • Promover y garantizar una participación comunitaria: Fomentar la inclusión de mecanismos de diálogo que aseguren la participación activa de las comunidades educativas en la toma de decisiones sobre su entorno, asegurando que las voces de los más afectados -incluyendo niñas y niños- por el cambio climático sean escuchadas y consideradas.
  • Hacer de la justicia climática un tema transversal: Garantizar que la justicia climática esté integrada en todos los niveles dentro de los programas educativos para integrar temas relacionados con el cambio climático y la justicia ambiental, garantizando que todos los estudiantes comprendan conceptos clave sobre estas temáticas, desde la primera infancia hasta la educación de adultos y la educación terciaria y a lo largo de la vida.
  • Reconocer e incorporar los saberes tradicionales: Impulsar la integración en las políticas y estructuras educativas las prácticas de preservación ambiental que incluyan la cosmovisión de pueblos y comunidades indígenas, promoviendo una relación más armónica y horizontal con la naturaleza.
  • Replantear modelos de desarrollo: Impulsar una reflexión crítica sobre los modelos de desarrollo actuales,
    promoviendo alternativas sostenibles y equitativas que reconsidere la explotación de la naturaleza y el uso de los recursos naturales.
  • Invertir en educación ambiental y climática: Ampliar la asignación de recursos para adaptar infraestructuras escolares, implementar iniciativas de justicia climática en el sector educativo y apoyar programas innovadores de educación transformadora para la justicia socioambiental.
  • Salvaguardar y ofrecer educación socioemocional: Fomentar el desarrollo de programas educativos que ayuden a los y las estudiantes a gestionar la ansiedad climática y desarrollar resiliencia emocional frente a los desafíos ambientales. Las escuelas deben ser espacios de apoyo donde la niñez pueda comprender y procesar las implicaciones del cambio climático, fortaleciendo su capacidad de adaptarse a un futuro incierto.

Leer: Nuestras causas

Un tejido de alianzas bordado con hilos de resistencias

Del 18 al 23 de agosto, en Bogotá, Colombia, la sociedad civil representada en organizaciones, pueblos y comunidades se dan cita para tejer propuestas que fortalezcan la voz de los territorios rumbo a la COP30 en el desarrollo de la V Cumbre de Países Amazónicos.

La movilización de la sociedad civil se concentra en el Centro de Memoria, Paz y Reconciliación bajo el lema “Arropamos para proteger el medio ambiente, el territorio y los pueblos” y reitera el llamado de este es un encuentro de diálogo, creación y acción colectiva, por una Amazonía viva, justa y cuidada por sus pueblos con la siguiente frase de construcción colectiva “Un tejido de alianzas bordado con hilos de resistencias de la sociedad civil, los pueblos y la madre tierra, que invitan a defender la vida”.

El evento busca posicionar las voces de los territorios en el marco de la Cumbre de Países del Tratado de Cooperación Amazónica (OTCA) y a la COP30, donde la Amazonía ocupará un lugar central. A través de diálogos, tejidos colectivos y actos culturales, se construirán propuestas que serán entregadas como recomendaciones ciudadanas a las autoridades gubernamentales de los países amazónicos.

 

La agenda incluye temas como justicia climática, economía feminista, extractivismo, transición energética, criminalización de defensores y defensoras territoriales. Además, se promoverán articulaciones entre organizaciones amazónicas, movimientos sociales y redes internacionales.

Este encuentro se presenta como una estrategia regional de incidencia que conecta la acción territorial con los espacios de decisión global en el escenario de derechos humanos. Una apuesta por una Amazonía protegida desde la justicia socioambiental, la equidad social y el protagonismo de sus pueblos.

El arropamiento de colores a la memoria

El Centro de Memoria, Paz y Reconciliación es un lugar emblemático de Bogotá dedicado a la construcción colectiva de memoria desde el tejido de la paz y reconciliación. Ha sido un lugar de diversas actividades de organizaciones sociales y de víctimas entre ellas iniciativas artísticas, conmemoraciones, procesos de formación y encuentros de organizaciones.

“En el año 2008, como parte del largo recorrido de los esfuerzos por la paz en Colombia y en medio de un momento de gran movilización por la memoria, la verdad, la justicia y la reparación, comenzó la construcción física y social del Centro de Memoria, Paz y Reconciliación (CMPR). Durante 4 años se realizaron intercambios y procesos con organizaciones sociales y de víctimas, academia, artistas y gestores culturales, activistas, docentes, representantes de ONGs, comunidad internacional e instituciones, entre otros, y se estructuró un proyecto pionero en el país e innovador a nivel mundial que finalmente se inauguró en el Parque de la Reconciliación de Bogotá el 6 de diciembre de 2012” señala el Centro en su presentación.

Está ubicado en el antiguo Globo B del Cementerio Central, en el Parque de la Reconciliación, de modo que su estructura física constituye, en conjunto, un Memorial por la Vida y los Derechos Humanos, que tiene por corazón un monolito con 2012 tubos de tierra en su estructura, que han sido entregados por víctimas y ciudadanía de toda Colombia, traídos desde territorios de conflicto, violencias, resistencias e iniciativas de paz.

Desde el Centro se han apoyado y construido dispositivos pedagógicos y de apropiación social de la memoria determinantes para la ciudad, que han aportado a la construcción de memoria, al acercamiento de la escuela a los temas de memoria, paz y reconciliación, a la reflexión y valoración de los lugares de memoria en la ciudad, a apoyar iniciativas particulares y a promover espacios de sensibilización y debate a través del arte, la cultura, la pedagogía y la academia.

El memorial se ha vestido con un “arropamiento” para proteger el medio ambiente, el territorio y los pueblos liderado por Asomujer y Trabajo, la Unión de Costureros y la Red de Pro-Tejedores. Un “arropamiento” se refiere a una acción simbólica donde se cubre la fachada de edificios emblemáticos con tejidos y bordados creados por mujeres, especialmente aquellas que han sufrido violencia, como un acto de protección, memoria y reivindicación de derechos. Es una forma de protesta y visibilización que utiliza el arte textil como herramienta política y social.

“El arropamiento es un gesto colectivo que une voces, pueblos y territorios. Es una apuesta por una Amazonía viva, habitada y protegida”, señalaron las organizaciones convocantes en una nota informativa de la Asociación Latinoamericana de Educación y Comunicación Popular (ALER), parte de la membresía de CLADE.

“Unir puntadas y retazos para cobijar un mundo que ha sido fragmentado por la violencia, la injusticia y la desconexión entre los seres humanos y la madre tierra”.

ASOMUJER y Trabajo

Taller Tejiendo redes para la educación en la pan-Amazonía

La Amazonía es un vasto territorio de incalculable riqueza natural y cultural, enfrenta hoy desafíos sin precedentes que ponen en riesgo la vida de sus pueblos y la sostenibilidad de la vida en todas sus expresiones. En este sentido la responsabilidad de su cuidado y protección no corresponde solo a los países donde se encuentra físicamente la panamazonía, es co-responsabilidad planetaria.

En este contexto crítico, el derecho humano a la educación emerge en la potencialidad de la construcción de futuros más justos y equitativos. Este evento, “Tejiendo redes para la educación en la pan-Amazonía”, busca animar y catalizar un movimiento articulado que impulse la educación popular, interculturalidad y comunitaria en su poder transformador de esta región vital. Reconocemos que una educación pertinente y contextualizada es esencial para empoderar a las comunidades amazónicas, permitiéndoles defender sus territorios, saberes ancestrales y modos de vida frente a las amenazas de la emergencia climática y la explotación de los bienes naturales.

Desde la perspectiva de la educativa y ética – política, la convergencia entre los derechos humanos en su totalidad y el derecho humano a la educación es innegable y constituye el cimiento de nuestra propuesta. Entendemos que el acceso a una educación pertinente no es un fin en sí mismo, sino un medio indispensable para la realización de todos los demás derechos humanos, incluyendo el derecho a un ambiente sano, a la autodeterminación de los pueblos y a la participación ciudadana. En la Amazonía, esta interconexión se vuelve aún más palpable, ya que la defensa de los derechos territoriales y culturales de sus habitantes está intrínsecamente ligada a su capacidad de acceder a procesos educativos que fortalezcan su identidad, promuevan el pensamiento crítico y faciliten la incidencia en las políticas públicas que les conciernen.

El taller se erige como un espacio crucial para coordinar agendas y forjar una hoja de ruta común que articule las diversas iniciativas y esfuerzos en pro del derecho a la educación en la pan-Amazonía. A través de un abordaje participativo y plural, que reconoce las distintas realidades y modalidades educativas presentes en el territorio, buscaremos identificar prioridades y acciones conjuntas que permitan tejer una red sólida de organizaciones comprometidas con la defensa y promoción del derecho humano a la educación en la región amazónica. Es nuestra convicción que, al unir fuerzas y visiones, podremos potenciar el rol transformador de la educación y contribuir significativamente a la construcción de una Amazonía más justa, inclusiva y sostenible para las generaciones presentes y futuras.

🟢 Bajo la consigna “Arropamos para proteger el medio ambiente, el territorio y los pueblos” organizaciones y comunicades de toda la región se reúnen para dialogar, crear y hacer visible la voz de los territorios en Bogotá del 18 al 22 de agosto, en el marco de la V Cumbre de los Presidentes de los Estados Parte del Tratado de Cooperación Amazónica (OTCA).

👉🏾 CLADE, CEAAL, Latindadd y la Iniciativa FOSPA invitan al taller “Tejiendo redes para la educación en la pan-Amazonía” que busca animar y catalizar un movimiento articulado que impulse la educación popular, interculturalidad y comunitaria en su poder transformador de esta región vital.

🗓 Fecha: 21 de agosto
⏱ Hora: 11:00 a 12:30 horas / Colombia
📍Lugar: Aula 2. Centro de memoria paz y reconciliación. Bogotá

Evento presencial.

En 1992, la comunidad internacional llegó a un consenso, estableciendo los objetivos, los principios y el marco institucional de la cooperación internacional en materia de cambio climático. Se trata de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), documento que proporciona una base sobre la que la comunidad internacional debe construir e implementar su lucha contra el cambio climático, especialmente a través de las Conferencias de las Partes (COPs, por sus siglas en inglés), que se realizan anualmente. Cuando se adoptó la Convención, hace más de 30 años, la educación ya figuraba en el texto. El artículo 6, titulado educación, formación y sensibilización del público, establece la obligación de los Estados miembros de prever “La elaboración y aplicación de programas de educación y sensibilización del público sobre el cambio climático y sus efectos”.

Educación y Amazonía desde las universidades

Nazaré Imbiribira Mitschein, secretaria ejecutiva protempore de la Asociación de Universidades Amazónicas (UNAMAZ) resaltó la importancia de la educación como motor de desarrollo en los países amazónicos. Subrayó que las escuelas y universidades deben ser las principales agencias para impulsar el crecimiento, ya que son los espacios donde niñas, niños y jóvenes construyen su identidad y adquieren conocimientos fundamentales para comprender su territorio.

En su reflexión para CLADE, valoró los diálogos regionales como un escenario positivo para fortalecer la cooperación y el intercambio entre jóvenes y especialistas. Destacó que la mayoría de participantes son jóvenes, lo cual le da confianza en que el futuro de la educación amazónica se construirá de manera colectiva y con compromiso.

La docente investigadora amazónica destacó la necesidad de visibilizar y compartir los sistemas educativos inclusivos de los diferentes países amazónicos, muchas veces desconocidos entre sí. En este sentido, reconoció el rol clave de las campañas latinoamericanas por la educación, al abrir espacios de diálogo y colaboración. Como expresó: “Para mí, la educación y las escuelas deberían ser las principales agencias de desarrollo de cualquier país”.

 

Distintos indicadores revelan una clara injusticia con relación al cambio climático: las poblaciones más afectadas son aquellas que menos contribuyen a las emisiones de gases del efecto invernadero. Esto incluye a mujeres, niños y niñas, pueblos indígenas, comunidades rurales y personas en situación de pobreza. El Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) ha reconocido la existencia de al menos tres tipos de desigualdades con relación al cambio climático: la estructural, relacionada a la discriminación por género, raza o etnia; la socioeconómica, relacionada a los ingresos económicos; y la intergeneracional, referente al impacto del cambio climático sobre niños, niñas, adolescentes y personas mayores. Las desigualdades deben ser consideradas en todas las políticas públicas para el clima, lo que incluye la educación pública. Eso pasa por adoptar una mirada holística, comprendiendo la interseccionalidad de las desigualdades y la intersectorialidad necesaria para la mitigación de los efectos del cambio climático.

Voces de la agenda amazónica

Germán Niño

 

Unidad por la Amazonía, pueblos indígenas, sociedad civil y gobiernos se reúnen para defender la región más diversa del mundo

Este lunes 18 de agosto, inició en Bogotá la Cumbre de Países Amazónicos que espera llegar a acuerdos regionales para enfrentar los desafíos climáticos, ambientales, sociales, económicos y de seguridad que afectan al bioma más diverso del mundo.

Esta Cumbre es fruto de un proceso de concertación que comenzó con la Declaración de Belém (2023), donde la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica (OTCA) fue reconocida como el espacio y mecanismo de los ocho países amazónicos para la gestión de políticas y conocimientos dirigidos a la preservación de esta región. Desde entonces, los gobiernos han avanzado en acuerdos y grupos de trabajo que ahora se consolidarán en la Declaración de Bogotá, un compromiso conjunto para proteger la biodiversidad y el territorio, garantizar los derechos de sus habitantes, en particular de los pueblos indígenas, reconociendo sus saberes y tradiciones, además de avanzar hacia una bioeconomía, con justicia social e incluyente.

Durante el acto de apertura de la Cumbre, la Ministra de Relaciones Exteriores (e), Rosa Yolanda Villavicencio Mapy, manifestó “la evidencia científica nos recuerda que la Amazonía se encuentra en riesgo de alcanzar un punto de no retorno. Su preservación exige unidad política, cooperación técnica, respeto a la diversidad cultural y la articulación entre la ciencia y los conocimientos propios de los pueblos indígenas. La Amazonía no es solamente un pulmón verde. Es también el territorio vital de millones de personas, incluidas las comunidades indígenas, afrodescendientes y locales, cuyas prácticas ancestrales son clave para la sostenibilidad del bosque”.

Y añadió, “la Cumbre de Países Amazónicos incluye el Encuentro regional de Diálogos Amazónicos, las reuniones de alto nivel de la OTCA que son: el consejo de Cooperación Amazónica y reunión de Ministros de Relaciones Exteriores y encuentro de Presidentes con la sociedad civil y la V Reunión de Presidentes de los Estados Parte del Tratado de Cooperación Amazónica. Además de eventos académicos incluido el Foro: Amazonía Rumbo a la Cop30 y actividades políticas, culturales y tradicionales durante esta semana”.

Como resultado de esta Cumbre se adoptará la declaración de Bogotá con los resultados de las negociaciones de los Estados parte y el Mecanismo Amazónico de Pueblos Indígenas (MAPI), también se anexarán las recomendaciones de los Diálogos Amazónicos de la sociedad civil.

Con más de 47 millones de habitantes, entre ellos 410 pueblos indígenas —60 en aislamiento— y una riqueza natural que regula el clima del planeta, pero cuyo bioma está afectado por las acciones humanas y el cambio climático. “La Declaración de Bogotá debe estrechar los lazos firmados en Belém en 2023, con directrices para la cooperación en la región y con metas y acciones previstas para los próximos años, para mitigar los efectos del clima, evitar el punto de no retorno y generar posibles acciones positivas para todo el planeta”, afirmó el Secretario General de la OTCA, Martin von Hildebrand.

Previo a la cita en Bogotá, se realizaron los Diálogos Amazónicos 2025, con 16 sesiones regionales y más de 2.000 participantes entre líderes indígenas, sociedad civil, academia, cooperación internacional y gobiernos, aportaron sus voces para nutrir la agenda de esta semana. Por ello, la Cumbre representa el fortalecimiento de la OTCA a través de una gobernanza que incluye a los pueblos indígenas, la participación de las comunidades locales, las redes y plataformas sociales y científicas, así como el acompañamiento de la cooperación internacional.

“En la Cumbre de Países Amazónicos buscamos posicionarnos y visibilizar nuestra Organización Nacional de los Pueblos Indígenas de la Amazonía Colombiana (OPIAC) en la apuesta de que los pueblos indígenas amazónicos tengan una participación efectiva e integral en la OTCA y en los escenarios de toma de decisiones y de construcción de políticas dirigidas a los territorios de los pueblos indígenas amazónicos”, concluyó, el Coordinador General de la OPIAC, Oswaldo Muca Castizo.

Cumbre de Países Amazónicos, Una agenda con la fuerza de la diversidad

Durante la semana se desarrollarán espacios de reflexión, intercambio de saberes y construcción política, entre ellos:

  • Encuentro Regional de Diálogos Amazónicos: será un espacio plural que recoge los aportes de pueblos indígenas, comunidades locales, organizaciones sociales, científicas y de gobiernos de toda la cuenca, para que sus recomendaciones lleguen directamente a los presidentes.
  • Evento Académico – Panel “Ríos Voladores de la Amazonía”: su objetivo principal es brindar información y conocimientos sobre el fenómeno de los Ríos Voladores como elemento fundamental de la Región Andina y su impacto a nivel global. Además de ser un diálogo científico y cultural sobre los flujos de vapor de agua que nacen en la selva y viajan miles de kilómetros, regulando el ciclo hidrológico y climático de América del Sur.
  • Foro “Rumbo a la COP30 de Cambio Climático”: un espacio de preparación política y técnica para llevar una voz unificada de la Amazonía a la cumbre global que se celebrará en noviembre en Belém do Pará, Brasil.
  • Reunión de Ministros de Relaciones Exteriores de la OTCA: encuentro estratégico para revisar compromisos, avanzar en acuerdos multilaterales y definir la ruta hacia la Declaración de Bogotá.
  • Encuentro de los Presidentes con la Sociedad Civil y los Pueblos Indígenas: un momento histórico en el que los presidentes que acompañan esta importante cita con el pulmón del planeta y escucharán directamente las voces de quienes habitan y protegen la Amazonía, reconociendo sus saberes ancestrales y su papel en la sostenibilidad del bioma.

 

La voz de la Amazonía para el mundo

Los pueblos indígenas abren esta Cumbre con un acto espiritual y político, recordándonos que la selva es más que un recurso porque es territorio, cultura y vida. Con su fuerza y sus sistemas de conocimiento, junto a la ciencia, la cooperación internacional y la voluntad política, la Amazonía se levanta como ejemplo de unidad regional para enfrentar la crisis climática.

Con este proceso, la región amazónica envía un mensaje al planeta: es posible construir de manera conjunta un futuro justo, inclusivo y sostenible, donde la Amazonía viva siga latiendo y generando oxígeno, cultura y biodiversidad.

Lee la nota informativa de ALER: Unidad por la Amazonía, pueblos indígenas, sociedad civil y gobiernos se reúnen para defender la región más diversa del mundo

Voces de la panamazonía

Compartimos reporte informativo de ALER sobre la Cumbre de Países Amazónicos en el Programa Voces de la Panamazonía.

 

Escucha el programa completo: Voces de la Panamazonía

Amazonía en el punto de no retorno: voces sociales y políticas desde la OTCA hacia la COP 30

La entrevista realizada a Germán Niño del equipo de Latindadd, FOSPA y OTCA social en el programa Continentes y Contenidos de la Agencia de Paz y No Violencia Pressenza relata el reciente encuentro en Bogotá sobre la Amazonía.

Se destacó la reactivación de la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica (OTCA), cuyo renacimiento representa un avance en la articulación regional. Uno de los consensos centrales fue reconocer el “punto de no retorno” en la crisis ambiental amazónica, lo que obliga a actuar con urgencia y a repensar las estructuras de integración existentes.

En paralelo, durante la misma semana, los movimientos sociales y pueblos indígenas tuvieron un papel activo mediante el Foro Social Panamazónico (FOSPA) y el evento de arropamiento amazónico, donde se compartieron experiencias, investigaciones y campañas en torno a la soberanía alimentaria, la transición justa y la defensa de los territorios.

Este espacio permitió articular propuestas críticas a las políticas extractivistas y reforzar la importancia de la participación ciudadana, con iniciativas como la OTCA social y la ratificación de un mecanismo específico para pueblos.

 

En palabras de Germán Niño, la inclusión social en estos procesos es vital: “Cuando tú no estás en la mesa eres parte del menú”. Con esta metáfora, el coordinador del Foro Social Panamazónico resaltó la urgencia de garantizar espacios de participación real para los pueblos indígenas y las comunidades amazónicas en las decisiones que definen el futuro de la región.

La cumbre oficial reunió a cancilleres y presidentes de los países amazónicos, quienes emitieron una declaración que, aunque limitada por los contextos políticos nacionales, marcó compromisos relevantes como la cooperación frente a la deforestación, la seguridad y la creación de fondos ambientales. Pese a las dificultades, se avanza en generar sinergias entre gobiernos y sociedad civil, con miras a influir en la COP 30 y a consolidar una visión de la Amazonía desde la complejidad de sus pueblos, territorios y biodiversidad.

 

Escucha el programa completo: Continentes y Contenidos #33, Les Soulèvements de la Terre y la Cumbre Amazónica en Bogotá

Presidentes y sociedad civil marcaron agenda en la V Cumbre Amazónica

La V Cumbre de Presidentes de la Amazonía en Bogotá dejó claros avances, pero también tensiones y desafíos urgentes, Germán Niño, Coordinador del Grupo de Trabajo Economías Transformadoras de Latindadd comparte un balance en el cual analiza la necesidad de refundar la OTCA, el reconocimiento del Punto de no Retorno y la lucha de la sociedad civil por una Amazonía justa, diversa y viva.

La V Cumbre de Presidentes de la Amazonía y los II Diálogos Amazónicos, realizados recientemente en Bogotá, dejan aprendizajes y urgencias que no pueden pasar desapercibidos. Uno de las más relevantes es la necesidad de reactivar y refundar la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica (OTCA), pues su actual esquema institucional no responde a las demandas ni a la complejidad que las necesidades de la región requieren.

Un primer indicador de estas urgencias es la participación de los mandatarios y su compromiso con la Amazonía, a pesar de las diferencias políticas entre gobiernos. Vale recordar que, tras la IV Cumbre, celebrada en Brasil en 2024, la OTCA fue bloqueada por el gobierno peruano en una disputa que impidió a Colombia asumir la presidencia pro tempore. Este episodio evidenció la fragilidad del organismo y refuerza la necesidad de dotarlo de sostenibilidad y autonomía, para que pueda cumplir su misión de integración y preservación más allá de los vaivenes gubernamentales.

Otro tema clave es la forma de participación de la sociedad civil. Aunque este aspecto ha ganado espacio en organismos regionales y globales, la OTCA mantiene una visión limitada al reconocer únicamente a los pueblos indígenas como interlocutores válidos. Si bien la oficialización del Mecanismo de Participación de los Pueblos Indígenas fue un avance, quedó pendiente la creación de la OTCA Social, iniciativa impulsada por organizaciones de la sociedad civil y respaldada por algunos gobiernos, pero que sigue bloqueada por otros que aún consideran a la sociedad civil como un obstáculo. Su implementación constituye una demanda impostergable.

En las recientes reuniones se pudo ver también el contraste entre los enfoques planteados por la OTCA y la agenda defendida desde la sociedad civil, que proponía la inclusión de enfoques como la multiculturalidad, los derechos humanos, la participación de mujeres, de las juventudes, la niñez, así como la conectividad  andina-amazónica, entre otros; enfoques absolutamente necesarios para entender y atender una región multicultural y biodiversa. La Amazonia y su relación con el planeta conforman un mundo que requiere ser analizado desde la complejidad, para entender su esencia, su realidad, sus relaciones e incluso su espiritualidad y su futuro.

Un tema de consenso fue el reconocimiento del Punto de No Retorno, asumido como un hecho incuestionable y un criterio para evaluar con rigor las acciones de gobiernos y actores sociales. Este logro se consolida como uno de los aportes más significativos de la V Cumbre de Presidentes de la Amazonía.

Como retos tenemos, en primer lugar, la acción educativa como una demanda urgente. Es necesario tomar conciencia de que el movimiento ciudadano amazónico ya es un referente en la COP 30 y se anticipa que su presencia será global. Es vital trabajar e involucrar a las juventudes y a la niñez en estos procesos. Además, se debe profundizar el tema cultural, fortalecer el tema de las economías transformadoras, trabajar por las transiciones justas, populares e inclusivas desde el campo energético hasta las relaciones entre los pueblos y los hermanamientos.

Desde Latindadd, nos sumamos activamente a este proceso liderando espacios de diálogo en Centro de Memoria, Paz y Reconciliación de Bogotá. Presentamos investigaciones sobre el vínculo entre deuda, extractivismo y crisis climática, así como propuestas sobre transición energética justa, popular e inclusiva en países amazónicos. Además, apoyamos el lanzamiento de la Campaña contra el Hambre en la Amazonía, fortalecimos el debate sobre economías transformadoras y aseguramos la participación de representantes de organizaciones y comunidades de Bolivia, Perú, Ecuador y Brasil.

La V Cumbre confirma que el futuro de la Amazonía está en disputa: entre gobiernos que titubean en asumir compromisos profundos y sociedades que exigen transformaciones reales y urgentes.

Lee la nota: Presidentes y sociedad civil marcaron agenda en la V Cumbre Amazónica

La educación como eje para la justicia climática

La Federación Internacional Fe y Alegría, parte de la membresía CLADE también participó de esta semana con la agenda amazónica, lo socializó con la siguiente nota informativa escrita por Sabrina Burgos Capera del Equipo Nuevas Fronteras:

Del 18 al 22 de agosto, Bogotá fue sede de la V Cumbre Amazónica, un encuentro de presidentes de los países que comparten el bioma y de múltiples actores sociales, convocado por la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica (OTCA). Allí se presentó la Declaración de Bogotá, que recoge compromisos para enfrentar la crisis climática y evitar el temido punto de no retorno en la Amazonía.

Los acuerdos alcanzados refuerzan la acción conjunta frente a temas clave: deforestación cero, financiamiento climático justo, transición energética, seguridad ambiental, fortalecimiento de la gobernanza indígena y promoción de sistemas agroforestales resilientes. Asimismo, se consolidó el Mecanismo Amazónico de Pueblos Indígenas (MAPI), que garantiza mayor protagonismo a los pueblos originarios en la toma de decisiones.

Sin embargo, un aspecto requiere mayor énfasis: la educación. Si bien la Cumbre avanzó en compromisos ambientales y políticos, aún falta reconocer que no habrá justicia climática sin justicia educativa. La crisis climática afecta directamente el derecho a aprender: inundaciones, sequías y desplazamientos interrumpen trayectorias escolares, limitan infraestructuras y precarizan los procesos pedagógicos en comunidades rurales e indígenas.

Por ello, desde la Federación Internacional de Fe y Alegría reafirmamos que la educación es motor de resiliencia climática y de transformación social. Educar en la Amazonía significa formar nuevas generaciones capaces de relacionarse armónicamente con sus territorios, de valorar la diversidad cultural y de generar alternativas sostenibles de vida.

Nuestra participación en esta Cumbre buscó visibilizar este vínculo esencial: la educación debe estar en el centro de los acuerdos amazónicos, con compromisos explícitos para garantizar acceso, permanencia y pertinencia cultural e intercultural en los sistemas educativos de la región.

En el camino hacia la COP30 en Belém, Fe y Alegría seguirá insistiendo: la Amazonía se defiende también desde las aulas, desde las comunidades educativas y desde los procesos pedagógicos que siembran conciencia, cuidado y esperanza.

Ver nota: Fe y Alegría en la V Cumbre Amazónica: la educación como eje para la justicia climática 

Porque la Amazonía no es solo un pulmón planetario, sino una fuente de vida, saberes y futuro compartido. Su destino está entrelazado con el del planeta entero. Por eso, este encuentro es también una invitación a la humanidad a asumir su parte de la corresponsabilidad con este bioma esencial y con los pueblos que lo habitan y lo protegen.

Unión de Costureros y la Red de Pro-Tejedores

Inician los Diálogos Amazónicos Regionales y en el marco de ellos la sociedad civil se encuentra para “Arropar el medio ambiente, el territorio y los pueblos”

En el marco de estos diálogos, la sociedad civil de la región impulsa el encuentro “Arropamos para proteger el medio ambiente, el territorio y los pueblos”, que se llevará a cabo del 18 al 23 de agosto de 2025 en el Centro de Memoria, Paz y Reconciliación de Bogotá.

En un proceso participativo que reúne a actores claves de los ocho países miembros del Tratado de Cooperación Amazónica (OTCA). Allí se levantarán las voces de los territorios como parte fundamental en la toma de decisiones políticas durante la V Cumbre de Presidentes, evento que antecede a la COP30 en Belém do Pará, Brasil, donde la Amazonía será protagonista de la agenda global. El objetivo es construir propuestas colectivas para proteger el bioma amazónico a través del tejido como símbolo del cuidado del territorio y los pueblos.

Sabemos que la Amazonía no es solo responsabilidad de los países que la conforman; es un compromiso compartido por toda la humanidad. Su protección y cuidado nos corresponde a todos, sin importar el lugar que habitamos. Este encuentro es una oportunidad para visibilizar el impacto global que tienen las organizaciones participantes, gracias a sus procesos transnacionales de articulación, incidencia y acción.

Se reunirán más de 15 organizaciones, medios de comunicación comunitarios, alternativos y populares, así como procesos de mujeres, pueblos indígenas, comunidades afrodescendientes, redes juveniles y ambientalistas de Colombia, Brasil, Perú, Bolivia, Ecuador y Venezuela.

“El arropamiento es un gesto colectivo que une voces, pueblos y territorios. Es una apuesta por una Amazonía viva, habitada y protegida desde las memorias, los tejidos y la palabra”, explican las organizaciones convocantes: Asomujer y Trabajo, Unión de Costureros y la Red de Pro-Tejedores de la Memoria, con el respaldo de FOSPA, LATINDADD y otras plataformas regionales.

 

Directora General de Asomujer y Trabajo y la Unión de Costureros , así como Productora General del Arropamiento – Virgelina Chará y el Director de Soberanía Territorial del Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia – Javier Pava

 

Una ruta de participación ciudadana hacia la toma de decisiones globales

Este encuentro es mucho más que un evento simbólico: es la expresión concreta de una estrategia regional de participación ciudadana, que se articula desde la base territorial hasta los escenarios multilaterales. Durante seis días consecutivos —del 18 al 23 de agosto— este encuentro dará voz, cuerpo y forma a las preocupaciones, propuestas y saberes de las comunidades que habitan, defienden y sueñan la Amazonía.

A través de mesas de diálogo, actividades culturales, conversatorios, exposiciones, armonizaciones, trenzadas de la palabra y tejidos colectivos, las delegaciones de mujeres, jóvenes, pueblos indígenas, afrodescendientes, campesinos, comunicadores populares y toda la sociedad civil allí representada, desarrollarán propuestas que abordan desde la raíz los desafíos ambientales, sociales y políticos que enfrenta el bioma amazónico.

La agenda incluye espacios como:

  • Diálogos de saberes sobre justicia climática, economía feminista y defensa de la vida.
  • Paneles sobre extractivismo, transición energética justa y criminalización de defensores ambientales.
  • Conversatorios sobre comunicación comunitaria como derecho y herramienta de resistencia.
  • Costurero permanente y Tongas, como actos de memoria y transmisión de saberes regionales.
  • Encuentros de articulación entre organizaciones amazónicas y plataformas internacionales.

Cada jornada construirá insumos políticos, comunicacionales y simbólicos que serán relatados gráfica y audiovisualmente así como sistematizados, para alimentar las recomendaciones ciudadanas que se entregarán a los presidentes amazónicos, convirtiendo la voz de la sociedad civil en una guía ética y territorial para las decisiones que se adopten en la V Cumbre.

Este proceso será acompañado por una estrategia de comunicación colaborativa que incluye prensa independiente, radios comunitarias, medios digitales y públicos, con el fin de amplificar los mensajes que nacen en los territorios.

De esta manera el encuentro del “Arropamiento” se consolida como una ruta de incidencia, donde las capacidades instaladas de las organizaciones civiles se entrelazan con lo global y donde los hilos del tejido social se convierten en insumos para la diplomacia ambiental.

Así, el encuentro no solo propone una Amazonía viva y protegida, sino una Amazonía gobernada desde la justicia ambiental, la equidad social y el protagonismo de sus pueblos, reafirmando que no hay soluciones climáticas sin participación democrática, ni decisiones globales legítimas sin la voz de quienes habitan el mundo.

Porque la Amazonía no es solo un pulmón planetario, sino una fuente de vida, saberes y futuro compartido. Su destino está entrelazado con el del planeta entero. Por eso, este encuentro es también una invitación a la humanidad a asumir su parte de la corresponsabilidad con este bioma esencial y con los pueblos que lo habitan y lo protegen.

Redacción: Comunicaciones – Unión de Costureros y la Red de Pro-Tejedores

¿Cómo garantizar la justicia socioambiental a través de la educación?

Animación elaborada a partir del documento “Forjando futuros: educación transformadora para la justicia climática y socioambiental en América Latina y el Caribe”, del Grupo Regional de Educación para América Latina y el Caribe (GRE-LAC), que cuenta con la participación de la CLADE. El documento insta a las autoridades a adoptar políticas públicas que integren enfoques climáticos y socioambientales en los sistemas educativos.

Cierre de la Cumbre de Países Amazónicos y el derecho humano a la educación

👉🏾 Durante la mañana del viernes 22 de agosto, presidentes de Colombia, Brasil y Bolivia con autoridades representantes de Estados Parte de la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica (OTCA) aprobaron la Declaración de Bogotá y anunciaron la siguiente cumbre en 2027 en Ecuador.

✍🏾 Durante la tarde organizaciones y movimientos sociales cerraron la semana de agenda amazónica con un llamado a los cuidados integrales en el Centro de Memoria, Paz y Reconciliación.

👉🏾 En el transcurso de la semana se ha reiterado la invitación para fortalecer una agricultura familiar campesina étnica y comunitaria que integra la cotidianidad de los pueblos y demandas de las comunidades locales. Compartiendo la necesidad de una educación para la transición energética que apunte a una transformación agroecológica y sostenible para la vida digna.

Galería de fotos

La alfabetización para un mundo en transición: sentar las bases de sociedades sostenibles y pacíficas

En el marco del día internacional de la alfabetización, 8 de septiembre, el profesor Timothy Ireland ofreció las palabras de apertura en la jornada de la UNESCO titulada Promover la alfabetización para un mundo en transición: Construyendo la base para sociedades sostenibles y pacíficas, convocada en el año 2023 en París, Francia.

¿Cómo nos reconectamos entonces con la naturaleza y cuál es el papel de la alfabetización en ese proceso?

En primer lugar, tenemos que reconocer que hay muchas maneras, y no sólo una, de conocer el mundo y que el camino predominante que hemos elegido nos ha llevado a negar una comprensión interdependiente del planeta como sistema integrado. Entre las estrategias epistemológicas alternativas, el concepto de buen vivir constituye un ejemplo vital.

En segundo lugar, esta forma de conocer el mundo se ha integrado recientemente en la estrategia educativa en la que se inscribía el planteamiento de Freire sobre la alfabetización, la educación popular.

Hace relativamente poco tiempo que la ciencia occidental ha reconocido que los conocimientos indígenas y otros conocimientos ancestrales basados en el lugar son algo más que prácticas exóticas que debe estudiar la antropología.

El buen vivir no debe reducirse o confundirse con la noción occidental de bienestar o incluso con la de prosperidad. Como señalan Hessel y Morin (2011, p. 24), la noción de bienestar se ha reducido en la civilización contemporánea al sentido estrictamente material que implica comodidad, riqueza y propiedad. En el buen vivir está implícita una forma diferente de leer el mundo que pretende redefinir la relación no solo entre los seres humanos y la naturaleza, sino también entre los seres humanos entre sí. Los seres humanos no son los amos y señores de la naturaleza, ni la naturaleza es una externalidad a la historia humana (Dávalos, 2008, np). La forma en que se produjo y se produce el conocimiento tiene como premisa esta relación entre la humanidad y la naturaleza, que representan dos partes de una misma unidad.

La alfabetización para un mundo en transición: sentar las bases de sociedades sostenibles y pacíficas

 

Declaración de Bogotá (2025) y los compromisos con los derechos humanos

En el marco de la V Cumbre de Presidentes Amazónicos, celebrada en Bogotá del 18 al 22 de agosto de 2025, los ocho países que integran la OTCA aprobaron la Declaración de Bogotá, un documento que reafirma el compromiso regional para proteger la selva amazónica y fortalecer la cooperación multilateral frente a los desafíos climáticos, sociales y económicos. La declaración reconoce la necesidad de integrar los saberes indígenas y científicos en la construcción de políticas y acciones conjuntas, así como garantizar mecanismos de participación para los pueblos amazónicos.

La cumbre puso en el centro el diálogo entre gobiernos y pueblos indígenas a través del Mecanismo Amazónico de Pueblos Indígenas (MAPI), lo que representa un avance en la defensa de los derechos colectivos, la dignidad de las comunidades y su papel como guardianes/as de la selva. Tal como destacó el presidente Gustavo Petro, se trata de un compromiso que también implica a la sociedad civil: “El mundo tendrá que definir si quiere la guerra y la hambruna o la vida y salvar el planeta. Y para eso es fundamental tener en cuenta a quienes habitan la selva tropical más grande del planeta”.

Las autoridades de Estado subrayaron la importancia de avanzar en un modelo de desarrollo sostenible que garantice la preservación del bioma amazónico y el respeto de los derechos humanos. El presidente Luiz Inácio Lula da Silva señaló que “la selva vale mucho más con sus árboles en pie que talados”, vinculando esta visión no solo a la protección ambiental, como al bienestar de las generaciones presentes y futuras, donde la educación y la conciencia ciudadana resultan claves para cambiar el rumbo hacia la sostenibilidad.

La Declaración de Bogotá no explicita la educación como derecho humano, por lo que queda en sustento la Declaración anterior (Belem) y la demanda de organizaciones y movimientos por la OTCA social. La Declaración de Bogotá será un insumo central para la COP30 en Belém, apuesta por mecanismos innovadores como el Fondo Bosques Tropicales para Siempre (TFFF), destinado a incentivar económicamente la conservación forestal. La inclusión de pueblos indígenas, comunidades locales, jóvenes y organizaciones sociales en estos procesos será determinante para que los compromisos asumidos se traduzcan en acciones concretas, que no solo protejan la Amazonía, también fortalezcan la justicia social, el derecho a la educación y la participación democrática en la región.

Declaración de Belém: educación y derechos humanos en el centro de la Amazonía

En agosto de 2023, la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica (OTCA) aprobó la Declaración de Belém, un acuerdo histórico con 113 objetivos que buscan fortalecer la cooperación en defensa de la Amazonía, los pueblos que la habitan y el futuro común de la región. El documento que sigue vigente, subraya la importancia de colocar los derechos humanos y la participación de comunidades indígenas y locales en el centro de las políticas públicas, en línea con el compromiso de construir sociedades más justas, democráticas y sostenibles.

La Declaración reconoce de manera explícita el papel de la educación como motor de cambio. En su punto 17 se plantea la necesidad de “promover el intercambio sobre el diseño, actualización y articulación de las Políticas Nacionales de Educación Ambiental que garanticen la integración de la dimensión ambiental en el currículo”. Asimismo, propone fortalecer redes entre instituciones de enseñanza e investigación, programas de movilidad académica y becas, lo cual apunta a una formación crítica y contextualizada para enfrentar los desafíos socioambientales de la región.

En materia de derechos humanos, el acuerdo establece la creación de mecanismos de protección a defensores y defensoras del ambiente y de los pueblos indígenas, además de instancias para visibilizar los derechos de las mujeres rurales y territorios tradicionales. Estas acciones reflejan la urgencia de avanzar en políticas que garanticen la igualdad, la no discriminación y la protección de quienes defienden la vida en la Amazonía.

Con esta Declaración, los gobiernos de los países amazónicos señalaron un compromiso que trasciende lo ambiental y se enlaza con los principios de educación emancipadora y respeto a los derechos humanos, aspectos que desde CLADE se reconocen como esenciales para la construcción de un futuro en democracia, justicia social y cuidado colectivo del planeta.

¿Qué es la COP?

La Conferencia de las Partes, conocida como COP, es un acontecimiento anual que suele celebrarse en noviembre, con el objetivo de que la comunidad internacional haga balances sobre la aplicación de los tratados internacionales sobre el clima y tomar decisiones para poner en marcha su aplicación. 

La COP está explícitamente prevista en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) de 1992. Se trata de una oportunidad para que los Estados miembros tomen decisiones encaminadas a hacer operativos sus compromisos en virtud de la CMNUCC. 

Las decisiones adoptadas en las COP pueden ser vinculantes o no vinculantes, en función del tipo de compromisos asumidos por las partes. Como las decisiones deben tomarse por consenso, a menudo se adoptan compromisos menos ambiciosos. Por ejemplo, el primer compromiso que contenía objetivos vinculantes de reducción de gases de efecto invernadero (GEI) adoptado en una COP fue el Protocolo de Kioto de 1997. Posteriormente fue sustituido por el Acuerdo de París en 2015. 

La Educación Transformadora de Género (ETG) busca reconocer las causas de las desigualdades e injusticias de género y promover cambios en actitudes y compartimientos en todos las partes del sistema educativo, incluyendo las injusticias climáticas. Un sistema educativo incluye las políticas educativas, los datos y evidencia, el currículo, las pedagogías, el entorno escolar, la participación democrática en la educación, la implicación y liderazgo de la comunidad. La ETG abarca las disparidades ; la transformación de normas y estructuras en educación, trabajo, y salud; la aplicación de prácticas pedagógicas y currículos equitativos; la creación de espacios educativos saludables y seguros en toda su diversidad; y el fomento del conocimiento, las habilidades, y las acciones de las personas.

Posicionamiento del GRE-LAC sobre educación transformadora para la justicia climática y socioambiental

El documento de posicionamiento “Forjando futuros: educación transformadora para la justicia climática y socioambiental en América Latina y el Caribe”, elaborado por el Grupo Regional de Educación para América Latina y el Caribe (GRE LAC), subraya cómo la crisis ambiental impacta directamente en los derechos humanos y en el ejercicio pleno del derecho a la educación. GRE LAC es un espacio articulador de organizaciones y movimientos de la región que impulsa la defensa del derecho humano a la educación desde un enfoque de justicia social, climática y ambiental.

La declaración alerta sobre los efectos desiguales de la emergencia climática, que recaen con mayor intensidad sobre poblaciones históricamente vulneradas. En este sentido, se enfatiza que “los grupos que menos contribuyen a las emisiones de contaminantes son los que sufren de manera más directa e intensa los efectos del cambio climático y de la degradación ambiental”. Mujeres, niñas, niños y adolescentes, pueblos indígenas, afrodescendientes, personas migrantes y comunidades rurales son quienes enfrentan los mayores riesgos y desigualdades.

La educación, como derecho humano fundamental, está siendo fuertemente afectada: cada año 40 millones de niños y niñas se ven privados de asistir a clases debido a desastres ambientales y cierres de escuelas, según datos de UNICEF. Por ello, el GRE LAC y CLADE resaltan la urgencia de fortalecer una educación transformadora, inclusiva y socioambiental, que forme a las nuevas generaciones para enfrentar los desafíos de la crisis climática desde la equidad, la justicia social y el respeto a los derechos humanos.

>>>Leer el documento completo del posicionamiento.

Crédito

Cobertura Especial: Israel Quirino Coelho y María Cianci Bastidas (Equipo Regional CLADE), Blanca Cecilia Gómez y Sandra Milena Correa (Coalición Colombiana por el Derecho a la Educación)
Diseño, textos e investigación: María Cianci Bastidas
Revisión: Carolina Osorio
Fuentes: ALER, Pressenza, Latindadd, Unión de Costureros y la Red de Pro-Tejedores, Quira Medios
Skip to content