Educación, democracia y justicia: un llamado a la participación juvenil por los derechos humanos

El Día Mundial de la Educación, celebrado cada 24 de enero, resalta la educación como un derecho humano y un camino clave para enfrentar las desigualdades y exclusiones. Los esfuerzos regionales de América Latina y El Caribe buscan fortalecer políticas públicas, aumentar la inversión educativa y promover enfoques que aseguren la educación como un pilar esencial para la justicia social, la democracia y el desarrollo sostenible.

Es importante recordar la Declaración de Fortaleza, adoptada recientemente en la Reunión Mundial sobre la Educación (GEM, por sus siglas en inglés) realizada en Brasil entre el 31 de noviembre y el 1 de diciembre del año 2024, reafirma el derecho humano a una educación inclusiva, haciendo un llamado urgente a reducir las desigualdades. Destaca la necesidad de fortalecer la inversión en educación para superar las brechas significativas en el acceso y la calidad educativa.

Esta Declaración hace un firme llamado a la acción multilateral, intersectorial y de múltiples partes interesadas, así como a un aumento de la financiación para la educación en los años restantes hasta 2030 y más allá. Se instó a la comunidad internacional a concentrarse en áreas estratégicas cruciales que podrían impulsar el avance hacia las metas del Objetivo de Desarrollo Sostenible ODS 4 referido a educación, y a establecer la proyección de la Agenda 2030.

En este marco la Red de Jóvenes y Estudiantes por el ODS4 en alianza con Learning Planet Festival 2025 realizó un evento virtual el 24 de enero del 2025, llamado #LiderandoODS4 en conjunto: realizando la Declaración de Fortaleza en el cual participó la coordinadora general de Campaña Latinoamericana por el Derecho a la Educación (CLADE), Nelsy Lizarazo y también vicepresidenta de la Campaña Mundial por la Educación, quien intervino en nombre del mecanismo de coordinación de las organizaciones de sociedad civil ODS4, por cuya representación participa en el Sherpa Group.

De esta intervención se destacan algunos focos de atención para profundizar la participación juvenil en la implementación de la Declaración de Fortaleza, entre los cuales señala la construcción democrática con mecanismos inclusivos de representación, la promoción de una perspectiva crítica basada en derechos que defienda la educación pública, la garantía del acceso equitativo a la tecnología, el compromiso con el diálogo intergeneracional y el financiamiento educativo al tiempo de asumir la equidad de género, un enfoque de justicia climática y fiscal.

Compartimos la intervención de Nelsy Lizarazo a continuación:

Una mirada sobre cómo los jóvenes pueden comprometerse con la Declaración de Fortaleza y qué aspectos serían claves parte del reconocimiento que todos los aspectos incluidos en la declaración son absolutamente prioritarios y además, complementarios tanto para el logro del ODS4, como para ir decididamente hacia la garantía del Derecho Humano a la Educación para todos y todas, a lo largo de toda la vida. Por esa razón se comparten algunos criterios vinculados al modo de avanzar en estos logros. El qué está claro. Necesitamos pensar mejor en el cómo, de modo que lo que logremos sea producto de procesos robustos y consistentes.

1.- Construcción democrática

Para que la participación de las juventudes sea fructífera, es crucial establecer mecanismos democráticos de representación, reforzando el diálogo con la base para conectarlos con los procesos de toma de decisiones. Es necesario que todas las juventudes de cualquier región, religión, raza, condición socioeconómica, participen activamente tanto en las decisiones locales y nacionales, como en las globales. Por ello, es necesario que las representaciones juveniles en los diferentes espacios y niveles sean la expresión de procesos de participación lo más amplios y diversos posible. Nuestras prácticas democráticas han sido, con frecuencia, muy frágiles. Que las prácticas de los y las jóvenes sean profundamente democráticas es ya una garantía para todos los procesos.

2.- Perspectiva crítica

En un mundo con exceso de información en el que diferenciar lo central de lo secundario, fortalecer una perspectiva crítica, que al tiempo que indaga y explora, propone, es fundamental. Una clave para asegurar esa perspectiva es el enfoque de derechos y de defensa de los sistemas de educación pública a través de los cuales los Estados deben garantizar el Derecho Humano a la Educación. Aquí algunos ejemplos concretos en relación con las prioridades de la Declaración de Fortaleza:

  • Digitalización: Es necesario un uso transformador de las tecnologías. De qué modo las tecnologías digitales aseguran el Derecho Humano a la Educación. ¿Generan más brechas? ¿Fortalecen los sistemas públicos? ¿Qué tecnologías? ¿Por qué? ¿En qué contextos? ¿En manos de quiénes? Un enfoque basado en los derechos humanos para la tecnología en la educación debe considerar, además, la equidad de género, considerar el impacto ambiental de las tecnologías digitales y fomentar la soberanía digital. Necesitamos ciudadanos digitales crítico y no solo consumidores/as.
  • Clima y medio ambiente: ¿Cuáles son las alternativas que realmente contribuyen al cierre de brechas y superación de las desigualdades? ¿Es suficiente con adaptarnos? ¿Sabemos cuáles son las causas y los causantes del cambio climático? ¿Quiénes sufren las peores consecuencias? Será necesario mover nuestro enfoque hacia el concepto de justicia climática, para ir a la raíz y trabajar por soluciones verdaderas y sostenibles, que no vulneren derechos individuales ni colectivos, entre ellos, el Derecho Humano a la Educación. La sensibilidad de jóvenes e infancias frente a este tema, es enorme. Es necesario comprender críticamente lo que está sucediendo y contribuir, activamente, con alternativas reales.

3.- Diálogo intergeneracional 

  • Financiamiento: Es un tema central como condición habilitante de los logros que buscamos en el ODS 4 y en la Declaración de Fortaleza. Una mala inversión hoy significa una crisis en el futuro. Mecanismos que en el pasado demostraron ser defectuosos están volviendo como innovaciones. Como jóvenes, es importante fomentar el diálogo intergeneracional, aprender del pasado, no repetir los errores y participar en el debate sobre la financiación de la educación, con carácter realmente innovador. Alentamos de modo especial el camino de la justicia fiscal, las políticas tributarias progresivas, la no evasión ni elusión de impuestas y el freno al flujo de capitales ilícitos. Este dinero debe ir a los presupuestos públicos, ser invertido de modo eficaz y garantizar el Derecho Humano a la Educación y otros derechos, como la salud, la nutrición, el agua, etc. El futuro de todos y todas está en juego.
  • Género: Las inequidades y desigualdades de género vulneran derechos y son factores determinantes en las brechas de ejercicio del derecho humano a la educación de niñas y mujeres, especialmente. El poder transformador de la educación se desbloqueará con una educación transformadora desde el punto de vista del género. Nuestros sistemas educativos deben adherirse a la tarea de transformar los roles de género para construir la sociedad que queremos. Las juventudes deben formar parte de este proceso en la escuela y en el debate político, en un diálogo respetuoso y abierto con generaciones anteriores y futuras.

La tarea no es fácil pero tampoco imposible. Formarse permanentemente, dialogar, proponer, participar, serán desafíos cotidianos en adelante.

¡Apoya la CLADE!

Creemos que la educación puede transformar vidas, y también nuestras sociedades. Y .. ¡tú nos puedes ayudar!
Skip to content