La educación en Honduras: entre la privatización y la globalización

Investigación explora la evolución más reciente de la reforma educativa en Honduras y analiza las distintas manifestaciones y tendencias de privatización educativa en el país

Los sistemas de educación pública se están enfrentando a múltiples desafíos a nivel mundial, siendo la creciente privatización y mercantilización uno de los más agravantes. Este movimiento pro-privatización afecta desproporcionalmente la igualdad en el acceso a una educación de calidad. Los países de América Central representan un caso singular porque la adopción de procesos de privatización se ha dado, en gran medida, a través de la llamada ‘vía del desastre,’ explorada previamente por Verger, Fontdevilla y Moschetti.  

Bajo la crisis humanitaria resultante del huracán Mitch (1998), en Honduras se implementó el Proyecto Hondureño de Educación Comunitaria (PROHECO). En ese contexto, el Banco Mundial tuvo un rol central promoviendo abiertamente la autogestión por parte de las comunidades como forma de recomponer el sistema educativo en las zonas afectadas por el huracán y como solución al ‘ausentismo y al bajo desempeño de los docentes’ por vía del ‘fortalecimiento de la supervisión.’ 

La privatización y la globalización

Tomando en cuenta este contexto, en el estudio La Educación en Honduras: Entre la Privatización y la Globalización, D. Brent Edwards Jr., Mauro C. Moschetti y Alejandro Caravaca, bajo los auspicios de Internacional de la Educación, proponen explorar la evolución más reciente de la reforma educativa en Honduras y analizar las distintas manifestaciones y tendencias de privatización educativa en el país, tomando una perspectiva teórico-analítica de la economía política internacional (EPI). 

En concreto, el trabajo plantea las siguientes interrogantes: 

  1. De qué maneras, por qué razones y con qué efectos los actores privados y las reformas de privatización han influido en la política y en la política educativa en Honduras. 
  2. Cuáles son las maneras y medidas en que la privatización se ha manifestado en la provisión educativa en Honduras en los niveles preescolar, primario y secundario.

Los autores ruegan que entendamos que los procesos de privatización no son exclusivos del ámbito educativo, puesto que también se llevan a cabo en diversos servicios públicos como el transporte, la energía o las telecomunicaciones. Sin embargo, la privatización educativa cuenta con ciertas características únicas, tanto a efectos prácticos como formales. 

Por ejemplo, no es habitual que se vehicule la privatización educativa a través de la transferencia de la titularidad de los centros educativos públicos a manos privadas. En cambio, es más frecuente que se lleve a cabo la privatización educativa al nivel de la provisión del servicio educativo (mediante el aumento de la presencia de actores privados, que pueden estar, o no, vinculados de algún modo al Estado) y de su financiación (a través de un incremento de la aportación económica relativa por parte de los agentes privados y, especialmente, las familias). Por lo tanto, la privatización educativa se caracteriza por ser el resultado de la transferencia de determinadas actividades y responsabilidades que tradicionalmente habían sido asumidas por instituciones público-estatales hacia agentes privados que acaban reconfigurando sus roles en materia de provisión, financiamiento y regulación. 

En el caso de Honduras, los autores demuestran que los procesos de privatización se dan de manera endógena y exógena. La primera se da al promover ideas del sector privado dentro del sistema público, mientras que la segunda se da al incorporar actores privados en la toma de decisiones y provisión de educación. Estos procesos se ven exacerbados por medio de la debilidad estatal, que conlleva la infradotación de recursos y desgobierno del sistema. Varios actores educativos señalan la profunda incapacidad del sector público para gobernar el sistema educativo hondureño. Por ejemplo, se destaca el alto nivel de rotación de Secretarios de Educación, la figura política formalmente de máxima autoridad del sistema educativo de Honduras, en los últimos años.

Otra situación que impulsa movimientos pro-privatización son las restricciones presupuestarias que han determinado un fuerte déficit de profesorado debido a la no contratación de nuevo personal docente para seguir el ritmo del crecimiento del sistema. 

Honduras se ha caracterizado por una dinámica de privatización por inercia. Es decir, la privatización va en aumento debido a la inercia del Estado, lo que ocasiona una heterogeneidad de formas en que se ha manifestado la privatización de la provisión educativa en Honduras: (1) la provisión de educación prebásica por parte de fundaciones privadas, (2) el surgimiento de escuelas privadas de bajo costo, (3) el cobro de cuotas a las familias con niños y niñas en escuelas públicas, (4) la provisión privada resultante de la insuficiencia de las escuelas públicas en el nivel secundario, (5) la incursión de empresas en la educación a través de la responsabilidad social corporativa, (6) la creciente participación de las ONG y las organizaciones con fin de lucro subcontratadas por las agencias de cooperación, y (7) la puesta en marcha de las políticas de rendición de cuentas como forma de privatización endógena. Dado a estos procesos, ha habido una tendencia al alza con una tasa de matriculación primaria privada del 10% del total en 2017.

Imagen: Pipsels

En el país centroamericano también se ve la adopción incondicional de ideas y políticas globales, como lo es la tendencia hacia descentralización educativa como política de carácter necesario y fundamental, según sucede en otros países y contextos, sin cuestionar la adecuación y pertinencia de las propuestas. Esto se ve influenciado por un ecosistema de actores no estatales, quienes han acaparado el campo de políticas de educación a partir del golpe de Estado de 2009. Estos actores incluyen bancos multilaterales, organismos internacionales, organizaciones no gubernamentales locales, empresas locales e internacionales de implementación de programas (contractors), sindicatos docentes, cámaras empresariales y think-tanks

El informe demuestra que el proceso de privatización educativa en Honduras es un tema complejo, fomentado por años de inestabilidad política, social y económica. Esto se debe a que el problema no es simplemente la privatización sino también el sistema que lo produce y en el que el proceso se inscribe y realimenta. Por un lado, con un Estado que no garantiza cobertura, con poca capacidad técnica para producir política educativa y pocos recursos para implementarla, es decir que el sistema se encuentra atrapado entre la globalización y la privatización. Así, la definición de la agenda de prioridades de política educativa se encuentra, en buena medida, a merced de las agencias de cooperación, organismos internacionales, y agentes no estatales internos y externos. En paralelo, la propia naturaleza de la inacción estatal motoriza diversas dinámicas de privatización por defecto al interior del sistema. 

Entérate 

Si deseas conocer más a detalle sobre esta investigación y cómo esta espera promover un debate sobre el desarrollo y la implementación de marcos legislativos que protejan el derecho a la educación y lograr una educación de calidad y equitativa para todos y todas, puedes acceder al documento completo aquí: La Educación en Honduras: Entre la Privatización y la Globalización.

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