Nuestras banderas

70 años desde la realización de la última CONFINTEA no fueron suficientes para garantizar el derecho a la Educación de las Personas Jóvenes y Adultas (EPJA). Hay todavía 32 millones de personas adultas analfabetas en América Latina y el Caribe. En ese contexto, destacamos nuestras principales luchas por el reconocimiento y garantía de la EPJA como un derecho humano y elemento clave para promover el desarrollo sostenible y otros derechos humanos en nuestra región.

Estas banderas serán llevadas por la CLADE y otras redes de sociedad civil hermanas, a todos los espacios de debates y construcción claves para el fortalecimiento de dicha modalidad educativa, especialmente en el marco de los preparativos para la CONFINTEA VII. Conoce nuestras demandas a continuación:

  • Avanzar hacia una nueva narrativa en la EPJA, asociada al menos a tres aspectos fundamentales: el reconocimiento de jóvenes y personas adultas de todas las edades como sujetos de derecho a la educación; el reconocer la potencialidad que todas las personas tenemos y la necesidad humana de formación como una condición vital para todos y todas;

  • Cuestionar el papel y lugar asignado a la EPJA en las políticas públicas teniendo en perspectiva una mirada sistémica que comprende y se compromete con transformaciones fundamentales, al tiempo que legitima a la EPJA en su potencial de transformación de la pedagogía desde una visión transversal e interdisciplinar basada en un diálogo respetuoso de saberes;
  • Visibilizar la EPJA en espacios nacionales, regionales e internacionales, renovar el sentido de las Conferencias Internacionales de Educación de Adultos, construir en diálogo otra narrativa de la EPJA;
  • Generar mayor conocimiento, un mayor reconocimiento de las diversidades y sujetos de derecho en la EPJA, así como de la labor docente, avanzando hacia políticas contextualizadas y renovando la relación entre la EPJA y los sistemas educativos nacionales;  
  • Transformar la EPJA en cuanto a la institucionalidad para superar la vulnerabilidad institucional con acciones oportunas, recursos y desarrollando una perspectiva interseccional de derechos y de educación a lo largo de la vida y para la vida;
  • Transformar las perspectivas pedagógicas en pedagogías críticas interculturales constituidas por el género, la etnia y la generación;
  • Garantizar el reconocimiento y diálogo con las iniciativas locales, que han sido clave en el marco de la pandemia, el sentido de aprendizaje y enseñanzas en la interacción, la solidaridad, la organización, la participación y el espacio de construcción de políticas también desde lo local;
  • Fomentar una ciudadanía digital, con el desplazamiento de los procesos educativos hacia las tecnologías digitales y los medios de comunicación, el compromiso de los gobiernos por garantizar gratuidad en el acceso, seguridad en su uso, formación para su empleo y condiciones sociales y comunitarias de infraestructura para su efectividad.

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¡Vamos juntas y juntos hacia la CONFINTEA VII!

Fotografía de dos personas charlando y consultando un material. Recursos gráficos traen colores naranja y rosa a la imagen. Divulgación: Muestra EPJA

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