Vernor Muñoz: “La educación necesita, en primer lugar, financiación estatal y no caridad o filantropía”
12 de noviembre de 2021“La Declaración de Incheon establece que todos los países deben asignar eficazmente al menos el 4 – 6% del Producto Interno Bruto (PIB) y al menos el 15 – 20% del gasto público total a la educación. A pesar de ello, existe un déficit de financiación externa de 39.000 millones de dólares, pero este cálculo ignora el déficit de financiación interna, mucho mayor”. Fue lo que afirmó Vernor Muñoz, director de políticas e incidencia de la Campaña Mundial por la Educación (CME) y miembro de la Campaña Latinoamericana por el Derecho a la Educación (CLADE), durante su participación en el Segmento de Alto Nivel de la Reunión Mundial sobre la Educación 2021 (GEM, por su acrónimo en inglés), encuentro organizado por la UNESCO que reunió a líderes de educación de 40 Estados del mundo este miércoles (10/11) para adoptar la Declaración de París.
Con su intervención, Muñoz hizo un llamamiento mundial para aumentar la inversión en educación, especialmente tras la crisis de la COVID-19.
Según el director de políticas e incidencia de la CME, para que el financiamiento educativo sea garantizado, la comunidad internacional debería considerar la cancelación de la deuda y el alivio de la misma para desbloquear fondos en los presupuestos de los países en desarrollo. “Los bancos no deberían estar facultados para hacer negocios a costa de cualquier emergencia económica o humanitaria”, subrayó.
“La Campaña Mundial por la Educación recomienda la creación de sistemas fiscales nacionales progresivos y ampliados. La elaboración de presupuestos nacionales para la Educación requiere aumentar: el tamaño de los presupuestos en general, la proporción de los presupuestos para la educación, la sensibilidad de los presupuestos para responder a los más marginados y el escrutinio de los presupuestos, para que los gobiernos rindan cuentas a la gente”, destacó también.
>> Lee la intervención de Vernor Muñoz completa.
1.600 millones de niños, niñas y adolescentes fuera de la escuela
Según la UNESCO, en el fragor de la pandemia, 1.600 millones de niños, niñas y adolescentes quedaron fuera de la escuela. De ellos y ellas, 500 millones de estudiantes, principalmente en países del Sur, no tienen acceso a la enseñanza a distancia. Actualmente, de acuerdo con la institución, las escuelas siguen cerradas total o parcialmente en 65 países, lo que afecta a 750 millones de estudiantes.
“Estos riesgos para la escolarización de los niños se inscriben en un contexto mundial de falta de inversión en educación. Desde 2015, los Estados Miembros de la UNESCO acordaron financiar la educación a un nivel de entre el 4 y el 6% del PIB o entre el 15 y el 20% del gasto público, pero la mayoría de los países aún no han alcanzado este umbral. Además, parece que sólo el 1% del importe de los paquetes de estímulo posteriores a la COVID-19 se destina a la educación en los países de bajos ingresos y sólo el 2,9% en los países desarrollados”, afirma UNESCO en su página web.
Declaración de París: frente a las desigualdades educativas
“Hacemos hincapié en la urgencia de hacer frente a las crisis y a las desigualdades educativas exacerbadas por la pandemia del COVID-19, que amenazan el avance arduamente logrado hacia la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, y hacen que los grupos y los estudiantes marginados y vulnerables queden aún más rezagados, especialmente los que viven en la pobreza, en áreas remotas y rurales, las mujeres y las niñas, los afectados por las crisis y los conflictos y las personas en situación de discapacidad”, afirman líderes mundiales en la Declaración de París, adoptada durante la Reunión Mundial sobre la Educación 2021.
En la declaración final del encuentro también se afirma que la educación es una inversión que requiere una financiación sostenible. “Reconocemos que los recursos nacionales, en particular a través de los ingresos tributarios, son esenciales y siguen siendo la principal fuente de financiación de la educación. Nos basamos en los llamados a la acción precedentes para priorizar, proteger y aumentar la financiación nacional de la educación, incluida la Declaración del presidente Kenyatta y de los Jefes de Estado y de Gobierno de los países en desarrollo asociados a la Alianza Mundial por la Educación”.
Además, la carta insta a todos los gobiernos a cumplir sin demora con los compromisos que asumieron en el Foro Mundial de la Educación, celebrado en Incheon en 2015 y en las Reuniones Mundiales sobre la Educación de 2018 y 2020, como el de asignar a la educación al menos el 4-6% del PIB y/o al menos el 15-20% del gasto público total.
>> Lee la Declaración de París completa.
Los dueños de colegios y su libertad de negocio
11 de noviembre de 2021Janis Meneses, del Diario y Radio de Universidad de Chile, aborda la propuesta presentada por la derecha de incluir la “libertad de enseñanza” y el “derecho preferente de los padres a educar a sus hijos” optando por abordar el tema desde la educación en general, que fue rechazada y generó acusaciones de totalitarismo por parte de la Comisión.
Desde ahí, aporta, que cada uno que defienda la educación como un derecho humano fundamental debe integrarse a la discusión, especialmente frente fuerzas conservadoras y intereses económicos en defensa de sus negocios.
El análisis aporta a la definición de “libertad de enseñanza” que opera, a juzgar por el estado actual del sistema, como una “libertad de empresa”.
“Es esta la libertad que defienden los dueños de colegios en Chile, alejándose mucho de lo que comúnmente se puede considerar libertad de enseñanza: libertad de cátedra, adecuaciones curriculares, libertad de formas de aprendizaje, libertad de las comunidades para desarrollar proyectos educativos colectivos contextualizados y con arraigo territorial, entre otras cosas”, dijo Meneses.
Que garantice el Estado
Ella aporta a la existencia real del derecho a la educación para todos/as si garantizado por el Estado, que debe viabilizar el derecho humano fundamental que és la educación.
“Chile despertó.
Las familias chilenas despertaron para ejercer por fin sus legítimos derechos por años conculcados y ello implicará enfrentar decididamente a los fanáticos del negocio de la educación, con el fin de establecer en la nueva constitución el derecho a la educación como un derecho humano supremo y posibilitador no solo de otros derechos sino como una verdadera esperanza de anhelos personales, colectivos y de construcción de una sociedad más justa y solidaria”, analisa.
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Desmitificar la privatización de la educación en África subsahariana: ¿Recurren los hogares pobres a la enseñanza privada por la calidad percibida, la distancia a la escuela o las bajas tasas?
4 de noviembre de 2021Las tendencias recientes en la provisión de educación en los países en desarrollo apuntan a una creciente inversión privada en educación. La historia de la educación muestra que la inversión privada en educación no es un fenómeno nuevo, ya que se ha dado sostenidamente en distintos contextos. Moses Waithanji Ngware y Maurice Mutsiya llevaron a cabo una investigación sobre el tema, motivados por los resultados de un estudio longitudinal que mostraba una alta aceptación de las escuelas privadas de bajo costo para las personas en situación de pobreza de las ciudades, mientras que se verificaba que otros barrios no considerados pobres se caracterizaban por una alta aceptación de las escuelas gubernamentales que reciben subvenciones de capitación para la educación primaria gratuita. Con ello, los autores esperan contribuir a la literatura sobre las escuelas privadas de bajo costo en el África subsahariana, especialmente en los asentamientos urbanos informales de Kenia.
La privatización de la educación en África subsahariana
El estudio Demystifying Privatization of Education in Sub-Saharan Africa: Do Poor Households Utilize Private Schooling because of Perceived Quality, Distance to School, or Low Fees? (disponible sólo en inglés) revela que los países tienden a aplicar políticas en favor de las personas en situación de pobreza para evitar que las y los más vulnerables pierdan oportunidades sociales y económicas, como el acceso a la educación. Sin embargo, si no se aborda la causa fundamental de la desigualdad, las políticas no siempre dan los resultados esperados. Y la escolarización privada para las personas con ingresos más bajos no es una buena opción. Por ejemplo, en África Oriental, la escolarización privada suele asociarse con la probabilidad de mejorar los resultados del aprendizaje, pero no necesariamente para los niños y niñas con menos recursos. Las escuelas privadas de bajo costo tienen tensiones y compensaciones inherentes que no las convertirían en las mejores opciones para mejorar el acceso y la calidad de la educación.
Por los hallazgos del informe, se presenta interesante observar que las personas en situación de pobreza toman la decisión de utilizar escuelas privadas en presencia de escuelas públicas gratuitas. Por ejemplo, en Kenia, el 47% de los niños y niñas de los hogares con bajos recursos de las barriadas urbanas utilizan la enseñanza privada; esta cifra aumenta hasta más del 60% en el condado de Nairobi, la capital de Kenia. Los gobiernos que permiten la inversión privada en la educación de las personas en situación de pobreza se encontrarán cada vez más en un dilema de política social, pues se demuestra que estas medidas no benefician a los grupos a los que se dirige, especialmente en contextos urbanos de pobreza; por otro lado, los hogares toman decisiones deliberadas de utilizar la escolarización privada a pesar de la gratuidad de las escuelas.
Ngware y Mutsiya realizaron una encuesta longitudinal realizada por el Centro Africano de Investigación sobre Población y Salud en dos asentamientos urbanos informales: Viwandani y Korogocho. El estudio se realizó entre 2005 y 2010. La encuesta integrada en el Sistema de Vigilancia Demográfica y Sanitaria Urbana de Nairobi (NUHDSS) evaluó el impacto de la política de educación primaria gratuita introducida en 2003 en los resultados de la escolarización de los niños y niñas que viven en hogares urbanos pobres de Nairobi y las posibles intervenciones que podrían mejorar la participación escolar y la transición a la escuela secundaria.
Con esta información, los investigadores encontraron las siguientes justificaciones para el uso de escuelas privadas por parte de los hogares con bajos recursos:
- Padres y madres llevan a sus hijos e hijas a escuelas que perciben como seguras o situadas cerca de su lugar de trabajo. Esto último es importante, ya que es posible que los niños y las niñas no puedan sortear las complejidades de ir a pie a la escuela dentro de un entorno de tugurios.
- Se cree que los hogares con bajos ingresos no suelen verse atraídos por las escuelas que cobran tasas elevadas. Sin embargo, el estudio ve que ocurre lo contrario: los hogares siguen utilizando las escuelas privadas de bajo costo a pesar de que las escuelas públicas cobran tasas más bajas. Además, las tasas cobradas por una escuela influyen directa y significativamente en el tipo de elección de escuela, lo que implica que los hogares tienden a utilizar las escuelas que cobran tasas elevadas.
- Algunos padres y madres consideran que las escuelas privadas de bajo costo son de mejor calidad que las escuelas públicas, pero hay una mayor percepción de que las escuelas públicas son de mejor calidad después de la introducción de la política de educación primaria gratuita. La ventaja de las escuelas privadas, si es que la hay, podría deberse a la enseñanza/entrenamiento adicional que ofrecen, o a un sesgo de selección en el que retienen a estudiantes con alta capacidad académica mientras que expulsan a las y los estudiantes con peores resultados de aprendizaje, como ocurrió en Liberia.
El propósito de este artículo era responder a la pregunta “¿utilizan los hogares con bajos recursos la enseñanza privada por la calidad percibida, la distancia a la escuela o las bajas tarifas?” El análisis muestra que dichos hogares utilizan las escuelas privadas de bajo costo, más que nada, por la distancia a la escuela, es decir, por la proximidad o la conveniencia física. El análisis sugiere que la calidad de la educación y/o las tarifas bajas no son los únicos factores que motivan a los hogares con menos recursos a utilizar las escuelas privadas de bajo costo. La calidad percibida puede no ser la que impulsa la utilización de las escuelas privadas de bajo costo, ya que los hogares en contextos urbanos pobres tenían percepciones más fuertes sobre la calidad en las escuelas gubernamentales, que en las escuelas privadas. En la determinación de la elección del tipo de escuela, la calidad percibida media fuertemente los efectos de las características del hogar. Para revertir la expansión de las escuelas privadas, los autores hacen un llamamiento por mejorar la accesibilidad a las escuelas públicas entre los hogares urbanos en situación de pobreza y la provisión de becas de capitación dirigidas a los niños y las niñas de estos hogares, en lugar de la subvención de escuelas privadas.
Si deseas conocer más sobre este estudio y cómo los autores midieron los niveles de elección de las familias, puedes acceder al artículo (en inglés) aquí: Demystifying Privatization of Education in Sub-Saharan Africa: Do Poor Households Utilize Private Schooling because of Perceived Quality, Distance to School, or Low Fees?
Investigación y políticas educativas en Paraguay en tiempos de pandemia
Bajo el marco de la publicación “Estado y Derecho a la Educación en América Latina – Desafíos para la investigación educativa a partir de la pandemia”, el artículo “La investigación y las políticas educativas en Paraguay en tiempos de pandemia”, de Rodolfo Elías (abril de 2021), analiza el contexto educativo en Paraguay y expande el mismo dentro de los tiempos de la pandemia. Este se propone mirar cómo se da la investigación educativa y los desafíos que la misma enfrenta durante la crisis sanitaria. Para ello, impulsa el análisis desde diferentes espacios en el país, a raíz de las diferentes situaciones educativas y por la necesidad de desarrollar propuestas de políticas que puedan constituir una alternativa a las visiones tecnocráticas y autoritarias predominantes actualmente en el ámbito nacional.
De acuerdo con el artículo, previo a la pandemia, el contexto de Paraguay se encontraba sumergido en desigualdad, pobreza y precarización, las cuales impactan directamente en el sistema educativo. Esta situación se produce en un momento de debilidad institucional y de polarización política. En un periodo de grandes cuestionamientos a la gestión para las autoridades educativas, que en los últimos años han tenido una tendencia de recuperar prácticas autoritarias y de mayor incidencia de grupos fundamentalistas.
Dada la pandemia, se utilizaron medidas de educación a distancia, siendo la principal la creación de la plataforma “Tu escuela en casa”. Esta plataforma entra en funcionamiento a partir de un acuerdo entre el Ministerio de Educación (MEC) y MICROSOFT. Las clases en plataforma generan una serie de problemas, en un país con baja inversión, escasa infraestructura, donde uno de los primeros temas tiene que ver con el acceso a internet.
Según unos datos publicados por UNICEF, el 22% de estudiantes paraguayos acceden a las clases a través de plataformas virtuales. El resto, en especial estudiantes de escuelas públicas y que viven en áreas rurales, no tienen acceso o lo hacen de manera irregular. Tales estudiantes reciben sus clases a través de medios como el WhatsApp, utilizados por docentes para enviar guías o por fotocopias que son retiradas por las madres, padres o los propios y propias estudiantes de sus escuelas. Por tanto, la pandemia amplíó la brecha educativa entre estudiantes que tienen acceso a las plataformas educativas, tienen apoyo escolar por parte de su madre o padre y cuentan con condiciones en su hogar para realizar las actividades escolares y, por otra parte, estudiantes que no tienen acceso a la plataforma o lo tienen de manera irregular, que carecen de apoyo para tareas escolares y no cuentan con las condiciones mínimas en sus hogares. Además, el contexto generó nuevas exigencias a docentes, quienes deben asumir estrategias educativas y herramientas sin haber tenido experiencia ni formación en educación a distancia y en el uso de plataformas educativas.
El escenario del Covid-19
La pandemia y las medidas educativas implementadas en este contexto también han puesto en evidencia los problemas de desigualdad y en muchos casos los han profundizado: mayor énfasis en el logro de las competencias básicas a lo que se reduce el concepto de aprendizaje, énfasis en el cumplimiento de tareas, mayor uniformidad y homogeneidad en las propuestas educativas. Se trasladó la escuela al hogar, pero no se consideró las condiciones de vida, la pobreza, el nivel educativo de madres y padres, mayor presión en las mujeres, en especial en las madres para suplir la ausencia de la escuela y la falta de docentes, lo que generó en muchos casos mayor estrés, incluso más violencia en la familia y un aumento de la brecha social y educativa entre quienes tienen acceso a la tecnología y las personas que no tienen las condiciones mínimas para utilizar la plataforma educativa y realizar las tareas asignadas.
Financiamiento
El contexto paraguayo también cuenta con presión de sectores conservadores en contra del financiamiento a la investigación social a pesar de la necesidad educativa del país. Por otro lado, se ha podido reflexionar con docentes, estudiantes, madres, padres y comunidades sobre las experiencias educativas en estas circunstancias de la pandemia. Donde, a pesar de las dificultades, también se dan experiencias educativas interesantes como el mayor acercamiento de docentes a las familias, ya que se estableció una comunicación y un mayor involucramiento, en especial de las madres, con el proceso educativo de sus hijos e hijas. También, en algunos casos, se logró una mayor autonomía de estudiantes para realizar tareas, investigar, buscar información. A esto hay que sumar las innumerables iniciativas impulsadas por docentes, directoras y directores de escuelas para mantener el contacto con sus estudiantes y la presencia de la escuela, para dar soporte psicosocial y apoyar el desarrollo de actividades escolares.
Para saber más sobre la investigación y la respuesta educativa en Paraguay, así como desafíos e innovaciones implementadas durante la pandemia en el país, puedes acceder al estudio completo aquí: Estado y Derecho a la Educación.
Los recursos públicos en disputa: Reflexiones sobre la privatización de la educación en diferentes contextos
La Revista de Financiamiento de la Educación (FINEDUCA) ha lanzado un dossier sobre procesos de privatización y financiamiento educativo en diferentes contextos globales, haciendo hincapié en los países del Sur global. Este se ha publicado con el propósito de abogar por el derecho a la educación y conocer cuáles son los mecanismos utilizados por el sector privado para influir en la política pública educativa en todos sus niveles.
Privatización de la educación en diferentes contextos
El dossier incluye una serie de investigaciones que amplía la comprensión de los procesos de privatización y financiamiento en contextos habituales y de emergencia, como el de la actual pandemia de COVID-19. Se reconocen y abordan múltiples procesos de privatización, como la implementación de escuelas concertadas, escuelas privadas de bajo coste, deslegitimación de los Estados, avance de alianzas público-privadas y aprovechamiento de emergencias para obtener lucro en la educación. Este conjunto nos exhorta a reconocer quiénes son los actores que promueven una agenda neoliberal por medio de una sistematización de los donantes privados, el volumen de las donaciones y los principales destinatarios, demostrando una desigualdad en la dinámica de financiación educativa, con una orientación de Norte al Sur global.
Los análisis reunidos en la revista buscan brindar conocimiento y estrategias que enfaticen la educación pública y gratuita como prioridad de la financiación gubernamental. Para ello se sugieren herramientas para la confrontación de las desigualdades educativas y asimetrías en el acceso a la educación como un derecho humano. Se hace un llamamiento para contrarrestar esta alarmante crisis y la privatización educativa y sus impactos, destacando la necesidad del trabajo en conjunto entre movimientos y actores sociales defensores del derecho a la educación.
Para reflexionar sobre el tema y entender más sobre los procesos de justicia educativa y financiamiento educativo, puedes acceder al dossier aquí: Os Recursos Públicos em Disputa: reflexões sobre a privatização da educação em distintos contextos (en portugués).
Observatorio Latinoamericano presenta el escenario de la educación y de la privatización educativa en 10 países de la región
El Observatorio Latinoamericano de Políticas Educativas (OLPE) es una iniciativa del Comité Regional de la Internacional de la Educación América Latina (IEAL), creada para registrar el comportamiento de las políticas educativas en la región. En una serie de publicaciones sobre política educativa, el OLPE ofrece un análisis sobre cómo éstas se desarrollan a partir de los escenarios encontrados en los distintos países de América Latina, detallando las leyes que propician el comercio educativo y la incursión de actores privados dentro de esta arena, y alertando sobre las tendencias que buscan el debilitamiento de la educación pública en la región.
Según el análisis, por más de tres décadas, el proyecto neoliberal implantado en América Latina ha redefinido el rol del Estado, favoreciendo la lógica de mercado a través de las mismas políticas públicas. La política pública educativa no es una excepción, también reproduce los valores y las prácticas del proyecto neoliberal.
El observatorio detalla las acciones y modelos educativos por cada país. A continuación, una breve descripción por país.
El modelo de actuación del sistema educativo colombiano se caracteriza por la participación del sector privado en todos los ámbitos de la educación pública y persiste un trasiego sistemático de fondos públicos a las arcas privadas, mediante la compra pública de servicios educativos a grupos privados. Estos servicios incluyen desde la gestión de instituciones educativas hasta el diseño e implementación de modelos pedagógicos, pasando por el acompañamiento docente, la promoción de procesos de actualización profesional, la elaboración de contenidos educativos y la implementación de estos, así como los procesos de evaluación de los aprendizajes. Las autoridades educativas en Colombia han comprado al sector privado una amplia variedad de servicios educativos. Colombia es uno de los países donde más se ha avanzado con el comercio educativo a través de los modelos de alianzas público-privadas. El marco normativo que rige el Sistema General de Participaciones es el principal impulso para dirigir fondos públicos a proveedores privados de servicios educativos. Esa ley establece que hasta un 24% del presupuesto municipal se use para contratar servicios educativos con entidades no estatales. Con más de seis décadas de conflicto armado en Colombia, los gobiernos han estado enfocados en el desarrollo de la guerra y su agenda y gran parte del presupuesto estatal, también. Los gobiernos colombianos han gobernado subcontratando procesos completos de política pública, dejando un vacío en el rol del Estado.
En la gestión de la política educativa de Costa Rica, lo que se observa es que el Estado costarricense ha avanzado en un formato de gestión pública-privada y, al tiempo que se disminuyen los fondos disponibles para educación y se des-responsabiliza al Estado de la gestión de la política educativa, los grupos privados y la cooperación se instauran como tomadores de decisión e implementadores de la política educativa pública mediante el modelo de las alianzas público-privadas. El crecimiento de la oferta privada en todos los niveles educativos es un rasgo de cómo el Estado costarricense ha facilitado las condiciones para el comercio educativo, pero, principalmente, cómo el Estado ha permitido el deterioro y el déficit de la oferta pública y ha dejado en manos de las familias la responsabilidad de garantizar el derecho a la educación de sus hijas e hijos. En general, lo que se observa es que no solamente las autoridades, sino todos los actores privados, han naturalizado la participación de grupos empresariales y del sector financiero en la toma de decisiones y en la gestión de la educación pública.
En El Salvador, el marco legislativo es favorable a la educación pública y al rol del Estado.n Sin embargo, en el país centroamericano se han establecido mecanismos paralelos, que no son superiores a las leyes vigentes, pero que están investidos del carácter de “consenso multisectorial” y que son mecanismos favorables a la participación del sector privado, las ONG, las corporaciones religiosas, la cooperación y los medios de comunicación en la toma de decisiones en educación. Estos mecanismos son el Consejo Nacional de Educación (CONED) y el Plan El Salvador Educado (PESE). Persiste una crítica de parte de los sectores de la cooperación y fundaciones externas a la inversión pública en secundaria. Esta crítica la basan, por una parte, en que la educación secundaria no está suficientemente alineada con las necesidades del sector productivo del país. Complementariamente, los actores que comercian con la educación critican que, a pesar de la inversión, no se detiene la exclusión educativa y que cada año crece el número de “desertores” escolares.
Guatemala tiene particularidades propias como un Ministerio de Educación fuerte, comprometido con la política educativa y con la protección del derecho a la educación de la niñez y la juventud indígena. Los modelos de escuelas subvencionadas y de centros educativos por cooperativas de enseñanza, principalmente en las zonas rurales que estuvieron afectadas por la guerra, mantienen la ausencia del Estado en esas regiones, 25 años después de finalizado el conflicto armado. Aún con esas particularidades, actores como el Banco Mundial o Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID, por sus siglas en inglés), han instalado su propia agenda en la política educativa y han dado pie para que se consolide la presencia de Organizaciones no Gubernamentales (ONG) y grupos consultores privados en los espacios de toma de decisión, el diseño de programas y proyectos educativos y en la implementación de servicios educativos.
En Honduras se observa una fuerte presencia de programas y proyectos educativos desarrollados por sectores privados, con el fin de implementarse en el sistema público. Estos son financiados con fondos de la cooperación internacional con la venia de la Secretaría de Educación. Lo que se observa es el avance de formatos público-privados y privados de gestión, administración e implementación de la política educativa pública. También las iniciativas de participación de las comunidades promueven la participación de grupos privados y ONG. Las principales formas de lucro percibidas no se nutren de fondos públicos, sino más bien, de fondos de cooperación que compran servicios de las ONG y grupos privados para que actúen en el ámbito de la educación pública.
En Panamá, el sistema educativo básico tiene tres niveles, 1) preescolar, primaria y premedia, 2) segundo nivel o educación media (secundaria), y 3) educación universitaria. El comercio educativo es más visible en los dos primeros niveles, que incluyen dos años de educación preescolar, seis de primaria, más tres de premedia, y tres de educación media. El país ha experimentado aumentos importantes en la cobertura educativa, por ejemplo, el aumento de 19 puntos porcentuales de cobertura de educación media del año 2011 al 2012. La legislación panameña facilita que las alianzas público-privadas atiendan las necesidades de infraestructura. La carencia de equipamiento y de acceso al agua en centros educativos, revistió aún más importancia a partir del inicio de la pandemia. En Panamá las iniciativas como el Plan Estratégico del Gobierno (PEG) 2019-2024, así como el Compromiso por la Educación y las recomendaciones que hace la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) al país, tienen puntos de convergencia como la intención de desvalorizar la gestión pública, poner en duda la capacidad estatal para llevar adelante una gestión adecuada, avanzar en la descentralización de la gestión educativa y pensar la política educativa centrada en el desempeño. Los casos del Programa Panamá Bilingüe y de la Beca Universal, y los subsidios de matrícula, dejan al descubierto cómo los grupos privados por un lado critican la función pública, pero por otro, están dispuestos a que se transfieran millones de dólares en recursos públicos a proveedores de servicios privados.
En Paraguay se nota una tendencia de los gobiernos de facilitar la participación del sector privado en los ámbitos de toma de decisiones de la política educativa, consolidando las oportunidades para el lucro privado y favoreciendo el desmantelamiento del sistema público. Esta situación se produce en un momento de debilidad institucional y de polarización política. La pandemia ha propiciado cuestionamientos a la gestión para las autoridades educativas, que en los últimos años han tenido una tendencia de recuperar prácticas autoritarias y de mayor incidencia de grupos fundamentalistas. Al igual que otros países de la región, se observa la injerencia de la cooperación internacional en la gestión de la política pública y la aceptación por parte del Estado. En particular, se nota la gran influencia de la Unión Europea, la USAID, y la Organización de los Estados Iberoamericanos.
En Perú se observa una creciente participación del sector privado y de la cooperación internacional (principalmente USAID) en los ámbitos de desarrollo de política pública y de toma de decisión en materia educativa. Se sobresalen dos tendencias preocupantes que pueden escalar hacia otros países de la región. Por un lado, el surgimiento de franquicias de escuelas privadas de bajo costo, como son las Innova Schools, y por otro, la inversión de grupos financieros y holdings comerciales en negocios educativos que actúan como franquicias o “cadenas” educativas.
En República Dominicana se observa una fuerte naturalización de la participación de actores privados, religiosos, de la cooperación internacional y de las instituciones financieras internacionales en los procesos de política pública, incluida la política pública en educación. Los grupos privados y empresariales están involucrados en procesos centrales de la política educativa como son la gestión interna en el Ministerio de Educación, el sistema de información interno, la carrera docente y la evaluación. Las principales tendencias de comercio educativo observadas hasta ahora están enmarcadas en el Pacto Nacional Educativo que surge a partir del Foro Nacional de Educación y de la aprobación del 4% del PIB para la educación (no exclusivamente pública) en el país. En el año 2015, el Banco Mundial aprobó un préstamo por US$ 50 000 000 para el desarrollo del Apoyo al Proyecto Nacional de Pacto Educativo para República Dominicana. Este préstamo contemplaba el reclutamiento y capacitación de maestros y maestras de escuelas primarias y secundarias, evaluación a estudiantes y docentes, evaluación de los centros de primera infancia y la gestión descentralizada de escuelas. El sector empresarial privado nacional participa activamente en el diseño de propuestas y en los niveles de toma de decisión con respecto a las políticas educativas. Igualmente, la cooperación internacional, principalmente la USAID y UNICEF también juegan un papel central en el diseño y la implementación de políticas educativas en el sector público.
La forma de privatización mayormente observada en el Uruguay es la configuración de redes de empresas privadas que venden servicios al Estado y entre sí, para gestionar diferentes componentes de la política educativa. La legislación uruguaya garantiza espacios de participación y construcción conjunta de la comunidad educativa en el nivel de los centros educativos, tanto en los proyectos pedagógicos como en la elaboración de proyectos en convenio con otros actores, etc. Esta participación es una forma de blindar y proteger al sistema educativo público. Si bien se observan experiencias importantes en las que algunos grupos privados le venden sus servicios a otros grupos privados y no directamente al Estado, estos servicios terminan por expresarse y concretarse en el ámbito de la educación pública, generando y naturalizando la permanencia de empresas privadas en el quehacer educativo público. En Uruguay, el avance del comercio educativo y del lucro privado en este país se ha dado, incluso frente a este marco normativo que protege la educación pública y los actores privados con agenda de lucro se han instalado como actores legítimos frente a la opinión pública. Sumado a esto, en Uruguay se percibe un alto nivel de sofisticación de los negocios en educación, que se organizan en formas de clústeres y que, por tanto, tienen interés en protegerse entre sí, para permanecer vigentes en el mercado.
Privatización Educativa en Brasil: reinventando las Escuelas de Bajo Costo
19 de octubre de 2021Las tendencias de privatización educativa han proliferado tras el auge del neoliberalismo en los años 70. Entre tantos esquemas de privatización (por ejemplo, alianzas público-privadas), las escuelas de bajo costo (EBC) se han reproducido de manera alarmante en los países de bajos y medios ingresos donde se localizan fuertes déficits de oferta educativa estatal. Así, las actividades empresariales han encontrado un fértil campo para cubrir la demanda educativa necesaria. Esta modalidad de negocio se puede mapear en África, Asia y América Latina (Moschetti et al., 2017).
En algunos contextos, las EBC son introducidas mediante asociaciones público-privadas o por medio de ofertas educativas que compiten en los casi-mercados educativos de los países. Esta última, es la situación que se ha experimentado en el contexto brasileño. Las EBC se están convirtiendo en un producto atractivo para parte de la población donde son instaladas, ya que presentan infraestructuras “mejoradas,” propuestas curriculares competitivas para el mercado, presentan modelos pedagógicos basados en la innovación y, en algunos casos, evalúan sus actividades haciéndolas públicas posteriormente para competir.
Privatización Educativa en Brasil
El equipo responsable por la investigación “Privatización Educativa en Brasil: reinventando las Escuelas de Bajo Costo” (2020) – Cristina Pulido, Ana Ancheta y Wislleyn Oliveira-Dri – analiza la instalación reciente y novedosa de las EBC como iniciativa de una corporación en el contexto brasileño desde finales de 2018. En concreto, las investigadoras y el investigador disciernen el Grupo Sistema Educativo Brasileño (GSEB), una entidad financiera y de inversión que encabeza actividades empresariales en educación en Brasil. En septiembre de 2018, el GSEB lanzó la publicidad del modelo piloto de EBC denominadas Escolas Luminova, las cuales empezaron actividades en 2019 con 4 nuevas escuelas en el estado de São Paulo.
Dado el auge de las EBC, es necesario e importante estudiar estos modelos de escuelas en sus contextos, para identificar cómo las actividades comerciales y el rol del Estado han permitido hacer de la educación un negocio. De esta manera, la educación como negocio es una perspectiva de análisis interesante que ayuda a denunciar la vulneración del derecho a la educación pública. Las EBC ya han sido denunciadas como un modelo de comercialización que juega con las ilusiones de las personas en situación de pobreza y que vulnera el derecho a la educación produciendo beneficios privados y pérdidas públicas; es decir, que producen un alto impacto social polarizando a las ciudadanas y ciudadanos, cada vez más, por su estatus socioeconómico y condición de género. Para ver estas acciones, el equipo de investigación observa ampliamente el discurso, las estrategias, la audiencia o a quiénes se dirigen y las y los empresarias/os que hay detrás de este modelo de negocio, para denunciar un modelo de actividad económica que exacerba las desigualdades y socava el derecho a la educación de las personas más pobres.
Las EBC existen en el contexto brasileño desde hace ya algunas décadas. Algunas EBC son propiedad de personas de la región y cuentan con: una estructura física precaria, patrimonio restringido, recursos humanos mínimos, y una mayor interacción de las familias en las escuelas. Por otro lado, escuelas como las EBC Luminova, forman parte de grandes corporaciones y cuentan con un mayor capital inversor. El GSEB está entre los mayores grupos privados de educación de Brasil y cuenta con una historia de poco más de 50 años que nace en el estado de São Paulo, donde están los posibles mayores consumidores de educación privada.
De acuerdo con el estudio, GSEB ha realizado varias estrategias mercantiles, expandiendo su rol en el negocio educativo:
- En 2007 entró en el mercado abierto y en la bolsa de valores;
- En 2010 vendió parte de su programa tecnológico de enseñanza en inglés a Pearson. A partir de aquí, aumentó su capital y expandió el negocio por otras zonas de Brasil (más allá de São Paulo).
- En 2013, realizó un estudio de mercado notando que el crecimiento del negocio está en la educación básica y focaliza ahí todas sus actividades, dejando el campo comercial de la educación superior en un segundo plano. Desde esta iniciativa, se nota “turismo educativo” en busca de sistemas educativos internacionales de éxito para ofertar una educación “basada en evidencias”, a lo largo del continente americano y europeo.
- En 2018 se reinventan y, en su lectura del nicho de mercado que ocupan las EBC, ofrecen educación a la clase C (media-baja), tal y lanzan su propuesta de EBC con una estrategia de márquetin, presentándola como un “derecho” de la clase trabajadora.
- En septiembre de 2018 se lanza la iniciativa de las escuelas Luminova.
La estrategia de márquetin de las EBC Luminova se basa en el discurso de que sus propuestas son necesidades reales que un Estado debilitado no ha podido satisfacer. Por ejemplo, se ve una pedagogía concentrada en proporcionar a sus estudiantes lo que llaman una “metodología de enseñanza innovadora direccionada por los resultados”, destacando el uso de las tecnologías y la enseñanza diaria del inglés. Así, el modelo o producto ofertado en sus páginas web utiliza la herramienta discursiva de la polarización, destacando las virtudes de un sistema educativo moderno, frente al arcaico y saturado modelo educativo público. Igualmente, también estrategias enfocadas con la seguridad del estudiantado y con el profesor influyente. Por un lado, se propone que todos los espacios de aprendizaje estén vigilados por cámaras de seguridad, siendo una escuela que preserva las relaciones sociales, no permitiendo el acoso escolar. Por otro lado, la figura del “profesor influyente”, se justifica por medio de un equipo comprometido con el aprendizaje y la formación integral de las y los estudiantes, frente a la figura del profesorado público como una de las figuras más desprestigiadas desde la ideología neoliberal.
Siendo sus principales clientes la población de bajos o medios ingresos, las EBC se dan como una oportunidad para que las empresas educativas puedan establecer nuevos clientes en el negocio de la educación. Esto reafirma el hecho de que la educación se ha visto tratada por especialistas de otros campos (periodistas, médicas/os, abogadas/os) e incluso grandes empresarias/os, ya que la educación es una “preocupación” de todas y todos (aunque con diferentes intereses). Esto la convierte en algo susceptiblemente comerciable.
La publicidad del GSEB es muy semejante a las otras cadenas de EBC, pues hay una propuesta pedagógica según lo que demanda el mercado, o sea, el estudiantado es “entrenado”. La idea central de estos negocios educativos no es la de educar, sino la de formar para un mercado que promete el ascenso social, pero que en la realidad no necesita un ciudadano y una ciudadana con pensamiento crítico y con profundidad en sus reflexiones, sino alguien que sepa manejar las nuevas tecnologías a fin de seguir nutriendo una clase trabajadora que genera más ganancias y lucro a los gigantes del mercado. Al final, las escuelas Luminova son producto del capitalismo creativo y del discurso neoliberal polarizado, que se utiliza para destacar los defectos de la oferta pública frente a las virtudes de la privada.
Para saber más a detalle de las estrategias de márquetin utilizadas por GSEB y así entender cómo el surgimiento de este mercado educativo vulnera el derecho a la educación, puedes acceder al estudio completo aquí: Privatización Educativa en Brasil: reinventando las Escuelas de Bajo Costo.
Reporte: La Red Koch y la Captura de la educación K-12
15 de octubre de 2021Según la investigación “Reporte K-12: La Red Koch y la Captura de la educación K-12” (2021), a nivel mundial, el recorte de fondos a las escuelas públicas ocurre debido a crisis financieras como las recesiones y el COVID-19, pero los presupuestos escolares también son atacados por fuerzas externas que impulsan programas de privatización de la educación. Cuando estos recortes ocurren, se da paso a que florezca la educación privada. De acuerdo con el estudio, elaborado por UnKoch My Campus y SOS Arizona, en los Estados Unidos, las escuelas privadas tienen poca o ninguna regulación, lo que permite que se enseñe prácticamente cualquier cosa, incluyendo contenidos que terminan beneficiando a las grandes corporaciones fuertemente involucradas en la financiación de la educación. La Red Koch es el influyente conjunto de grupos financiados por el multimillonario industrial Charles Koch y más de 600 personas adineradas que comparten su visión económica proempresarial y antirreglamentaria y sus posiciones en política social, como la negación del cambio climático.
Con el fin de influir en la educación pública desde el jardín de infancia hasta la secundaria, la Red Koch ha financiado mecanismos locales, estatales y nacionales para crear múltiples crisis – sólo para dar la vuelta y citar estas mismas crisis como razones para adoptar sus soluciones de libre mercado. La Red Koch no ha ocultado el papel fundamental que desempeña la educación pública como escenario ideal para influir en la política y la cultura de Estados Unidos. A través de una variedad de tácticas – escuelas concertadas, vales, planes de estudio, libros de texto, formación, utilización de políticos estatales para participar en la guerra cultural contra las ideas progresistas y más – la Red Koch es capaz de asegurar la difusión de sus ideas, incluyendo la desinformación sobre el clima y la filosofía económica que favorece el libre mercado.
La Red Koch propone las escuelas concertadas como la solución a la crisis de la educación pública que ha fabricado e incitado. Las escuelas concertadas son independientes de los sistemas escolares estatales existentes y su popularidad ha aumentado enormemente en los últimos tiempos, en gran medida como respuesta a la financiación filantrópica. Las familias se ven tentadas a enviar a sus hijas e hijos a una escuela concertada o a utilizar un vale financiado con fondos públicos como expresión de “elección de escuela”, inyectando una “competencia al estilo del mercado en la educación pública”.
La Red Koch también crea currículos escolares para promover los ideales conservadores del capitalismo de libre mercado entre jóvenes de Estados Unidos. Dado que los años K-12 (término usado para definir la primaria y secundaria en Estados Unidos) son los años formativos de la vida de los y las estudiantes, la manipulación del plan de estudios es particularmente peligrosa. Según la investigación, un plan de estudios imparcial y basado en la investigación es esencial para que los niños y las niñas entiendan con precisión el mundo que les rodea, por lo que no es de extrañar que la alteración de esta información sea atractiva para la Red Koch.
Hay varios ejemplos que exponen la realidad de la influencia de Koch en los planes de estudio de la enseñanza desde el jardín de infancia hasta la secundaria (K-12). En “Ética, Economía y Emprendimiento (EE&E)”, un libro de texto de David Schmidtz propuesto para su uso en el Distrito Escolar Unificado de Tucson (Arizona), abundan las afirmaciones históricamente inexactas. Schmidtz es el director del Centro para la Filosofía de la Libertad de la Universidad de Arizona, un centro de estudios que ha recibido más de 17 millones de dólares de financiación de la Red Koch.
Entre las numerosas afirmaciones históricamente inexactas figuran las siguientes: Los neandertales se extinguieron porque “no eran emprendedores”; Jamestown fracasó porque los colonos no tenían derechos de propiedad privada; los nativos americanos despeñaron a los bisontes hasta casi extinguirlos; las ciudades se fundaron antes que la agricultura; y, por supuesto, que el capitalismo de libre mercado es el mejor sistema económico. Cabe destacar que no se mencionan los devastadores desplomes del mercado de 1929 y 2008.
La Red Koch de legisladores, comités de acción política y grupos de reflexión están amplificando y astroturfizando la actual reacción nacional contra la Teoría Crítica de la Raza (CRT, por sus siglas en inglés). Esta campaña está diseñada con el objetivo de proteger la base ideológica de una economía de mercado ultra-libre impidiendo que las y los educadores enseñen sobre las fuentes estructurales del racismo en Estados Unidos. En este momento, hay un esfuerzo coordinado en los estados de todo el país para aprobar proyectos de ley que intentan prohibir la enseñanza de la CRT en las escuelas públicas. La Fundación Heritage, financiada por Koch, está liderando la campaña, alegando que la CRT “es destructiva y rechaza las ideas fundamentales en las que se basa la república constitucional de los Estados Unidos de América”. En su afán por controlar lo que se enseña en las escuelas, Heritage Action for America, una filial del grupo de especialistas de la Fundación Heritage, creó un conjunto de herramientas para que la gente impulse la legislación contra la CRT en sus estados.
La infiltración de los Koch en la educación K-12 perjudica a las y los estudiantes, docentes y la democracia en general. Las y los estudiantes están perdiendo el acceso a una educación pública de calidad. Docentes pierden el acceso a los recursos y el apoyo necesario para crear un ecosistema escolar público sano y generador. Por último, las fundaciones democráticas de un país se ven perjudicadas cuando se enseña a las y los estudiantes con planes de estudio financiados por los Koch, que promueven ideologías regresivas y ahistóricas que contribuyen a los mitos de la meritocracia, normalizan las prácticas económicas extractivas que desprecian nuestro clima y justifican la violencia estructural histórica.
UnKoch My Campus es una campaña cooperativa dedicada a interrumpir el poder corporativo en los campus y en las comunidades en todo el país. La agenda de la Red Koch afecta la educación pública en los Estados Unidos, situación que se ve replicada en todo el mundo. Si deseas conocer más sobre la influencia de los Koch en el gobierno estadounidense, que afecta a los fondos de las escuelas públicas, el plan de estudios y los libros de texto respaldados por los Koch, y el rechazo a la CRT, puedes acceder al reporte The Koch Network – The Capture of K-12 Education (disponible en inglés). El reporte cuenta con un estudio de caso en Arizona, estado donde se han proliferado de manera masiva las ideologías de la Red Koch, y muestra cómo un estado y su educación K-12 pueden ser capturados por un ataque bien coordinado contra la educación pública a expensas del bien común.
La educación en Honduras: entre la privatización y la globalización
6 de octubre de 2021Los sistemas de educación pública se están enfrentando a múltiples desafíos a nivel mundial, siendo la creciente privatización y mercantilización uno de los más agravantes. Este movimiento pro-privatización afecta desproporcionalmente la igualdad en el acceso a una educación de calidad. Los países de América Central representan un caso singular porque la adopción de procesos de privatización se ha dado, en gran medida, a través de la llamada ‘vía del desastre,’ explorada previamente por Verger, Fontdevilla y Moschetti.
Bajo la crisis humanitaria resultante del huracán Mitch (1998), en Honduras se implementó el Proyecto Hondureño de Educación Comunitaria (PROHECO). En ese contexto, el Banco Mundial tuvo un rol central promoviendo abiertamente la autogestión por parte de las comunidades como forma de recomponer el sistema educativo en las zonas afectadas por el huracán y como solución al ‘ausentismo y al bajo desempeño de los docentes’ por vía del ‘fortalecimiento de la supervisión.’
La privatización y la globalización
Tomando en cuenta este contexto, en el estudio La Educación en Honduras: Entre la Privatización y la Globalización, D. Brent Edwards Jr., Mauro C. Moschetti y Alejandro Caravaca, bajo los auspicios de Internacional de la Educación, proponen explorar la evolución más reciente de la reforma educativa en Honduras y analizar las distintas manifestaciones y tendencias de privatización educativa en el país, tomando una perspectiva teórico-analítica de la economía política internacional (EPI).
En concreto, el trabajo plantea las siguientes interrogantes:
- De qué maneras, por qué razones y con qué efectos los actores privados y las reformas de privatización han influido en la política y en la política educativa en Honduras.
- Cuáles son las maneras y medidas en que la privatización se ha manifestado en la provisión educativa en Honduras en los niveles preescolar, primario y secundario.
Los autores ruegan que entendamos que los procesos de privatización no son exclusivos del ámbito educativo, puesto que también se llevan a cabo en diversos servicios públicos como el transporte, la energía o las telecomunicaciones. Sin embargo, la privatización educativa cuenta con ciertas características únicas, tanto a efectos prácticos como formales.
Por ejemplo, no es habitual que se vehicule la privatización educativa a través de la transferencia de la titularidad de los centros educativos públicos a manos privadas. En cambio, es más frecuente que se lleve a cabo la privatización educativa al nivel de la provisión del servicio educativo (mediante el aumento de la presencia de actores privados, que pueden estar, o no, vinculados de algún modo al Estado) y de su financiación (a través de un incremento de la aportación económica relativa por parte de los agentes privados y, especialmente, las familias). Por lo tanto, la privatización educativa se caracteriza por ser el resultado de la transferencia de determinadas actividades y responsabilidades que tradicionalmente habían sido asumidas por instituciones público-estatales hacia agentes privados que acaban reconfigurando sus roles en materia de provisión, financiamiento y regulación.
En el caso de Honduras, los autores demuestran que los procesos de privatización se dan de manera endógena y exógena. La primera se da al promover ideas del sector privado dentro del sistema público, mientras que la segunda se da al incorporar actores privados en la toma de decisiones y provisión de educación. Estos procesos se ven exacerbados por medio de la debilidad estatal, que conlleva la infradotación de recursos y desgobierno del sistema. Varios actores educativos señalan la profunda incapacidad del sector público para gobernar el sistema educativo hondureño. Por ejemplo, se destaca el alto nivel de rotación de Secretarios de Educación, la figura política formalmente de máxima autoridad del sistema educativo de Honduras, en los últimos años.
Otra situación que impulsa movimientos pro-privatización son las restricciones presupuestarias que han determinado un fuerte déficit de profesorado debido a la no contratación de nuevo personal docente para seguir el ritmo del crecimiento del sistema.
Honduras se ha caracterizado por una dinámica de privatización por inercia. Es decir, la privatización va en aumento debido a la inercia del Estado, lo que ocasiona una heterogeneidad de formas en que se ha manifestado la privatización de la provisión educativa en Honduras: (1) la provisión de educación prebásica por parte de fundaciones privadas, (2) el surgimiento de escuelas privadas de bajo costo, (3) el cobro de cuotas a las familias con niños y niñas en escuelas públicas, (4) la provisión privada resultante de la insuficiencia de las escuelas públicas en el nivel secundario, (5) la incursión de empresas en la educación a través de la responsabilidad social corporativa, (6) la creciente participación de las ONG y las organizaciones con fin de lucro subcontratadas por las agencias de cooperación, y (7) la puesta en marcha de las políticas de rendición de cuentas como forma de privatización endógena. Dado a estos procesos, ha habido una tendencia al alza con una tasa de matriculación primaria privada del 10% del total en 2017.
En el país centroamericano también se ve la adopción incondicional de ideas y políticas globales, como lo es la tendencia hacia descentralización educativa como política de carácter necesario y fundamental, según sucede en otros países y contextos, sin cuestionar la adecuación y pertinencia de las propuestas. Esto se ve influenciado por un ecosistema de actores no estatales, quienes han acaparado el campo de políticas de educación a partir del golpe de Estado de 2009. Estos actores incluyen bancos multilaterales, organismos internacionales, organizaciones no gubernamentales locales, empresas locales e internacionales de implementación de programas (contractors), sindicatos docentes, cámaras empresariales y think-tanks.
El informe demuestra que el proceso de privatización educativa en Honduras es un tema complejo, fomentado por años de inestabilidad política, social y económica. Esto se debe a que el problema no es simplemente la privatización sino también el sistema que lo produce y en el que el proceso se inscribe y realimenta. Por un lado, con un Estado que no garantiza cobertura, con poca capacidad técnica para producir política educativa y pocos recursos para implementarla, es decir que el sistema se encuentra atrapado entre la globalización y la privatización. Así, la definición de la agenda de prioridades de política educativa se encuentra, en buena medida, a merced de las agencias de cooperación, organismos internacionales, y agentes no estatales internos y externos. En paralelo, la propia naturaleza de la inacción estatal motoriza diversas dinámicas de privatización por defecto al interior del sistema.
Entérate
Si deseas conocer más a detalle sobre esta investigación y cómo esta espera promover un debate sobre el desarrollo y la implementación de marcos legislativos que protejan el derecho a la educación y lograr una educación de calidad y equitativa para todos y todas, puedes acceder al documento completo aquí: La Educación en Honduras: Entre la Privatización y la Globalización.
Pandemia y privatización en la educación superior: Tecnologías de la educación y reforma de la Universidad
24 de septiembre de 2021El desarrollo de políticas y prácticas de mercado en la ES, junto con la expansión de las asociaciones público-privadas (PPPs por sus siglas en inglés), la participación del sector privado y la creciente participación de los proveedores de servicios de tecnología digital comercial, tiene una larga historia en muchos sistemas educativos de todo el mundo. A través de un completo estudio para la Internacional de la Educación, Ben Williamson y Anna Hogan identifican que la expansión de la tecnología educativa es altamente motivada por beneficios económicos y examinan las diversas formas de la “transformación digital” de las universidades.
A través de un ejercicio de mapeo, los autores identifican once dinámicas y organismos clave en la mercantilización, privatización y comercialización de la ES, las cuales se han reproducido o exacerbado por los procesos de creciente digitalización y dataficación. Estas incluyen la educación digital como catalizadora del mercado, el cambio de comportamiento de los consumidores, el resurgimiento de cursos masivos en línea y la transformación de la Inteligencia Artificial (IA) que ha sido justificada durante la pandemia como una ayuda para “acelerar el proceso de recuperación” de estudiantes que experimentaron una “pérdida de aprendizaje” como resultado de las clases canceladas.
Utilizando las organizaciones y actividades de comercialización, el informe presenta siete resultados principales y problemas claves descubiertos a través de este estudio:
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Reimaginación de la educación superior:
Diversas organizaciones de múltiples sectores tradujeron la crisis de la salud pública en una oportunidad para rediseñar la ES a largo plazo como un sector digitalmente innovador y con gran cantidad de datos de las sociedades y economías postpandémicas. Si bien la enseñanza presencial constituía una amenaza urgente para la salud pública mundial, también fue construida por organizaciones que incluían empresas de tecnología educativa, consultorías, organismos internacionales e inversores, como un problema a más largo plazo y una amenaza para la “capacitación” de estudiantes, la “empleabilidad” y la recuperación económica mundial post-coronavirus. Visualizadas como una forma de “ayuda de emergencia” durante los cierres, las herramientas EdTech (Tecnologías de la Educación) también se presentaron como una oportunidad para la inversión y la obtención de beneficios económicos.
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Gobernanza por infraestructuras tecnológicas:
Aunque todavía es demasiado pronto para saber cómo será el panorama post-pandémico de la ES, parece razonable predecir que la mayoría de las instituciones de ES seguirán utilizando estas infraestructuras tecnológicas para ampliar su oferta. De igual manera, las infraestructuras desarrollarán nuevas capacidades de análisis de datos y aprendizaje automático. Esto constituye una forma de gobernar la ES a través de la tecnología, ampliando la influencia política de las organizaciones del sector privado para que se conviertan en centros políticos “en la sombra”, estableciendo el formato de la enseñanza y el aprendizaje de la ES a distancia, e internacionalmente, a través de infraestructuras técnicas.
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Hibridación universidad-empresa:
Las nuevas PPPs están trabajando para difuminar los límites entre sectores. A medida que las instituciones públicas de ES dependen cada vez más de los modelos empresariales del sector privado y de las prácticas basadas en el mercado, corren el riesgo de privatizar la ES en busca de beneficios. Algunos acuerdos de colaboración público-privada parecen ser complejos a propósito para ocultar las intenciones de obtener beneficios. Sin embargo, cuando se utiliza a las y los estudiantes para generar estos beneficios con tácticas de humo y espejos, tenemos que cuestionar la ética de estos acuerdos.
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Entornos pedagógicos programados:
Es necesario garantizar que la educación no se convierta en algo lineal como una entrega unidireccional de contenidos de docentes (a través de plataformas comerciales) a estudiantes en estos entornos pedagógicos programados. Parte del problema de la rápida asimilación del EdTech por parte de los sistemas de ES durante la pandemia ha sido que los miembros del profesorado han sido los responsables de hacer pivotar su práctica en línea sin una formación y apoyo formales, ni tiempo y recursos suficientes. La expectativa potencial de las y los estudiantes de recibir tanto enseñanza presencial como en línea planteará importantes retos en términos de trabajo académico y podría catalizar un mayor desarrollo de servicios complementarios de “EdTech” para consumidores, incluidos aquellos en los que el personal con empleo precario presenta recursos para su compra por parte de estudiantes consumidores. También podría dar lugar a un mayor uso de datos y herramientas de inteligencia artificial que puedan compensar a profesores, proporcionando comentarios e intervenciones automatizadas.
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Dataficación y vigilancia:
Las empresas de tecnología educativa y sus promotores han aumentado el despliegue del análisis de datos, el aprendizaje automático y la inteligencia artificial (IA) en la enseñanza superior, y han hecho hincapié en el lenguaje y las prácticas del “aprendizaje personalizado” y la “toma de decisiones basada en datos”. La IA también se ha potenciado mediante el despliegue de herramientas de control de datos a gran escala integradas en el software de gestión del aprendizaje en línea, tecnologías de vigilancia como los sistemas de corrección de exámenes a distancia, y sistemas de seguridad en los campus y las aplicaciones de localización de estudiantes. En la imaginación del futuro de la educación superior basada en la IA, la próxima generación de experiencias de aprendizaje será “individual y personalizada” y escalada con algoritmos, junto con la acreditación digital y la alineación de la educación con el trabajo basado en datos.
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Libertad y autonomía académica:
La labor de educadores académicos y académicas se ha visto afectada por la creciente penetración del sector privado y la tecnología comercial en la ES durante la pandemia. Se ha exigido a educadores académicos y académicas que dupliquen su preparación e impartición de clases tanto en formato presencial como en línea. La libertad académica está en peligro cuando la enseñanza y el aprendizaje en línea realizados en un contexto internacional son contrarios a la política de determinados regímenes estatales, lo que hace temer la censura y la supresión de la investigación crítica en la educación a distancia.
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Reproducción de desigualdades:
Muchos y muchas estudiantes, en particular aquellos y aquellas de mayores recursos económicos, han podido mantenerse al día con sus estudios de educación superior a lo largo de la pandemia. No obstante, también hay estudiantes a que no les ha quedado más remedio que hacer una pausa o cancelar sus matrículas. Las desigualdades están determinadas y se profundizan por el género, la clase, la cultura, la raza y el contexto geopolítico, entre otros factores. Al igual que la pandemia presenta a la industria de la tecnología educativa un momento para rediseñar el futuro de la educación superior, los propios sistemas de educación superior tienen la oportunidad de reimaginarse como un sistema más igualitario, y de definir y regular el papel de la tecnología educativa en estos imaginarios alternativos.
Durante el COVID-19, las medidas “temporales” de emergencia han surgido como oportunidades experimentales para establecer una nueva “normalidad digital” en la que los actores privados ejercen un papel sustancialmente mayor en las escuelas, colegios y universidades de todo el mundo, con amplias implicaciones para la experiencia de las y los estudiantes y la vida laboral del personal. Aunque las respuestas a la pandemia han sido claramente definidas por regiones y contextos específicos, la digitalización de la enseñanza superior se ha convertido en una vía para privatizar y comercializar aún más la educación pública.
En pocas palabras, la pandemia de COVID-19 ha sido explotada como una oportunidad de emergencia para que el sector privado y las organizaciones comerciales aumenten su penetración e influencia en la educación superior. Los autores recomiendan que las partes interesadas en la ES, incluidos el personal académico, las y los estudiantes y los sindicatos que les representan, trabajen de forma urgente y colegiada para definir imaginarios alternativos que puedan guiar la recuperación postpandémica de la ES.
Para acceder al informe completo (en inglés) pueden hacer clic aquí: Pandemic Privatisation in Higher Education: EdTech & University Reform. De igual manera, pueden acceder al resumen ejecutivo (en español) aquí: Pandemia y privatización – Principales Realidades Observadas.