Acciones en defensa de la educación en nuestra región y más allá: CLADE publica su informe cuatrienal

4 de octubre de 2019

La CLADE da a conocer su Informe de Actividades 2015 – 2018. En este período, la red ha impulsado una serie de acciones de incidencia, participación, movilización, comunicación, articulación interinstitucional, investigación, así como análisis y posicionamientos públicos, para contribuir con la realización del derecho a la educación a lo largo de la vida. (más…)


La Campaña Latinoamericana por el Derecho a la Educación (CLADE) participó en el VI Seminario Internacional de Investigación del GREPPE (Grupo de Estudios e Investigaciones en Políticas Educativas de la Universidad Estadual de Campinas - Unicamp), que fue realizado en la Unicamp, en la ciudad de Campinas, Brasil, en los días 15 y 16 de agosto, con el tema: “Privatización en la Educación Básica: nuevos diálogos”.<!--more-->

El evento contó con la presencia de docentes, investigadoras e investigadores de <a href=Brasil, Chile, Argentina, Colombia y Angola. Fueron dos días de actividades con 3 paneles principales y una sesión de mesas de trabajo entre distintos investigadores e investigadoras, sumando cerca de 70 ponencias que abordaron los vectores, facetas y lógicas de la privatización vinculada a la educación obligatoria y básica en Brasil, y también en otros países de América Latina y el Caribe, y de África. “Las actividades del seminario fueron momentos ricos de debate teórico entre investigadoras e investigadores de diferentes nacionalidades. Participaron estudiantes que investigan la temática y profesionales de la educación básica, con interés y preocupación respecto a la privatización en el campo educativo”, subrayó Teise Garcia, profesora de la Facultad de Filosofía, Ciencias y Letras de Ribeirão Preto, Brasil, e integrante del GREPPE. La CLADE participó en la mesa de apertura del encuentro bien como en la mesa de diálogos titulada “Consecuencias de los Procesos de Privatización para la Educación Obligatoria en África y Latinoamérica”, al lado de Ilich Ortíz (Universidad Nacional de Colombia) e Isaac Paxe (Instituto Nacional de Formación Educativa de Angola). En su intervención, Camilla Croso, coordinadora general de la CLADE, destacó rasgos asociados a la privatización de y en la educación latinoamericana, como los cortes presupuestarios en distintos países, la financiarización de la educación, la criminalización de sujetos de la comunidad educativa, las reformas curriculares y el ascenso de pruebas estandarizadas que responden a perspectivas reduccionistas de la educación, y distintas formas de restringir el pensamiento crítico, entre otros rasgos. En el contexto del VI Seminario Internacional del GREPPE, se lanzó la Red Latinoamericana y Africana de Investigadores sobre la Privatización de la Educación (ReLAAPPe), que será coordinada por la profesora Theresa Adrião. “Propuesta por el GREPPE, pero concebida de manera colectiva por sus fundadoras y fundadores, la red tiene el objetivo de reunir reflexiones y promover diálogos sobre los procesos y efectos de la privatización de la educación entre investigadoras e investigadores de América Latina, África y otras regiones que estudian y publican sobre la temática de la privatización de la educación, de manera colaborativa. Tratamos de colaborar para que la internacionalización de las investigaciones sobre el tema asuma una perspectiva no colonialista”, afirma Theresa Adrião.
Camilla Croso: “La ReLAAPPe viene en un momento muy oportuno de creciente privatización en nuestra región y más allá. Esta iniciativa fortalece la cooperación y la reflexión Sur-Sur, la producción de conocimiento por parte de investigadores e investigadoras de América Latina y África en portugués y español, lo que es un reto urgente y necesario”.
La CLADE pudo contribuir con la red desde la articulación con varios de sus integrantes latinoamericanos. “La ReLAAPPe viene en un momento muy oportuno de creciente privatización en nuestra región y más allá. Esta iniciativa fortalece la cooperación y la reflexión Sur-Sur, la producción de conocimiento por parte de investigadores e investigadoras de América Latina y África en portugués y español, lo que es un reto urgente y necesario”, destacó Camilla Croso. Según Juan González, investigador de políticas educativas del Observatorio Chileno de Políticas Educativas (OPECH) de la Universidad de Chile, y del Foro por el Derecho a la Educación Pública, esta es una iniciativa muy importante en el actual momento. “La privatización se presenta con muchos rostros: de nueva gerencia pública, de escuela competitiva, de una escuela pública que está siendo reducida a guetos de pobreza, y también de la presencia de actores empresariales que están teniendo influencia no solo a nivel de la escuela, sino también en la toma de decisiones sobre las políticas educativas. Hoy más que nunca se necesitan investigadores que denunciamos esta situación y promovamos en la región la defensa de la educación pública”, afirmó. Opinó también que investigar la privatización implica posicionarse en defensa de la educación pública y hacer un trabajo transdisciplinario, desde un vínculo real con los actores educativos que luchan por una educación pública, gratuita y basada en el derecho, “desde donde podamos construir comunidades integradas, democráticas y con derechos sociales”. “Saludamos esta iniciativa y me siento orgulloso de ser parte de ella”, añadió. A su vez, el investigador del Grupo de Socioeconomía, Instituciones y Desarrollo de la Universidad Nacional de Colombia Ilich Ortíz afirmó que el seminario del GREPPE fue especial por dos razones: la primera, porque se dedicó al tema de las lógicas de privatización en el campo educativo, desde la educación básica y preescolar, hasta la media; la segunda, porque en él se inauguró la red latinoamericana y africana de investigadores sobre la privatización de la educación. “Fue la creación de una institucionalidad para darle visibilidad a la producción académica de los países del sur. Es una cooperación y un establecimiento de vínculos de acompañamiento y apoyo entre investigadores e investigadoras del sur global que trabajan, producen, investigan y se especializan en temáticas educativas, pero particularmente en el análisis, monitoreo y comprensión de los impactos y la caracterización de las lógicas de privatización de la educación”, afirmó Ortíz.
Ilich Ortíz: "El tema de la privatización es esencial por su actualidad. Hace tres décadas, venimos presenciando olas distintas de privatización, con actores y lógicas diferentes, en el campo de la educación básica, que tradicionalmente ha sido una responsabilidad del Estado, y hoy está abierto a la participación privada en muchas formas"
Señaló también el valor que tiene el GREPPE, por su vínculo a revistas que producen y comunican investigación en Brasil. “El Grupo convoca en sus seminarios internacionales, a una comunidad académica diversa, bastante productiva y que tiene distintas aproximaciones a cada edición. El tema de la privatización es esencial por su actualidad. Hace tres décadas, venimos presenciando olas distintas de privatización, con actores y lógicas diferentes, en el campo de la educación básica, que tradicionalmente ha sido una responsabilidad del Estado, y hoy está abierto a la participación privada en muchas formas. Se ha podido convocar el lanzamiento de una red internacional de investigadores porque ya existe una capacidad crítica y vínculos, relaciones con distintos investigadores que vienen trabajando en este tipo de lógicas de privatización y los ciclos de educación obligatoria, en distintas latitudes de América Latina y de África. Me parece que es un gran acierto, un respaldo institucional y académico sólido, que traza resultados prometedores a esta red de investigación”, afirmó. Según Myriam Feldfeber, investigadora de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y coordinadora de investigación sobre privatización de la Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina (CTERA), el seminario fue un valioso espacio de trabajo e intercambio sobre los procesos de privatización en nuestros países en un contexto de vulneración de derechos. “El lanzamiento de la red apunta a generar una mirada crítica y comparada desde nuestras realidades con el fin de consolidar una perspectiva desde nuestro sur, promover el diálogo entre investigadoras e investigadores sobre procesos de privatización de la educación y tender puentes entre América Latina y África, teniendo como horizonte el derecho social a la educación”, enfatizó.">
En el encuentro, se lanzó una red Latinoamericana y Africana de investigadoras e investigadores sobre privatización de la educación

CLADE participa en seminario internacional sobre investigaciones en políticas educativas

30 de agosto de 2019

La Campaña Latinoamericana por el Derecho a la Educación (CLADE) participó en el VI Seminario Internacional de Investigación del GREPPE (Grupo de Estudios e Investigaciones en Políticas Educativas de la Universidad Estadual de Campinas – Unicamp), que fue realizado en la Unicamp, en la ciudad de Campinas, Brasil, en los días 15 y 16 de agosto, con el tema: “Privatización en la Educación Básica: nuevos diálogos”. (más…)


El número de personas privadas de libertad en <a href=Uruguay que desean cursas una carrera universitaria aumenta a cada año. Así lo señaló el Pro Rector de la Comisión Sectorial de Enseñanza de la UDELAR, Dr. Juan Cristina, al Semanario Búsqueda, indicando que en el 2016 apenas cuatro personas se encontraban registradas para cursar alguna de las carreras de la Universidad de la República (UDELAR), mientras que en el 2017 aumentaron a 45, y en el 2018 hubo un centenar de preinscripciones. Este año la cifra de aspirantes a cursar estudios universitarios alcanzó las 200 personas. Las carreras sociales y humanísticas son las más demandadas por las personas privadas de libertad. Psicología, Derecho, Ciencias Sociales y Ciencias Económicas están entre las opciones más requeridas por las personas reclusas. La Universidad toma más de 60 exámenes por semestre en las cárceles. En términos porcentuales, las mujeres privadas de libertad son quienes más se apuntan a estudiar carreras terciarias - un 15% del total de personas reclusas inscriptas en la UDELAR-, y representan un 4% de la población carcelaria. Entre las dificultades y desafíos presentes para la población carcelaria, se encuentran: un panorama no homogéneo entre las diferentes facultades respecto de la educación en cárceles (modalidad de enseñanza, diversidad de criterios, trámites administrativos, documentación requerida, etc.), así como las dificultades que enfrentan las personas privadas de libertad en la obtención de autorización para salidas transitorias por estudio. Para superar algunas de estas dificultades, se ha previsto la elaboración de un protocolo de actuación entre la UDELAR y el Instituto Nacional de Rehabilitación del Ministerio del Interior con miras a homogeneizar criterios y otorgar mejores condiciones y acceso a la educación terciaria por parte de la población privada de libertad. Por su parte, los primeros días del pasado mes de abril se ha firmado un convenio entre la UDELAR y el Centro Ceibal, por el cual se donaron “60 laptops que serán utilizadas por estudiantes universitarios privados de libertad en distintas unidades de reclusión”. La iniciativa surgió de la falta de condiciones para acceder a materiales de estudio, lo que dotará de una nueva herramienta a estudiantes para contribuir al avance de sus estudios.
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Con informaciones de UDELAR, BUSQUEDA y SUBRAYADO">
Este año, la cifra de personas privadas de libertad que aspiran cursar estudios universitarios alcanzó a 200 en el país

Uruguay: Aumenta el número de personas privadas de libertad que aspiran cursar carreras universitarias

26 de mayo de 2019

El número de personas privadas de libertad en Uruguay que desean cursas una carrera universitaria aumenta a cada año. Así lo señaló el Pro Rector de la Comisión Sectorial de Enseñanza de la UDELAR, Dr. Juan Cristina, al Semanario Búsqueda, indicando que en el 2016 apenas cuatro personas se encontraban registradas para cursar alguna de las carreras de la Universidad de la República (UDELAR), mientras que en el 2017 aumentaron a 45, y en el 2018 hubo un centenar de preinscripciones. Este año la cifra de aspirantes a cursar estudios universitarios alcanzó las 200 personas. (más…)


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Este proceso de convertir la educación superior en servicio y por ende en mercancía es reflejo de la profundización y radicalización del sistema socioeconómico capitalista en la década de los años 70, que será consolidada y constitucionalizada en varios países de nuestra américa en la década de los años 90 del siglo XX con la imposición de un sistema neoliberal en el que se pretende ampliar al máximo la mercantilización de cualquier espacio de relacionamiento de las personas con el fin de generar una ampliación del mercado para posibilitar una mayor acumulación de capital. (Estrada Alvarez, 2006) Es así como se establecen términos como el capital humano que cosifica a las personas y pretende generar índices e indicadores de precios a la fuerza laboral conforme al adoctrinamiento de esta, como también comprende una violencia simbólica directa e interiorizada en la sociedad y es el pensamiento de que las personas con mayores logros académicos -cada vez más técnicos y menos reflexivos- pueden acceder a una mejor posición económica en la sociedad, lo cual ocasiona un ideal de logro individual y de competencia inscrita a la acumulación de técnicas relevantes para el sistema socioeconómico imperante y muchas de las veces en contradicción con las necesidades de la sociedad en conjunto.

La teoría del capital humano permite hacer unas profundizaciones fundamentales que no existían en versiones anteriores de la teoría neoclásica. Primero, vuelve a la tradición ricardiana y marxista y la amplía al considerar el trabajo como un medio de producción producido, cuyas características dependen de la configuración total de las fuerzas económicas. Segundo, rechaza el supuesto simplista del trabajo homogéneo y centra su atención en la diferenciación de la población activa. Tercero, introduce en el terreno del análisis económico instituciones sociales básicas (como la escuela y la familia), relegadas antes a las esferas culturales o superestructurales” (Bowles & Herbert, 2014)

Este proceso de mercantilización consolida, por un lado, la susceptibilidad de generar acumulación de capital en el mercado de la educación superior y, por otro lado, el adoctrinamiento y servilismo de las sociedades por medio del control de instituciones que son llamadas a la normalización y encajonamiento de las personas a un sistema socioeconómico predeterminado donde no se discuta el sistema en sí, sino a lo máximo las consecuencias de este. Todo esto permitido y consolidado por la intensificación de la parcialidad y particularidad de cada ciencia, donde se observa el árbol cada vez más detalladamente sin entender el papel de este en el conjunto del bosque. En Colombia el papel de la mercantilización de la educación como fuente de acumulación ha sido impedida parcialmente [1] debido a la imposibilidad legal de transferir recursos desde el sistema de educación superior hacia otros sectores o hacia la acumulación individual, pero esto no implica que no se viva en la realidad material en varias instituciones debido al bajo control y/o al contubernio entre instituciones privadas de educación superior y el Estado colombiano. La segunda relación de la mercantilización como fuente de subordinación, alienación, cosificación y normalización ha tenido un proceso altamente preocupante donde los procesos educativos superiores son vistos como transferencia de conocimientos técnicos y matemáticos con baja reflexibilidad y critica, mucho más intensificado en las universidades privadas que en las públicas donde las personas que habitan estos espacios y los mismos espacios se niegan en parte a la ausencia de la crítica y disputan por la construcción en común de una sociedad más justa. A partir de esto el Estado colombiano pretende el adoctrinamiento neoliberal en la universidad pública y a la normalización bajo el concepto de capital humano por medio de: i) la desfinanciación por parte del Estado, ii) la subordinación de la universidad ante los recursos privados de las empresas nacionales y trasnacionales, iii) la financiarización de la educación, iv) el bombardeo de la técnica y matematización del conocimiento y, v) la postración del sistema de educación superior público en el país.

Estrategia y táctica del sistema socioeconómico por la privatización y mercantilización de la educación superior en Colombia.

Como hemos enunciado, la transformación de la educación superior en Colombia en las últimas décadas tiene como origen la emisión de la Ley 30 de 1992, en la que se pretendió generar un espacio de mercantilización del sistema de educación superior aun insipiente, gestando los procesos de deterioro de este, debido a la falta de financiación pública y a la exigencia propia y externa de aumentar la capacidad del sistema de educación publica. Este proceso de largo aliento por la privatización de la educación superior en Colombia se puede evidenciar en el capítulo quinto de la Ley 30 de 1992 -DEL REGIMEN FINANCIERO- donde se establece que el incremento del presupuesto destinado desde el Estado hacia las Universidades Públicas se rige sobre el incremento en pesos constantes -IPC- que tiene como fin mantener en el tiempo el poder adquisitivo de la destinación presupuestal en el año de expedición de la Ley 30. (Congreso de Colombia, 1992) Es decir que la universidad pública en el año 2018 cuenta con el mismo presupuesto del año 1992, lo que conlleva a un grave problema debido a que no se cuenta con los gastos derivados en el aumento de la capacidad de estudiantes, tecnificación de las plantas, mantenimiento de los espacios y ampliación de las sedes, entre otros rubros que han aumentado exponencialmente mientras que los recursos se mantienen invariables con referencia al poder adquisitivo como se puede evidenciar en el siguiente extracto.

Durante la década del 90, esta fue más o menos la característica que adoptó la financiación de las Universidades Estatales; así las Universidades fueron creciendo sus presupuestos en términos reales, aunque nunca de manera relevante. De esta forma y no sin dificultades, las Universidades fueron sorteando los costos crecientes por la expansión de su matrícula (…) Esta temporada de limitación presupuestal coincidió con grandes presiones de los Gobiernos por ampliar la cobertura y no de cualquier manera. No solamente había que construir infraestructura, actualizarse tecnológicamente, mejorar el nivel de formación de los profesores, hacer investigación, mejorar la planta, para atender los rigores de sistema de calidad, sino que había que pensar en cerrar las brechas sociales, llevando ofertas a las regiones apartadas, e incluso incursionado en la formación técnica y tecnológica” (Sistema Universitario Estatal , 2012, pág. 9)

Es así como el aumento en la cobertura de las Universidades Públicas en el país entre el año 1993 y 2018 está alrededor del 11% índice anual, mientras que la destinación presupuestal se mantiene congelada en el tiempo acarreando diferentes procesos de crisis estructural del sistema de educación superior. Esta es la manifestación más clara de la estrategia de largo plazo del Estado por debilitar y transitar hacia la mercantilización de la educación superior basada en una degradación paulatina del sistema y no así ante un choque directo por la privatización del sistema.

Ahora bien, si revisamos cómo ha sido el comportamiento de las transferencias de la Nación a los presupuestos de las Universidades Estatales en comparación con el aumento de cobertura estudiantil, encontramos que mientras los estudiantes matriculados en las 32 Universidades pasaron de ser 159.218 en el año 1.993 a 611.800 en el año 2016, el aporte anual del Estado promedio por estudiante pasó de $10.825.890 a $4.785.338 en el mismo período” (Sistema Universitario Estatal, 2018, pág. 9)

Este desequilibrio entre gastos e ingresos en las universidades públicas como estrategia de privatización, llevó a que las universidades en las ultimas 3 décadas viviera en un constante déficit, que se recrea, hoy en día, en una deuda histórica de aproximadamente 15 billones de pesos, lo cual consolida las diferentes estrategias de desgaste de la universidad pública [2] y la puesta en marcha en el año 2011 de la reforma a la Ley 30 que tenía como propósitos, entre otros: A. La completa mercantilización de la educación superior introduciendo el ánimo de lucro y la transferencia de recursos entre sectores que está impedido en la Ley 30 de 1992. B. La desaparición de la universidad pública derivado de la apertura de financiamiento de sectores privados con estímulo a la acumulación de capital. C. Mayor control de las universidades tanto por el sector privado como por el estado, soterrando la de por si baja autonomía universitaria. Aunque varios sectores sociales y políticos exigen una reforma a la Ley 30, esta reforma emanada por el gobierno de Juan Manuel Santos en el año 2011 no contenía como base la gratuidad, universalidad, autogobierno, autonomía y calidad, todas y cada una exigidas por el pueblo colombiano y el sector de la educación en el país, sino que fue la táctica para la completa privatización y aniquilación de la universidad pública, garantizada, claro está, por la estrategia de desfinanciación y posteriores reformas derivadas de este proceso. Aunque el gobierno del entonces presidente Juan Manuel Santos mantuvo la propuesta de la reforma durante algunos meses, el movimiento estudiantil junto a los diferentes sectores sociales y políticos concretados en la Mesa Amplia Nacional Estudiantil -MANE- doblaron la mano del gobierno que consideró en desistir en su táctica de reforma a la Ley 30 como articulado, mientras implementó e implementan tácticas más técnicas y de más largo aliento con pequeñas reformas como el Acuerdo por lo Superior 2034, Ser Pilo Paga, Generación E y el papel preponderante del ICETEX como fuente de transferencia de recursos públicos hacia los entes privados.

Desfinanciación, burbuja especulativa y subordinación de la educación superior en Colombia

La desfinanciación de la educación superior por parte del Estado colombiano desde el año 1993 es la dosis que gota a gota aumenta y jalona la mercantilización del sistema, donde se observa, como ya evidenciamos un déficit en los ingresos con relación a los gastos de las universidades públicas como también la transferencia cada vez más grande del gasto público para la educación superior hacia diferentes sectores como son el ICETEX y sus políticas de transferencia de capital público hacia universidades privadas por medio de los programas Ser Pilo Paga y Generación E, como se puede evidenciar en la siguiente gráfica.

Relación entre el gasto público en educación superior con respecto a los aportes de la nación a las universidades públicas en Colombia.

En la anterior gráfica, podemos evidenciar el desplome de la inversión desde el gasto público del presupuesto de educación superior hacia las universidades públicas en el país pasando del 55,7% en el año 2002 al 37% en el año 2016, poniendo de manifiesto que no solo el desplome de inversión hacia el presupuesto de educación ha golpeado a las universidades públicas sino que también la destinación de este presupuesto se ha deteriorado derivado a que en los últimos años se ha intensificado los llamados subsidios a la demanda que no es más que créditos captados por el ICETEX con el fin de trasladar dineros públicos hacia entes privados y trasladar la carga de la educación desde el Estado hacia las familias colombianas que al final terminan pagando créditos insostenibles. Este sistema de subsidios a la demanda por medio de los programas Ser Pilo Paga y ahora con el programa Generación E, no solo es injusto con el pueblo colombiano al transferir las cargas de la educación superior a las familias y al trasladar dineros públicos hacia los entes privados de educación superior, sino que es ineficiente en términos económicos y ha generado un hueco fiscal de alrededor de 2 billones de pesos para el año 2018, acusando un posible detrimento patrimonial por medio de la emisión de este tipo de programas que manifiestan inconfundiblemente el compromiso del estado por la privatización del sistema y no por la dignidad del pueblo colombiano.

Según los datos obtenidos del documento Conpes 3914 de 2018, la inversión en este programa ha significado al Estado alrededor de 3,5 billones de pesos entre los años 2015 y 2018 con un alcance de estudiantes beneficiados de tan sólo 40.000 en todas las cohortes. Si se realiza un análisis simple, los aportes que por todo concepto realiza el Estado para financiar el funcionamiento de las Universidades Estatales correspondió este año a 3,6 billones de pesos y benefició a más de 600.000 estudiantes; lo que indica una gran desproporción en el impacto de los recursos destinados a este programa de gobierno frente a los invertidos en el sistema universitario público” (Sistema Universitario Estatal, 2018, pág. 29)

Este tipo de programas estatales de subsidio a la demanda que en la práctica se consolidan en las universidades privadas debido a su relativa facilidad de ingreso, ha generado una burbuja especulativa en las matrículas de dichas universidades, causado por el aumento de la demanda que propicia un aumento del valor de la mercancía en este tipo de universidades vista la educación superior como mercancía y a las y los estudiantes como clientes, y donde el Estado es un agente de transferencia de dineros públicos hacia las universidades privadas alimentando la especulación en dichas entidades.

Tres años después de ponerse en marcha Ser Pilo Paga, sólo el 15,6 % de los beneficiarios están matriculados en universidades públicas, el 83,8 % lo están en universidades privadas y el 0,6 % en instituciones de carácter especial. Las universidades privadas que más pilos reciben son: Javeriana (2.541, 8 %), La Salle (1.881, 6 %), los Andes (1.869, 6 %), Pontificia Bolivariana (1.741, 6 %) y Jorge Tadeo Lozano (1395, 5 %). Los Andes es la tercera universidad que más pilos tiene, pero la que más plata recibe: $49.065’428.800 (…)” (Correa & Pardo, 2017)

Este proceso de burbuja especulativo por medio del programa ser Pilo Paga y ahora el programa Generación E donde las universidades públicas han subido sus matrículas exponencialmente en los últimos años, ha sido confrontada por diferentes senadores y representantes a la cámara como la representante María José Pizarro que increpando a la actual Ministra de Educación María Victoria Angulo, hizo que esta reconociera el proceso especulativo y prometió el control eficiente que se debe tener con estas entidades donde los dineros no pueden ser trasladados hacia otros sectores o hacia personas jurídicas o naturales.

En 2015, la Universidad de los Andes, después de armado el modelo de Ser Pilo Paga, incrementó su matrícula en 5,3 %, en 2016 el incremento fue de 6,9 % y este año el aumento llegó al 9,6 %. Cerca del 35 % de sus nuevos estudiantes matriculados hacen parte del programa” (Correa & Pardo, 2017)

Como todas las promesas gubernamentales todo se queda en eso, promesas, no se ha movido una piedra por observar donde recayeron estos dineros y si fueron trasladados hacia el lucro individual violando la normatividad del país. Este tipo de programa muestran la ineficiencia, injusticia social, traslado de dineros públicos hacia privados, transferencia de las cargas económicas por la educación superior desde el Estado hacia las familias, la financiarización de la educación, reducción de la inversión directa a las universidades públicas, entre otras catastróficas consecuencias que parecen no importarle al Gobierno manteniendo y remasterizando al Ser Pilo Paga ahora con la Generación E, evidenciando tajantemente la estrategia de largo plazo de desfinanciación y mercantilización de la educación acompasada con procesos de corrupción y captación del Estado para incentivar el lucro individual. Estos procesos de desfinanciación de la universidad pública han configurado que en búsqueda de recursos: i) se aumenten las matrículas de las y los estudiantes, ii) la reducción dramática del bienestar estudiantil, iii) reducción de planta profesoral con relación al total de estudiantes, iv) tercerización y flexibilización laboral dentro de las universidades con cargas excesivas y denigrantes para los y las trabajadoras y, v) venta de bienes y servicios, entre otras dinámicas que se acompasan con la violencia simbólica de la cultura neoliberal que se interioriza poco a poco en nuestras universidades y en los currículos de las diferentes carreras universitarias. Todas estas consecuencias merecen un análisis exhaustivo, tan solo enumeramos las consecuencias haciendo énfasis en la venta de bienes y servicios por parte de la universidad pública, donde evidenciamos como esta institución que ha sido vista como creadora y procreadora de justicia social alrededor del país, en los últimos años se ha deteriorado por su complacencia con las empresas trasnacionales y multinacionales que se valen de la necesidad de financiamiento para imponer sus agendas corporativas por encima de la ética de las universidades públicas, y hemos de manifestar también de algunas personas que en complicidad con el sistema y manteniendo un papel preponderante en la burocracia universitaria potencian estas relaciones de corporativismo que golpean directamente las necesidades de las comunidades alrededor del país como son los proyectos extractivistas. Por todo esto, como estudiantes y personas de la comunidad debemos interponernos ante la estrategia del sistema por la mercantilización y privatización e imponer la transformación del sistema de educación donde se propenda por la gratuidad, universalidad, calidad, autonomía y autogobierno con un énfasis directo en concatenar la educación con las necesidades de los sectores populares y las comunidades en resistencia con el fin de construir un país con justicia social e impedir que el sistema neoliberal transite en el tiempo tanto en el sistema educativo como en el país. Desde el pasado 2018, se ha vivido un incremento de la reflexión, construcción y movilización en el movimiento estudiantil colombiano con diferentes reivindicaciones que engloban las necesidades de una educación pública, gratuita, de calidad, universal, con autonomía y autogobierno. En el segundo semestre del año pasado se vivió un paro nacional de las universidades públicas y su movilización anudado con la gran mayoría de los estudiantes de las universidades privadas bajo la reivindicación de educación gratuita y exigiendo el desmonte gradual del programa ser pilo paga y la transformación del ICETEX, programa y entidad respectivamente, que endeuda a millones de familias colombianas. Tras aproximadamente 60 días de cese de actividades en las universidades públicas [3] , con decenas de movilizaciones alrededor del país, con altos niveles de violencia y represión por parte del ESMAD -Escuadrón móvil antidisturbios- y con horas tras horas de asambleas donde se discutió y se decidió el porvenir del movimiento, el 13 y 14 de diciembre tras una mesa con el gobierno nacional exigida y conquistada al calor de la movilización estudiantil se logró un acuerdo provisional con la destinación de: I) aproximadamente 4,5 billones de pesos en los próximos 4 años, II) diferentes mesas técnicas, III) reforma del ICETEX IV) reformas constitucionales enfocadas en blindar y garantizar el presupuesto de la educación pública en el país y, V) reformar los formatos, misión y sentido de las revistas indexadas y del saber en el país. Aunque se entiende por la gran mayoría de las y los estudiantes que la reivindicación de una educación publica no se limita a tan solo la financiación, se comprende que sin esta no es posible la conquista de las diferentes reivindicaciones como es la calidad, autonomía, autogobierno, entre otras reivindicaciones del movimiento estudiantil. Y más claramente que sin la construcción de un país basado en la justicia social y no en el interés particular no se podrá lograr una verdadera educación que se acople con las grandes necesidades de nuestro pueblo y no así de los grandes capitales. El porvenir del movimiento estudiantil se basará en la administración de las victorias de finales del año 2018 y la puesta en marcha de la articulación en la construcción alternativa de un paro cívico nacional donde se confluya las necesidades de los estudiantes, trabajadores, campesinos, indígenas, resistencias territoriales, entre otras capas de la sociedad que exigen un país que garantice una vida digna y con soberanía nacional diseminada por un activo y determinante poder popular.

Conclusión

El país se enfrenta a un contexto bastante preocupante con el regreso de la extrema derecha al poder con lo cual hemos visto el recrudecimiento de la violencia física y estructural, además de usar el miedo para aumentar y fortalecer su poder. Ante este panorama y entendiendo el contexto internacional de crisis económica que repercutirá de igual forma en el contexto nacional, se hace urgente la constante manifestación y articulación de la sociedad colombiana, pues será el pueblo en las calles quien realmente le podrá hacer frente a las políticas austeritarias y autoritarias de este gobierno que ya se han implementado y las que están por venir.

Bibliografía

Bowles, S., & Herbert, G. (2014). EL PROBLEMA DE LA TEORIA DEL CAPITAL HUMANO: UNA CRITICA MARXISTA. Revista de Economía Critica , 220-228. Congreso de Colombia. (28 de Diciembre de 1992). Ley 30 de 1992. Obtenido de SISTEMA DE INFORMACIÓN NORMATIVA, JURISPRUDENCIAL Y DE CONCEPTOS:http://www.legal.unal.edu.co/rlunal/home/doc.jsp?d_i=34632 Correa , P., & Pardo, T. (29 de Abril de 2017). Los Andes, ¿la universidad pública más costosa del país? Obtenido de El tiempo: https://www.elespectador.com/noticias/educacion/los-andes-la-universidad-publica-mas-costosa-del-pais-articulo-691584 Estrada Alvarez, J. (29 de 07 de 2006). Espacio Critico. Obtenido de Las reformas estructurales y la construcción del orden neoliberal en Colombia: http://www.espaciocritico.com/sites/all/files/artcls/a0261_je_refesturcturales.pdf Sistema Universitario Estatal . (Diciembre de 2012). DESFINANCIAMIENTO DE LA EDUCACIÓN SUPERIOR EN COLOMBIA. Obtenido de Sistema Universitario Estatal :https://www.mineducacion.gov.co/1621/articles-341914_archivo_pdf.pdf Sistema Universitario Estatal. (Julio de 2018). Sistema Universitario Estatal 2016-2018. Obtenido de Sistema Universitario Estatal: https://www.utp.edu.co/cms-utp/data/bin/UTP/web/uploads/media/comunicaciones/documentos/Informe-presidencia-SUE.pdf
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El sistema de educación superior en Colombia ha tenido grandes transformaciones después de la instauración de la Ley 30 de 1992 (Congreso de Colombia, 1992), en la cual se contempla la educación superior como servicio público y no como derecho fundamental, caracterización que conlleva a dos premisas: i) la posibilidad de la prestación del servicio por parte de privados; y, ii) la apertura a la mercantilización de la educación superior en el país.

El sistema de educación superior en Colombia: ¿La educación como derecho o mercancía?

23 de febrero de 2019

Este proceso de convertir la educación superior en servicio y por ende en mercancía es reflejo de la profundización y radicalización del sistema socioeconómico capitalista en la década de los años 70, que será consolidada y constitucionalizada en varios países de nuestra américa en la década de los años 90 del siglo XX con la imposición de un sistema neoliberal en el que se pretende ampliar al máximo la mercantilización de cualquier espacio de relacionamiento de las personas con el fin de generar una ampliación del mercado para posibilitar una mayor acumulación de capital. (Estrada Alvarez, 2006)

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<em>Se realizó del 11 al 14 de junio en Córdoba, Argentina, la Conferencia Regional de Educación Superior de América Latina y el Caribe (CRES) 2018.</em><!--more-->

Este evento, conocido como el más importante del Sistema de Educación Superior de la región, reunió a rectores y rectoras, directores y directoras, académicas/os, docentes, estudiantes y representantes de numerosas organizaciones gubernamentales y no gubernamentales, con miras a analizar y debatir sobre la situación del sistema educativo superior en la región y delinear un plan de acción para la próxima década, orientado hacia la necesidad de reafirmar el sentido de la educación como bien social, derecho humano y responsabilidad del Estado.

La CLADE participó en la Conferencia, representada por Eva Da Porta, docente e investigadora del Centro de Estudios Avanzados de la Universidad Nacional de Córdoba e integrante de la Campaña Argentina por el Derecho a la Educación (CADE), y Luis Bonilla-Molina, coordinador internacional de la Red Global/Glocal por la Calidad Educativa.

En los debates de la Conferencia, se recordó el legado y el centenario de la reforma universitaria y del <a href=manifiesto de Córdoba y se destacó el rol de las universidades y la academia en la construcción de sociedades más justas, sostenibles e igualitarias. Además, se subrayaron retos como: la preocupación por el avance de la mercantilización de la educación superior y la necesidad de plantear una universidad comprometida con la mejora de la sociedad y que no esté al servicio del mercado y de la generación de ganancias; el reclamo de la centralidad del Estado como garante de derechos y el reconocimiento de la educación superior como parte del derecho a la educación. Asimismo, se establecieron siete simposios participativos, donde se elaboraron objetivos y principios de acción respecto a distintos temas, para su inclusión en la declaración final del evento. Esta declaración, entre otras recomendaciones para las universidades de la región, enfatiza la autonomía universitaria como elemento clave y defiende el pleno ejercicio al derecho a la educación superior pública, gratuita y de amplio acceso. Insta también a los Estados para que promuevan políticas de ampliación de la oferta de educación universitaria, la revisión en profundidad de los procedimientos de acceso al sistema y la generación de políticas de acción afirmativas - en base al género, etnia, clase y capacidades diferentes - para lograr el acceso universal, la permanencia y la titulación, así como el diálogo de saberes y culturas en la educación superior, atendiendo a una formación de calidad con inclusión, diversidad y pertinencia local y regional. “El acceso, uso y democratización del conocimiento es un bien social, colectivo y estratégico esencial para poder garantizar los derechos humanos básicos e imprescindibles para el buen vivir de nuestros pueblos, la construcción de una ciudadanía plena, la emancipación social y la integración regional solidaria latinoamericana y caribeña”, afirma la declaración. Como aporte a este debate, en el contexto de la CRES 2018, la CLADE presentó un posicionamiento en el que se reafirma la educación como un bien público y un derecho humano fundamental ante las pretensiones de sectores empresariales que quieren convertirla en mercancía, y además se defiende el derecho de las y los jóvenes y estudiantes a estar en la vanguardia de las luchas por la renovación universitaria y la transformación de nuestras sociedades. En ese sentido, la CLADE y el Foro de Educación y Desarrollo Humano de la Iniciativa por Nicaragua (FEDH-IPN) apoyaron la participación de la estudiante de la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN), Victoria Valverde, en la Conferencia. Lea también: Luis Bonilla-Molina: "El derecho humano a la Educación Superior está en una nueva encrucijada en América Latina y el Caribe” Eva Da Porta: “La CRES 2018 señaló que la educación superior es parte del derecho humano a la educación y debe ser garantizada por el Estado” Mauricio Chiluisa: “La academia y la universidad deben transformar la realidad de Latinoamérica” Declaración de los sindicatos de educación superior e investigación de la Internacional de la Educación para América Latina en el marco de la CRES 2018  ">

Conferencia Regional de Educación Superior subraya el rol de la universidad pública, gratuita y de amplio acceso en la construcción de sociedades justas, sostenibles e igualitarias​

21 de junio de 2018

Se realizó del 11 al 14 de junio en Córdoba, Argentina, la Conferencia Regional de Educación Superior de América Latina y el Caribe (CRES) 2018. (más…)


<em>Se realizó la semana pasada en Córdoba, Argentina, la Conferencia Regional de Educación Superior de América Latina y el Caribe (CRES) 2018, evento que reunió a rectores y rectoras, directores y directoras, académicas/os, docentes, estudiantes y representantes de numerosas organizaciones gubernamentales y no gubernamentales, con miras a analizar y debatir sobre la situación del sistema educativo superior en la región y delinear un plan de acción para la próxima década.</em>

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En este marco, entrevistamos a Eva Da Porta, docente e investigadora del Centro de Estudios Avanzados de la Universidad Nacional de Córdoba, quien acompañó algunos de los debates de la Conferencia y comparte a continuación un balance de los principales retos y avances de la educación superior en la región, que se destacaron durante el evento.

<strong>¿En cuáles paneles y actividades de la Conferencia has participado y qué balance haces de estas discusiones?</strong>

Participé en la mesa inaugural de la jornada de la CRES, y fue particularmente interesante porque marcó los diversos posicionamientos de la Universidad Nacional de Córdoba, de representantes de la CRES y de UNESCO respecto del lugar de la educación Superior en el contexto actual. Este momento tuvo una clara dimensión política, no solamente en relación a la educación universitaria en América Latina, sino también en lo que toca a la política nacional argentina, donde se evidenció una tensión fuerte con el gobierno del presidente del país Mauricio Macri, que es claramente de corte neoliberal. En este punto, se destacó el posicionamiento del ex rector de la Universidad Nacional de Córdoba, Francisco Tamarit, quien, respondiendo a una funcionaria de “Cambiemos” que hizo una afirmación muy desafortunada sobre que “no habría que abrir más universidades, porque los pobres no llegan a la universidad”, planteó que si la pobreza es un problema para el acceso a la universidad, lo que hay que resolver es la pobreza, y no cerrar las universidades.

Esta apertura estableció el tono político de la Conferencia y contó con la presencia del Ministro de Educación de Argentina, Alejandro Finocchiaro, quien fue silbado por el público y terminó no pudiendo hablar y tratando de fascistas a las y los estudiantes y docentes que lo interpelaban. A su vez, el rector de la Universidad Nacional de Córdoba, Hugo Oscar Juri, destacó la necesidad de retomar las banderas de la reforma universitaria de Córdoba en el 1918, y durante todo el evento, se relacionó la discusión de la CRES con el aniversario de 100 años de dicha reforma. También se destacó la temática de la interculturalidad y el diálogo de saberes especialmente en el marco de la Conferencia inaugural pronunciada por el sociólogo portugués Boaventura de Sousa Santos tituladad: “Los dolores que quedan son las libertades que faltan”. En esta ocasión, se profundizó en el contenido del manifiesto de 1918 que planteó la reforma universitaria de Córdoba y se definió claramente el posicionamiento que debe tener la universidad frente al modelo neoliberal, como espacio no solo de resistencia, sino también de proposición política.

Su ponencia también señaló claras líneas de trabajo en el sentido de abrir la universidad a los sectores populares excluidos en una perspectiva de diálogo de saberes. Fue el momento más político de la ceremonia inaugural.

Luego, participé en mesas referidas a los desafíos de la educación superior frente a las nuevas tecnologías, la democratización del conocimiento, el conocimiento abierto y los desafíos de la cooperación sur-sur para la educación superior. En estos espacios se subrayaron como ejes: la preocupación por el avance de la mercantilización de la educación superior, el reclamo de la centralidad del Estado como garante de derechos y el reconocimiento de la educación superior como parte del derecho a la educación.

Asimismo, participé en la dinámica de simposios, donde se trabajaron y se discutieron siete ejes temáticos distintos que deberían constar en la declaración final de la CRES, a partir de documentos trabajados en otras instancias previas por docentes e investigadores. En estos espacios, pudimos analizar los objetivos propuestos y presentar y plantear críticas o la reestructuración de los objetivos previstos para los distintos ejes. Participé particularmente en el simposio sobre la investigación científica y tecnológica y la innovación como motores del desarrollo humano, económico y social para América Latina y el Caribe (simposio/eje de número 5), donde se abordaron temas polémicos respecto de la propiedad del conocimiento, la relación entre empresas y universidades, los avances de la privatización y la defensa del conocimiento como un bien público.

<strong>¿Cuál es la importancia de esta Conferencia y qué implicaciones tiene este debate para el movimiento académico y estudiantil-universitario a nivel regional?</strong>

La Conferencia fue un espacio significativo de encuentro y posibilidad de intercambio, cooperación y debate sobre el rol de la educación superior hoy. Han sido muy interesantes los espacios donde se pudieron desarrollar discusiones y opiniones contrapuestas en torno a los puntos neurálgicos de esta cuestión y que requieren de la tarea cooperativa para enfrentarlos los problemas mas acusiantes. El evento dejó clara la necesidad de que las universidades se pongan en vínculo con otras universidades y no solamente a nivel de las y los rectoras/es, si no a nivel de facultades, equipos de investigación, redes de docentes y estudiantes. Si bien la figura de las y los rectoras/es de las universidades fue bastante determinante en la conformación de los paneles, hubo también lugar para expertas/os y estas otras instancias de diálogo e intercambio como foros, simposios y mesas, donde también investigadoras/es, estudiantes, docentes, personas provenientes de distintas regiones y de la sociedad civil pudieron participar, planteando sus perspectivas críticas y propuestas. Creo que en este espacio se fue evidenciando que determinados problemas son compartidos y que es necesario trabajar la cooperación sur-sur, como plantea Boaventura, con miras a plantear estrategias para enfrentar las dificultades y desafíos que plantea la realidad de la region. También se reafirmó en los distintos espacios la idea de que la educación superior es parte del derecho humano a la educación y debe ser garantizada por el Estado y ese es un punto muy importante que debe guiar las estrategias compatidas.

<strong>¿Cuáles son los principales desafíos y avances de la enseñanza universitaria a nivel regional, según los diálogos de la Conferencia?</strong>

El desafío destacado más importante, y que se incluye en el documento final del evento, es el de enfrentar la mercantilización de la educación universitaria, que aparece como una problemática bien marcada de estas últimas décadas. Asimismo, se abordó cuáles son las herramientas con las que contamos hoy y los posicionamientos políticos que hay que asumir para la defensa de la educación como un bien común. Otro desafío subrayado es la demanda por más participación de las mujeres y el reclamo contra el actual tono patriarcal de la universidad. Este eje se filtró en todas las mesas en que participé. Aunque no fue un eje convocante si claramente fue un eje emergente. También se señaló la relevancia de la participación de las comunidades indígenas, afro descendientes y campesinas en reivindicar el reconocimiento de otros modos de producción de conocimiento que no deben ser formateados por el modelo de la universidad tradicional, sino que debe haber un espacio de diálogo. Creo que los tres ejes más significativos a destacarse fueron: la cuestión del financiamiento y la mercantilización de la educación; la cuestión de género; y el diálogo de saberes, así como la necesidad de que la universidad revea sus estrategias y vínculos con las comunidades indígenas, afro descendientes y campesinas que están construyendo sus propias universidades.

<strong>¿Cuál es el rol de la academia y la educación superior en la transformación de nuestras sociedades para que sean más justas, sostenibles e igualitarias?</strong>

Participantes de la Conferencia enmarcaron que la autonomía universitaria es importante, pero el fin último de las universidades es contribuir con sociedades más justas e igualitarias. Eso me pareció también significativo en el marco de la discusión por la reforma universitaria, donde se valora la autonomía universitaria como un requisito para la democratización y la pluralidad del conocimiento, pero también la necesidad de pensar la universidad inserta en la sociedad con miras a generar transformaciones sociales hacia la igualdad y la construcción de sociedades sostenibles y justas. Este debate fue planteado no solo por expositoras/es, sino también por participantes de la CRES. Respecto del interrogante en torno de la pregunta sobre el rol de la universidad si bien se escucharon algunas voces mas cercanas al mercado o a la rentabilidad, creo que se impuso la reivindicación de su rol social y político en la transformación de las sociedades en busqueda de justicia y de equidad. Si bien su rol tradicional vinculado a la producción del conocimiento estuvo presente en los debates, se indagó acerca de qué se entiende por conocimiento, cómo se produce ese conocimiento y quiénes serían sus destinatarios.

La problemática del contexto neoliberal y las tendencias a la privatización y producción de conocimiento útil para generar ganancias también se enfatizó, demostrándose que el modelo neoliberal estimula la construcción de un tipo de conocimiento que pueda ser vendible y mensurable como una mercancía, que de ganancias. Si bien algunas voces estuvieron a favor de esta perspectiva, fue cuestionada en muchos espacios y escenarios de la CRES, y se planteó, no solo la necesidad de contar con instrumentos y estrategias para favorecer el acceso igualitario a la universidad, sino también para garantizar la permanencia y el egreso de la enseñanza superior, así como la posibilidad de que estos conocimientos tengan una utilidad social, más allá de las ganancias que generen, especialmente siendo útiles para aquellos sectores que más necesitan el conocimiento para el desarrollo inclusivo e igualtario.

Si bien se plantearon debates, porque había la presencia de universidades privadas, y expositores a favor de un modelo mas de tipo mercantilista creo que el tono dominante fue el reclamo por el reconocimiento del derecho humano a la educación y la necesidad de implementar políticas y estrategias concretas para garantizarlo. Hubo también un reclamo fuerte por el desarrollo de planes estratégicos concretos para favorecer el acceso a la educación, el fortalecimiento de las universidades públicas, las redes de investigadoras/es y de estudiantes, y un conjunto de estrategias concretas de producción de conocimientos, de regulaciones y acuerdos entre las universidades, para la protección de este patrimonio común que es el reconocimiento y la posibilidad del acceso, del transito y del egreso universitario de la mayoría de la población.

<strong>¿Cómo garantizar la educación superior como derecho humano fundamental y desde la perspectiva de derechos en un escenario regional con fuertes tendencias a la privatización e instrumentalización de esta etapa de enseñanza?</strong>

Creo que en relación al momento político particular que esta atravesando la región, no es menor que en la CRES mayoritariamente se haya reconocido el derecho a la educacón como un derecho fundamental y que se haya planteado como una amenaza para su logro las tendencias privatizadoras y el avance de la lógica mercantil asi como se reconoció el rol central de los estados y de las políticas publicas para su logro. Si bien, como se planteó estas declaraciones no son suficientes y requieren de planificaciones estratégicas, ha sido significativo que el foco de la CRES haya estado allí y no en la discusión sobre la calidad académica u otros temas como la innovación o la internacionalización, que si bien son importantes son consecuencia quizás de esos fundamentos primeros. Asimismo se evidenció la necesidad de un trabajo colaborativo y en red para el desarrollo de estrategias que pueden ir en esa linea y que puedan evaluarse de acá a diez años cuando la nueva CRES se desarrolle y no haya sido solo una cuestión declamada. De hecho, en la CRES 2018, se planteo con claridad la necesidad de contar con instrumentos y planes de acciones concretas para logar esos puntos de acuerdo que se plamaron en la declaración final que reconoce a la eduación superior como un derecho universal, un bien público y un deber de los estados. Ojalá que en esta ocasión no queden esos principios en una mera declaración y se pueda avanzar en el logro y evaluación de los objetivos propuestos que son muy potentes si efectivamente se implementan.

“La CRES 2018 señaló que la educación superior es parte del derecho humano a la educación y debe ser garantizada por el Estado”

19 de junio de 2018

Se realizó la semana pasada en Córdoba, Argentina, la Conferencia Regional de Educación Superior de América Latina y el Caribe (CRES) 2018, evento que reunió a rectores y rectoras, directores y directoras, académicas/os, docentes, estudiantes y representantes de numerosas organizaciones gubernamentales y no gubernamentales, con miras a analizar y debatir sobre la situación del sistema educativo superior en la región y delinear un plan de acción para la próxima década.

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<em>Luis Bonilla-Molina en entrevista exclusiva para la CLADE sobre la III Conferencia Regional de Educación Superior, realizada en Córdoba, Argentina</em><!--more-->

Organizada por el Instituto Internacional de la Unesco para la Educación Superior en América Latina y el Caribe (IESALC UNESCO) y la Universidad Nacional de Córdoba, se realizó en Córdoba, Argentina, la III Conferencia Regional de Educación Superior (CRES2018). La cita más importante del sector universitario de la década se realizó entre el 11 y el 14 de junio de 2018 en los espacios académicos que hace 100 años fueron escenarios del Grito rebelde de Córdoba y su Manifiesto Liminar.

Organizaciones de la sociedad civil miembros de la Campaña Latinoamericana por el Derecho a la Educación (CLADE) estuvieron allí presentes, entre ellas la Red Global/Glocal por la Calidad Educativa, que es también integrante del Consejo de Gobierno del IESALC UNESCO. Luis Bonilla-Molina, coordinador internacional de la Red Global/Glocal por la Calidad Educativa, nos concedió una breve entrevista sobre esta importante reunión de los y las universitarios/as en la región. Lea a continuación.

<strong>¿En cuáles paneles y actividades de la CRES2018 has participado y que balance haces de estas discusiones?</strong>

La CRES2018 es una construcción temática y organizativa en la cual he estado involucrado en los dos últimos años. Primero en su definición conceptual y esquema organizativo en mi condición de presidente del Consejo de Gobierno del IESALC UNESCO (2015-2017) y luego como miembro pleno de esta instancia, desde el 2018. Me correspondió participar activamente en el diseño y sistematización del Foro virtual de la CRES2018 que se desarrolló entre junio y noviembre de 2017, en el cual participaron casi 900 foristas quienes desarrollaron aproximadamente 20.000 interacciones en los siete ejes temáticos de la Conferencia (Vea síntesis de este foro virtual <a href=aquí). En el encuentro central de la CRES2018 se estructuraron los siguientes ejes temáticos a) la Educación Superior como parte del sistema educativo en América Latina y el Caribe; b) la Educación Superior, diversidad cultural e interculturalidad en América Latina; c) la Educación Superior, internacionalización e integración regional de América Latina y el Caribe; d) el Rol de la Educación Superior de cara a los desafíos sociales de América Latina y el Caribe; e) la investigación científica y tecnológica y, la innovación como motor del desarrollo humano, social y económico para América Latina y el Caribe; f) el papel estratégico de la educación superior en el desarrollo sostenible en América Latina y el Caribe; g) a cien años de la reforma de Córdoba. En mi caso, me correspondió participar en los paneles sobre el rol de la educación superior de cara a los desafíos sociales en ALC y, coordinar la mesa referida al “impacto de las nuevas tecnologías en la educación superior”. Además, tuve la oportunidad de participar en múltiples encuentros con estudiantes y organizaciones tanto estudiantiles como académicas. ¿Cuál es la importancia de esta Conferencia y que implicaciones tiene este debate para el movimiento académico y estudiantil universitario a nivel regional? La CRES2018 es un movimiento singular de la corriente histórica social universitaria continental. Es la continuación de las reuniones de La Habana, Cuba (1996), y Cartagena, Colombia (2008), que impulsaron la realización de las dos ediciones de la Conferencia Mundial de Educación Superior organizadas por UNESCO y realizadas en París (1998-2008). Quizá abusando de la síntesis, podríamos señalar que mientras la primera Conferencia expresó la especificidad de la mirada Latinoamericana y Caribeña respecto al desembarco del neoliberalismo y la tercera revolución industrial, la segunda expresó la vocación unitaria de las y los universitarias/os de la región en defender la educación universitaria como un bien público y un derecho humano. La CRES2018 se convoca asociada al centenario del más importante hito de la historia universitaria regional como lo fue el movimiento de la Reforma de Córdoba de 1918, en un momento en el cual el neoliberalismo acentúa y reconfigura sus orientaciones para el sector, queriendo impulsar una neo privatización del mundo universitario en el marco de la reestructuración del modo de producción capitalista como resultado de la cuarta revolución industrial. La CRES2018 se realiza en medio de inusitadas iniciativas de los organismos económicos globales para privatizar el conocimiento, virtualizar la enseñanza superior y convertir los contenidos de aprendizaje en simples repositorios en la nube tecnológica, con una lógica de mercancía y mercado. Si bien es cierto que las instituciones universitarias en la región superan el número de las 13000 y en muchos lugares la cobertura alcanza el 50%, también es cierto que esta dinámica se concentra fundamentalmente en cuatro países con una marcada expansión del sector privado de la enseñanza en ALC. La ideología del mercado y la educación superior como mercancía, desembarcaron bajo el discurso de las competencias y ahora tiene un capítulo especial en los rankings universitarios que orientan para la lógica del capital la actividad del sector. Esto afecta las dinámicas académicas y la propia libertad de pensamiento de las y los estudiantes. Por ello, transversalmente en cada uno de los debates de la CRES2018, se expresaron estas tensiones con un protagonismo de profesoras/es y estudiantes en las resistencias contra la imposición de la lógica del mercado en lo universitario. Córdoba 2018 expresa un balance de lo actuado en materia de defensa de la educación universitaria como bien público y derecho humano fundamental, pero nos muestra también retos y desafíos en su sostenimiento que demandan la unidad de todos los actores sociales interesados. La CLADE está llamada a desarrollar una articulación especial en esa dirección en los próximos años. Córdoba también expresó las tensiones que generan las nuevas narrativas del capital interesado en novedosas formas de privatización y mercantilización que en muchos casos apenas si son percibidas y analizadas por quienes construimos alternativas. ¿Cuáles son los principales desafíos para la enseñanza universitaria a nivel regional, según los diálogos de la Conferencia? En la CRES2018 se manifestó una conciencia generalizada respecto a pasar definitivamente de las declaraciones a un plan de acción regional que permita unificar los esfuerzos por una educación pública, gratuita y de calidad comprometida con la transformación regional y la justicia social. Buena parte de la construcción de ciencia, conocimiento y referencia ética regional sigue pasando por el mundo universitario, quedando en evidencia en los debates la necesidad de actualizar sus dinámicas y performance a las nuevas realidades del siglo XXI si queremos seguir teniendo este rol estelar. Desde mi perspectiva el gran desafío está en la actualización de las narrativas de resistencia a la ideología del mercado, para dar cuenta del impacto del mundo tecnológico no solo en la educación como derecho humano, sino en la sociabilidad, el encuentro y la posibilidad de construir juntos el futuro. Son enormes las oportunidades para la educación superior que se abren con el desarrollo tecnológico, pero es urgente prevenir respecto a las pretensiones de sectores del capital global, que no trabajan para usar sus bondades en los procesos de enseñanza-aprendizaje, sino para virtualizar el mundo universitario en su totalidad. A muchos sectores progresistas esto les parece una posibilidad remota y no real y tangible en el corto plazo, eso puede afectar estratégicamente la defensa de la educación como derecho humano para aprender a convivir y construir juntos un mundo mejor. Cada momento histórico tiene sus tareas nuevas para estudiantes y profesoras/es comprometidas/os con el cambio social y este no es la excepción. ¿Cuál es el rol de la academia y la educación superior en la transformación de nuestras sociedades para que estas sean más justas, sostenibles e igualitarias? Hace 200 años la segunda revolución industrial anunció mayores niveles de bienestar para la humanidad. Hoy 1300 millones de personas, es decir una séptima parte de la humanidad no tiene acceso a la electricidad. La tercera revolución industrial nos anunció que la internet posibilitaría mayores niveles de democratización de la comunicación y la información, pero hoy solo el 38% de la población tiene acceso a la conectividad y en la región este porcentaje cae brutalmente. Es hora de que la ciencia, la tecnología y el conocimiento sean realmente democratizados y sirvan para alcanzar justicia social en equilibrio con la naturaleza. La universidad no puede ser una fábrica de tituladas/os sin compromiso social ni puede estar ajena a las crecientes desigualdades que está generando el neoliberalismo en el siglo XXI. De allí que el plano ético del mundo universitario y su compromiso con fomentar un pensamiento crítico actualizado estén a la orden del día en la agenda de transformaciones. La universidad tiene que repensarse a sí misma. Por ejemplo, atreverse a pensarse en sus orígenes y procesos ya no como una universidad limitada en la práctica a lo formativo, sino dar el auténtico salto a lo investigativo enraizado con las aspiraciones del movimiento popular como epicentro de su actividad. Debemos romper con los prejuicios anti científicos que esconden la aceptación sumisa a la diferencia y atrevernos a construir otras formas de usar los avances científicos para romper desigualdades y alcanzar una sociedad donde el bienestar se democratice realmente. Debemos atrevernos a interrogarnos respecto a la universidad que requiere el presente en el continente, en clave de superación de la concentración de la riqueza. Tenemos que atrevernos a desafiar el peso de la costumbre, atreviéndonos por ejemplo a pensar si la universidad del presente no debe ser más bien una universidad del territorio que rompa con las franquicias derivadas de universidades nacionales. Los desafíos conceptuales y operativos son múltiples y considero que la CLADE puede jugar un papel estelar en el futuro cercano en la reconfiguración de estos debates. ¿Cómo garantizar la educación superior como derecho humano fundamental y desde la perspectiva de derechos, en un escenario regional con fuertes tendencias a la privatización e instrumentalización de esta etapa de enseñanza? Lo urgente para resistir es actualizar nuestros análisis. Hay una mutación radical del modo de producción capitalista que impactará en el corto plazo al mundo universitario. No es osado pensar que la universidad como espacio de encuentro, sociabilidad y construcción compartida de un destino común está amenazada por “nuevas” formas de aprendizaje centradas en lo cognitivo y no en lo social. La privatización de la segunda década del siglo XXI desarrolla nuevas expresiones y formas que era imposible prever en la década de los noventa del siglo XX. Si usamos argumentos del pasado para enfrentar las ofensivas del presente los esfuerzos en defensa de la educación superior como derecho humano, pueden verse limitadas o resultar insuficientes para enfrentar la mercantilización del presente. Tenemos que romper la “pulsión de fuga” que se expresa en la apelación a viejos análisis y consignas que hoy pueden resultar significantes vacíos si no los actualizamos. Mi gran preocupación reside en la constatación que mientras los intereses centrados en el mercado usan la innovación para impulsar sus iniciativas, buena parte de las resistencias al modelo educativo del mercado se están quedando petrificadas en la tradición. Es urgente asociar tradición con innovación en los análisis y la articulación de iniciativas en defensa de la educación superior como derecho humano.">

“El derecho humano a la Educación Superior está en una nueva encrucijada en América Latina y el Caribe”

Luis Bonilla-Molina en entrevista exclusiva para la CLADE sobre la III Conferencia Regional de Educación Superior, realizada en Córdoba, Argentina (más…)


<em>La Conferencia Regional de Educación Superior de América Latina y el Caribe 2018 discutió sobre la situación del sistema educativo en la región y delineó un plan de acción para la próxima década. Para profundizar en los debates que tuvieron lugar en el evento, entrevistamos al participante Mauricio Chiluisa, que es presidente nacional de la Federación de Estudiantes Universitarios del Ecuador</em>

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Se realizó del 11 al 14 de junio en Córdoba, Argentina, la Conferencia Regional de Educación Superior de América Latina y el Caribe (CRES) 2018. Este evento, conocido como el más importante del Sistema de Educación Superior de la región, reunió a rectores y rectoras, directores y directoras, académicas/os, docentes, estudiantes y representantes de numerosas organizaciones gubernamentales y no gubernamentales, con miras a analizar y debatir sobre la situación del sistema educativo en la región y delinear un plan de acción para la próxima década, orientado hacia la necesidad de reafirmar el sentido de la educación como bien social, derecho humano y responsabilidad del Estado.

Mauricio Chiluisa, presidente nacional de la Federación de Estudiantes Universitarios del Ecuador, participó en la Conferencia y concedió una entrevista a la CLADE, en la que presenta algunos de los principales debates del encuentro y su importancia para las luchas del movimiento estudiantil universitario en la región.

<strong>¿En cuáles paneles o actividades de la Conferencia has participado y qué balance haces de estas discusiones?</strong>

Participé en los paneles sobre el Centenario de la Reforma Universitaria de Córdoba y los desafíos de la educación universitaria en la actualidad. A la vez, también acompañé el foro organizado por Organización Continental Latinoamericana y Caribeña de Estudiantes (OCLAE) con las distintas federaciones de estudiantes universitarias/os del continente. Consideramos la CRES como un espacio de debate y criticidad frente al sistema educativo, pero creo que hizo falta en la Conferencia tomar en cuenta más a las y los universitarias/os vulnerables y hacer más diálogos con los movimientos estudiantiles.

<strong>¿Cuál es la importancia de esta Conferencia y qué implicaciones tiene este debate para el movimiento académico y estudiantil-universitario a nivel regional?</strong>

Para el movimiento estudiantil universitario, esta Conferencia es muy importante porque se definen ejes de acción para los próximos diez años en el continente. Consideramos que es un espacio muy importante donde se discuten los principales problemas de la educación universitaria y cómo darles salida.

<strong>¿Cuáles son los principales desafíos y avances de la enseñanza universitaria a nivel regional, según los diálogos de la Conferencia?</strong>

Los principales aspectos de la Conferencia fueron: la inclusión de la no discriminación, la defensa de la autonomía universitaria y del co-gobierno en las universidades, y el reconocimiento de la lucha del movimiento estudiantil y del derecho a la participación. Como movimiento estudiantil, hemos planteado que se pueda respetar el co-gobierno y se pueda generar un espacio de debate en la Conferencia, para que en estos diálogos exista la defensa del co-gobierno, la equidad de género, la accesibilidad y el libre ingreso a las universidades.

<strong>¿Cuál es el rol de la academia y la educación superior en la transformación de nuestras sociedades para que sean más justas, sostenibles e igualitarias?</strong>

La universidad no debe estar fuera o excluida de los eventos sociales, políticos o culturales que suceden en los países de la región. La academia y la universidad deben transformar la realidad de Latinoamérica.

CRES 2018: “La academia y la universidad deben transformar la realidad de Latinoamérica”

18 de junio de 2018

La Conferencia Regional de Educación Superior de América Latina y el Caribe 2018 discutió sobre la situación del sistema educativo en la región y delineó un plan de acción para la próxima década. Para profundizar en los debates que tuvieron lugar en el evento, entrevistamos al participante Mauricio Chiluisa, que es presidente nacional de la Federación de Estudiantes Universitarios del Ecuador

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Por una educación garante de derechos: Demandas de estudiantes secundaristas para América Latina y el Caribe

28 de enero de 2017

El documento señala los elementos de la coyuntura regional que afectan de manera directa la educación secundaria, así como las principales demandas y agendas de lucha de las y los estudiantes


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