Presentación de Timothy Ireland, director de la Cátedra UNESCO EPJA en la Universidad Federal de Paraíba (Brasil) y vicepresidente del Consejo Internacional de Educación de Adultos (ICAE) para América Latina.

Consulta subregional de Educación de Personas Jóvenes y Adultas para la Séptima Conferencia Internacional de Educación de Adultos (CONFINTEA VII)

15 de diciembre de 2023

Presentación de Timothy Ireland, director de la Cátedra UNESCO EPJA en la Universidad Federal de Paraíba (Brasil) y vicepresidente del Consejo Internacional de Educación de Adultos (ICAE) para América Latina.


En el marco de la justicia educativa, alfabetizar personas jóvenes y adultas para transformar vidas.

27 de septiembre de 2023
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Miriam Camilo Recio

Educadora popular y especialista en gestión de Educación de Personas Jóvenes y Adultas (EPJA). Coordina el Grupo de Incidencia en Política Educativa (GIPE) del Consejo de Educación Popular de América Latina y el Caribe (CEAAL) y participa de la Plataforma de Redes Regionales por la EPJA. Ex directora General de Educación de Jóvenes y Adultos en el Ministerio de Educación de República Dominicana.

Una pedagogía dialógica, abierta a construir nuevos mundos y sueños que nos invitan a caminar hacia un horizonte infinito, a lograr los inéditos viables, en el decir del propio Freire.

La alfabetización desde la pedagogía dialógica de Freire

La literatura sobre alfabetización de personas jóvenes y adultas es amplia y es propicio recordar la celebración de los 102 años del nacimiento de Paulo Freire, pedagogo de la liberación, referente fundamental para una alfabetización encaminada a transformar la vida de los más excluidos del derecho a la educación. De su legado, hemos aprendido una pedagogía dialógica, abierta a construir nuevos mundos y sueños que nos invitan a caminar hacia un horizonte infinito, a lograr los inéditos viables, en el decir del propio Freire. 

Se celebra un día Internacional de la Alfabetización, el 8 de septiembre, proclamado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) desde 1965. Es un día en el cual muchos países, sus gobiernos, entidades de la sociedad civil, los organismos internacionales de diferentes naturalezas, aprovechan para hacer visible la realidad del analfabetismo a nivel mundial, regional, nacional y local, en contextos específicos. También se destaca el impacto del analfabetismo en determinados sectores, particularmente en las mujeres y en el sector rural. 

Cada año la UNESCO define un lema a nivel mundial que, para el presente año 2023, el lema es Promover la alfabetización para un mundo en transición. La UNESCO busca con esta iniciativa destacar los diversos ámbitos de aprendizaje propuestos, así como las interconexiones existentes entre ellos que facilitan el proceso pedagógico y fomentan la resiliencia. 

Alrededor de cada 12 años se realiza una conferencia internacional de educación de personas adultas. Desde 1949 hasta la fecha se han realizado siete conferencias, conocidas por la sigla CONFINTEA. Cada conferencia aborda el tema de la alfabetización desde diferentes perspectivas. 

Hay que indicar que el impacto de los resultados de las conferencias es limitado, si estos no son asumidos con responsabilidad y con líneas de acción significativas por cada gobierno nacional, según sus necesidades, en cada contexto, incluyendo un financiamiento descolonizado por un mundo más justo y una educación digna y sustentable para toda la población, sin importar la edad. 

El MAM contiene estrategias concretas para el desarrollo de la educación de personas adultas en torno a cuestiones prioritarias, entre las que destacan: la igualdad de acceso, la alfabetización de las mujeres, el aprendizaje digital y el cambio climático

La Conferencia Internacional de Educación de Adultos (CONFINTEA VII)

En el año 2022 se llevó a cabo la CONFINTEA VII que arrojó como resultado el Marco de Acción de Marrakech (MAM). El mismo tiene como propósito orientar las políticas de educación de personas jóvenes y adultas, EPJA y la calidad de los aprendizajes. 

El MAM contiene estrategias concretas para el desarrollo de la educación de personas adultas en torno a cuestiones prioritarias, entre las que destacan: la igualdad de acceso, la alfabetización de las mujeres, el aprendizaje digital y el cambio climático; sitúa la alfabetización de la referida población como prioridad, sin embargo, no es abordada de manera amplia, no se definen líneas de acción que orienten, ni generen iniciativas innovadoras de impacto regional; tampoco visibiliza los requerimientos de una justicia educativa, que haga viable el derecho a la educación en cada uno de los países de la región. 

Por otra parte la CONFINTEA VI, la cual no podemos dejar de mencionar, abordó de manera bien sustentada la alfabetización, indicando que “es la base más importante sobre la cual se construye un aprendizaje general, inclusivo e integrado a lo largo de toda la vida, y en todos los aspectos de la vida para todas las personas jóvenes y adultas, considerando que es vital redoblar esfuerzos para asegurar que las metas y prioridades de la alfabetización, definidas en otras iniciativas y plataformas, se cumplan por todos los medios posibles. Destaca que el derecho a la alfabetización es inherente al derecho a la educación. Es un facilitador del desarrollo de la autonomía personal, social, económica y política”. 

La educación de personas jóvenes y adultas, en particular la alfabetización, les permite a las personas, especialmente a las mujeres, hacer frente a múltiples necesidades de aprendizaje, personales, emocionales, aumento de su autoestima, urgencias familiares, comunitarias, de salud, movilidad, crisis sociales, económicas y políticas, al cambio climático. Muchas expresan que es prioridad para acompañar a sus hijos e hijas en sus primeros años de escolaridad y mejorar sus condiciones de vida, aunque reconocemos que esto es limitado. 

El continuo educativo se enmarca en el paradigma del derecho a aprender a lo largo de la vida.

Experiencia de República Dominicana: el continuo educativo, paradigma del derecho a aprender a lo largo y ancho de la vida

La alfabetización es un cimiento indispensable que permite a las personas jóvenes y adultas aprovechar las oportunidades de aprendizaje en todas las etapas del continuo educativo (MAB). El continuo educativo se enmarca en el paradigma del derecho a aprender a lo largo de la vida; profundizar la continuidad de los aprendizajes en la educación básica y más allá es una garantía para el desarrollo de competencias o capacidades para la lectura y escritura, que sin duda permitirán una vida más digna, democrática y en libertad para todas las personas. 

Ese continuo educativo, nos sirvió de soporte para propiciar la construcción de un modelo de educación básica en República Dominicana que supera la tradicional y mal llamada “escuela nocturna”, por espacios de aprendizaje flexibles, adecuados a las necesidades de la población que inicia su proceso de alfabetización. 

El punto de partida del proceso de aprendizaje diseñado en República Dominicana, apunta a la creación de un modelo de sociedad y de escuela más inclusivo, a la construcción de una ciudadanía activa y participativa; se parte de un proceso de aprendizaje, con un enfoque de derecho, algunos tan vitales y fundamentales como el derecho a un nombre, a documentos de identidad, a una nacionalidad, como se plantea en la Guía de Alfabetización Quisqueya Aprende Contigo (2012). Igualmente, al desarrollo de la continuidad educativa en básica. 

Se reivindica el derecho de la población de 14 años y más, por una educación de personas jóvenes y adultas (EPJA) gratuita, pública, flexible de calidad, emancipadora.

Por experiencia reiteramos que esta última es la vía para hacer sostenible los aprendizajes de lectoescritura logrados en la alfabetización inicial. Se reivindica el derecho de la población de 14 años y más, por una educación de personas jóvenes y adultas (EPJA) gratuita, pública, flexible de calidad, emancipadora, que a través de los aprendizajes logrados y en las condiciones materiales en que se realice dignifique a la población que participa. 

De manera que, dando seguimiento sistemático a la realidad del analfabetismo en el mundo, y en la región, podemos afirmar que, durante décadas se han dado cifras similares. Según UNESCO, “en el mundo se cuenta, en la actualidad, con alrededor de 771 millones de personas analfabetas, la mayoría mujeres. En la región de América Latina y el Caribe, más de 30 millones de personas analfabetas. La existencia de elevadas tasas de analfabetismo hace pensar, en sí los gobiernos y los organismos internacionales han hecho lo suficiente, en términos políticos y financieros”. 

Se requiere una mirada desde una perspectiva integral, articuladora, transformadora de la vida de la gente.

Llamado por una nueva institucionalidad para una alfabetización transformadora

Esta realidad implica construir una nueva institucionalidad para dar respuesta a la realidad del analfabetismo, no bastan las declaraciones. Se requiere una mirada desde una perspectiva integral, articuladora, transformadora de la vida de la gente. La alfabetización es parte de un subsistema de la EPJA, que le permite un continuum educativo sin límite para seguir aprendiendo. 

Son pocos los países que han desarrollado experiencias para reducir los niveles de analfabetismo. Entre ellos, en la década entre 2010 y 2020, se destacan República de Bolivia y República Dominicana, con buenas prácticas de alfabetización, como se da cuenta en el Informe Regional de América Latina y el Caribe, Procurando acelerar el paso del CEAAL. Esto compromete a todos los países a elaborar propuestas de políticas y estrategias que constituyen desafíos y retos importantes pendientes de resolver para contribuir, posicionar y visibilizar la alfabetización; responsabilidad que constituye un acto ético, político y pedagógico a favor de la educación de personas jóvenes y adultas (EPJA), la cual permanece invisible en el conjunto de iniciativas desarrolladas en el campo educativo en la mayoría de los países de la Región. 

Es de justicia educativa, promover el aprendizaje de las personas jóvenes y adultas, como un compromiso desde las pedagogías críticas y educaciones populares, propiciando “hacer más pública la educación popular y más popular la educación pública”.

Es de justicia educativa, promover el aprendizaje de las personas jóvenes y adultas, como un compromiso desde las pedagogías críticas y educaciones populares, propiciando “hacer más pública la educación popular y más popular la educación pública”. 

Se reconoce que el aprendizaje a lo largo de la vida abarca actividades de aprendizaje para todas las personas sin importar la edad; agregamos a lo ancho de la vida, para hacerla más inclusiva, en todos los contextos de la vida cotidiana donde es posible aprender: campo, ciudad, familia, espacios de aprendizaje (en sentido amplio), escuela, comunidad, lugar de trabajo, territorio donde habita, a través de diferentes modalidades: formal, no formal e informal, que respondan a las necesidades y demandas de aprendizaje de la población; contemplar el aprendizaje comunitario, para la igualdad y el acceso de todas las personas excluidas del derecho a la educación, incluidas las personas adultas mayores; el aprendizaje en entornos digitales; la creación de una cultura de aprendizaje permanente y para el futuro del trabajo, que prepare a las personas jóvenes y adultas para los aprendizajes de un mundo en transicióncomo destaca UNESCO, en el lema de este año 2023, y en proceso de transformación. 

Se busca también cumplir con los Objetivos del Desarrollo Sostenible, para lo cual se requiere de voluntad política, participación e inversión de los gobiernos, así como de un liderazgo político, social, popular y empresarial con un firme compromiso de superar el bajo nivel educativo de nuestros pueblos, trascendiendo la alfabetización inicial. 

Para finalizar, se constata que los temas de la institucionalidad en EPJA tienen una gran complejidad y que existe un gran desequilibrio entre el sistema escolar en general y los subsistemas de EPJA: niveles, modalidades, entornos formales, no formales e informales. Son muchos los desafíos a los cuales hay que responder para la transformación de la institucionalidad de la educación de personas jóvenes y adultas, incluida la alfabetización. 

El ritmo de desarrollo de la institucionalidad de la EPJA, depende de diversos factores, instancias y poderes, entre los que se destacan: la legislación, la estructura presupuestaria; las priorizaciones de las políticas educativas; la gestión en los territorios; la voluntad política y la capacidad de movilización de los diferentes actores, en particular de la población joven y adulta, sujeto de los procesos de aprendizaje. 

En los sistemas educativos generalmente se prioriza la educación de niños y niñas, desconociendo el papel que desempeñan las personas adultas responsables de acompañar su desarrollo, educación y sus aprendizajes para la vida. Es por ese motivo y por experiencia que se reivindica la necesidad de una gestión interministerial, que comprometa todo al Estado, también los gobiernos municipales, las organizaciones sociales y las empresariales. 

La alfabetización y la EPJA en general, no son exclusivas de los ministerios de educación; comprometiendo a toda la sociedad, se fortalece y facilita un estilo de gestión que contribuye con un manejo racional de los recursos, asumiendo la alfabetización como cuestión de derecho fundamental. 

Que se abran las puertas de la justicia educativa, del Buen Vivir y de la Esperanza, para todas las personas excluidas del derecho a la educación en el nivel de Alfabetización.


Para Laura Gianecchinni, coordinadora programática de la CLADE, uno de los destaques de la iniciativa es su poder de articulación de organizaciones nacionales, regionales e internacionales que luchan por el derecho humano a la educación en América Latina y el Caribe.

CLADE: articulación plural de organizaciones nacionales, regionales e internacionales por el derecho a la educación en América Latina y el Caribe

25 de septiembre de 2023

Para Laura Gianecchinni, coordinadora programática de la CLADE, uno de los destaques de la iniciativa es su poder de articulación de organizaciones nacionales, regionales e internacionales que luchan por el derecho humano a la educación en América Latina y el Caribe.


Proposito de la CLADE: articular la sociedad para defender el derecho humano a la educación

“El proposito de crear la CLADE fue articular los diversos actores sociales para defender el derecho humano a la educación que en aquel entonces – así como hoy – estaba en riesgo”, explica la primera coordinadora general de la CLADE, Camilla Croso. Al coordinar las acciones e iniciativas de la CLADE hasta 2020, Camilla Croso presenta algunos elementos importantes existentes en la lucha de la membresía a lo largo de todos estos años.


Roman Odintsov

Adelaida Entenza, especialista en derechos humanos: La brecha digital es una más de las múltiples exclusiones

26 de enero de 2023

Los derechos digitales retomaron el protagonismo del debate público vinculado a la educación, especialmente durante la pandemia. En este contexto, la educación virtual se volvió indispensable para facilitar aprendizajes y, al mismo tiempo, evidenció la precariedad de los sistemas educativos que no logró con que una parte considerable de estudiantes, docentes y comunidad educativa accediera a dispositivos de internet, plan de datos y manejo de aplicativos requeridos.

Adelaida Entenza, abogada, experta en Derechos Humanos, consultora en temas de EPJA, analiza la digitalización en la Educación de Personas Jóvenes y Adultas, resalta la importancia de la igualdad en el acceso a los entornos digitales y recursos digitales, de lo contrario podría representar nuevas barreras educativas o la ampliación de brechas ya existentes. “Las cifras más recientes indican que casi un 23% de la población de nuestra región no cuenta con acceso a internet, lo cual afecta mayormente a las poblaciones rurales, comunidades indígenas, afrodescendientes, personas migrantes y en mayor medida a las mujeres” afirmó la investigadora. 

Políticas estatales insuficientes para la cobertura digital

A pesar de que algunos Estados han orientado algunas iniciativas para enfrentar las brechas, esto ha sido insuficiente. A su juicio, “este panorama ha estado marcado por la escasa prioridad y la ausencia casi total de respuestas en términos de políticas, inversiones, programas o iniciativas de inclusión digital”. 

“La brecha digital es una expresión más de las múltiples exclusiones y en este contexto de pandemia la implementación de la educación remota ha implicado un aumento de las desigualdades” aseguró Adelaida Entenza. 

Derechos digitales toman protagonismo en la agenda educativa

La relevancia de la alfabetización digital crítica por lo que se impulsan diversas iniciativas que promueven el internet como derecho humano y bien común de los pueblos, colocando su valor social en el ámbito educativo, lo que implica profundizar el acceso a la conectividad, abrir los debates sobre la propiedad, el manejo y la inteligencia de datos, y potenciar el uso de tecnologías libres

La investigadora señala que las “tecnologías digitales implican la realización del derecho a la educación y abonan en general a todos los derechos humanos”. 

La XII Asamblea Regional de la CLADE compartió la declaración final manifestando como demanda “que se declare el acceso a internet como un derecho humano y se transite hacia la transformación digital”.

Escucha las palabras de Adelaida Entenza, consultora que compartió las reflexiones sobre la brecha digital, difundidas en el Podcast Educación ¿qué onda?


La alfabetización y los servicios de educación de personas jóvenes y adultas: retos y desafíos para la inclusión social

13 de diciembre de 2021

Año de publicación: 2018

Publicado por: Foro Socioeducativo, InteRed y OXFAM

Este documento analiza los alcances, metas, resultados y recursos del Subsistema de Educación de Personas Jóvenes y Adultas del Ministerio de Educación de la República Dominicana (MINERD) en el período 2013-2017.


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Por una Educación de Personas Jóvenes y Adultas Emancipadora y Garante de Derechos. Encuentro de Estudiantes de Educación de Personas Jóvenes y Adultas (EPJA)

Año de publicación: 

Publicado por: Coalición Colombiana por el Derecho a la Educación

La publicación presenta experiencias de estudiantes de la Educación de Personas Jóvenes y Adultas (EPJA), la historia de esa modalidad educativa, su contexto y situación de Colombia e internacionalmente. Asimismo, hace un análisis sobre la EPJA en el marco de la Agenda de Educación 2030 y propuestas de incidencia política para fortalecerla en el país.


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María Cianci Bastidas

Maria Cianci Bastidas, venezolana, socióloga, educadora y comunicadora popular, es coordinadora de Formación e Investigación en la Coordinación General de la Asociación Latinoamericana de Educación y Comunicación Popular (ALER) y facilitadora de diversos talleres vinculados a género, comunicación popular, producción radiofónica, educación popular, organización comunitaria, sistematización. Ha sido profesora de sociología de la comunicación, metodología de la investigación, economía política y análisis de la realidad.

A propósito del 8 de septiembre, día internacional de la alfabetización

Benita es una mujer que aprendió a leer a los 24 años, ya tenía 2 hijas y 1 hijo, además responsable de hogar. Benita participó de un proceso de alfabetización para personas jóvenes y adultas, en sus propias palabras, la vida cambió para siempre. Reconoció que en las letras había más que información, y se involucró en la organización comunitaria de su barrio. Con un grupo de mujeres se empeñaba, tercamente en mover las injusticias a las que se someten quienes viven en sectores populares y con frecuencia quedan al margen de la atención del Estado para una verdadera garantía de derechos. Llevó y lleva varios proyectos, uno de ellos el programa de integración escolar para niñas, niños y jóvenes que habían interrumpido su trayectoria educativa.

La historia de Benita podría ser la de cualquier persona, en cualquier barrio de América Latina y El Caribe. A pesar del desarrollo tecnológico aún con vergüenza y responsabilidad debemos asumir que en el planeta, 773 millones de personas adultas no saben leer ni escribir. ¡Sí! Escuchó bien 773 millones de personas, eso equivale a toda la población de los 30 países de América Latina y El Caribe sumando unos numeritos más.

La cifra de por sí ya es alarmante, pero hay que ponerle cara a esos números, para que dejen de ser fríos y sintamos como si fuera carne propia la exclusión y discriminación que sufren personas como Benita que no podían leer ni escribir.

Leer y escribir no son solo operaciones lógicas y cognitivas, se refiere también a un mundo de posibilidades que se abre a su par. Acceder a la autonomía para no ser víctimas de engaños, para procesar lecturas y reflexiones a su gusto. Y también como decía Freire, el maestro que nos inspira en la educación popular, para aprender a leer el mundo, sabemos que leer es mucho más que decir ma, me, mi, mo. Leer es un acto político, donde aprendemos sobre la cultura democrática, la participación ciudadana y nos liberamos de las múltiples formas de opresión y violencias, explícitas o sutiles.

Adicionalmente a la lectoescritura, hoy en pleno 2021 tenemos desafíos que se cruzan con el contexto de la pandemia y la alfabetización digital. Tener acceso a computadoras, teléfonos u otros dispositivos es una parte del acceso digital, acceder al internet resulta otro peldaño que debe escalarse, y que persiste como barrera para la enseñanza – aprendizaje, sin dejar de lado que al mismo tiempo el manejo de las tecnologías sigue dejando a mucha gente por fuera.

Hoy, 8 de septiembre es día internacional de la alfabetización, y aunque la Organización de Naciones Unidas señala en la meta 4 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible en la Agenda 2030, garantizar una educación durante toda la vida. La tarea aún sigue pendiente.

La alfabetización es pues, un camino libertario, para la emancipación y autonomía hacia la dignidad y ejercicio pleno de derechos. Resulta urgente e impostergable un compromiso firme con el financiamiento educativo público para que el derecho humano a la educación sea un hecho concreto para todas las personas, por supuesto considerando la alfabetización en todas sus dimensiones.

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Artículo escrito por María Cianci Bastidas, de La Asociación Latinoamericana de Educación y Comunicación Popular (ALER)

Alfabetización en tiempos de pandemia y era digital

9 de septiembre de 2021

María Cianci Bastidas

Maria Cianci Bastidas, venezolana, socióloga, educadora y comunicadora popular, es coordinadora de Formación e Investigación en la Coordinación General de la Asociación Latinoamericana de Educación y Comunicación Popular (ALER) y facilitadora de diversos talleres vinculados a género, comunicación popular, producción radiofónica, educación popular, organización comunitaria, sistematización. Ha sido profesora de sociología de la comunicación, metodología de la investigación, economía política y análisis de la realidad.

A propósito del 8 de septiembre, día internacional de la alfabetización

Benita es una mujer que aprendió a leer a los 24 años, ya tenía 2 hijas y 1 hijo, además responsable de hogar. Benita participó de un proceso de alfabetización para personas jóvenes y adultas, en sus propias palabras, la vida cambió para siempre. Reconoció que en las letras había más que información, y se involucró en la organización comunitaria de su barrio. Con un grupo de mujeres se empeñaba, tercamente en mover las injusticias a las que se someten quienes viven en sectores populares y con frecuencia quedan al margen de la atención del Estado para una verdadera garantía de derechos. Llevó y lleva varios proyectos, uno de ellos el programa de integración escolar para niñas, niños y jóvenes que habían interrumpido su trayectoria educativa.

La historia de Benita podría ser la de cualquier persona, en cualquier barrio de América Latina y El Caribe. A pesar del desarrollo tecnológico aún con vergüenza y responsabilidad debemos asumir que en el planeta, 773 millones de personas adultas no saben leer ni escribir. ¡Sí! Escuchó bien 773 millones de personas, eso equivale a toda la población de los 30 países de América Latina y El Caribe sumando unos numeritos más.

La cifra de por sí ya es alarmante, pero hay que ponerle cara a esos números, para que dejen de ser fríos y sintamos como si fuera carne propia la exclusión y discriminación que sufren personas como Benita que no podían leer ni escribir.

Leer y escribir no son solo operaciones lógicas y cognitivas, se refiere también a un mundo de posibilidades que se abre a su par. Acceder a la autonomía para no ser víctimas de engaños, para procesar lecturas y reflexiones a su gusto. Y también como decía Freire, el maestro que nos inspira en la educación popular, para aprender a leer el mundo, sabemos que leer es mucho más que decir ma, me, mi, mo. Leer es un acto político, donde aprendemos sobre la cultura democrática, la participación ciudadana y nos liberamos de las múltiples formas de opresión y violencias, explícitas o sutiles.

Adicionalmente a la lectoescritura, hoy en pleno 2021 tenemos desafíos que se cruzan con el contexto de la pandemia y la alfabetización digital. Tener acceso a computadoras, teléfonos u otros dispositivos es una parte del acceso digital, acceder al internet resulta otro peldaño que debe escalarse, y que persiste como barrera para la enseñanza – aprendizaje, sin dejar de lado que al mismo tiempo el manejo de las tecnologías sigue dejando a mucha gente por fuera.

Hoy, 8 de septiembre es día internacional de la alfabetización, y aunque la Organización de Naciones Unidas señala en la meta 4 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible en la Agenda 2030, garantizar una educación durante toda la vida. La tarea aún sigue pendiente.

La alfabetización es pues, un camino libertario, para la emancipación y autonomía hacia la dignidad y ejercicio pleno de derechos. Resulta urgente e impostergable un compromiso firme con el financiamiento educativo público para que el derecho humano a la educación sea un hecho concreto para todas las personas, por supuesto considerando la alfabetización en todas sus dimensiones.


Llamado a la acción por el derecho a la Educación de Personas Jóvenes y Adultas: Hacia la Revisión de Medio Término de CONFINTEA VI

17 de agosto de 2017

Hacemos este planteamiento regional de cara al proceso de revisión de medio término de CONFINTEA VI y en diálogo con la Agenda de Desarrollo Sostenible, con el objetivo de contribuir al fortalecimiento y consolidación del derecho a la educación de personas jóvenes y adultas, y con políticas públicas pertinentes de EPJA en nuestra región.


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Educación de Jóvenes y Adultos en Centros Penitenciarios

31 de agosto de 2014

Todas las iniciativas presentadas aquí tienen en común el anhelo de garantizar las mejores oportunidades educativas posibles para personas privadas de la libertad. Las necesidades y los problemas son similares. Las propuestas de solución elaboradas en este sentido son diversas, dependiendo del país y del contexto, y demuestran además que aún queda mucho por hacer, no solamente en los países del denominado sur, también en Alemania y en otros países de Europa.


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